martes, 20 de diciembre de 2022

Trabajo futuro, la trasformación de la sociedad y las canciones de trabajo.

Trabajo futuro, la trasformación de la sociedad y las canciones de trabajo.

José Antonio Robledo y Meza

 

Comenzaré con una verdad de Perogrullo: la sociedad de principios del siglo XIX tuvo características diferentes a las de la sociedad de principios del siglo XXI.

Las características de la sociedad contemporánea son las profundas y constantes mutaciones tecnológicas y culturales. Los cambios económicos, sociales, políticos e ideológicos mutuamente influyentes anuncian la entrada a una nueva sociedad. Estas características plantean la necesidad de formar ciudadanos para una sociedad futura y para ello se requiere de una nueva visión filosófica que articule nuevas ideas y proyectos y una educación no dependiente solamente de las necesidades productivas.

La satisfacción de éstas exige un tipo de formación cuyo objetivo siga siendo el hombre y no la empresa, evitando un reduccionismo economicista sobre el papel de los seres humanos individual y colectivamente considerados. Se requiere de una revolución de la conciencia colectiva y autoconciencias individuales.

Para ello debe aprovecharse la experiencia mundial provocada por la pandemia que provocó la familiarización con los recursos cibernéticos.

Es necesario abordar la discusión en al menos los siguientes temas:

1) la importancia y funciones del trabajo en la vida de los hombres;

2) el desempleo

3) el papel del Estado en una sociedad tecnologizada;

4) el papel del humanismo mexicano en una sociedad tecnologizada;

5) la robótica, informática y el trabajo;

6) la sociedad contemporánea y los nuevos derechos;

7) los objetivos de los aliados del mundo que pretenden la trasformación de la sociedad en este 2022;

8) la sociedad tecnológica avanzada y sus principales efectos de su emergencia en relación a la estructura de clases.

9) la característica fundamental de sociedad tecnológica avanzada

10) consecuencias positivas y negativas implícitas en el futuro de una sociedad altamente tecnologizada;

11) los robots y su influencia en los procesos productivos de la sociedad del futuro;

12) los factores que influyen en la evolución del empleo.

13) grupos de las ocupaciones cuya demanda crece más en términos absolutos y relativos.

14) las consecuencias directas e indirectas de las nuevas formas de realización del trabajo.

Las canciones de trabajo

Las canciones de trabajo suelen ser canciones rítmicas cantada a capella por aquellas personas que desempeñaban tareas físicas y repetitivas; el ritmo de estas canciones servía para sincronizar el movimiento físico de las personas. Frecuentemente, la letra de estas canciones solía improvisarse y permitía a los trabajadores hablar de ciertos temas como el de la esclavitud o para quejarse acerca del capitán de un barco y las condiciones de trabajo. Las canciones de trabajo creaban un sentimiento de unión entre los trabajadores. Están consideradas como precursoras del Blues.

En Estados Unidos, este tipo de canciones (work songs) formaban parte de la herencia nativa de los esclavos y eran cantadas para recordar el lugar de donde provenían, mientras que otras fueron impuestas por los dueños de los esclavos para aumentar la moral de los mismos e incluso para hacerles trabajar de una forma rítmica. Las canciones de los esclavos negros de Estados Unidos pueden asociarse a las canciones de las Chain gang (término asociado al grupo de convictos encadenados juntos y que realizan una labor física y repetitiva) o a los espirituales, dependiendo del contexto de la canción.

Lightning- Long John (Old song by a chain gang)


The Congos Chain Gang


Sam Cooke - Working On A Chain Gang


Cadence 1990 chain gang march (soul patrol shuffle )


Chain Gang - Sam Cooke


En Estados Unidos, las canciones más famosas de es la llamada y respuesta, en el cual el cantante principal cantaba un verso, o versos, para que acto seguido el resto de los trabajadores le respondiera como un coro. Una canción famosa de aquella época corresponde al espiritual "Swing Low, Sweet Chariot". Frederick Douglass, un esclavo que logró escapar a New York, comentó en 1845:

 

A medida que se encaminaban (al trabajo), los esclavos hacian reverberar los antiguos y densos bosques con sus canciones, en millas a la redonda, mostrando al unísono la mayor de las alegrías y la más profunda de las tristezas. Componían y cantaban durante todo el camino, sin tener en cuenta ni el tiempo ni la entonación. El pensamiento que iba, y venía, si no se encontraba en la palabra, estaba en el sonido; y, frecuentemente, tanto en uno como en otro. A veces cantaban el sentimiento más patético con la entonación más entusiasta y el más entusiasta sentimiento con la entonación más patética. Cantaban, como un coro, palabras que a muchos les hubieran parecido una jerga ininteligible, pero que, sin embargo, para ellos estaban cargadas de significado. He pensado, a veces, que el mero hecho de escuchar esas canciones impresionaría más a algunas mentes acerca de la horrible condición de la esclavitud que la lectura de libros enteros de filosofía sobre el tema.


Swing Low, Sweet Chariot - The Plantation Singers


SWING LOW SWEET CHARIOT. Vicent Pérez. Orfeón Cantábile


Swing low, sweet chariot - Entrevoces , Havana, Cuba; Dir.: Digna Guerra Ramirez


B.B. King - Swing Low Sweet Chariot (1959)


Ella Eyre - Swing Low, Sweet Chariot


Eric CLAPTON Swing Low Sweet Chariot 1975


Swing Low, Sweet Chariot (Men's Chorus)


Josh Turner - Swing Low, Sweet Chariot (Official Audio)


Swing Low, Sweet Chariot By Etta James


Swing Low, Sweet Chariot


Sam Cooke - Swing Low, Sweet Chariot


"Swing Low Chariot"- Clara Ward Singers


Paul Robeson, Swing Low Sweet Chariot (Remastered)


Swing Low, Sweet Chariot: Sung by Robert Robinson

 

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De albazos y oscuridades.

De albazos y oscuridades.

José Antonio Robledo y Meza

 

La cuestión a esclarecer es el papel que jugará Puebla en el 2024.

Comenzaré con una breve cronología -del 2 de junio de 2019 al 15 de diciembre de 2022-, seguiré con una brevísima biografía del actual gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes Peregrina, para continuar con algunas de las reacciones expresadas por algunos actores políticos locales y nacionales en torno al nombramiento de Sergio Salomón y concluiré formulando un par de preguntas.

2019

2 de junio del 2019

Miguel Barbosa Huerta gana la elección para gobernador.

10 de junio del 2019

ratifica el INE triunfo del candidato de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, Luis Miguel Barbosa Huerta, con el 44.8 por ciento de los votos, que representó el 11.7 por ciento más que su más cercano competidor del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, Enrique Cárdenas Sánchez, quien se quedó con 33.1 por ciento de los votos.

15 de septiembre del 2019

La nueva Legislatura de Puebla queda conformada por diputados de siete partidos políticos, que estarán del 15 de septiembre de 2021 al 14 de septiembre de 2024. 1) Morena con 17 diputados; 2) PAN con nueve; 3) PRI con siete; 4) PT con cinco; 5) MC con uno; 6) PVEM con uno; 7) PSI con uno.

2022

13 de diciembre del 2022

16:00 horas se emitió el comunicado oficial por parte del gobierno local, en el cual se notificó que Miguel Barbosa Huerta falleció, a la edad de 63 años, en un nosocomio de la Ciudad de México.

14 de diciembre de 2022

17 horas los diputados del Congreso del Estado convocaron a sesión ordinaria a puerta cerrada para declarar formalmente la ausencia absoluta de gobernador en Puebla tras la muerte de Miguel Barbosa Huerta. Los diputados del Congreso del Estado convocaron a sesión ordinaria a puerta cerrada para declarar formalmente la ausencia absoluta de gobernador en Puebla tras la muerte de Miguel Barbosa Huerta. En el calendario del Congreso del estado estaba prevista, desde antes del fallecimiento de Miguel Barbosa, una Sesión Ordinaria en la que se abordarían temas del Poder Legislativo, como la designación de los miembros de la Comisión Permanente.

17:30 horas La sesión se inició y de manera sorpresiva la sesión fue aprovechada para declarar la falta absoluta de gobernador y la necesidad de iniciar el proceso de selección del sustituto, pese a que, al mismo tiempo, en Tehuacán, se estaba llevando a cabo el velorio de Miguel Barbosa y a menos de 12 horas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Puebla. A partir de ahí, la toma de decisiones y la formalización de un nuevo gobernador se prolongaron por casi ocho horas con varios recesos. Lo primero que hizo el Congreso fue dar cuenta formal de la ausencia de un gobernador y esto se cotejó con el Acta de Defunción de Barbosa Huerta expedida en la Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México. Con ello, se hizo un reconocimiento formal de que sería necesario elegir entre los diputados a un gobernador sustituto, dado que el fallecimiento se dio en los últimos cuatro años del gobierno y no procedía un proceso electoral extraordinario.

18:30 horas, declarada formalmente la ausencia del gobernador cuando el asunto se turnó a la Junta de Gobierno y Coordinación Política donde los líderes de bancada y representantes parlamentarios tuvieron una larga discusión y la aprobación de una propuesta. Mientras sesionaban de manera privada, las expectativas crecieron en torno a la sucesión, desatando incluso la crítica de representantes de la política nacional.

20:00 horas se sabía que sería en esa misma sesión ordinaria donde ya se tomaría la decisión de designar al gobernador sustituto, pues supuestamente el presidente López Obrador había dado el aval para que fueran los barbosistas quienes hicieran la elección cuanto antes para evitar que otros grupos desestabilizaran el proceso y la gobernabilidad del estado. Fue a partir de ese momento que se manejaron dos posibles cartas: la de la esposa de Miguel Barbosa, Rosario Orozco, y la del coordinador de bancada en el Congreso y expresidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Mientras se daba la discusión en el Congreso local, en Puebla comenzaron a circular rumores de que podría haber una imposición de gobernador desde la dirigencia nacional de Morena e incluso desde la Presidencia de la República, mencionando incluso nombres como el del priista Enrique Doger o la exalcaldesa de Puebla, Claudia Rivera, para suceder a Miguel Barbosa.

23 horas Al reanudar la sesión se elaboró un punto de acuerdo para sustituir al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, y Eduardo Castillo López, coordinador de la bancada de Morena, fue electo por el pleno por mayoría de votos para ocupar el cargo a partir de hoy y hasta el 14 de septiembre de 2024. Acto seguido se aprobó la licencia de Sergio Salomón Céspedes por un periodo mayor a 30 días; y los diputados locales se fueron a receso.

15 de diciembre de 2022

Después de la medianoche, los integrantes del Congreso poblano designaron sin debate y en fast track, a Sergio Salomón Céspedes, exlíder de los diputados locales de Morena en Puebla, como nuevo gobernador interino de Puebla con 38 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones. Solo se conoció que Rafael Micalco votó en contra.

02:00 horas Sergio Salomón Céspedes Peregrina rindió protesta como gobernador sustituto ante el Poder Legislativo y Judicial del estado de Puebla.

El jueves 15 de diciembre Puebla amaneció con un nuevo gobernador: Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Ello, a pesar de que el Congreso tenía por lo menos 10 días más para designar al sustituto.

Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Nació en 1969, tiene 53 años, con 20 años en el PRI y fue diputado local, en 2018, ocupó la candidatura a Presidente Municipal por Tepeaca bajo el amparo de Movimiento Ciudadano, el PAN, el PRD y el PSI, en pleno auge del morenovallismo; en 2021 Morena lo postuló como diputado local y asumió la coordinación de se bancada y la Presidencia del Congreso, o sea, muy cercano a Miguel Barbosa. ¿A qué acuerdos llegó con los partidos que lo apoyaron este 15 de diciembre? ¿A qué acuerdos llegará con el gobierno federal?

Reacciones

María del Rosario Orozco Cabello viuda del ex gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, avaló la designación de Sergio Salomón Céspedes Peregrina como gobernador sustituto.

Gerardo Fernández Noroña, diputado federal del Partido del Trabajo (PT), dijo en Twitter que la ambición de Céspedes Peregrina era grave, pues no habían pasado ni 24 horas del fallecimiento de Miguel Barbosa y ya se tenía preparado "un albazo".

Mario Delgado Carrillo, dirigente del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en la misma red social habló de la autoridad moral del movimiento y de cómo Barbosa Huerta no había sido sepultado cuando el Congreso ya buscaba a un gobernador sustituto.

Marko Antonio Cortés Mendoza presidente del Partido Acción Nacional (PAN): En redes sociales calificó de vergonzoso el actuar de los panistas poblanos y cuestionó el nombramiento fast track del exlegislador pues “Barbosa no había sido sepultado y ya se repartieron el poder”. Resaltó que no aprobaría los posibles "acuerdos inconfesables" que se establecieron entre los diputados locales de Morena y el PAN. “Lo hacen en lo oscurito sin una agenda mínima de compromisos públicos que beneficien no solo a unos cuantos, sino a todas las familias poblanas”.

Alejandro Carvajal Hidalgo, diputado federal de Morena, aseguró que “desgraciadamente” por la transferencia del poder a Sergio Salomón Céspedes Peregrina, “se vislumbra una crisis política en el Estado de Puebla”. “Estos actores ocupan hoy un espacio protagónico en el gobierno actual”. “No es un gobierno de izquierda, es un gobierno del PRI y del PAN, del “morenovallismo” con la ausencia de personas de izquierda”. “Podemos constatar la rearticulación del conservadurismo más radical y por el otro, el alejamiento de las bases obradoristas en la burocracia partidista estatal del partido y del gobierno del estado […] Vemos una alianza clara entre el PRI y el ‘morenovallismo’ que gobernará en el año 8 meses que le resta a esta administración”.

Por su parte los coordinadores del PAN y PRI en el Congreso de Puebla, y el secretario general de MORENA en Puebla defendieron la decisión de nombrar a Sergio Salomón Céspedes Peregrina como gobernador sustituto para darle estabilidad al estado y cuestionaron a los dirigentes nacional de Morena, Acción Nacional, PT y PRI.

Jorge Estefan Chidiac, líder del PRI, cuestionó si los dirigentes Marko Cortés Mendoza y Mario Delgado Carrillo tenían un acuerdo en lo oscurito para imponer a un mandatario en Puebla. “¿No será que el acuerdo en lo oscurito lo tenían en México y que esas complicidades lo sostuvieron allá en México ellos y querían tomar una decisión centralista? Aquí hubo 38 votos y no creo que pueda a ver contubernio con 38 diputados”. Sostuvo que en el Poder Legislativo hubo diálogo y consenso entre todas las fuerzas políticas sin que existiera presiones hacia alguno de los partidos, por lo que pidió que se respeten las decisiones locales.

Eduardo Alcántara Montiel coordinador del PAN mantuvo firme la decisión de su bancada y se dijo abierto para responder ante los órganos de justicia de su partido. “No hay acuerdos en lo oscurito inconfesables porque, en mi caso, no formo parte de una organización secreta política que se vuelve innombrable, yo no soy de esa organización para guardar secrecía de mi trabajo y mi labor pública. Mi voto en lo personal fue un acto de responsabilidad con el momento que estaba viviendo Puebla”. Puntualizó que los diputados locales panistas buscaron darle estabilidad a la entidad, para evitar que se repitiera el escenario político del 2018, en donde tras la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, intervinieron múltiples intereses envolviendo al estado en un ambiente de tensión. El coordinador de la bancada sostuvo que en ningún momento recibieron indicaciones para aplazar el nombramiento de un gobernador sustituto por parte de su dirigencia nacional pese a tener comunicación en todo momento con el presidente del PAN.

“Tuvimos comunicación con la dirigencia nacional y con varios actores de la dirigencia nacional, tengo como acreditarlo, pero es un tema interno que iremos viendo en su momento y como lo dije con Marko Cortés y con varias personas que nos puso a encabezar en su momento para poder trabajar sobre el tema al respecto”.

“Ese día en la tarde nos reunimos con la dirigencia estatal y llegamos 8 de los 9 diputados a esa reunión y decidimos dos cosas para poder caminar: que fuera toda la bancada unida y que trataremos de generar un acuerdo de ir conjuntamente con el PRI, cosa que en su momento se fue comunicando al Comité Nacional cómo se iba desenvolviendo, y estaré abierto a las aclaraciones que tenga que hacer en el partido”.

Agustín Guerrero, secretario general de MORENA en Puebla, aseguró que los dirigentes nacionales de PRI, PAN, PT, e incluso Morena, intentaron desde sus posiciones "madrugar" con la imposición de un gobernador sustituto, tras la muerte del gobernador constitucional Miguel Barbosa. Guerrero dijo que de ninguna forma se puede criticar la decisión de designar a Sergio Salomón Céspedes Peregrina cómo gobernador sustituto, ya que lo calificó como una persona leal y comprometida con el proyecto de la cuarta transformación.

El par de preguntas.

¿Hubo acuerdo tanto en el espacio local -Estefan Chidiac, Néstor Camarillo, Eduardo Alcántara y Eduardo Rivera- como a nivel nacional -Alito Moreno, Marko Cortés, Ricardo Monreal y doña Rosario- para concretar el albazo?

¿Habrá coordinación política entre el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y Julio Huerta, titular de Gobernación con la política del gobierno federal?

 

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viernes, 16 de diciembre de 2022

Racionalidad crítica y no religión civil

Racionalidad crítica y no religión civil

José Antonio Robledo y Meza

 

El término “religión civil” es un concepto político utilizado por pensadores como Benjamin Franklin, George Washington y Jean-Jacques Rousseau, y recuperado recientemente por el sociólogo estadounidense Robert Neelly Bellah, para determinar la parte religiosa de la vida política de una cultura determinada.

Desarrollo del concepto de religión civil.

El escritor ginebrino Jean-Jacques Rousseau empleó el término «religión civil», dentro del capítulo VIII del Libro Cuarto de su obra El Contrato Social (1762), para contraponer los valores religiosos establecidos por el cristianismo a aquellos que debían prevalecer en los ciudadanos de un Estado para permitir la perdurabilidad del pacto social, impuestos por el soberano y garantes de la cohesión social. Hay según esto una profesión de fe meramente civil, cuyos artículos puede fijar el soberano, no precisamente como dogmas de religión, sino como sentimientos de sociabilidad, sin los cuales es imposible ser buen ciudadano ni fiel súbdito. Sin poder obligar a nadie a creerlos, puede desterrar del estado a cualquiera que no los crea; puede desterrarle, no como impío, sino como insociable, como incapaz de amar con sinceridad las leyes y la justicia, y de inmolar, en caso de necesidad, la vida al deber.

Hoy día, la perdurabilidad del pacto social garantes de la cohesión social no depende solo de un sentimiento, ni de una profesión de fe sino que cuenta con argumentos que pueden ser discutidos permanentemente. El criterio en un estado laico es la racionalidad crítica. De esta manera la práctica de una religión dada, permite la creencia personal de los individuos, siempre y cuando no renuncien a su estatus de ciudadanos e incluso, exalten sus deberes como tales. Para ello, se han establecido ciertos principios que permiten tal equilibrio:

La existencia del Pueblo Soberano como concepto subordinante de todas las relaciones políticas.

La creencia en una mejor vida futura.

La recompensa de la virtud y el castigo del vicio.

La exclusión de la intolerancia religiosa.

En una reflexión anterior hemos señalado que en el tema del humanismo mexicano se trata de responder a dos cuestiones: uno, acerca del lugar del hombre en el Universo y dos, la naturaleza de la vida buena. Estas dos cuestiones deben responderse estudiando e investigando científicamente y aplicar todo el tiempo el principio de racionalidad crítica para las creencias y conductas. En el campo de las creencias requerimos de métodos para pensar bien y en el campo de las conductas el juicio práctico para vivir mejor. Para ello se requiere una visión laica. Ni el Universo ni la vida buena es obra de un Poder Supremo ajeno al hombre como tampoco aquél es la fuente última de las leyes naturales y la moral.

La racionalidad crítica como pasión y principio de la convivencia humana.

Sócrates descubrió que nunca podremos justificar racionalmente nuestras teorías y después de más de XXV siglos de este develamiento día a día somos testigos del conflicto fundamental de nuestra época. Tenemos frente a nosotros el problema intelectual y moral más importante de nuestro tiempo. El conflicto entre la racionalidad crítica y sus contrapartes. Es el conflicto que se da entre el pensar claro y la experiencia contra las emociones y las pasiones. La racionalidad, base de la unidad del género humano, está en juego. La racionalidad crítica no es una facultad innata o adquirida, es -al igual que el lenguaje- un producto social.

El día de hoy tenemos claridad de que aunque no podemos justificar racionalmente nuestras teorías ni evidenciarlas como probables, si podemos criticarlas racionalmente. Y podemos distinguir los matices de lo que es mejor de lo que es peor. ‘Para algunos es difícil asociar el pensar claro con la experiencia acumulada. Aprender a conjuntar ambas dimensiones permite superar las estrechas miradas que sólo atienden a una de ellas. Darle preponderancia a solo la inteligencia o a la experiencia –observación y experimentación- es mirar unidimensionalmente. El silogismo práctico exige saber y conocer de manera conjunta.

Aquí hablaremos de racionalidad crítica en el sentido más amplio que abarca tanto la actividad intelectual junto con la observación y la experimentación. En este sentido son estrechos tanto el intelectualismo como el empirismo. Camina por el sendero de la racionalidad crítica, quien muestra la actitud de procurar resolver la mayor cantidad posible de problemas recurriendo al pensamiento claro y a la experiencia; es la actitud en que predomina la disposición a escuchar los argumentos críticos y a aprender de la experiencia.

Es un hecho el que la humanidad está fraccionada en creencias y conductas. Hay supersticiones, religiones, ideologías, posturas filosóficas, teorías científicas… La diferencia fundamental entre algunas y otras radica en la actitud de que mediante la argumentación y la observación cuidadosa se puede llegar a algún tipo de acuerdo con respecto a múltiples problemas de importancia. Fundamentalmente consiste en admitir que “yo puedo estar equivocado y tú puedes tener razón y, con el esfuerzo de ambos podemos acercarnos a un acuerdo”.

La racionalidad crítica radica en la creencia de que para llegar a acuerdos necesitamos la cooperación y que, con la ayuda del argumento y la experiencia, podremos alcanzar, con el tiempo, algo de objetividad. Es por medio de la racionalidad crítica que se infiere la “unidad racional del género humano”. No se aspira a la unidad de un grupo en particular sino del género humano. La racionalidad crítica es universal o no lo será.

Si bien la actitud racionalista, esto es, la racionalidad crítica se caracteriza por la importancia que le asigna al razonamiento y a la experiencia, entonces en qué se fundamenta la racionalidad crítica si no hay ningún razonamiento lógico ni ninguna experiencia que puedan sancionar esta actitud racionalista. Debe admitirse que sólo aquellos que se hallan dispuestos a considerar el razonamiento y la experiencia son racionales es porque ya han adoptado esta actitud y, por lo tanto, se dejarán convencer por ellos. Es decir que debe adoptarse primero una actitud racionalista si se quiere que una argumentación y experiencia dadas tengan eficacia, y esa actitud no se basa, en consecuencia, ni en el razonamiento ni en la experiencia.

La racionalidad crítica se adopta sin ningún razonamiento, algún supuesto, decisión, creencia, hábito o conducta, por lo tanto, cae dentro de los límites de lo irracional. Sea ello lo que fuere, podríamos denominarlo fe irracional en el razonamiento y la experiencia. Es por eso que se habla de una actitud o talante cuando se habla de la racionalidad crítica. La racionalidad crítica como pasión. La racionalidad crítica como pasión es reconocer que las argumentaciones del pensar crítico son útiles herramientas para arañar, si lo deseamos, la superficie de las cosas, y la deseamos porque la amamos. Y es por este amor que entre los irracionalismos se elige la racionalidad crítica. Si bien el hombre es algo más que un animal racional también puede ser menos. Siempre permanecerá la opción de libertad: elegir cualquier forma de irracionalismo, aún la más radical o amplia.

Hemos afirmado que la racionalidad no es una facultad. Entonces ¿qué es? Es un método que incluye una actitud frente a las creencias y las conductas. Hay una racionalidad frente a las creencias, hay otra frente a las conductas. La actitud racional-crítica tiene más en cuenta el argumento y la experiencia más que las personas que los profieren o comparten, ello nos permite inferir la “unidad racional del género humano”. La argumentación -incluida la crítica y el arte de escuchar la crítica- es la base de la racionalidad crítica. El racionalismo en tal sentido es diametralmente opuesto a todos aquellos sueños donde el crecimiento de la razón se hallaría controlado o “planificado” por alguna razón superior. La razón, al igual que la ciencia, se desarrolla a través de la crítica mutua; la única forma posible de “planificar” su desarrollo en fomentar aquellas instituciones que salvaguardan la libertad de dicha crítica, es decir, la libertad de pensamiento.

Es por ello, que la llamada Cuarta Transformación pertenece a todos aquellos que la conciben como un camino de permanente intercambio de argumentos y experiencias. Es un camino en permanente construcción que andan quienes están convencidos de que mediante la argumentación y la observación cuidadosa se puede llegar a algún tipo de acuerdo con respecto a la solución de múltiples problemas de importancia y nos permita construir una sociedad más justa, democrática y libre. Camino imposible de andar si no se respetan los derechos humanos.

La violencia es el principal obstáculo de la racionalidad crítica.

 

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domingo, 11 de diciembre de 2022

La Guadalupana y la construcción del Estado mexicano 1648-1810

La Guadalupana y la construcción del Estado mexicano 1648-1810

José Antonio Robledo y Meza

 

Dar una visión panorámica de la presencia de la Guadalupana en el proceso de construcción del Estado mexicano es el propósito de esta reflexión. La intencionalidad política en la narrativa de la Guadalupana, conjunta contenidos y significados hasta borrar la frontera entre una imagen y la historia de una nación. El fenómeno nos invita a reflexionar sobre el carácter histórico que posee la pintura, su importancia presente y su proyección hacia el futuro.

La Virgen de Guadalupe es símbolo de la unidad nacional. Su imagen evoca el sincretismo entre la deidad de los antiguos mexicanos, Tonantzin, y María, la virgen madre de El Redentor.

El proceso que nos interesa es el de la promoción de un sentimiento de fe hacia la guadalupana con el claro propósito político de construir un Estado, una nación y una identidad. Tan exitoso fue el proceso que hoy los mexicanos nos reconocemos como tales por reconocer la Soberanía del Pueblo, participar en una república democrática y -paradójicamente- laica sin, necesariamente, haber nacido en un territorio. Se trata de ver a la imagen de la guadalupana en su papel de representación de la voluntad política de construir un Estado.

Uno de los significados de la historia de la imagen retrata algunos de los momentos más significativos del proceso de creación del Estado y la nación mexicanos y, por lo tanto, de su unidad e identidad. La imagen de la Guadalupana conjunta un pasado glorioso – los clérigos que buscaron fundar la tradición Guadalupana a partir de las fuentes indias también procuraron identificar la civilización prehispánica como la antigüedad clásica del país- un presente republicano y la proyección de un futuro más justo y democrático.

El primer indicio de esta voluntad política lo encontramos en el texto Imagen de la Virgen María, Madre de Dios de Guadalupe de Miguel Sánchez escrito en 1648. En este texto Sánchez llama a sus compatriotas a reconocer que la Virgen mexicana era un original de la milagrosa imagen de María que viera San Juan el Evangelista y descrita en el capítulo doce del Apocalipsis. Aquí Sánchez desplegó todos los recursos de la tipología bíblica para magnificar a la guadalupana, de modo que motivos como la zarza ardiente y el Arca de la Alianza, que habían sido aplicados a María desde la Iglesia primitiva, se consideraban referencias específicas a la Virgen del Tepeyac. Se invocaba la tipología para elucidar la significación de estos acontecimientos, puesto que el indio figuraba como el Santiago de México, su San Diego, y revestido de la mayor trascendencia, como el Moisés que llevó a la Guadalupana, el arca de la Alianza mexicana al Tepeyac, descrito alternadamente como el Sinaí o el Sión mexicano. Este lenguaje en mucho coincide con el utilizado por los liberales en el Congreso constituyente que fructificó en la Constitución de 1857.

El origen grandioso de la imagen se reitera en 1794 en el sermón que predicó el dominico criollo Servando Teresa de Mier en el Tepeyac: sostenía que santo Tomás Apóstol no sólo había predicado el Evangelio en México, sino que también había dejado la imagen de Guadalupe impresa en su manto, y así había sido venerado siglos antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo. Mediante esa ingeniosa teoría, Fray Servando Teresa de Mier (1765-1827) buscaba desviar las dudas contemporáneas y dar a la Iglesia mexicana una fundación apostólica equivalente a la Santidad en España: ya entonces habían llegado a México noticias de la Revolución Francesa, las cuales inflamaron el intelecto de los hombres en diversos grados.

La invasión de España por las tropas francesas, la abdicación de Fernando séptimo y la imposición de José Bonaparte en el trono precipitó el movimiento de independencia en México. Todos sabemos que en 1810 el párroco de Dolores, Miguel Hidalgo, llamó a las masas rurales a rebelarse contra el dominio español y para ello tomó como bandera el estandarte de la Virgen de Guadalupe. Junto a la guadalupana Hidalgo grito:

—¡Viva la América y muera el mal gobierno!

—¡Viva Nuestra Señora de Guadalupe!

Con estos gritos enfrentó la imagen de la Virgen mexicana con la de la Virgen española de los Remedios. La Virgen india desafiaba a la Virgen blanca; la que eligió a un indio pobre en la colina de Tepeyac.

Junto a Hidalgo, la Virgen de Guadalupe se convirtió en la representación colectiva del pueblo mexicano y también en símbolo de independencia sobre España y sus representaciones sagradas. La patrona de la Nueva España se convirtió así en símbolo y bandera de una nación que libraba una guerra civil para alcanzar su Independencia.

 

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jueves, 8 de diciembre de 2022

El humanismo mexicano es laico.

El humanismo mexicano es laico.

José Antonio Robledo y Meza

 

“Amor” y “conocimiento” son conceptos fundamentales del humanismo mexicano. En la Edad Media, cuando había peste en algún lugar, los santos humanistas aconsejaban a la población que se congregase en los templos y rezase a Dios pidiendo que los librase de la peste; el resultado era que la infección se extendía con extraordinaria rapidez entre las masas de los suplicantes. Este es un ejemplo de amor sin conocimiento. Las últimas guerras son ejemplos de conocimiento sin amor. En cada caso, el resultado es el mismo: la miseria y la muerte en gran escala.

El “laicismo mexicano” es un concepto político asociado a la segunda trasformación -identificada con Juárez-, que permite comprender la parte secular de la vida política de la cultura mexicana. El laicismo mexicano ha estado asociado a la promoción de los valores y virtudes que deben prevalecer en los ciudadanos de la república y del Estado para permitir la perdurabilidad del pacto social, definido por el Pueblo Soberano en la Constitución, y es garante de la cohesión social. Estos valores y virtudes están determinados en los principios (no dogmas) contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que es la expresión de la voluntad del Pueblo Soberano. Estos principios definen los sentimientos de sociabilidad, los cuales hacen posible la condición de ser un buen ciudadano capaz de amar con sinceridad las leyes y la justicia al que alude la primera trasformación impulsada por Hidalgo y Morelos.

La práctica del laicismo permite la creencia personal de los individuos (religión, por ejemplo), con la condición de que no renuncien a su estatus de ciudadanos, de personas humanas conscientes de sus derechos y deberes. Esto da sentido a la democracia asociada a la tercera trasformación y a Madero.

Para mantener el equilibrio entre el laicismo y la creencia personal es que existen los cuatro principios contenidos en la Constitución: 1) la Soberanía del Pueblo, 2) la creencia de que la vida humana puede mejorarse por las acciones de los ciudadanos, 3) la recompensa de la virtud y el castigo del vicio y 4) la exclusión de la intolerancia religiosa.

La relación entre el laicismo y el humanismo mexicano.

El amor y el conocimiento son fundamentales para el laicismo y, por lo tanto, para el humanismo mexicano.

Aunque el amor y el conocimiento son necesarios, el amor es más importante, ya que impulsará a las personas a buscar conocimientos –mediante el filosofar (estudio y la investigación)-, con el fin de beneficiar a los que aman. Como el amor es extensibles indefinidamente su límite es el amor al universo. El fin último del humanismo mexicano es el amor y el conocimiento universal.

Si la gente no es inteligente, porque no estudia e investiga, se contentará con creer lo que han dicho y dicen, y estos decires pueden hacer mucho daño a pesar de la benevolencia más genuina. El Dante aseveró que camino al infierno estaba empedrado de buenas intenciones.

Lo que el mundo necesita no son dogmas, sino una actitud de estudio e investigación científica, combinada con la creencia de que el dolor de millones no es deseable. Si los humanes no cambiamos muchas de nuestras costumbres, a la humanidad sólo le queda la guerra y la miseria. Creo que la decadencia de muchas creencias dogmáticas sólo puede hacer bien. Para tender a la vida buena, hay que considerar los límites de la posibilidad es humanas.

Cuando se habla de conocimiento como de uno de los ingredientes de la vida buena no debe pensarse en el conocimiento ético, sino en el conocimiento científico y el conocimiento de los hechos particulares. No creo que exista, hablando en puridad, el conocimiento ético. Si deseamos lograr algún fin, el conocimiento puede mostrarnos los medios, y este conocimiento puede pasar como ético. Pero no creo que se pueda decidir la conducta buena o mala como no sea por referencia a sus consecuencias probables. Si nos proponemos un fin, la ciencia es la que tiene que descubrir los medios para lograrlo. Todas las reglas morales tienen que ser probadas examinando si realizan los fines deseados. Digo los fines que deseamos, no los fines que debemos desear. Lo que «debemos» desear es simplemente lo que otra persona desea que deseemos. Generalmente es lo que las pseudoautoridades desean que deseemos. Si alguien me dice «debe hacer esto y lo otro», la fuerza motriz de la advertencia reside en mi deseo de obtener su aprobación, junto, posiblemente, con premios o castigos unidos a su aprobación o reprobación.

Así pues, en el tema del humanismo mexicano se trata de responder dos cuestiones: uno, acerca del lugar del hombre en el Universo y dos, la naturaleza de la vida buena. Estas dos cuestiones deben responderse estudiando e investigando científicamente y aplicar todo el tiempo el principio de racionalidad crítica para las creencias y conductas. En el campo de las creencias requerimos de métodos para pensar bien y en el campo de las conductas el juicio práctico para vivir mejor. Para ello se requiere una visión laica. Ni el Universo ni la vida buena es obra de un Poder Supremo ajeno al hombre como tampoco aquél es la fuente última de las leyes naturales y la moral.

El humanismo mexicano debe considerar que dos son las virtudes más importantes:  la inteligencia (que es obstaculizada por dogmas) y la bondad (inhibida por la idea de pecado y castigo). Lo que el mundo necesita no son dogmas sino una actitud de estudio científico e investigación científica y la creencia de que la miseria de millones no es deseable.

El humanismo mexicano deberá desarrollar una visión que relacione filosóficamente una concepción del Universo (cosmología), una concepción de la Naturaleza (ciencias naturales), y una concepción del Hombre (ciencias sociales). El humanismo mexicano debe superar los humanismos ingenuos –religiones cósmicas- presentados como filosofías cósmicas que descansan en posturas optimistas o pesimistas injustificables-.

Ni el Universo ni la vida buena son obras de un poder ajeno al poder humano como tampoco es la fuente última de la ley natural y moral y el mejor criterio para pensar bien para vivir mejor, es el racionalismo crítico.

El racionalismo crítico será la cuestión que abordaremos en la próxima reflexión.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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miércoles, 7 de diciembre de 2022

Los tres principios del humanismo mexicano

Los tres principios del humanismo mexicano

José Antonio Robledo y Meza

 

En la mañanera del 24 de noviembre del 2022 el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunciaba que en el mensaje después de la marcha del 27 de noviembre iba a “definir qué nos inspira, de dónde venimos, lo que hemos hecho. Insistía que después de la marcha “va a haber una definición sobre el modelo en lo político, en lo económico, en lo social.”

Antes de dejar que AMLO nos dé su definición hagamos explícitos dos de los principios filosóficos que hemos considerado para entender las creencias expresadas y que nos obliga a escucharlos. Nos referimos a los principios de caridad y de humanidad. Por el primer principio -el de caridad- estamos obligados a comprender al máximo las palabras y pensamientos de los otros de manera tal que cuando los interpretemos optimicemos el acuerdo. Por el principio de humanidad, nos vemos obligados a considerar que es mejor atribuir a las creencias expuestas una falsedad explicable, que puede ser corregida, que una verdad misteriosa. Porque si se tomará sólo el principio de caridad, no se podría aceptar que una creencia está equivocada.

El presidente de México convocó el 27 de noviembre de 2022 a debatir su propuesta de llamar al modelo de gobierno que está aplicando como “humanismo mexicano”. Argumentaba que “la política es, entre otras cosas, pensamiento y acción; y aun cuando lo fundamental son los hechos, no deja de importar cómo definir, en el terreno teórico, el modelo de gobierno que estamos aplicando” y propone en llamar al modelo de gobierno humanismo mexicano”. El por qué llamarlo así -exponía- radica en la necesidad de “buscar un distintivo” que considere y conjunte la universalidad del humanismo porque “nada humano nos es ajeno” y porque “lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política”.

Para explicar que entiende por humanismo mexicano, lo hace a partir de la pregunta que él mismo (el presidente) formula “¿cuáles son los principios políticos, económicos y sociales del humanismo mexicano que postulamos y que inspira a la Cuarta Transformación?”

Sus respuestas son en un triple terreno: en lo político, en lo económico y en lo social.

Principio político

“En lo político no aceptamos el derrotismo, estamos a favor de lo que expresó el Padre de nuestra Patria, Miguel Hidalgo y Costilla: “el pueblo que quiere ser libre, lo será”, y de igual manera, en el terreno de la democracia, consideramos básico actuar como el insigne presidente Francisco I. Madero, que en el Plan de San Luis llamó al pueblo de México, el 20 de noviembre de 1910, a tomar las armas contra dictadura porfirista, porque según sus convicciones, y lo cito textualmente “México estaba gobernado por una tiranía que ha pretendido [sostenía] justificarse a sí misma con el beneficio de la paz y de la prosperidad material; pero esa paz no descansa en el derecho, sino en la fuerza, y esa prosperidad solo beneficia a una minoría, no al pueblo ni a la nación”. 

 Principio económico

Del criterio político desprende el fundamento de política económica; “sostenemos que el progreso sin justicia es retroceso. Nuestra tesis es que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia. En la nueva política económica, moral y social (…) se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales (…) consideramos que lo fundamental no es cuantitativo sino cualitativo; es decir, la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y temores (…) más allá del simple crecimiento económico, es fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de la mayoría del pueblo y de manera específica, en beneficio de los más pobres y marginados.

Principio social.

“La estrategia central del gobierno en el terreno de la política social descansa en respetar, atender y escuchar a todas y a todos, pero otorgando preferencia a los pobres y humillados (…) mi lema de campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2000 que “por el bien de todos, primero los pobres”. Esta frase debiera ser la esencia de la actividad política porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta de entender la importancia del poder, cuyo ejercicio, como lo he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás. Pero atender a los más pobres es también, por si fuese poco, ir a la segura para contar con el apoyo de muchos cuando se busca transformar una realidad de opresión y alcanzar el ideal de vivir en una sociedad mejor, más justa, igualitaria y fraterna. ¿Quién defiende realmente a un gobierno democrático? El pueblo, básicamente el pueblo. (…) Ricardo Flores Magón (…) tenía una frase que me gusta mucho, y la repetí y la repetí y la sigo repitiendo, decía: “Solo el pueblo puede salvar al pueblo” y otro oaxaqueño, el presidente (…) Benito Juárez, un indígena zapoteco, decía: “Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada”. Por eso, ¿quién respalda la Cuarta Transformación?: el pueblo.”

El humanismo mexicano

“La auténtica política es profundamente humana en su fundamento, en su esencia y, sobre todo, cuando se practica en bien de los demás y en especial de los pobres.”

En la próxima entrega atenderemos a la característica laica del humanismo mexicano.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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viernes, 2 de diciembre de 2022

Polemizar en torno al “humanismo mexicano”.

Polemizar en torno al “humanismo mexicano”.

José Antonio Robledo y Meza

 

Todo lo que se discute se reduce a tres cues­tiones: si existe la cosa,

qué es la cosa y cómo es la cosa. Cicerón, El Orador, 14,45.

 

En nuestra anterior entrega nos comprometimos a responder a las siguientes preguntas ¿qué es el humanismo mexicano?, y ¿si es valioso para los mexicanos y la humanidad dicho concepto?

En esta oportunidad reflexionaremos sobre la pregunta formulada antes de darle respuesta. Esclareceremos la pregunta misma.

¿De qué hablamos cuando hablamos de humanismo mexicano?

La cuestión

¿Qué es lo más importante para abordar una discusión? Saber de qué se discute. La experiencia cotidiana muestra la facilidad con que nos enzarzamos en disputas mal establecidas. Tan absurdo como encargar un traje sin conocer quién lo vestirá es preparar argumentos antes de averiguar qué debemos defender y cuáles son las exigencias de su defensa. Así pues, el principal mandamiento para quien pretenda participar en un intercambio de ideas, dice que, lejos de malgastar sus primeras energías en un acopio tal vez inútil de razonamientos, deberá precisar el objeto sobre el que intenta dialogar: ¿en qué consisten los desacuerdos? ¿dónde radica el meollo de la discrepancia? ¿qué se niega? ¿qué se pretende concretamente rechazar?

Por ejemplo, el 7 de octubre de 2011, el entonces presidente Felipe Calderón afirmó, en la clausura de la Conferencia de Líderes de la Organización Demócrata Cristiana en América (OCDA), que la única opción viable para México era el “humanismo político”.

Aceptando que tenemos dos posturas con una diferencia significativa con respecto al apellido que debe llevar humanismo, dejaremos para otra ocasión el análisis del concepto “humanismo político”. Aquí hablaremos en torno al humanismo mexicano. Esclareceremos que entiende el autor de la propuesta por ello. Esto es importante porque cuando no establecemos adecuadamente los límites de la cuestión, resulta una bataola en el que nadie se entiende porque cada uno trata sobre cosas diferentes. No es raro escuchar debates en los que un participante porfía que los hechos no han ocurrido, mientras que otros sos­tienen que son una transgresión, y los terceros afirman que está muy bien o mal, cues­tiones todas manifiestamente distintas e incompatibles. Es preciso, pues, determinar la cuestión para abrir la controversia.

Delimitando la cuestión

Aunque pudiera parecer que las posibilidades de controversia son infinitas, la cuestión se reduce a tres variedades porque únicamente son tres las dudas o cosas dudosas sobre las que podemos discutir:

a. Si el humanismo mexicano existe o no, por ejemplo, si se ha producido o no.

b. En qué consiste y qué nombre le corresponde.

c. Si nos parece bien o mal.

 

Al primer tipo de cuestión se le llama de hechos o conjetural, porque en ella discutimos sobre conjeturas para saber si algo (un hecho o una intención) se da o pudiera darse.

Aceptando que los hechos han ocurrido, o que pueden ocurrir, cabe la discusión sobre qué nombre hemos de ponerles. A esta variedad se le llama cuestión nominal o de palabras porque en ella se debate el nombre de la cosa, para conocer qué es, en qué consisten.

Solo estando de acuerdo en que los hechos son ciertos, e independientemente de la denominación que merezcan, se puede discutir si está bien o están mal y si conviene o perjudica. De este modo se debatirá, por ejemplo, si el humanismo mexicano es útil o improductivo. A este tipo de cuestión se le llama evaluativa o de valoración, porque en ella se confron­tan juicios de valor para establecer si la cosa es buena o mala y en qué grado.

Estas son, pues, las tres posibilidades de debate que ofrece el asunto en torno al “humanismo mexicano”. A todo lo anterior se denomina cuestión de conocimiento porque nos sirve para explicar y juzgar el hecho. Tocaremos cada una de ellas. Así, por ejemplo, mirando al pasado, vamos a discutir sucesivamente: si la cosa ha ocurrido (cuestión conjetural), cómo la llamaremos (cuestión nominal) y qué nos parece (cuestión de valoración).

Un debate que suscita la acción.

Nada impide polemizar sobre una o varias de las cuestiones básicas planteadas, pero el debate no se limita a ellas. Discutimos al servicio de la acción (praxis). Queremos dejar sen­tado cómo son las cosas porque nos esperan preguntas adicionales: ¿hay que hacer algo?, ¿qué es lo que habría que hacer?, ¿cómo conseguirlo? Estamos hablando de cuestiones de acción. Nos interesan las cuestiones de conocimiento como preludio y fundamento de nuestras decisiones.

Aquí ocurre también que los debates imaginables son infinitos pero sus variedades se reducen sustancialmente a dos: la deliberación (¿qué hacer?) y el enjuiciamiento (¿quién es el responsable?).

En la deliberación nos ocupamos del futuro, no para vaticinarlo, como corresponde a una cuestión puramente conjetural, sino para escoger cómo nos conviene actuar.

¿Se debe admitir el concepto de humanismo mexicano para formar parte de la cultura política mexicana? El admitirlo ¿obliga al Estado a modificar su trato para con los ciudadanos? ¿El Estado debe redefinir su política de primero los pobres?

Son cuestiones de acción que no podremos resolver sin repasar antes las cuestiones de conocimiento en cada una de las alternativas disponibles.

En el enjuiciamiento discutimos sobre personas para delimitar responsabilidades, lo que nos obliga a tocar cuestiones conjeturales (¿intervino?), de nombre (¿imprudencia temeraria o accidente?), y de valoración (hizo bien, hizo mal, hizo lo que pudo), para concluir con una deliberación (¿merece reconocimiento o rechazo?).

Bien se ve que tanto la deliberación como el enjuiciamiento son debates mixtos que pueden albergar discrepancias múltiples.

En suma: el primer paso en toda polémica debe servir para precisar la cuestión: ¿qué es lo que se discute? ¿sobre qué asunto y sobre qué aspecto de dicho asunto? A esto nos referimos cuando hablamos de centrar el debate o acotarlo.

Delimitadas de esta manera las cuestiones posibles, conviene ahora que las veamos un poco más despacio y en orden lógico, porque cada una de ellas impone modos peculiares para la defensa o la refutación. Comenzaremos por la primera, es decir: la cuestión conjetural. Eso lo haremos en nuestra próxima entrega.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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Filosofar en la calle. Hacia una nueva universidad.

Filosofar en la calle. Hacia una nueva universidad. José Antonio Robledo y Meza   En esta reflexión trataré de sugerir ideas que pueda...