jueves, 2 de enero de 2020

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!


¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!


Enero 2020

Queridos amig@s, si te pidiera en este momento la hora y la fecha del día de hoy seguramente dirías algo como esto: “Son las tres de la tarde con quince minutos y veinte segundos del 3 de enero de 2020”. (Creo que estoy exagerando pero sirve para los propósitos de la comunicación.) Para algunos la respuesta es tan ordinaria que no repararían en lo profundo de su significado. Hoy te invito a investigar en el océano contenido en dicha respuesta y verás que nos encontraremos con grandes sorpresas. Pero para ello formulemos algunas preguntas.


¿Por qué celebramos el inicio del año el primero de enero? ¿Por qué el año tiene 365 días, dividido en doce meses y cada mes en semanas? ¿Por qué los días se dividen en 24 horas, la hora en 60 minutos y los minutos en 60 segundos? ¿Por qué el inicio del año no comienza, por ejemplo, el 21 de marzo o cualquier otro día? ¿Por qué el año no tiene, por ejemplo, seis meses o cuatro?

  
Como Platón lo hace en sus diálogos los invito a imaginar, por un momento, que somos humanes de las cavernas. Que no tenemos ningún conocimiento de la medición del tiempo pero que –sigamos imaginando- no somos tontos y sentimos el paso del tiempo por nosotros mismos y que al despertar día a día vemos que el sol está de un lado del firmamento. A medida que transcurre el día, este se desplaza de oriente a poniente, a velocidad que nos parece uniforme. Al final de ese día, el sol está del otro lado y anochece. Este ciclo que se repite periódicamente necesita ser nombrado y, por lo tanto, le damos el nombre de “DIA”. Ahora bien, nos damos cuenta que cada día puede dividirse en partes iguales y a esas partes las llamamos “HORAS” y, por la misma razón, a las partes de la horas “MINUTOS” y a las partes de estos últimos “SEGUNDOS”.

  


Siguiendo con nuestro experimento, también observamos que los días no son enteramente iguales. A veces el período de luz es más largo que el de la oscuridad, y a veces es al contrario. En el primero de los casos, esto sucede cuando hace más calor. Y en el segundo caso, cuando hace frío. Con esta información dividimos el tiempo de otra manera, en ciclos de estaciones: PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO E INVIERNO. Cuando hace frío, cuando está templado, cuando hace calor y cuando nuevamente está templado. A este nuevo ciclo le llamamos “AÑO”.


Ahora bien, nos damos cuenta también que el año tiene puntos bien definidos tal y como lo enlistamos en la siguiente tabla:

Relación día / noche
Nombre
Posición del Sol
Inicio
Día corto y noche larga
Solsticio de invierno
Se encuentra al Sur
21 de diciembre
Día igual que la noche
Equinoccio de primavera

21 de marzo
Día largo y noche corta
Solsticio de verano
Se encuentra al Norte
21 de junio
Día igual que la noche
Equinoccio de otoño

21 de septiembre

  

Ahora bien, nos interesa saber cuánto dura ese ciclo que le llamamos año. Para determinarlo, contamos los días que pasan entre dos solsticios de invierno y determinamos que transcurren 365 días. Pero, no exactamente. Como no nos gusta usar números muy grandes, dividimos el año en doce períodos iguales, y les llamamos meses. Los meses se aproximan al tiempo que transcurre entre una luna nueva, y otra.
El asunto de las semanas nos resultó más complicado. Corresponden a una cuarta parte del tiempo entre una luna nueva, y la siguiente (29.5 dias / 4 = aproximadamente 7 días).
Ya sabemos cuánto dura el año, pero no hemos definido cuando debe empezar. Puede empezar en el equinoccio de primavera, o en el solsticio de verano, o en el solsticio de invierno, o el día de tu cumpleaños, o cuando se nos antoje.


Aquí comienza la historia que quiero contar:

Originalmente el calendario tenía un uso principalmente religioso y agrícola. Desde el punto de vista religioso, para recordar las festividades. Y desde el agrícola, para marcar el inicio y terminación de las estaciones. E indicar los tiempos de siembra, apareamientos, cosechas etc. Los calendarios son de dos tipos, Los solares (365 días), y los lunares (29.5 días). El calendario lunar se rige por el ciclo de 29 y medio días, de la luna. En la antigüedad fue muy socorrido por la semejanza con el período menstrual de la mujer, y con el tiempo de preñez de 10 meses lunares.

Los Babilonios iniciaron el uso del calendario lunar, y descubrieron en 432 A. C. el ciclo metónico de 19 años. Que corresponde exactamente a 235 meses lunares. 


En el norte de Europa, las tribus celtas, se regían por un calendario lunar. Donde la unidad de medida no era el día como en todos los demás, sino la noche. Contaba con un ciclo de 62 períodos de 15 noches de luna creciente, y 15 de luna menguante. En el año de 1897 se descubrió en Coligny, una placa de bronce que data del siglo primero A.C., con una copia de este calendario lunar. 


El calendario lunar es usado actualmente en el mundo del Islam, en estricta obediencia al profeta Mahoma y al dictado del Corán: “La luna nueva, fijará el tiempo para la población y para el peregrinaje“. Sin embargo, los países occidentalizados, han comenzado a cambiar hacia el calendario solar, al menos para los asuntos de orden civil. En 1926, Mustaffá Kemaal Atatürk proclamó el fin del sultanato, y adoptó el calendario occidental. 


Los egipcios optaron por el calendario solar, de 365 días y un cuarto. Y son los precursores directos del calendario moderno que ahora usamos.


En América, la cosmografía estaba muy avanzada antes de la conquista Española. Los mayas se regían por un calendario solar de excepcional exactitud.


El año solar es el tiempo de translación de la tierra alrededor del sol, y en este plazo se suceden las cuatro estaciones. El día por otra parte, es el tiempo que tarda la tierra en girar sobre su eje, y dura 24 horas, y no tiene relación directa con el año solar. Como el año solar dura 355 días 5 horas 48 minutos y 46 segundos, no es posible hacer coincidir el año, con un número exacto de días. Para subsanar este problema se optó por hacer el año de duración variable, estableciendo años cortos de 365 días y algunos largos de 366. Siendo el calendario solar más práctico, es el que se usa principalmente. Sin embargo los judíos siguen empleando el calendario lunar.



Y el calendario litúrgico de la iglesia Católica tiene elementos lunares y solares. La Navidad está de acuerdo al calendario solar, pues se fija 3 días después del inicio del invierno (21 de diciembre). Y la Pascua está conforme a la luna, pues el viernes santo es el anterior a la primera luna llena, siguiente del equinoccio de primavera (21 de marzo).



La definición de la Pascua florida, fue un tema de importancia especial para la iglesia primitiva, pues la Resurrección debía ser fijada en domingo, y los conflictos sobre ese tema entre el patriarcado de oriente y el de Roma se volvieron agudos. Y a la fecha, motivo de desacuerdo entre las iglesias ortodoxa oriental, y la católica. 

En el primer concilio ecuménico de Nicea en 325, se estableció el uso del calendario lunar para las fiestas de semana santa. 

El calendario actual es el producto de imitaciones y remiendos de otros más antiguos.



El que ahora usamos fue adaptado del egipcio, por Julio Cesar, quien eligió el inicio del año de una manera más o menos arbitraria. Modificando así, el calendario romano antiguo de 355 días, y que comprendía 10 meses. Iniciándose el año el primero de marzo, aniversario de la fundación de Roma (en 753 A.C. “Ab Urbe Condita”). La intención de Julio Cesar era establecer un calendario de 365 días y cuarto, fijando un año bisiesto cada cuatro. Con 10 meses cada uno, y haciendo coincidir el inicio del año con el día más corto (solsticio de invierno, lo que hoy es el 21 de Diciembre.) Con ello, el invierno comenzaría el primero de enero. No se pudo, el pueblo Romano era muy supersticioso y deseaba un calendario lunar. Exigió a través del senado, que el año comenzase en la luna nueva de ese año, la que se presentó 10 días después del solsticio de invierno. Es por ello que el invierno comienza 10 días antes del año nuevo (21 diciembre.) SENATUS POPULUSQUE ROMANUS --SPQR-Y en cierto sentido, esto afectó la fecha de la Navidad, la cual se pretendió fijar en el solsticio de invierno. (Pero fallaron por tres días.)

El nuevo calendario no modificó la cantidad de meses. Pero posteriormente a la muerte del Cesar, se agregaron dos meses más, después del mes quintilis. Uno se bautizó como julio, en honor del Cesar. Y el agosto, en honor del emperador Augusto.

Este calendario fue bastante preciso y se conservó en uso hasta el siglo XVI. Cuando se hizo notable la acumulación de los pequeños errores del mismo. Errores generados por la diferencia entre la duración real del año (365.2421991 días) y la supuesta de 365.25 días. -error de 0.0078009 días/año. (0.0078009 días x 1622 años = 13 días) 

En el año de 525 D.C., el mundo occidental se encontraba bajo las invasiones de los bárbaros. Los Ostrogodos dominaban Italia. Y en un breve periodo de reacción, el general Belisario, a las órdenes del Emperador Justiniano de Oriente, libera al Mundo Cristiano del pillaje de los Vándalos. Es en ese tiempo, que el monje Dionisio “el exiguo”, calcula la fecha de la Navidad, y propone al Papa, que el inicio del año sea el 21 de marzo. Para igualarlo con la primavera. Además se establece que en adelante, las fechas lleven las siglas A.D., de “ANNO DOMINI” y cuyo significado es: “Año del Señor”. Esto último ha creado confusión en los países de habla no latina, en donde se le ha dado el significado de “After Death” a esas siglas. Suponiendo que el inicio de la era cristiana corresponde a la fecha de la muerte de Cristo, con lo cual quedan 33 años de diferencia con el calendario Cristiano. 

La historia de la iglesia católica ha estado marcada por incontables crisis. La persecución durante el imperio Romano, las herejías arrianas, las invasiones de los bárbaros, las batallas por la investidura, el cisma de oriente, el gran cisma y muchas otras. Sin embargo, posiblemente la más grave, se presenta durante el siglo XVI con la reforma Luterana. De la noche a la mañana, los cimientos mismos de la cultura, la sociedad y la religión, se tambalean. La deserción en todos los campos es rampante, y la decadencia espiritual de la jerarquía no presentaba defensa alguna contra las revueltas reformistas. 



En ese tiempo, se da en el interior de la iglesia, una urgencia de renovación espiritual y moral. Un intento de conciliación con las verdades absolutas. Y aparecen figuras de la talla de Ignacio de Loyola y de Gregorio XIII.
El Papa Gregorio XIII, no fue un asceta, sino un organizador y un hombre de férrea disciplina. Conocido principalmente por su aceptación de las matanzas de protestantes en París, el día de San Bartolomé. Es también reconocido por hacer cumplir los Decretos del concilio de Trento. Y desde luego, por la reforma al calendario Juliano. En 1582, el Papa ordena que el día siguiente a octubre 4, sea octubre 15. Y que se eliminaran los años bisiestos que correspondían al inicio de siglo, excepto aquellos años divisibles por 400. (Corrección de 0.0075 días/año, quedando un error de 0.00030009 días/año, o sea 43.2 minutos por siglo.) Esta reforma del calendario, aún en vigor, garantiza una discrepancia mínima entre el año civil y el real.

Dado que el proceso de medir el tiempo, recayó en la Iglesia Católica. El Reino unido y las colonias Norteamericanas no aceptaron la reforma Gregoriana, y usaron el calendario Juliano hasta el año de 1752. Rusia y Rumania aceptaron el nuevo calendario hasta 1918. Y las zonas ortodoxas griegas siguen aferradas al calendario antiguo. 



En lo referente a las semanas. En el mundo católico, estas se conservaron de 7 días, de acuerdo al calendario Judaico. Tal y como se define en el Génesis. Sobre los 7 días que Dios tomó para la creación del mundo. Esta semana remplazó a la de 8 días que regía en el imperio Romano. El nombre del sábado proviene del vocablo babilonio ¨sabattu¨. Y que fue importado por los israelitas después de la expulsión de Babilonia.

Entre las cosas que la jerarquía Cristiana asimiló del mundo pagano, están los nombres de los días de la semana. Los cuales se refieren a: La luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus. El sábado recibe su nombre del Sabattu, y el domingo es el día del Señor (domini). En los países de habla inglesa, el sábado se refiere a Saturno y el domingo al sol (Saturday, Sunday). El miércoles, jueves, y viernes (Wednesday, Thursday y Friday) reciben sus nombres de los dioses Noruegos “Odin, Thor y Freya”, que fueron importados a Inglaterra en el siglo lX, por los Vikingos. Intentos fallidos de simplificar o alterar el calendario no han faltado. Sin embargo la costumbre y la tradición son obstáculos insalvables para implementar un cambio.



En 1792 la Convención Nacional de la Revolución Francesa, nombró un comité para la reforma del calendario. Compuesta por varios matemáticos, un educador, un poeta, y el gran astrónomo, Laplace. Se produjo un nuevo sistema de 10 días por semana, llamado la década, tres décadas por mes. El día contaba con 10 horas, con 100 minutos cada una, y 100 segundos por minuto. Para ajustar con el año solar, se agregaron 5 ó 6 días, según el caso. Los nombres de los días eran: “El trabajo, el virtud, el ingenio, la opinión, la recompensa, etc.” Este calendario estuvo en vigor 13 años, hasta que Napoleón Bonaparte lo abolió. 

En 1929, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, remplazó el calendario Cristiano por el Revolucionario, con semanas de 5 días, y meses de 6 semanas. En 1940 volvieron a aceptar el calendario Gregoriano.

Actualmente se vislumbran pocas posibilidades de cambio, excepto por los ajustes de algunos segundos por siglo que se hacen para compensar la pérdida de velocidad de la rotación de la tierra, que hace que el día se alargue. Y como los segundos son ahora la unidad básica de medida y son inalterables, pues están vinculados a la vibración de los átomos, hay que corregir los relojes de vez en cuando.



El 12 de febrero de 2004 comienza el año nuevo chino: es el año número 4701 según el calendario chino. Con la luna nueva, comienzan los festejos y terminan 15 días después, cuando la luna ya está llena. Como suele suceder en estas ocasiones, se come mucho, rico y variado, de ahí que hasta la luna se llene. Cada día de los 15 se celebra o agasaja algo en especial y hay comidas típicas. Aquí algunos ejemplos:

1er.Día: se da la bienvenida a los dioses del cielo y la tierra y algunos no comen carne porque creen que así se aseguran una vida larga y feliz.

2do. Día: se reza a los antepasados y se festeja el nacimiento de ¡los perros!, y se les da de comer muy bien (¿qué será el menú para perros chinos?) (3ro, 4to, 5to, 6to) 7mo. Día: los granjeros muestran sus productos, preparan bebidas con 7 tipos distintos de vegetales. Se festeja el nacimiento del ser humano y se comen tallarines para tener larga vida y pescado crudo para el éxito.
Y así hasta el día 15, con el Festival de las Linternas...

Esta historia pueda ser corregida y aumentada por ustedes queridos amig@s y la hagan llegar al resto por medio de este blog.

¡¡¡Feliz año nuevo!!!





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