domingo, 10 de noviembre de 2019

La dulzura versus la violencia


La dulzura versus la violencia

                     

José Antonio Robledo y Meza
Colegio de Filosofía, FFyL-BUAP
WA: 2223703233

¿Qué valor sería el antónimo de la violencia?
¿Es suficiente, políticamente hablando, el rechazo a la violencia como programa?
¿Cuál sería el lugar de ese valor antónimo a la violencia en la política, la economía y la cultura?
¿Qué se exigiría –teórica y jurídicamente hablando- a un Estado republicano y promotor de ese valor antónimo de la violencia?
¿Es posible una sociedad sin violencia?
¿Eliminar la violencia de las sociedades es un problema sólo de conciencia individual o es un problema de conciencia colectiva?

En este y siguientes ensayos daremos algunas respuestas a estas preguntas.

Violencia es un término que se deriva dellatín violentia (violare), que a su vez de vis (fuerza).

W. Jankélévitch en Le pur et l'impur, dice: “No sería exagerado definir la violencia como una fuerza débil. La fuerza es lo opuesto a la debilidad; la violencia, en cambio, se opone a la dulzura. Hasta tal punto no se opone la violencia a la debilidad que la debilidad no tiene con frecuencia otro síntoma que la violencia; débil y brutal, y brutal precisamente por ser débil.

Entre más débil es una sociedad más brutal será la violencia contra sus miembros. Así se constata en todos los regímenes autoritarios, totalitarios…

Hablemos de la dulzura como antónimo de violencia. La dulzura alude al tipo de interacción entre sujetos que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, aprendida o imitada, provocan seguridad física y psicológica a un individuo o a una colectividad; afectan de tal manera que incrementa sus potencialidades presentes y futuras. La dulzura puede producirse a través de acciones y lenguajes, pero también de silencios e inacciones.

El elemento esencial en la dulzura es la renuncia de la fuerza tanto física como psicológica para lograr los objetivos. La dulzura puede manifestarse de múltiples maneras (por ejemplo, los estímulos adecuados de los que depende) y asociado igualmente, a variadas formas como estima, salvaguarda, aceptación o tranquilidad verbales.

Es destacable también el beneficio (en forma de confianza) sobre el que se construyen las relaciones interpersonales, pues está en el origen de los problemas en las relaciones grupales, bajo formas como la amistad, el amor, que, a su vez, beneficia las redes sociales y de comunidad.

En otro orden de cosas la dulzura es la expresión de una intencionalidad consciente frente a la contingencia de la violencia.

Hablemos de la dulzura de manera anafórica,

La dulzura debe ser manifestación abierta; estructural e individual.

La dulzura es un comportamiento deliberado, que tiene el propósito de provocabeneficios físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, necesariamente, con el buen trato físico, psicológico, y emocional; la dulzura es la mejor respuesta frente a la represión política, o la intolerancia política o religiosa que se hacen manifiesto a través de amenazas, ofensas o acciones.

La dulzura individual y colectiva debe ser la respuesta a la violencia en sus diferentes tipos: el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual.

La dulzura debe hacer frente a la estilización de la violencia a la estetización que de la violencia se hace en distintas expresiones del arte, la cultura y los medios de comunicación. Por ejemplo, frente a la violencia de una crucifixión la dulzura de un rostro.






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