Religión sin Dios
Primera parte
José Antonio Robledo y Meza
Colegio de Filosofía, FFyL, BUAP
robledomeza@yahoo.com.mx
wa: 2223703233
Esta reflexión tiene como objetivo discutir en torno a algunas propuestas hechas por Ronald Dworkin, en su libro titulado Religión sin Dios, editado por el Fondo de Cultura Económica, 2015. La traducción es de Víctor Altamirano. El libro se basa en las Conferencias Einstein impartidas por Dworkin en la Universidad de Berna en diciembre de 2011; el autor planeó exhaustivamente ampliar su aproximación al tema en el transcurso de los años siguientes, pero enfermó en el verano de 2012 y sólo tuvo tiempo para completar algunas revisiones del texto original antes de su muerte, en febrero de 2013. En esta charla se trata de poner en contacto con ustedes algunos planteamientos del autor pero no solamente eso sino de discutir con el autor; no se trata de mera divulgación sino de entablar esta discusión formulando ideas propias; se trata de filosofar sobre lo que conceptualmente implica “Religión sin Dios”.
Aunque parezca extraño para filosofar sobre un asunto requiere no saberse de antemano lo que se hallará e incluso, muchas veces, lo que se buscará. Filosofar es esclarecer un asunto. Introducir un poco de orden y de claridad en nuestros propios pensamientos. El filosofar requiere elegir nociones que no se han inventado como objeto de análisis.
El tema del libro de Dworkin se plantea la interrogante por un ¿Ateísmo religioso? Y define el tema de la siguiente manera “la religión es algo más profundo que Dios.”
Puede verse inmediatamente que religión y Dios son dos cosas distintas y además que la religión subordina al concepto de Dios. Surge una pregunta ¿la religión necesita de Dios” Para responderla Dworkin continua diciendo: “La religión es una visión del mundo insondable, distintiva y abarcadora: afirma que todo tiene un valor inherente y objetivo, que el Universo y sus criaturas inspiran asombro, que la vida de los humanos tiene un propósito y el Universo un orden.” Por insondable Dworkin llama la atención en lo insoluble que es responder a la pregunta de ¿qué es el Universo? Por distintiva alude a lo distinta que es esta visión de otras, por ejemplo, la visión propuesta por los mitos y la ciencia. Por abarcadora señala la pretensión de incluir todos los aspectos que llaman la atención de los humanes.
Continua Dworkin hablando de Dios; “La creencia en un Dios es sólo una de las posibles manifestaciones o consecuencias de esa visión más profunda del mundo.” De esta manera Dios es para Dworkin una creencia y solo una posible manifestación de esa visión más profunda. Con esto queda propuesta la posible derivación de otras creencias a partir de la visión del mundo religiosa. Y en este juego de inferencias es posible mantener una visión del mundo religiosa sin la presencia de la creencia sobre Dios. ¿Por qué se conserva la creencia en Dios en muchas religiones? Dice Dworkin “los dioses han servido a muchos propósitos humanos: han prometido una vida después de la muerte, han explicado las tormentas y han tomado partido en contra de enemigos, pero una parte central de su atractivo es que supuestamente han logrado llenar de valor y propósito el mundo.” Así las cosas preguntémonos lo siguiente ¿es necesaria la creencia de la vida después de la muerte? ¿Se pueden explicar las tormentas sin la ayuda de Dios? ¿Es necesaria la divinidad para acabar con los enemigos? ¿Es necesaria la presencia de los dioses para aceptar que el mundo tiene un valor y un propósito?
Antes de responder a esta última pregunta advierte Dworkin: “No obstante, la convicción de que un dios garantiza el valor, presupone un compromiso previo con la realidad independiente de ese valor. Este compromiso también está disponible para los no creyentes, de tal manera que los teístas comparten con algunos ateos un compromiso más esencial que aquello que los separa y, por lo tanto, esa fe compartida puede suministrar las bases para una mejor comunicación entre ellos.”
Dworkin nos dice tres cosas
1) aceptar como postulado la existencia de una realidad independiente y valiosa.
2) que ese postulado lo comparten los creyentes y no creyentes en una divinidad.
3) que esa fe compartida debe servir de base para la comunicación entre creyentes y no creyentes.
Antes de iniciar nuestra discusión terminaré señalando que dos son los asuntos que debemos distinguir de entrada: la religión y Dios. No resulta difícil admitir la existencia de religiones, hay muchas, todas ellas demandan a sus creyentes creer en dogmas y como tal son verdades indiscutibles.
Iniciemos la discusión en torno al concepto de Dios y como concepto debemos admitir que Dios “existe”. Como concepto existe porque, al igual que las matemáticas, la geometría, la lógica sus entidades han sido construidas por los humanes. La existencia de Dios ha sido construida en las teologías por teólogos y esto son humanes como lo fueron, Euclides, Pitágoras, Eratóstenes, Eudoxo, Arquímedes, Aristóteles, Diofanto, Al Juarismi, Omar Jayam, Averroes, Ockham, Fibonacci, Pacioli, Kepler, Fermat, Descartes, Leibniz, Euler, Gauss, Galois, Riemann, Poincaré, Hilbert, Gödel, Turing, Frege, Peirce, Peano, por mencionar unos cuantos geómetras, matemáticos y lógicos.
La teología (del griego θεος [theos], ‘Dios’, y λογος [logos], ‘estudio’, ‘razonamiento’, por lo que significaría ‘el estudio de Dios’ y, por ende, ‘el estudio de las cosas o hechos relacionados con Dios’) es el estudio y conjunto de conocimientos acerca de la divinidad.Este término fue usado por primera vez por Platón en La República para referirse a la comprensión de la naturaleza divina por medio de la razón, en oposición a la comprensión literaria propia de sus poetas coetáneos.Más tarde, Aristóteles empleó el término en numerosas ocasiones. Algunos teólogos importantes fueron: Clemente de Alejandría, Lutero, Son Cullmann, Pannenberg, Zizioulas, Hernri De Lubac.
En torno a Dios se pueden formular muchas preguntas pero comencemos con esta ¿Qué es Dios? Qué tipo de pregunta es esta que implica muchas otras. Por ejemplo, implica identificar o la génesis de dicho concepto o su origen como visión del Universo y del mundo, o como identidad de posturas religiosas a lo largo de la historia, o como objeto de la teología, o como ejemplo ético, o como instrumento de una meta política (ética, intencionalidad), o como parte de una estructura institucional, etc.
La pregunta ¿qué es Dios?, no es una pregunta empírica. ¿No es una pregunta que puede resolverse mediante la observación empírica? No es una pregunta parecida a la pregunta, por ejemplo, ¿qué es la Revolución francesa?, ¿cuándo surgió el Renacimiento?, ¿cuál fue la causa de la muerte de Sócrates?, ¿qué características tuvo el régimen de Porfirio Díaz? Todas estas preguntas en buena medida son preguntas empíricas, esto es, son el tipo de pregunta que pueden ser resueltas con evidencia fáctica.
La pregunta sobre Dios es una pregunta que alude a algo conceptual; si esto es así, entonces es necesario una forma distinta de identificación y de demostración: conceptos y argumentos.Es acaso la pregunta sobre Dios una pregunta que implica una respuesta afirmativa o negativa (sí, no). En otras palabras, el tema plantea una tesis implícita a discutir, un concepto para caracterizar otro. Ejemplos: ¿estás de acuerdo con la afirmación de que Dios es uno, eterno, inmóvil, justo, etcétera?
Otro tipo de preguntas que se me ocurren: ¿es valioso el concepto de Dios para la convivencia de los humanes?, la pregunta implica una noción de valor, por ejemplo; ¿puede explicarse la identidad humana sin tomar en cuenta el concepto de Dios? ¿Puede uno decir que el hombre actual puede vivir en un mundo sin el concepto de Dios?
Acaso nuestras preguntas intentan implicar una respuesta determinada como cuando proponemos una alternativa, por ejemplo, ¿los valores de los creyentes son buenos o malos?, ¿los valores de los creyentes hacen feliz o no a las personas? Cabe otra alternativa: la pregunta está determinado por el pronombre interrogativo utilizado, por ejemplo, ¿el hombre se da a sí mismo los valores?
Como pueden ver son muchos los ejemplos del tipo de preguntas que podríamos intentar responder.Porque la pregunta sobre Dios apunta hacia diferentes rumbos, esto es, la pregunta sobre Dios implican muchos tipos de preguntas todas ellas diferentes.
Resulta interesante que las siguientes preguntas no requieren para responderse del dogma de la presencia ontológica de Dios e incluso de la aceptación conceptual de Dios.
¿Puede uno vivir sin valores religiosos? ¿Es uno capaz de vivir sin estos valores? Esta pregunta apunta hacia la capacidad o no de vivir con valores.
¿Cómo creyente tiene uno el derecho de ser reconocido como una persona valiosa? La interrogante apunta hacia el problema de la legitimidad, moral y/o jurídica.
¿Es necesario un mundo de valores religiosos? Esta pregunta apunta o hacia la necesidad lógica, o hacia una obligación (moral o jurídica) o hacia las razones (explicación de un hecho, de una necesidad o de una obligación).
¿Por qué son necesarios los valores religiosos? Es una pregunta por las causas eficientes (igual a ¿qué produce un efecto?, causa o motivo), o una pregunta por causas finales (fines, razones o móvil).
¿Existen los valores religiosos? Esta pregunta apunta hacia la existencia de entidades que podamos reconocer como valor.
¿Cómo determinan los valores religiosos la conducta de los hombres? ¿De qué manera reconocemos los valores religiosos vigentes? ¿En qué forma lo constatamos? ¿Quién afirma tal cosa? Son preguntas que apuntan hacia las características de cierto tipo de entidad.
¿Todo valor religioso es moralmente deseable? Plantea el problema de la generalización de un atributo.
¿En qué sentido uno puede decir que se están perdiendo los valores religiosos? La pregunta exige la necesidad de trabajar a partir de la significación de una afirmación.
¿Es necesario tener conciencia de los valores implícitos en la conducta de los hombres? Dada la condición, ¿qué es necesario?, ¿qué es suficiente? No son necesarias otras características y si es así ¿cuáles? Esto obliga a considerar los matices que pueden estar comprendidos en la pregunta: lo que en realidad puede significar el acceso a la pregunta. Por ejemplo, los matices pueden ser de distinto tipo: necesariamente, esencialmente, siempre, solamente, forzosamente, verdaderamente, etc. De esta manera nunca se deben descuidar estos aspectos ya que ellos orientan el cuestionamiento hacia sentidos distintos.
Así pues, las preguntas ¿qué es Dios?, ¿qué deben aprender los estudiantes acerca de Dios?, ¿cómo se debe definir e implementar un programa de estudios acerca de Dios? ¿En qué términos se deben definir las metas del curso sobre teología? Y todas las que anteriormente se han formulado son preguntas filosóficas porque para responderlas no necesitamos buscar únicamente más información sino una mejor manera de organizar lo que ya sabemos acerca del concepto de Dios.
Dicho lo anterior y reconocida la complejidad de la pregunta formulada en torno a Dios definamos la intención de esta reflexión.
Se trata de leer, analizar, discutir y evaluar las distintas respuestas encontradas para las preguntas ¿qué es una religión?; ¿qué es Dios?, para mejor comprenderlos.
(continuará)
Ronald Myles Dworkin (1931-2013)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario