La racionalidad del “chapulineo”
político
José Antonio Robledo y
Meza
En la política mexicana 'chapulinear' refiere al cambio de partido por parte de legisladores o integrantes de instituciones políticas; este chapulineo sucede en temporada de precampañas electorales y, por lo tanto, lo hacen para buscar participar en los comicios con un partido con más posibilidades de triunfo pero, como veremos más adelante, también es práctica de los legisladores.
¿Por qué se percibe a MORENA como un partido triunfador? Por sus relaciones con la mayoría de ciudadanos a través de su programa político que, al traducirse en programas sociales puestos en práctica, han beneficiado a ciudadanos con capacidad para votar en el 2024. Morena ES, por las relaciones que tiene con la mayoría de electores, un partido triunfador y, sin ellas, no puede CONSISTIR.
De esta manera, el chapulineo no es más que la manifestación de lo que los agentes políticos perciben van a ser los resultados de las elecciones del 2024 y tratan sacar provecho de ello.
Hoy día a MORENA se le percibe como un partido triunfador y si esta percepción es mayoritaria, entonces, es muy probable que MORENA sea el partido triunfador. A esto hay que sumarle que los adversarios se muestran cada vez más como perdedores y que los potenciales votantes lo perciben igual. Si esto es así, entonces el triunfo de MORENA en el 2024 será, posiblemente, contundente. Lo real de mañana será lo que idealmente se percibe en el presente. El que esto ocurra será el resultado de la lucha de las narrativas construidas y, entre ellas, la narrativa del Plan C.
Impedir el triunfo de MORENA y sus aliados (PVEM y PT) para que se haga de la mayoría colegiada en el poder legislativo, es la tarea de la coalición Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD). Para esta coalición su meta ya no es ganar la presidencia, ni la mayoría absoluta de las curules y escaños, sino ganar solo las dos terceras partes e impedir con ello que MORENA y sus aliados obtengan la mayoría calificada y poder negociar en mejores condiciones en el futuro.
Pero, ¿qué pasaría si la coalición, por si sola, no obtiene las dos terceras partes? ¿Si las dos terceras partes fuera el resultado de la suma de lo obtenido por la coalición Frente Amplio por México y lo obtenido por Movimiento Ciudadano? ¿Y si el PRD no obtuviera el tres por ciento de la votación y por lo tanto desapareciera como partido? Si esto último fuera así, entonces ¿se mantendría la coalición PAN-PRI? ¿Les convendría a los legisladores del PRI chapulinear a MORENA o sus aliados, o a MC? ¿Cuál sería la conducta racional de los legisladores de los partidos perdedores?
Hoy día la existencia de MORENA es la de un partido triunfador, y si en las elecciones del 2024 triunfa el Plan C, entonces mañana MORENA será el partido triunfador con la bandera del Plan C.
Así pues, el trabajo político de MORENA y sus aliados en el presente consiste en convertir lo ideal en real para que no pueda suceder de otro modo. Y, entonces, ¿qué significa el «poder» del Frente Amplio por México en este contexto?
El chapulineo del presente no es mas que el
anuncio del chapulineo del futuro. Los legisladores de mañana lo harán para poder participar
en las decisiones que la coalición triunfadora tomará para consolidar la Cuarta
Trasformación.
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