jueves, 12 de septiembre de 2019

Los símbolos patrios: el Escudo Nacional.


Los símbolos patrios: el Escudo Nacional.
José Antonio Robledo y Meza
Colegio de Filosofía, FFyL-BUAP
WA: 2223703233

Tres son los símbolos patrios

1) El Escudo Nacional, 2) La Bandera, 3) El Himno.
Hoy nos ocuparemos del Escudo Nacional. De su Historia e identidad. De cómo surgió como símbolo nacional.



Para la interpretación del Escudo Nacional aplicaremos el siguiente método
1) Observar con atención, 2) deducir con sabiduría, 3) y confirmar con evidencia firme.

Pero ¿Qué Observar?

Hay que observar: signos.

Hay diferentes tipos de signos: a) íconos o semejanzas; b) indicios; c) símbolos.
Los signos son cosas que representan de alguna forma otra cosa, de tal manera que sirven para llevar al conocimiento de otra cosa.

Cada signo se compone de una relación de tres entidades: el objeto, el representamen y el interpretante.

El representamen es «algo (el escudo) que está para alguien (los mexicanos, la humanidad) en lugar de algo (la Patria, la Nación, el Pueblo Soberano, la Humanidad) bajo algún aspecto o capacidad. Se dirige a alguien (los mexicanos, la Humanidad), esto es, crea en la mente de los mexicanos y humanos un signo equivalente o quizá un signo más desarrollado (las ideas de Patria, de Nación, de Pueblo Soberano, de Humanidad).

Los íconos
Un icono representa a un objeto (el águila, la serpiente, el nopal, las tunas, la encina, el laurel, el agua, la piedra, el listón, los caracoles, los chalchihuites) en cuanto a que, siendo una cosa percibida, excita una idea (la idea de Unión de los ser humanos) naturalmente unida a la idea excitada por el objeto al que se refiere

Los indicios
Los indicios representan un objeto por virtud de una conexión real con éste (el águila con el sol, la serpiente con la tierra…), y por esto dirigen la atención de la mente forzosamente hacia tal objeto.

La conexión física entre el indicio y su objeto los convierte en “un par orgánico”, donde “la mente que lo interpreta no tiene nada que ver con esa conexión, excepto observarla después de que se ha establecido”.

La característica fundamental de los indicios es que se basan en la experiencia (la cultura universal), y de esta forma la identificación de su espacio-temporalidad es lo que establece la existencia de la conexión real con el objeto.

A diferencia del indicio, en el icono el requisito “no es la experiencia, sino la capacidad para la experiencia” para que la semejanza pueda presentarse a los sentidos.

El indicio se usa en muchos casos como medio para conectar dos experiencias, y como tales tienen que estar enmarcadas en el tiempo y el espacio. De tal forma es que el representamen en éste caso debe estar físicamente conectado con el objeto que representa.

Ejemplos de esto son el Águila (Sol) y la Serpiente (Tierra), las Tunas (corazones), etc.
Hay una conexión física entre la productividad de la tierra, el sol y los sacrificios cotidianos de los humanos.

Los símbolos
Los símbolos se clasifican como los signos generales asociados a su significado por el uso que se le da (provocar sentimientos de unidad universal).

Los símbolos son signos compuestos normalmente por iconos e indicios (el Escudo).

El símbolo es el signo naturalmente adecuado para mostrar que ciertos objetos, que son a su vez representados por indicios, están representados por un icono asociado a éstos.

El símbolo está conectado al objeto a través de una idea en la mente (la Unión Universal), la cual a su vez es producto de un proceso de repetición del objeto y el símbolo.

En la antigüedad la palabra símbolo estaba relacionada con el concepto de hacer un contrato o un acuerdo (en el presente la Constitución), y según Aristóteles a los signos convencionales se les llama símbolos.

El significado de los símbolos pertenece y se desarrolla dentro del uso y las experiencias en el que se da (la cultura).

Al representar convencionalmente una clase de cosas se hace evidente porque es que su conexión con esos objetos se da en virtud de la idea que se tiene en mente.

El Escudo tiene su origen en el jeroglífico de la fundación de la gran Tenochtitlán.

La Imagen de La Tierra Prometida.

El Escudo Nacional de México, está conformado por, al menos, 11 elementos.

1) El Águila en actitud de combate.


2) La Serpiente que está sostenida por el pico y una de las patas del águila.


3) el Nopal sobre el que se posa el águila; las pencas del nopal simbolizaban a los tlatoanis vencidos en el transcurso de la Conquista.


4) Tunas rojas.


5) Ramas de encino al frente del águila. La encina puede llegar a vivir mil años.


6) Ramas de Laurel. Al lado opuesto de la de laurel.


7) El Agua representada por el símbolo azteca (glifo)



8) la Piedra, el islote. Un pedestal, sobre el que se sitúa el nopal, inmerso en el glifo que representa al agua.


9) El listón tricolor que corresponden a los de la Bandera Nacional.

10) caracoles

11) chalchihuites



Descripción del Escudo.

De esta manera, el Escudo Nacional está constituido por un águila mexicana, con el perfil izquierdo expuesto, la parte superior de las alas en un nivel más alto que el penacho y ligeramente desplegadas en actitud de combate; con el plumaje de sustentación hacia abajo tocando la cola y las plumas de ésta en abanico natural.

Posada su garra izquierda sobre un nopal florecido que nace en una peña que emerge de un lago, sujeta con la derecha y con el pico, sostiene, a una serpiente curvada, de modo que armonice con el conjunto.

Varias pencas del nopal se ramifican a los lados.

Dos ramas, una de encino al frente del águila y otra de laurel al lado opuesto, forman entre ambas un semicírculo inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres franjas que corresponden a los de la Bandera Nacional.

La bandera y el escudo nacional, simbolizan la Patria, la Nacionalidad, la Unidad de la Humanidad.

El Escudo representa la señal que los aztecas, procedentes de Aztlán (¿Pangea?) buscaban en su migración hacia el sur para fundar una nueva ciudad.

Las líneas marcadas sobre Pangea señalan las masas de tierra que se separarían para formar los continentes actuales.


Existen varias interpretaciones sobre el significado mítico de esta representación del pueblo azteca que dominó el centro del territorio del país hasta la llegada de Hernán Cortés.

Crónica Mexicáyotl
Pero México no existía todavía.
Aún había ceibas y carrizales,
donde ahora es México.
Llegaron entonces
allá donde se yergue el nopal.
cerca de las piedras vieron con alegría
Cómo se erguía un águila sobre un nopal.
Cuando el águila vio a los azteca,
Inclinó su cabeza.
De lejos estuvieron mirando al águila,
su nido de variadas plumas preciosas.

La leyenda azteca

Una revisión exhaustiva de los códices, pinturas y códices poscortesianos, muestra que no había una serpiente en la leyenda original.

En algunas ilustraciones aztecas, como el Códice Mendoza sólo se muestra un águila, mientras que en el Códice Ramírez, Huitzilopochtli ordenó a los aztecas encontrar un ave preciosa parada sobre un nopal.

Códice Mendoza

Códice Ramírez

En el texto Chimalpahin cuauhtehuanitzin, el águila está devorando algo, pero no se menciona qué es.

Aun otras versiones muestran al águila agarrando el símbolo azteca de la guerra (lo real), el glifo “atl-tlachinolli”, “agua que arde (oximoron)”.

atl-tlachinolli

Leyenda del Escudo Nacional de México

El Escudo Nacional de México, tiene una simbología de origen precuauhtémico. Proviene de los mexicas. La leyenda que da origen a la significación histórica y antropológica de unos de los símbolos patrios de la nación Mexicana.

El significado original del símbolo era distinto en numerosos aspectos.

El águila era una representación del dios sol, Huitzilopochtli, que era muy importante, pues los aztecas se llamaban a sí mismos “el pueblo del Sol”.

Huitzilopochtli, el padre de la gran Tenochtitlán


El nopal, con sus frutos, llamado “tenochtli” en náhuatl, representa la isla sobre la que la ciudad de Tenochtitlán fue fundada.

Para el pueblo azteca, la serpiente representaba sabiduría y tenía connotaciones relacionadas con el dios Quetzalcóatl. Entre los aztecas, la escena con el águila devorando a la serpiente, sería considerada como impropia.

La historia de la serpiente se derivó de una traducción incorrecta de la crónica Mexicayotl por Álvaro Tezozomoc, quien tradujo la frase náhuatl ihuan cohuatl izomocayan, “la serpiente silba”, como “la serpiente es destruida”.

Basado en esto, el padre Diego Durán reinterpretó la leyenda, de manera que el águila representara el Bien, mientras que la serpiente representa el Mal y el pecado.

A pesar de su imprecisión, este significado fue adoptado puesto que correspondía con la tradición heráldica europea.

Por ello, aunque esta visión no corresponde con las tradiciones precuauhtémicas, fue utilizada por los misioneros para la catequesis y la conversión de los pueblos indígenas al cristianismo.

El padre Durán utilizaría esta versión de la historia por primera vez en 1582 para ilustrar su “Atlas de la historia de los indios de la Nueva España e islas de Tierra Firme”, y pronto fue adoptada por otros.


No sería hasta la guerra de Independencia que se usaría como escudo de armas.

El ave en el escudo de armas mexicano es un águila real.

Sin embargo, en un estudio de 1960, el ornitólogo mexicano Martín del Campo identificó el ave en el códice como el caracara o “quebrantahuesos”, una especie común en México (aunque el nombre “águila” es incorrecto, puesto que el caracara es un tipo de halcón).

De cualquier manera, el águila real se considera como el águila mexicana para fines oficiales, y por la misma razón se considera el ave oficial de México.

Cuando el padre Durán introdujo la serpiente, originalmente se trataba de una serpiente acuática. Pero en 1917, la serpiente fue representada como una serpiente de cascabel porque era más común que las variedades acuáticas en las ilustraciones prehispánicas.

Independientemente de esto, el diseño y coloración de la serpiente en el escudo moderno no corresponde con los de ninguna especie de serpiente, y fueron inspirados por una representación de Quetzalcóatl, una serpiente de cascabel con plumas de quetzal.

Quetzalcóatl en forma de serpiente emplumada en el Códice Telleriano-Remensis

La leyenda que protagoniza El Dios Huitzilopochtli, el pueblo de los mexicas y el mítico Tenoch.

La Imagen de La Tierra Prometida.

La leyenda está centrada en la idea de la Fundación de México-Tenochtitlan, en la cual, el dios Huitzilopochtli, revela una imagen de la tierra en donde los Aztecas debían establecer su ciudad.

Establezcan su territorio, en el lugar donde vean el Águila parado sobre un nopal devorando una serpiente”.

La travesía de los mexicas y el Mítico Tenoch
El pueblo de los mexicas, también conocidos como “Tenochca” procedía de Chicomostocaztlán. Fueron en busca de la tierra prometida, emprendiendo una ardua travesía con la firme creencia de que su Dios cumpliría su promesa.

Imagen del códice "Historia tolteca-chichimeca" del s. XVI, que representa la mítica Chicomóztoc.

Cruzaron grandes distancias, enfrentaron batallas, tuvieron que combatir la esclavitud a la que fueron sometidos y después de muchos años de peregrinaje.

Tenoch, Cacique de los mexicas, descubrió el nopal sobre el cual se encontraba el águila devorando la serpiente.

Tenoch Representado en el Códice Mendocino.

Este lugar es lo que hoy se conoce como Ciudad de México.

Mexicas y la República Mexicana

El águila representa la unidad del pueblo mexicano, dicha unidad tiene la misión, no de explotar a los demás, sino de vivir en paz. Esa visión cosmogónica es de una grandiosa significación, entendiendo que México como nación, debe su nombre a ese origen ancestral.

El actual diseño del escudo nacional está en uso desde 1968 y su creador fue Francisco Eppens Helguera (San Luis Potosí, 1 de febrero de 1913 - Ciudad de México, 6 de septiembre de 1990).

Francisco Eppens Helguera


Historia oficial

El escudo de Armas de México fue inspirado por la leyenda azteca acerca de la fundación de Tenochtitlán.

De acuerdo a dicha leyenda, los aztecas, que entonces eran una tribu nómada, se desplazaban por México en busca de una señal divina que indicara el punto preciso sobre el que habrían de fundar su capital.

El dios Huitzilopochtli les había ordenado que encontraran un águila devorando una serpiente, parada sobre un nopal.

Después de años de búsqueda, encontraron la señal en un islote del Lago de Texcoco. Fue ahí donde fundaron su capital.

Interpretaciones contemporáneas

A lo largo de la historia del escudo nacional se le han atribuido una variedad de significados a sus elementos, aunque las interpretaciones más comunes son:

Que el águila representa al pueblo mexicano, y su pose combativa significa que el pueblo está listo para enfrentar los retos que la vida y el mundo les presenten.

Que la serpiente representa a los enemigos de México, que aunque no se identifican, podría significar cualquier interés extraño que intente dañar al pueblo Mexicano.

El que la serpiente esté siendo devorada por el águila, significa que el pueblo mexicano prevalecerá sobre sus enemigos.

Que el nopal, con sus espinas; representa los retos y problemas de México.

El águila, desafiantemente parada sobre el nopal significa que el pueblo mexicano sobrellevará estos retos.

Que los símbolos aztecas del islote y el agua, representan los orígenes indígenas de México, unidos en la Colonia por el mestizaje entre europeos e indígenas.

Que las ramas de laurel y encino que rodean al escudo, representan la Victoria y Martirio de quienes han dado su vida por la patria mexicana.

Representación metafórica de la unión de la Raza Mexicana, dando como producto Quetzalcóatl “serpiente emplumada”, surrealismo cósmico-terrenal entre águila y serpiente.

Historia

El diseño del Escudo Nacional se remonta a la leyenda de la Fundación de la Gran Tenochtitlan.

El prodigio se sitúa, según códices y crónicas de diversos autores, hacia el año de 1325. La imagen del acontecimiento se tomó desde entonces como Escudo y su narración se transmitió oralmente por varias generaciones.

Para los antiguos mexicanos, el Águila era el símbolo con el que se representaba la fuerza cósmica del Sol, mientras que las fuerzas potenciales de la Tierra estaban fundidas en la imagen de la Serpiente.

De esta forma, el Águila sosteniendo a la Serpiente significa la comunión de esas fuerzas vitales.

Asimismo, el Nopal, además de representar un alimento prehispánico por excelencia es una planta propia del paisaje mexicano y que nos ubica simbólicamente en el lugar rodeado por cactáceas.

Al consumarse la Conquista, los pobladores de la nueva ciudad solicitaron a la Corona Española conservar el mismo escudo, pero enmarcado con pencas del nopal que simbolizaban a los tlatoanis vencidos en el transcurso de la Conquista.

Durante el Virreinato se utilizó ese escudo y era ampliamente conocido su origen prehispánico.

Los aztecas, quienes probablemente adoptaron costumbres guerreras antiguas eran conocidos por sus batallas y el uso de banderas en el campo de batalla.

Las banderas o pantli estaban hechas de plumas de distintos colores y mostraban el escudo de armas particular del oficial que lo portaba.

Banderas o pantli

Bernal Díaz del Castillo menciona que Hernán Cortés venció a los aztecas en Otumba al derribar al general que portaba la bandera. Los aztecas supusieron que el general había sido hecho prisionero y por ello abandonaron el campo de batalla.

Otros reinos indígenas, que no habían sido subyugados por los Aztecas, tenían sus propios escudos de armas. Notablemente los reinos de Tlaxcala y Michoacán.

Por algunos meses, después de la dimisión del Tlatoani, Cortés gobernó México como soberano virtual.

Luego, se podría decir que su escudo de armas era el escudo oficial en México. Su insignia personal portaba la imagen de la Virgen María. Se sabe que llevaba consigo su insignia durante la conquista de México.

De 1521 a 1821, el Escudo de Armas de la Nueva España era la Cruz de San Andrés. Siempre se mostraba junto con el escudo de armas de España.

Cruz de San Andrés



Escudo de España (mazonado)


En 1810, Miguel Hidalgo, líder de la primera etapa de la guerra de Independencia, usó un estandarte de la Virgen de Guadalupe, tomado de la parroquia de Atotonilco, como su bandera.


Esta bandera se exhibe en el Museo Nacional de Historia junto y en el mismo rango que banderas mexicanas más recientes.

Durante la lucha de Independencia, en 1811, la Suprema Junta Nacional Americana, establecida en Zitácuaro y conformada por Ignacio López Rayón, José Sixto Verduzco y José María Liceaga, utilizó como sello en su documentación oficial el Águila mexicana.

En 1812, durante la segunda etapa de la guerra de independencia, José María Morelos y Pavón usó un águila parada sobre tres arcos y un cactus. En letras pequeñas dentro de los arcos estaba el acrónimo “VVM” que significa “Viva la Virgen María”.



El lema significa “Vencedora con ojos y uñas”.

En letras grandes y rodeando el águila aparecía en letras doradas la leyenda “OCVLIS ET VNGVIBVS AEQVE VICTRIX”, “Por sus ojos y manos igualmente victoriosos”.

Por su parte, José María Morelos y Pavón adoptó ese símbolo para su bandera y correspondencia, y hubo de expedir, desde Puruarán, los Decretos del 3 de julio de 1815, relativos a la adopción de los primeros símbolos de una Nación en lucha por su Independencia.

Primer Imperio Mexicano (Agustín de Iturbide)
En 1821, Agustín de Iturbide, primer Emperador de México, añadiría una corona real al águila como el símbolo de su imperio. Los elementos se dibujarían al estilo europeo, con el águila de frente.


Concluido el Imperio de Agustín de Iturbide y triunfante la República, el Congreso Constituyente expidió un decreto el 14 de abril de 1823, para rediseñar el símbolo de acuerdo con la tradición indígena: el Águila de perfil posada sobre un nopal, devorando a la Serpiente.

Ramas de encino y de laurel, emblemas de la fortaleza de la victoria, adornaban la figura que ya no ostentaba la corona imperial.

En 1823, con un diseño por José Mariano Torreblanca, la corona se omitiría y se añadirían nuevos elementos de la tradición europea para celebrar la victoria de la República.


El escudo de armas devino oficial y empezó a ser usado en monedas, estampas, sellos y papeles oficiales.

Pero no fue hasta 1917 que esto sería definido por ley, por lo que se pueden encontrar muchas variantes.

Durante el gobierno del primer Presidente de México, Guadalupe Victoria, se acuñó moneda con el Escudo Nacional en la forma ya descrita, y no sería sino hasta la época del Presidente Porfirio Díaz, cuando en la Bandera Nacional apareció el Águila de frente con las alas extendidas.

En 1863, Maximiliano de Hasburgo, segundo Emperador de Mexico, volvería a añadir la corona real, y el escudo de armas estaría envuelto en el manto imperial con el lema Religión, Independencia.



Segundo Imperio Mexicano (Maximiliano de Habsburgo)

En 1865, en una segunda versión, desaparecía la corona real, y se añaden dos grifos, con el lema Equidad en la justicia



En 1867, después de la caída del Segundo Imperio, la República restauró muchos de los elementos de la versión de 1823.

En 1887, el presidente Porfirio Díaz haría cambios al águila, para que su apariencia general reflejara el estilo francés de la época.


En 1916, el presidente Venustiano Carranza revirtió los cambios hechos por Diaz, y restauró algunos de los símbolos aztecas originales. La serpiente acuática fue reemplazada por la serpiente de cascabel, y el águila ahora se mostraba de lado, en lugar de mostrarse de frente.

A partir de la presidencia de Venustiano Carranza, por medio del decreto del 10 de Septiembre de 1916 se determinó retornar a las raíces indígenas, adoptando el emblema que actualmente está montado en nuestro Lábaro Patrio.

Este diseño fue creado por los artistas Antonio Gómez y Jorge Enciso. De cualquier manera, debido a los problemas políticos de la época, el escudo no se hizo oficial hasta 1932, bajo el mandato del presidente Abelardo L. Rodríguez.

En 1968, el presidente Gustavo Díaz Ordaz ordenó un pequeño cambio, de modo que el águila se mostrara más agresiva. Este diseño del pintor Francisco Eppens Helguera se usa hasta la actualidad. Además, se promulgó una ley para definir y controlar el uso de los símbolos nacionales.

En 1984, el presidente Miguel de la Madrid Hurtado promulga la ley actual que gobierna el diseño y uso de los símbolos nacionales, entre ellos, el escudo nacional.

La utilización de esos símbolos tiene un propósito, de crear en el alma colectiva, una conciencia de unidad nacional. Esa es una aspiración, y la ley es el marco que sirve para establecer, para fijar esta aspiración desde un punto de vista jurídico.

Esto ha variado, el símbolo, el Escudo Nacional con al águila, con la serpiente, ha tenido diversas representaciones.

Interpretación de los símbolos aztecas
El escudo tiene al menos dos niveles de abstracción.

Una es la representación pictórica del nombre de la capital azteca.

En otro nivel, representa una de las creencias cosmológicas importantes de su cultura.

El águila real soportando a la serpiente representa la comunión del Sol con la tierra.

En términos llanos, representa el renacimiento diario del sol en el amanecer, en el ciclo diario del día y la noche.

Con el elemento del agua, también representativo de la Luna, evoca el mito del nacimiento de Huitzilopochtli,

Huitzilopochtli nació armado del vientre de su madre, y mata a su hermana Coyolxauhqui (diosa de la Luna) y a sus cuatrocientos hermanos.

El águila está sustentada en el nopal.
La tuna, fruto del nopal, representa el corazón humano, y por lo tanto es una representación de la creencia azteca del sacrificio humano y ofrenda del corazón para garantizar el don de un nuevo día.

El águila representa la fuerza cósmica del sol.

El nopal representa el paisaje del Valle del Anáhuac

Fue hasta el siglo XVI cuando los españoles introdujeron la serpiente.

La serpiente representa las potencialidades de la tierra

Con algunas variantes, el águila sobre el nopal fue utilizada durante mucho tiempo.
A fines del siglo XVIII se le agregaron ramas de encino y laurel.

La piedra de donde surge el nopal es el corazón sacrificado
Fue hasta 1824 cuando se le conformó con todos sus elementos.

El laurel
El laurel, símbolo de la guerra y de la victoria, se consagraba al Dios Ares, o Marte, y aún en nuestros días el laurel sigue coronando al vencedor, aunque sea de forma simbólica.

El laurel, como muchas otras plantas, tiene detrás algunas historias que se remontan a la Grecia antigua y está relacionado con dioses y ninfas.

De hecho la palabra “laurel” en griego significa Dafne, nombre de una de las ninfas de las que se enamoró Apolo.

Desde hace siglos el árbol de laurel es el símbolo de la victoria.

En tiempos de la legendaria Roma imperial los emperadores romanos se coronaban con coronas de laurel como símbolo de sus victorias, y antes que ellos, en la antigua Grecia, los ganadores en las olimpiadas eran agraciados también con este solemne distintivo.

Para encontrar el origen de este peculiar simbolismo nos tenemos que remitir a la mitología clásica de la antigua Grecia.

Y más concretamente a un mito en el que Cupido, Apolo y Dafne figuran como protagonistas. Dafne era una ninfa, hija del dios-río Peneo

Narra la historia que Apolo (dios griego de la poesía, la belleza, el arte, la música y la adivinación) envidioso de Cupido quiso competir con éste en el arte de lanzar fechas.
Cupido, enfurecido y lleno de cólera por el comportamiento de Apolo, tramó un plan para vengarse de él.

El plan consistía en lo siguiente: lanzaría a Apolo una flecha de oro, que causa un enamoramiento inmediato a quien hiere, y otra fecha de plomo, que causa rechazo y repulsión, a la bella ninfa Dafne.

Decidido, Cupido ejecutó el maléfico plan hiriendo a ambos con sus flechas. Apolo, tras ser herido por la fecha de amor, vio a Dafne y sintiéndose locamente enamorado salió en persecución de la ninfa.

Por el contrario Dafne, que estaba herida con la flecha del rechazo, salió huyendo del dios. Cuando ya las fuerzas se le agotaban a la joven ninfa de tanto huir suplicó ayuda a su madre, la cual decidió transformar a su bella hija en un laurel.

Cuando Apolo alcanzó a su amada Dafne ya se encontraba en pleno proceso de transformación. Le salieron hojas, corteza y raíces hasta que no quedó nada de su figura original.

Fue entonces cuando Apolo abrazó fuertemente el árbol y lloró amargamente mientras decía:

Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria.”

Dafne transformándose en laurel, Jakob Auer.

Cuentan, además, las leyendas, que Zeus mató de un rayo a Asclepio, hijo de Apolo, por resucitar a los muertos.

Apolo, herido por el fallecimiento de su hijo dio muerte a flechazos a los Cíclopes, forjadores del rayo. Esto dio lugar a pensar que el laurel no podía ser alcanzado por el rayo y se empezó a utilizar como protector contra las tormentas.

Y así, los laureles colocados en las entradas de las casas protegían a sus habitantes funcionando como pararrayos. Además, se convirtió en símbolo de la victoria y el honor y se entregaba como galardón en forma de coronas a poetas, artistas y guerreros.

Algunas de las columnas que se erigieron en la antigua Roma para conmemorar campañas victoriosas de los emperadores, tenían decoraciones en forma de corona de laurel, tal es el caso de la Columna de Trajano.

Este simbolismo ha llegado hasta nuestros días hasta el punto de que hoy decimos que una persona ha sido laureada o coronada de laureles cuando se la ha recompensado con honor y gloria por alguna acción, o decimos que hemos obtenido laureles cuando nos referimos a premios o triunfos.

Todavía hoy, dentro del mundo militar, existe la “Cruz laureada de San Fernando” insignia que se les concede a los militares como la más alta recompensa al valor heroico en acciones de guerra.

Cruz laureada de San Fernando

El encino simboliza la fuerza.

Conclusión

Nombres de las partes del Escudo Nacional de México
Como detalle particular, el Escudo Nacional, a diferencia de casi la mayoría de los escudos del resto de los países, el de México no está dividido en pabellones.

Por el contrario, es una totalidad abierta, sin límites exteriores, característica que lo hace único; está conformado por contenidos simbólicos de amplias dimensiones, pero de intensión precisas en tanto de lo que representan como simbología cosmogónica e histórica.

Entre los nombres de las partes encontramos la siguiente división.

El arco de Laurel y Encina.
Estos están en la parte baja y más externa del escudo, rodean, al águila, la serpiente, el agua y el nopal. Las une, un lazo tricolor con los colores de la bandera de México.
Representan la victoria sobre los enemigos de México.

Elementos: Agua y  glifo de piedra
Estos se encuentran en el centro el Escudo,  en la parte superior inmediata al lazo que une las ramas de laurel y encina. Son el soporte del nopal con tunas.
Representan los elementos fundacionales de México-Tenochtitlan.

El Nopal con Tunas
Sirve de apoyo y alimento para el Águila. Las tunas rojas que aparecen en el emblema.
Representan los corazones de los humanos, que sirven de alimento para el Dios Huitzilopochtli.

El Águila y la Serpiente Cascabel
Estas representaciones están en la parte superior del Escudo. El Águila se posa sobre el nopal con la pata izquierda con sus alas abiertas, en la otra garra sostiene firmemente, la serpiente cascabel que la lleva en el pico.

Ellos representan la conjunción de fuerzas que contra los obstáculos y los enemigos amenazantes de la unidad humana.

La imagen completa del Escudo, sugiere la presencia de un círculo, aun cuando no está delineado, presentándosenos de fondo como la bóveda celeste misma o la impresión que tenemos cuando levantamos los ojos al cielo.

La simbología de este Escudo, está marcada por una diversidad de elementos que son propios de la cultura y la región. Se dividen en dos grupos de elementos, el grupo de La Fauna y el grupo de La Flora.

Dentro de los elementos que conforman el Escudo Nacional de México, encontramos dos provenientes de la Fauna, éstos son El Águila y la Serpiente.

El águila representa en una primera acepción, al Dios Huitzilopochtli considerado por los Aztecas como el quinto sol (el bien), en una segunda acepción, representa la unidad del pueblo y su capacidad para afrontar las adversidades en la búsqueda constante de esa “tierra prometida”. Esta Águila es conocida como “Águila Real” o “Águila Caudal”.

La serpiente simboliza en una primera interpretación a la noche. La segunda interpretación simboliza, a los enemigos de México y la humanidad. La imagen que se observa es la de una serpiente cascabel.

La Flora también tiene relevancia simbólica en el Escudo Nacional. En él, encontramos El Nopal, la Encina y el Laurel.

El Nopal, y su relación con la simbología Azteca, encuentra asidero en las tunas o los “frutos rojos” que arroja el cactus.

Se construye metafóricamente la visión de que estos frutos son “corazones humanos” que luego son tomados por el Águila para alimentarse.

Decían que Huitzilopochtli (el Águila) se alimentaba de los corazones humanos para tener energía suficiente que le ayudara a pelear y vencer en las batallas contra los enemigos.

Las ramas de Laurel y la encina, que rodean el Escudo, representan la victoria de quienes dieron sus vidas por la patria. Ésta simbología era utilizada en Europa de los siglos XVI y XIX, dando a entender el Triunfo de la República sobre la Monarquía.

El listón tricolor, demuestra la idea de unión y libertad. El Agua, la piedra, los caracoles y chalchihuites, son elementos complementarios, que dan sentido a la leyenda génesis de la idea del Escudo Nacional Mexicano.

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