lunes, 31 de marzo de 2025

Los precursores antiguos y medievales de la inteligencia artificial

Los precursores antiguos y medievales de la inteligencia artificial

José Antonio Robledo y Meza

 

La historia de la inteligencia artificial (IA) comenzó en la antigüedad, con mitos, historias y rumores sobre seres artificiales dotados de inteligencia o conciencia por parte de maestros artesanos. Las semillas de la IA moderna fueron plantadas por filósofos que intentaron describir el proceso del pensamiento humano como la manipulación mecánica de símbolos. Este trabajo culminó con la invención de la computadora digital programable en la década de 1940, una máquina basada en la esencia abstracta del razonamiento matemático. Este dispositivo y las ideas detrás de él inspiraron a un puñado de científicos a comenzar a discutir seriamente la posibilidad de construir un cerebro electrónico.

Precursores

En la mitología griega, Talos era un gigante construido en bronce que actuaba como guardián de la isla de Creta. Lanzaba piedras a los barcos de los invasores y completaba tres circuitos alrededor del perímetro de la isla diariamente. Según la Bibliotheke de Pseudo-Apolodoro, Hefesto (dios de la forja y del fuego, así como de los herreros, los artesanos, los escultores, los metales y la metalurgia) forjó a Talos con la ayuda de un cíclope y presentó el autómata como regalo a Minos. En la Aeronáutica, Jasón y los Argonautas lo derrotaron mediante un único tapón cerca de su pie que, una vez retirado, permitía que el vital ichor fluyera fuera de su cuerpo, dejándolo inanimado.

Pigmalión fue un legendario rey y escultor -enamorado de una estatua que había hecho él mismo- de la mitología griega, famoso por su representación en las Metamorfosis de Ovidio. En el décimo libro del poema narrativo de Ovidio, Pigmalión se disgusta con las mujeres al presenciar la forma en que las Propoetides se prostituyen. A pesar de esto, hace ofrendas en el templo de Venus pidiendo a la diosa que le traiga una mujer exactamente como una estatua que él esculpió. 

Leyendas medievales de seres artificiales

En De la Naturaleza de las Cosas, escrito por el alquimista suizo Paracelso, se describe un procedimiento con el que, afirma, se puede fabricar un “hombre artificial”. Al colocar el “esperma de un hombre” en estiércol de caballo y alimentarlo con el “Arcano de la sangre humana” después de 40 días, la mezcla se convertirá en un infante vivo. 

El relato escrito más antiguo sobre la fabricación de golems se encuentra en los escritos de Eleazar ben Judá de Worms a principios del siglo XIII. Durante la Edad Media, se creía que la animación de un golem se podía lograr insertando un trozo de papel con cualquiera de los nombres de Dios en la boca de la figura de arcilla. A diferencia de los autómatas legendarios como Brazen Heads, un Golem no podía hablar.

Una Brazen Heads era una cabeza de latón o bronce, un autómata legendario de la Edad Media hasta principios del período moderno cuya propiedad se atribuía a eruditos medievales tardíos, como Roger Bacon, que se habían ganado la reputación de magos. Hecha de latón o bronce, la cabeza masculina era mecánica o mágica. Al igual que la cabeza de Mimir de Odín en el paganismo nórdico, tenía fama de poder responder correctamente a cualquier pregunta que se le hiciera, aunque a veces se limitaba a respuestas de "sí" o "no". En el siglo XVII, Thomas Browne consideró que eran una incomprensión del trabajo alquímico de los eruditos, mientras que, en los tiempos modernos, Borlik sostiene que llegaron a servir como "una metonimia de la arrogancia de los intelectuales y artistas del Renacimiento”. Idries Shah dedica un capítulo de su libro Los sufíes a brindar una interpretación de esta "cabeza de sabiduría" así como de la frase "hacer una cabeza", afirmando que en su origen la cabeza "no es otra cosa que el símbolo del hombre [súfico] completo".

En el mundo musulmán el término Takwin, refiere a la creación artificial de vida, que era un tema frecuente en los manuscritos alquímicos ismaelitas, especialmente los atribuidos a Jabir ibn Hayyan. Los alquimistas islámicos intentaron crear una amplia gama de formas de vida a través de su trabajo, desde plantas hasta animales. El Takwin era un objetivo de ciertos alquimistas musulmanes, en particular Jabir ibn Hayyan. En el contexto alquímico, takwin se refiere a la creación de vida sintética en el laboratorio, incluida la vida humana.

En Fausto, la segunda parte de la tragedia (1832) de Johann Wolfgang von Goethe, un homúnculo fabricado alquímicamente, destinado a vivir eternamente en el frasco en el que fue creado, se esfuerza por nacer en un cuerpo humano completo. Sin embargo, al inicio de esta transformación, el frasco se rompe y el homúnculo muere. Con la muerte del homúnculo se abre paso a la IA en el campo de la ficción moderna de la que nos ocuparemos en una próxima ocasión.

 

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viernes, 28 de marzo de 2025

¿Qué es lo que los estudiantes quieren?

¿Qué es lo que los estudiantes quieren?

José Antonio Robledo y Meza

 

Es a partir de dos documentos que los estudiantes han denominado, uno, Pliego Petitorio General Preparatorias BUAP y dos, Pliego General de la Comunidad Universitaria BUAP 2025, que vamos a responder la pregunta que nos hemos formulado en el título de esta colaboración.

Comenzaré enlistando los temas que estructuran estos documentos y agrupándolos en los siguientes rubros: políticos, violencia, político-administrativos (corrupción), académicos y servicios.

1) Pliego Petitorio General Preparatorias BUAP.

En el caso de los estudiantes de las preparatorias se pronuncian

a) En relación a la estructura política denuncian nepotismo y se pronuncian a favor de la no reelección

b) en relación a la violencia: contra las represalias, el abuso por parte del Departamento de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU), el acoso y encubrimiento de acosadores, y contra el abuso por parte de Departamento de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU).

c) en relación a los aspectos político administrativos se pronuncian contra la corrupción y la mala organización directiva y administrativa y a favor de una mejora en la trasparencia y administración de fondos

d) en relación a los aspectos académicos los estudiantes señalan que lo que priva es la negligencia.

e) en el área de servicios, según los estudiantes lo que priva en sus centros es una mala infraestructura y Falta de apoyo por parte de Apoyo Psicopedagógico y Orientación del nivel Medios Superior (APOEd)

2) Pliego General de la Comunidad Universitaria BUAP, 2025

a) En relación a la estructura política se pronuncia a favor de un mejor sistema democrático universitario y puntualmente se pronuncian en torno -de la no reelección de autoridades, las reformas al estatuto orgánico, de los votos, -de la vigilancia de los procesos electorales, y de la destitución de autoridades universitarias;

b) se pronuncian por la erradicación de la violencia;

c) en relación a los aspectos político administrativos se pronuncian contra la corrupción y a favor de la trasparencia y administración de recursos, y hacen señalamientos de la dirección y administración escolar y de la infraestructura;

d) en relación a los aspectos académicos los estudiantes se manifiestan en torno a la oferta académica y formación profesional, a la plantilla y evaluación docente, y la designación administrativa y docente de forma equitativa;

e) en el área de servicios se hace mención del bienestar emocional, del servicio de trasporte universitario, del arte y recreación universitaria, del servicio de cuidados infantil, del servicio y prácticas profesionales, de los deportes, el derecho al comedor universitario, de las zonas verdes, de las becas para el rendimiento estudiantil, de la difusión y comunicación a la comunidad estudiantil, de la movilidad estudiantil, de la gratuidad al acceso de actividades extracurriculares y del pabellón universitario.

De los anteriores planteamientos estudiantiles y reconociendo que la BUAP es un sistema intencional, cuya conducta puede explicarse a partir de las creencias y deseos manifestados puede establecerse una situación de la institución. Es a partir de este sistema de creencias que los estudiantes manifiestan que puede inferirse el mal funcionamiento de la BUAP. Las críticas y denuncias del mal funcionamiento institucional hechas por los estudiantes están en función de las diferencias que existen entre los objetivos propuestos y los logros obtenidos.

Al percibir los estudiantes que la institución no se comporta como un sistema racional es por lo que demandan la realización de un Congreso General donde se discuta una nueva Ley Orgánica que sea expresión de un nuevo diseño institucional donde las metas estén definidas en función de las necesidades tanto universitarias como sociales.

En el Congreso General se deberá configurar el Proyecto de Nueva Universidad 2024-2030, donde se manifieste la voluntad de gobernar con rectitud, desterrar la corrupción, abolir la impunidad, actuar con austeridad y destinar lo que se ahorre para financiar el desarrollo de la BUAP. Con esta nueva forma de hacer política, se logrará el bienestar material y el bienestar para la felicidad de todos.

El Proyecto de Nueva Universidad 2024-2030 que deberá presentarse a la comunidad universitaria y a la sociedad para discutirlo y generar los programas, proyectos y propuestas que cumplan los mandatos y restricciones demandados para cada uno: 1) legalidad y lucha contra la corrupción, 2) viabilidad financiera, 3) equidad de género y 4) desarrollo sostenible.  Es necesario señalar que la corrupción no deriva de la falta de leyes, ni en su ineficiencia, sino de la ausencia de voluntad para cumplirlas o bien de su utilización discrecional, facciosa, arbitraria. La corrupción no es asunto cultural y para combatirla resulta fundamental respetar la ley. Se requiere una regeneración ética que redunde en beneficio de todos.

La BUAP como universidad pública está obligada a participar en la construcción de un México, justo, democrático, soberano, pacífico y trasparente-y para ello deberá crear a propósito un imaginario colectivo universitario y social y que quede expresado en el Proyecto de Nueva Universidad 2024-2030 que deberá fundamentarse en la siguiente triada filosófica: el principio del Pueblo Soberano, el fin ético de la construcción de una Nueva Universidad para una Nueva República y, como camino a transitar el camino propuesto por las políticas públicas de la Cuarta Trasformación.

Básicamente el Proyecto de Nueva Universidad 2024-2030 tendrá que incluir como objetivo la reconstrucción institucional. ¿Cómo? Deteniendo la decadencia institucional. Decadencia que hay que revertir a través de un gobierno democrático, una infraestructura más eficiente, la formación de personas educadas, actividades laborales mejor remuneradas y atención a la salud de los universitarios y al medio ambiente. El estancamiento, el deterioro, la desigualdad y la corrupción no debe ser el destino de la BUAP.

 

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lunes, 24 de marzo de 2025

¿Qué es la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla?

¿Qué es la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla?

José Antonio Robledo y Meza

 

Comencemos por la estructura de la pregunta ¿Qué es…? Para comenzar diré que la interrogación ¿qué es…?, es la cuestión socrática por excelencia. Es parte del pensar. Y hacer preguntas es en sí valioso y no es necesario prometer ni comprometerse en dar respuestas. Al menos ninguna respuesta definitiva. Quien se hace preguntas propone buscar y generar nuevos significados. El pensar se da ahí donde antes de actuar hay que empezar a definir, y a eso apunta la pregunta ¿qué es..? De esta manera algo que parecía obvio (porque se hace a diario, porque nadie se detuvo a cuestionarlo) no lo es tanto y empieza a generar conflictos, dudas, contradicciones. ¿Existe la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)?

Vivimos tiempos de conflictos y aparecidos los conflictos requerimos de una redefinición conceptual del proyecto desde un principio, poner en duda lo hasta ahora dicho y pensar todo lo que sea necesario pensar. Y como hemos dicho pensar es saber preguntar, pero también es aprovechar la propia experiencia, los estudios realizados, la información que se tiene y se ha sistematizado. Para comprender mejor la pregunta hecha hay que acudir a la información disponible y redescubrir las cuestiones fundamentales: ¿dónde estamos?, ¿estamos en un mundo gobernado por leyes estables, firmes, cognoscibles, absolutas?, o ¿estamos en un caos incomprensible? ¿Las cosas a nuestro alrededor son reales, o son sólo una ilusión? ¿Existen independientemente de nuestra voluntad o son creadas por nuestra mente? ¿Podemos cambiarlas según nuestra voluntad o no? 

Cualquier intento de respuesta hacen surgir más preguntas: ¿Cómo lo sabemos? ¿Hemos adquirido un saber por un proceso racional o por una súbita revelación, o por instintos, o por acto reflejo? ¿Es la razón competente para descubrir la realidad o el hombre posee alguna otra facultad superior o paralela a la razón? ¿Podemos estar seguros de algo o estamos condenados a vivir en una duda perpetua? ¿Qué debemos hacer? Todas estas preguntas surgen de la lectura de los Pliegos Petitorios Generales de la Comunidad Universitaria BUAP y Preparatorias BUAP. 

Las respuestas a las dos primeras preguntas ¿Dónde estamos? ¿Cómo lo sabemos? determinarán la respuesta a la tercera. ¿Qué es bueno y malo para nosotros, y por qué? ¿Nuestra preocupación debería ser alcanzar la felicidad o huir del sufrimiento? ¿Deberíamos perseguir nuestras propias metas, o subordinarse a las de los demás? De esto último debemos ocuparnos. De estudiar el modo en que los universitarios debemos comportarnos y cómo tratar con los ciudadanos, lo que involucra la definición de los principios de un sistema social adecuado. De aquí surge la pregunta ¿La BUAP para qué?

Si leemos con cuidado los Pliegos Petitorios mencionados y los contrastamos con cada pregunta nos percataremos que ellas exigen respuestas tanto teóricas como prácticas. Y todas ellas nos conducen a las preguntas siguientes: ¿qué es la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla? ¿Quiénes somos los universitarios? ¿Qué tenemos que hacer? ¿Qué sentido tiene la vida? Todas las preguntas tienen una íntima relación con la pregunta inicial que hemos formulado: ¿La BUAP existe? De cómo entendamos esta última pregunta depende lo que entendamos al preguntarnos ¿la BUAP para qué? Buscarles sentido a estas preguntas nos remite permanentemente a las preguntas ¿qué somos?, ¿qué tenemos que hacer?, ¿qué sentido tiene la vida? Por el momento démosle relevancia a la segunda pregunta ¿qué tenemos que hacer? para responder a la pregunta ¿La BUAP existe?

Los Pliegos Petitorios nos obligan a preguntarnos, tanto a los universitarios como ciudadanos ¿qué tenemos que hacer? implica un cuestionamiento sobre nuestro actuar sobre nuestro quehacer, en términos de su adecuación a un deber ser o norma. Es una pregunta que enfrenta nuestra acción con un deber ser vinculante, que experimentamos como algo que nos obliga interiormente, más allá de nuestros gustos o preferencias. Nos obliga a entender el pensar como una actividad que exige un cuidadoso examen y análisis de los “modos de ver” en la vida cotidiana, de ‘evaluar modelos de pensar’. Pero si un modelo de pensar existe es porque está armado con conceptos y si esto es así, entonces, debemos hacer un ‘análisis conceptual’ del modelo vigente. Así que es necesario observar los conceptos (palabras) más importantes de los Pliegos Petitorios, e intentar determinar lo que se quiere significar por ellos. El camino exige reflexión y discusión. De lo que se trata es de reflexionar y discutir, hablar y escribir. Todas éstas son acciones cotidianas en una universidad.

Es el momento de percatarnos de lo característico de nuestras preguntas. No son preguntas que pueden ser respondidas mirando en torno en busca de algunos hechos. Nuestra indagación no tiene el propósito de compartir el mismo punto de vista coherente y unitario. De hecho, las preguntas formuladas surgen del hecho de que tenemos puntos de vista diferentes en esta materia, y algunos de ellos no son correctos. Nuestras visiones del mundo son generadas por el sentido común, pero desgraciadamente son muchas y a veces incompatibles. El desafío es, por consiguiente, intentar hallar pautas de pensamiento que podrían darnos la mejor visión del mundo posible. Nuestra reflexión es profundamente humana y está, como el resto, comprometido en todas las actividades humanas. Cualquier cosa que propongamos sigue siendo humana. La diferencia es que nuestra reflexión parte de que tenemos conciencia de que cuanto ocurre es humano.

En fin, a partir de los Pliegos Petitorios hechos por los estudiantes de la BUAP que requerimos construir ideas que nos permita construir un plan de vida racional y colectiva, definir una política para trasformar la realidad en el sentido ético que definamos.

 

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sábado, 22 de marzo de 2025

El humanismo en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

El humanismo en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

José Antonio Robledo y Meza

 

En varias oportunidades miembros participantes del Paro Universitario BUAP 2025 han manifestado luchar por una universidad crítica, democrática, humanista y popular.

Postular una universidad humanista es una invitación a iniciar una deliberación colectiva y, al mismo tiempo, aceptar una responsabilidad igualmente colectiva en lo que se refiere al humanismo. Al hablar de una deliberación y una responsabilidad colectivas es situar ambas actividades en una dimensión política y en el terreno de la política la mayor parte de los debates son complejos porque involucran cuestiones de acción.

Es importante también tomar en consideración que la política es, entre otras cosas, pensamiento y acción; y aun cuando lo fundamental son los hechos, no son menos importantes las definiciones en el terreno teórico; por lo que es importante debatir que es un modelo de gobierno basado en el humanismo. Llamar a la BUAP una universidad humanista (además de crítica, democrática y popular) responde a la necesidad de dotar de un distintivo a la institución pública. Vamos a detenernos un poco en la categoría de humanista.

La primera consideración es que hay que considerar al humanismo como un ethos que obliga a aceptar que nada humano debe resultarle ajeno, que la comunidad universitaria se nutre de ideas universales y, de entre ellas, las ideas que han sido aportes de la cultura milenaria mexicana y su historia política.

Así las cosas, la pregunta sobre el humanismo requiere responder la siguiente cuestión: ¿cuáles son los principios políticos, económicos y sociales del humanismo que se postulan y que inspiran al movimiento estudiantil de la BUAP?

Las respuestas pueden derivarse del contenido de las 57 páginas del Pliego Petitorio General de la Comunidad Universitaria BUAP 2025 y de las 14 páginas del Pliego Petitorio General Preparatorias BUAP.

En lo político los estudiantes muestran no aceptar el derrotismo, lo que significa que los universitarios exigen se les reconozcan sus derechos a la crítica, a la libertad y a la democracia. El movimiento estudiantil es la expresión en contra de unas relaciones burocráticas que les disminuyen sus derechos y expresión en contra de una burocracia que pretende justificarse a sí misma con el beneficio de una paz no fincada en el derecho, sino en la fuerza, una paz que solo beneficia a los burócratas por la vía del control presupuestal. No de otra manera puede interpretarse que, ante las demandas estudiantiles Lilia Cedillo Ramírez haya respondido con una oferta de 160 millones de pesos.

Fiel a su tradición, la burocracia universitaria quiere resolver las demandas de libertad, democracia y excelencia académica por parte de la comunidad con ofrecimientos económicos.

A esta conducta burocrática los paristas han respondido fijando un segundo criterio que fundamenta la política de asignación de recursos. Están claros que no basta el crecimiento de la infraestructura porque este crecimiento sin justicia es retroceso. La postura de los paristas es moral y social, y un rechazo a la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no reflejan las realidades sociales. De lo que se trata, plantean los paristas, es de que la BUAP se convierta en un espacio donde el pueblo que arribó a ella pueda vivir feliz y libre de miserias y temores y que, por lo tanto, es necesario y fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todos los recursos en beneficio de la comunidad y especialmente de los más pobres y marginados.

El movimiento estudiantil a través de sus demandas exige una redefinición de la política social donde se respete, atienda y escuche a todas y todos tanto al interior como al exterior de la institución. Abrir las puertas de la institución a la sociedad, pero sobre todo a quién más la necesita por su condición de desventaja. Para el movimiento estudiantil es importante el apoyo de muchos para que la BUAP se convierta en el instrumento académico que sirva para trasformar la sociedad en una mejor, más justa, igualitaria y fraterna. 

La auténtica formación académica es también política y profundamente humana en su fundamento y en su esencia cuando se orienta en practicar el bien hacia los demás y en especial de los pobres.

Finalmente, debemos ver el movimiento estudiantil como una expresión donde los jóvenes muestran una toma de conciencia que les hace exigir una mayor participación en la historia de su universidad y su país.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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jueves, 20 de marzo de 2025

Juárez, la Reforma y su proyección

Juárez, la Reforma y su proyección

José Antonio Robledo y Meza

 

La historia a contar se inicia en el periodo que va de 1855 a 1861. El 9 de agosto de 1855 con el triunfo del Plan de Ayutla y la huida del general Santa Anna empieza el periodo conocido por los mexicanos como “Reforma” que, bajo una forma parlamentaria, en torno al Congreso Constituyente de 1856-1857 primero, con las Leyes de Reforma, en plena guerra civil después, iba a sentar las bases de la lenta transformación política, cultural, social y económica de México, que conduciría al Porfiriato y a la Revolución. 

Siguiendo el hilo de las caricaturas de la época puede tenerse una idea del antijuarismo en este periodo. Por ejemplo, el 19 de marzo de 1861 una caricatura de Guillermo Tell representa a Juárez, quien afirma a tres hombres del pueblo que el país les debe la libertad y el progreso y haciéndoles promesas, y luego a un ujier, quien les dice que el presidente no recibe.

Otro rastro del espíritu de Reforma puede seguirse en los discursos. Por ejemplo, el 9 y 10 de abril José Rivera y Río dice: “Al pueblo está tan miserable, tan desmoralizado, tan lleno de necesidades como ayer...” (“Principios-Intereses”, Boletín de Noticias). El 8 de junio se señala que hasta entonces la Reforma sólo había sido un movimiento de opinión por aplicar. Lo propio de una revolución, escribe José María Vigil, es destruir y luego organizar; la obra de demolición se acabó, los que se oponían al progreso y a la democracia están vencidos. Ahora hay que organizar la reforma. (“La Convención”, El país, no. 147, 3) 

Dos decesos, en el año de 1861, marcaron también este periodo de Reforma. El 22 de marzo de muere Miguel Lerdo de Tajada y el 3 de junio fue asesinado Melchor Ocampo. La muerte de Lerdo provocó la desorganización al grupo de Veracruz, dejando el campo libre a Juárez. Fue entonces que Juárez fue elegido presidente constitucional al mismo tiempo que se preparaba la intervención.

Este proceso conocido como Reforma fue iniciado por un grupo heterogéneo, humillado, inculto y miserable que fue capaz de iniciar el camino de construcción de una nación demócrata, libre, consciente y próspera, digna, en fin, de entrar en la vía del progreso. 

LOS MEDIOS:

Se reconocía que la reforma política y moral era necesaria: cambiar a los hombres, sacar a las conciencias de la abyección en que se habían mantenido siglos de tiranía; la destrucción de ese largo acondicionamiento pasaba por el ejercicio de la democracia y la emancipación de las conciencias, es decir, por la libertad religiosa; la construcción del hombre nuevo se realizaría gracias a la educación leit motiv del siglo diecinueve.

Se reconocía que lo anterior no bastaba: sería preciso modificar las estructuras socioeconómicas para que todo el pueblo mexicano se beneficiara de las riquezas nacionales y no solamente unos pocos privilegiados. 

LOS PROBLEMAS:

Los hombres que impulsaron la Reforma se enfrentaron a problemas que parecían casi imposibles de resolver. ¿Cómo reducir la oposición de los cuerpos privilegiados, y del primero de ellos, la Iglesia? El poder de la Iglesia, fincado en sus bienes, podía afectarse con las reformas. ¿Cómo en el estado de penuria en que se hallaba el erario, reunir los fondos necesarios para las reformas materiales, creación de escuelas, carreteras, ferrocarriles? Se carecía de tiempo y estabilidad.

En el sistema de gobierno que preconizaban los liberales, las garantías del individuo como el arbitraje del Estado se debían ajustan dentro de un marco legal definido por y para Occidente, y del que no se podía salir. Ese respeto absoluto a la legalidad -a cierta legalidad- en sus aspectos más formales, imponía esquemas, el del federalismo que obstaculizaba la acción de los reformistas. Era el sistema de gobierno el que prohibía estudiar una legislación social que se juzgaba necesaria: la ley no debía entrar en esos pormenores. La ley hacía intocable la propiedad privada.

Es por lo contradictorio de sus concepciones y la ambigüedad de sus soluciones que algunos reformistas pusieron en duda las capacidades de la ley para resolver los problemas. Otros dudaron de los datos de esos problemas y de la amplitud de las soluciones que propusieron.

Hoy en este 2025 a siglo y medio del movimiento de Reforma la sociedad mexicana bajo el principio de la soberanía del Pueblo, combatiendo todo tipo de discriminación (racismo, clasismo, privilegios) y recordando el natalicio de Benito Juárez es que los mexicanos continuamos la marcha hacia la construcción de una Nueva República.

 

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miércoles, 19 de marzo de 2025

Restaurar la democracia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. No al voto ponderado

Restaurar la democracia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. No al voto ponderado

José Antonio Robledo y Meza

 

Todo mexicano de 18 años tiene el derecho a votar en las elecciones por la presidencia. Cada mexicano es un voto, ni más ni menos. Votar por sus representantes es un derecho que se ejerce no importando si se es piloto aviador, empresario, carpintero, vendedor informal, universitario, analfabeta, etc. Lo único que se requiere para votar es ser mexicano y aparecer en el padrón electoral.

Todo universitario mayor de 18 años es un ciudadano mexicano y como tal es una persona que de acuerdo al artículo 1° constitucional gozará de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y mandata que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. (…) Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

A partir de lo anterior, la existencia del voto ponderado en la BUAP es una violación al derecho de ejercer el voto porque admite la desigualdad entre el voto estudiantil con respecto al resto de la comunidad. No tiene que valer más el voto de un profesor o un funcionario que el de un alumno para elegir a quien lo a representarlo. 

Puede agregarse a lo anteriormente dicho lo que establece el artículo 3 constitucional que, siendo la BUAP una institución de educación superior tiene que establecer relaciones entre los universitarios basadas en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva. Tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores. La democracia no es solo un asunto de enseñanza sino de estilo de vida.

México, de acuerdo al artículo 40 constitucional, está constituido en una república representativa, democrática y laica por voluntad del pueblo y el artículo 39 es claro cuando señala que todo poder público nace del pueblo y se instituye para beneficio de éste. “El pueblo tiene, en todo tiempo, el exclusivo derecho de alterar o modificar la forma de gobierno”.

Es importante señalar que la voz de los universitarios se escucha a través de los ejercicios democráticos, por ejemplo, en la votación de sus representantes. Cabe mencionar que no hay ninguna razón de peso que por la que se intente excluir a los jóvenes preparatorianos, menores de 18 años, en el ejercicio democrático de la elección de sus representantes. Todos los universitarios deben participar de la democracia como forma de vida y de hacer uso de los instrumentos de la democracia: participación., diálogo, negociación y voto.

La BUAP debe restaurar la democracia para constituirse en una institución donde se usen los instrumentos de la democracia para la toma de decisiones y de forma muy clara en la elección de sus representantes, esto es, mediante el voto universal, directo y secreto, donde cada voto sea igual a otro voto. Restaurar la democracia es el planteamiento de fondo de los estudiantes en paro de la BUAP.

 

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domingo, 16 de marzo de 2025

La trasformación política de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

La trasformación política de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

José Antonio Robledo y Meza

 

La educación nacional como derecho humano es una prioridad de la política pública y social del nuevo gobierno, La educación, en todos sus niveles y modalidades, permite elevar las condiciones culturales, productivas y sociales de la población mexicana porque coadyuva a su desarrollo con bienestar, tiene un impacto determinante en la vida de las y los mexicanos, de sus hijos y su familia; hace posible la construcción de nuevos saberes y conocimientos, de habilidades y destrezas, de respeto a las culturas y a la diversidad; permite la integralidad en la construcción de los proyectos de vida de las personas e incide en todos los ámbitos económicos, culturales y políticos de nuestra sociedad, así como la formación de actitudes y habilidades intelectuales y prácticas de las nuevas generaciones para comprender su historia, su presente y su futuro tanto de su entorno local como de la nación y del mundo. 

Actualmente se concibe a la educación como el motor de un desarrollo con bienestar para todas y todos, se concibe como un espacio que promueve la equidad e igualdad y sobre todo un medio para combatir la exclusión, el racismo, la intolerancia y la violencia. Se concibe la educación como un factor estratégico para elevar y potenciar la inteligencia, el talento humano y la sabiduría ancestral y moderna de nuestro pueblo. La sociedad demanda que toda persona que desee estudiar o cultivar su inteligencia y sus conocimientos tenga la oportunidad y la seguridad de hacerlo sin ninguna restricción de clase social, de condición socioeconómica o cultural o de sus distintas capacidades, y se le ofrezcan las oportunidades para llevar a cabo su educación durante toda su vida porque es un derecho social universal garantizado por el Estado.

Consolidar lo logrado y avanzar en la construcción del porvenir del país por medio de la transformación del sistema educativo nacional es un objetivo estratégico y la BUAP, como parte del sistema-educativo, no debe ser ajena a tales expectativas. La BUAP es, a su vez, un sistema formado por un conjunto de personas en diferentes tipos de relaciones. El tipo de relaciones hacen al sistema BUAP un complejo de subsistemas, donde cada subsistema queda definido por el tipo de relaciones que entre los elementos del sistema se establecen.

Si nos fijamos en sus edades y en sus interrelaciones de coetaneidad, obtendremos un sistema (una pirámide de edades) distinto que, si nos fijásemos en sus ingresos, gastos, ahorros, consumo, etc. (en cuyo caso obtendríamos un cierto sistema económico). También pudiéramos interesarnos en sus relaciones de o parentesco biológico o jurídico, o en sus relaciones afectivas y sentimentales, o en los grupos sanguíneos de la población, o en las relaciones de prioridad protocolaria que se manifiestan en el lugar ocupado por los integrantes en ciertas ceremonias. Todas estas distintas relaciones dan lugar a sistemas distintos. También podemos combinar varias de ellas en un nuevo sistema más complejo. Lo importante es que especifiquemos claramente en cada caso qué conjuntos de cosas vamos a considerar como universo del sistema, y en qué relaciones (funciones, propiedades o posiciones) vamos a fijarnos explícitamente. Con ello quedará definido el sistema.

En esta ocasión no nos detendremos a considerar los subsistemas siguientes: docencia, investigación, pirámide de edades, parentesco biológico, parentesco jurídico, relaciones afectivas y sentimentales, grupos sanguíneos de la población y relaciones de prioridad protocolaria.

En adelante hablaremos en general de tres subsistemas: el administrativo, el económico y el político. Y hablaré de ellos como uno solo. Así las cosas, hablaré del subsistema administrativo-económico-político como el sistema político-administrativo. Este subsistema está definido por las siguientes relaciones: 1) las entradas al sistema (requisitos de alumnos, requisitos de maestros, trámites burocráticos, ingresos económicos, ahorros, consumo, etc.), 2) sus salidas (reprobación, deserción, certificación, eficiencia terminal, expulsiones, legitimaciones, gastos, etc.) 3) sus estados internos (reglamentación, selección, condiciones físicas, poder, autoridad).

A continuación, se hablará solo de las relaciones de poder y autoridad establecidas en la Ley de la BUAP.

En las últimas tres décadas, la universidad ha sufrido un persistente abandono democrático y para remontar sus efectos, es necesario reorientar el rumbo institucional. Esto requiere de políticas de gran calado sobre todo en su estructura político-administrativa, con un orden riguroso de prioridades y sin ir más allá de lo que permitan los recursos disponibles. 

Sabemos que las reformas a la Ley de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) por sí solas no generarán los cambios. El marco existente actual fue producto de acuerdos antidemocráticos y que generó el actual gobierno autoritario. La vulnerabilidad que muestra la estructura político-administrativa de la BUAP exige de un nuevo marco legal acompañado de un programa de gobierno. Por estructura político-administrativa entendemos el universo formado por el consejo universitario, la rectoría, las direcciones de las unidades académicas, los consejos de unidad y los funcionarios nombrados por todos ellos.

La reforma a la Ley de la BUAP debe contar con un amplio respaldo universitario y popular. Esta reforma debe ser un instrumento para combatir la corrupción, terminar con los abusos, reducir el gasto suntuario, y devolver a la BUAP su carácter popular y democrático. Debe ser una reforma para darle poder y bienestar tanto a los universitarios como a los ciudadanos en general. La BUAP hoy necesita del respaldo de la sociedad.

El nuevo programa de gobierno para la BUAP debe recoger la nueva visión del país y presenta proyectos y propuestas en materia educativa, social, política y económica que tengan por objeto coadyuvar en la generación de políticas públicas que permitan apoyar la reducción de la desigualdad social y económica e incrementar la condición de bienestar de las familias mexicanas y con ello apoyar las políticas públicas que dirigidas a mejorar el bienestar de los mexicanos. 

Desde la pluralidad de puntos de vista, y con la convicción de que en presente lustro es posible trasformar a la universidad de su situación actual y construir no solo una universidad mejor sino coadyuvar a una nación mejor, apoyar lo que el pueblo ha decidido; vivir en un México justo, democrático, soberano, pacífico y transparente.

Contrario a ser un simple catálogo de propuestas y buenos deseos, el nuevo proyecto de gobierno debe incluir una lista estructurada de propuestas que busquen soluciones prácticas a realidades concretas. Como toda propuesta de gestión universitaria será susceptible de enriquecimiento y complementación. La nueva propuesta debe considerar que la universidad se encuentra con respecto a la sociedad en un estado de atraso, deterioro, carencia y descomposición que justifica la amplitud y la profundidad de las medidas a adoptar y que deben ser puestas en práctica para detener, en un primer momento, y revertir, posteriormente, la decadencia institucional sobre todo en materias como la administración, el gobierno y, la enseñanza y el aprendizaje colectivos.

La falta de democracia, el deterioro en el trabajo, la desigualdad y la corrupción no son los únicos destinos posibles de la BUAP. Cambiar estas circunstancias está en nuestras manos. Un primer paso en este largo camino es la abolición del voto ponderado en la elección de autoridades universitarias y adoptar como criterio “un universitario, un voto”. La BUAP está obligada a participar en la construcción de un México, justo, democrático, soberano, pacífico y trasparente.

Por lo dicho, es necesario se convoque a la organización y realización de un Congreso Trasformador de la BUAP donde se discutan las propuestas para construir el camino hacia una Nueva Universidad.

 

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jueves, 13 de marzo de 2025

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y las políticas públicas

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y las políticas públicas

José Antonio Robledo y Meza

 

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) es la universidad pública de los poblanos y donde reiteradamente un sector significativo de ellos ha manifestado y manifiestan, que no los atiende como es debido ya que hace caso omiso de los principios básicos que constituyen las políticas públicas de una sociedad en trasformación. Veamos esto.

El principio general de las políticas públicas es: “reducir al mínimo el sufrimiento evitable”. Tal postura tiene el efecto inmediato de llamar la atención sobre los “problemas”. Si, por ejemplo, las autoridades educativas pretenden aumentar al máximo las oportunidades de los jóvenes que están bajo su responsabilidad, pueden tener, comprensiblemente, dudas sobre el mejor medio de conseguirlo. Si, por el contrario, se propone “minimizar las desventajas”, su atención se verá inmediatamente dirigida a las escuelas peor acondicionadas, y se dará prioridad a estos problemas. Si en lugar de fomentar la construcción de utopías, hace un esfuerzo para la localización y solución de males sociales específicos, por los que están sufriendo determinados seres humanos, estará actuando racionalmente. De este modo, se trata de un punto de vista práctico, ante todo, y consagrado a las trasformaciones. Empieza con la preocupación por los seres humanos, y lleva consigo una activa y permanente voluntad de trasformación de instituciones.

“Reducir al mínimo la infelicidad” no es simplemente una formulación negativa de la máxima utilitaria “aumentar al máximo la felicidad”. Hay una asimetría lógica, pues no sabemos cómo hacer feliz a la gente, pero sí sabemos cómo aminorar su infelicidad. En lugar de la mayor felicidad para el mayor número, debería exigirse la menor cantidad de sufrimiento para todos. Un ejemplo concreto aplicado a nuestra propia situación consiste en resolver el problema de demanda de miles de familias que quieren que sus hijos puedan continuar sus estudios. Por supuesto, la solución no es cerrarles la puerta ni tampoco, hacer oídos sordos a la demanda de mejorar la calidad académica.

El segundo principio de política pública es: “aumentar al máximo la libertad de los individuos para vivir como quieran”. Esto requiere una subvención y promoción masiva de la educación, las artes, la vivienda, la sanidad y todos los aspectos de la vida social -pero siempre con el efecto de extender el margen de elección, y, por lo tanto, de libertad, al alcance de los individuos-. Este principio nos debe obligar a pensar en soluciones que enfrentan los jóvenes de hoy y que enfrentarán mañana: cada día habrá menos carga horaria laboral y cada día se incrementará el tiempo de ocio.

Es inmediata la necesidad de que los viejos universitarios puedan ventilar la cuestión de las políticas públicas con los jóvenes. Este diálogo sólo puede arrojar resultados fructíferos si se hace en un ambiente de convivencia democrático. Por la democracia es que se puede conseguir y mantener mejores niveles de vida para todos.

Una sociedad con instituciones libres está prácticamente destinada a tener más éxito que otra cualquiera, tanto en el plano material como en otros. La democracia no es un lujo de sociedades de vida elevado sino la causa en la consecución y mantenimiento de altos niveles de vida. Una forma para instrumentalizar la democracia y aspirar a una mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos es definir políticas racionales y críticas de gobierno. Esto vale tanto para la sociedad como para la universidad.

En estos momentos es lo que, en el fondo, demandan los universitarios de la BUAP; reorganizar democráticamente la BUAP para caminar por el sendero de la justicia social y la excelencia intelectual.

 

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miércoles, 12 de marzo de 2025

Una universidad para todos es el horizonte de la BUAP

 Una universidad para todos es el horizonte de la BUAP

José Antonio Robledo y Meza




Se trata de ver si es posible concebir un estado de cosas donde exista una “Universidad para todos”. Antes de entrar en materia, detengámonos en el término “concebir”. Concebible es un término ambiguo ya que puede significar cosas distintas. En primer lugar, significa “lógicamente posible”, esto es, que teóricamente es no autocontradictorio. En segundo lugar, significa “imaginable”, y en este sentido no es equivalente a “lógicamente posible”. Los poderes de imaginación de las personas varían. Qué cosas sean imaginables depende de quién esté imaginándolas. Algunos pueden ser capaces de imaginar algo que otros no pueden. Lo que es posible lógicamente no tiene esta variabilidad ya que todos podemos ser capaces de pensar unívoca y lógicamente algo.

De lo anterior podemos establecer la relación entre los tipos de posibilidad. Si un estado de cosas es lógicamente imposible, entonces es imposible también en los demás sentidos (tecnológica y ontológicamente). Lo que es imposible lógicamente no podría ocurrir en ningún universo. Si un estado de cosas es realmente imposible lógicamente, no es imaginable por nadie.

Es claro hoy día que no hay, por el momento, una institución que satisfaga la condición de ser una “Universidad para todos”. Por lo tanto, es algo que se convierte en un problema. Un problema complejo ya que no contamos con un concepto que abarque la proferencia “Universidad para todos”. ¿Qué sería una “Universidad para todos”? ¿Qué antecedentes podríamos citar para justificar la construcción de una “Universidad para todos”? ¿Para qué construir una “Universidad para todos”? ¿Cómo sabríamos que la propuesta “Universidad para todos” es una propuesta justificada? ¿Cómo sabríamos que la propuesta “Universidad para todos” es una propuesta viable?

Por las preguntas formuladas –sólo algunas de muchas más- nos damos cuenta de la complejidad del problema. “Universidad para todos” se refiere al carácter propio de una situación que no tiene un único significado y, por lo tanto, que incluye alternativas. “Universidad para todos” es la declaración de una situación de este género. Es así que cuando se plantea una “Universidad para todos” se está enunciando un probable fenómeno que teóricamente puede resultar verdadero y por lo tanto pueda formar parte del conocimiento humano; por otro lado, puede resultar en la práctica un fenómeno por el que se puede elegir o se pueda rechazar a partir de la justificación teórica (ética) que se dé para ambos casos.

“Universidad para todos” es una expresión que puede convertirse en una idea-fuerza. Pero por el momento es la designación de una idea poética ya que tenemos la capacidad de formular la locución pero es necesario saber si la locución no es autocontradictoria. De no serlo hay posiblemente un margen para pasar del no ser al ser. Por el momento la locución proporciona existencia poética a la idea-fuerza que no existía antes de ser nombrada. Y esta eficacia ya se ha cumplido. Pero lo que interesa es saber si podría haber una institución (o existente social complejo, disperso y eficaz) al que se pueda identificar cuando hablamos de una “Universidad para todos”; en este caso, esas características de complejidad, dispersión y eficacia lo constituyen como problema. Es necesario explorar y buscar para saber si tiene sentido pretender construir una tarea de investigación que logre explicar lo que tiene de fenómeno social, además de presentarse como una idea poética. De lo que se trata es de convertir la creación poética “Universidad para todos” en una realidad. Eso pasa por convertir la creación poética en intencionalidad política que nos involucre a todos y nos coordine para hacer ontológicamente posible lo que existe, por el momento, solo como intención.

Las siguientes son pues algunas de tales expresiones exploratorias: “Universidad para todos” es aprender el modo en que todos los interesados pueden vincularse con el entorno de conocimientos, saberes, objetos, personas y comportamientos producidos por las instituciones llamadas universidades. ¿Cómo lograr que el aprendizaje superior sea accesible a todo quien esté interesado en obtenerlo? Sería la pregunta a responder.

Socializar el aprendizaje superior nos conduce a pensar en los medios que permitan socializar sus contenidos, esto es, en el problema de cómo registrarlos. ¿Pueden registrase en discursos sociales, refranes, literatura, canciones, carteles, coplas, obras de arte…? Es posible pensar en socializar el placer del aprendizaje superior. ¿Podrá socializarse ese placer?

La “Universidad para todos” es enseñar con el ejemplo y con el contraejemplo; con el comportamiento y con las consecuencias del comportamiento; ¿Esto es enseñanza superior? ¿Por qué “Universidad” para “todos”? Porque “Universidad” designa, en nuestra cultura, el ámbito de más alto nivel en la administración del conocimiento o en el ejercicio de la enseñanza y “todos” el ámbito más universal, peligroso y fascinante en que se desenvuelve nuestra existencia ciudadana. “Universidad” y “todos” ¿son términos contradictorios? ¿Puede ser para “todos” la “Universidad”? ¿O todos pueden tener una universidad? ¿Universidad” y “todos” es una (mera) expresión burlesca? Y así podemos (y deberíamos) continuar todos explorando y criticando o contradiciendo o enriqueciendo los unos las exploraciones de los otros.

Así pues, nos debemos proponer elaborar un discurso que le dé un contenido a la expresión “Universidad para todos”, tal que muestre las características de los diversos fenómenos que habrán de seleccionarse del contexto social, para que, manteniendo su diversidad, configurar un conjunto vinculado por su eficacia específica: producir aprendizajes superiores. ¿Es posible socializar los métodos que conducen el aprendizaje superior?

Lo dicho nos remite a la idea de que cualesquiera que sean las respuestas a las preguntas formuladas hay que pensar en la política como medio para hacer posible nuestros propósitos. Así que es necesario responder a la siguiente cuestión ¿Cuál es la relación históricamente hablando entre la universidad y la política? ¿Cómo fue posible, en el pasado, convertir la creación poética en intencionalidad política que hizo ontológicamente posible lo que existía como intención? De esto nos ocuparemos en otro momento.


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domingo, 9 de marzo de 2025

Superar la crisis de la BUAP, una tarea de largo aliento

Superar la crisis de la BUAP, una tarea de largo aliento

José Antonio Robledo y Meza

 

“Pensar bien, para vivir mejor” –el excelente lema de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)- es una estrategia perfecta para pensar un mejor futuro para la BUAP y la sociedad que la alberga. Para ello se requiere pensar, pensar mucho, discutir, analizar, crear escenarios y evaluarlos, investigar, estudiar, enseñar con el ejemplo... Profundicemos un poco más.

La estrategia básica consistirá en construir una universidad propensa a la solución de problemas. Problemas que debe resolverse de inmediato son el de la reorganización de sus estructuras académica y político-administrativa además el de darles voz a los ciudadanos, Si esas son las principales cuestiones, entonces es necesario abrir la discusión, y con ello abrir el potencial para la formulación de problemas que nos permita la búsqueda de soluciones. Es injustificable seguir pensando en unas estructuras que divorcian a la comunidad –sistema de facultades- y sanciona el disenso y la discusión, cuando el desarrollo del conocimiento apunta a la interdisciplinariedad, cuando el desarrollo de la sociedad apunta hacia la democracia, cada vez más democracia.

No olvidemos algo importante: la universidad debe resolver problemas y la solución de problemas pasa por la propuesta de audaces soluciones provisionales, sujetas a la crítica y a la eliminación de errores, seguidas por la crítica y a su vez por una auténtica posibilidad de cambio a la luz de la misma. No es posible exista una buena universidad sin cultivo del talante crítico. No es posible vivir bien sin mejorar nuestro pensamiento por medio de la crítica. No es posible ayudar a mejorar a la sociedad sin excelencia académica y esta pasa por la crítica.

La BUAP es en estos momentos la universidad pública de los poblanos. Y los poblanos sienten que no los atiende como es debido ya que por momentos hace caso omiso de los principios básicos que constituyen las políticas públicas. Veamos esto.

El principio general de las políticas públicas es: “Reducir al mínimo el sufrimiento evitable”. Tal es el sentido de la proferencia “Por el bien de todos primero los pobres” y de las políticas en salud y pensiones y becas. Tal postura tiene el efecto inmediato de llamar la atención sobre los “problemas”. Si, por ejemplo, las autoridades educativas pretenden aumentar al máximo las oportunidades de los jóvenes que están bajo su responsabilidad, pueden tener, comprensiblemente, dudas sobre el mejor medio de conseguirlo. Si, por el contrario, se propone “minimizar las desventajas”, su atención se verá inmediatamente dirigida a las escuelas peor acondicionadas, y se dará prioridad a estos problemas. En lugar de fomentar la construcción de utopías, pretende la localización y solución de males sociales específicos, por los que están sufriendo determinados seres humanos. De este modo, se trata de un punto de vista práctico, ante todo, y consagrado a los cambios. Empieza con la preocupación por los seres humanos, y lleva consigo una activa y permanente voluntad de renovación de instituciones. “Reducir al mínimo la infelicidad” no es simplemente una formulación negativa de la máxima utilitaria “aumentar al máximo la felicidad”. Hay una asimetría lógica, pues no sabemos cómo hacer feliz a la gente, pero sí sabemos cómo aminorar su infelicidad. En lugar de la mayor felicidad para el mayor número, debería exigirse la menor cantidad de sufrimiento para todos. Un ejemplo concreto aplicado a nuestra propia situación consiste en resolver el problema de demanda de miles de familias que quieren que sus hijos puedan continuar sus estudios. Por supuesto, la solución no es cerrarles la puerta.

El segundo principio de política pública es: “aumentar al máximo la libertad de los individuos para vivir como quieran”. Esto requiere una subvención y promoción masiva de la educación, las artes, la vivienda, la sanidad y todos los aspectos de la vida social -pero siempre con el efecto de extender el margen de elección, y, por lo tanto, de libertad, al alcance de los individuos-. Este principio nos debe obligar a pensar en soluciones que enfrentan los jóvenes de hoy: cada día hay menos carga horaria laboral y cada día se incrementa el tiempo de ocio.

Es inmediata la necesidad de que los viejos universitarios ventilen estas cuestiones con los jóvenes; esta comunicación sólo puede arrojar resultados fructíferos si se hace en un ambiente de convivencia democrático. Por la democracia es que se puede conseguir y mantener mejores niveles de vida para todos. Una sociedad con instituciones libres está prácticamente destinada a tener más éxito que otra cualquiera, tanto en el plano material como en otros. La democracia no es un lujo de sociedades de vida elevado sino la causa en la consecución y mantenimiento de altos niveles de vida. Una forma para instrumentalizar la democracia y aspirar a una mejora de la calidad de vida de los universitarios y, por ende, de los ciudadanos es definir políticas de gobierno racionales y críticas. Esto vale para la sociedad como para la universidad. Es momento de reorganizar democráticamente la BUAP para caminar por el sendero de la justicia social y la excelencia intelectual. En fin, de lo que se trata es de “Pensar bien, para vivir mejor”.

 

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jueves, 6 de marzo de 2025

Metafísica feminista

Metafísica feminista

José Antonio Robledo y Meza

 

Dos son las preguntas que quiero resaltar: ¿Qué sabemos acerca de la condición femenina en el pasado y el presente? ¿Es posible una mejor sociedad sin la mejora de la condición femenina? Para responderlas es necesario romper con la persistencia de un estilo autoritario, que no deja espacio para el diálogo amoroso.

La aventura de hacer cosas nuevas con la tradición es un imperativo para transformar la realidad. Reconocer el valor de lo que sabemos y de lo que ignoramos nos da la oportunidad de plantearnos problemas. El amor es uno de los más claros ejemplos de ese doble resultado de nuestro saber-ignorar que nos lleva a cavar y ahondar en nosotros mismos y, simultáneamente, a salir de nosotros y realizarse en otro. Hay en la vida de cada humán una serie de períodos que son también rupturas y reconciliaciones. Cada una de estas etapas es una tentativa por evitar el sentimiento de soledad en ambientes extraños por medio del amor.

Reconocer que entre mujeres y hombres desde siempre han existido vínculos amorosos nos permiten reconocer que, por ejemplo, una mujer es mucho más que una simple mujer también es un testimonio del origen del mundo. ¿Qué sabemos acerca de la condición femenina? Hemos afirmado que “nuestro conocimiento en torno a la circunstancia femenina no es más que un grano de arena en la inmensa playa de nuestra ignorancia. Y, cada vez que conseguimos ampliar ese grano de arena, se extiende también esa orilla en la que nos enfrentamos a lo desconocido, porque cada conclusión viene acompañada de preguntas que no paran de crecer en número y en complejidad.”

Es en este contexto que la metafísica feminista debe moverse. Mientras la metafísica trata de explicar qué es el universo y cómo es, la metafísica feminista cuestiona cómo las respuestas metafísicas han apoyado, por ejemplo, las posturas que han discriminado a las mujeres de uno u otra forma. La metafísica feminista se relaciona íntimamente con, por ejemplo, campos como la filosofía de la mente y la filosofía del yo. Feministas como Sally Haslanger (Resisting reality : social construction and social critique), Ásta Kristjana (“The Metaphysics of Sex and Gender”), y Judith Butler (El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad) han tratado de explicar la naturaleza del género en aras de promover los objetivos feministas. Filósofas como Robin Dembroff (What Is Sexual Orientation?) y Talia Mae Bettcher (“What Is Trans Philosophy?”) han buscado explicar los géneros de las personas transgénero y no binarias.

La mujer como constructo social

Simone de Beauvoir plantea la necesidad de distinguir el sexo del género, como lo sugiere su frase: “No se nace mujer, se llega a serlo". En El segundo sexo, Beauvoir argumenta que, aunque las características biológicas distinguen a hombres y mujeres, estas características no causan ni justifican las condiciones sociales que perjudican a las mujeres. A partir de estos planteamientos , muchas personas han argumentado que las categorías construidas refuerzan las jerarquías sociales porque parecen ser naturales. Teóricas como Judith Butler desafiarían el compromiso planteado por de Beauvoir con la existencia presocial del sexo, argumentando que el sexo se construye socialmente al igual que el género. Como puede verse la metafísica feminista ha desafiado la aparente naturalidad tanto del sexo como del género. Otro objetivo de la metafísica feminista ha sido proporcionar una base para el activismo feminista al explicar lo que une a las mujeres como grupo.

Hasta cierto momento del siglo XX estas reflexiones se habían centrado en las mujeres cisgénero, pero las preocupaciones más recientes han incluido también a las mujeres transgénero. Robin Dembroff ha introducido una descripción metafísica de los géneros no binarios en "Beyond Binary: Genderqueer as Critical Kind".

¿Podrían las feministas reorientar hoy sus luchas hacia otra interpretación de la igualdad no identificada con el individualismo del mercado, sino con la paridad participativa? Ello exigiría una doble lucha, librada en dos frente al mismo tiempo. Tendríamos que luchar, primero, para desmantelar las jerarquías de estatus tradicionales, que impregnan la protección social de dominación e impiden la plena participación de las mujeres en la vida social. Al mismo tiempo, tendríamos que batallar contra nuevos modos de subordinación impuestos por el mercado, que intensifican la explotación laboral, disminuyen la protección social y presionan la reproducción social hasta una situación límite. Al luchar simultáneamente en dos frentes, modificaríamos de hecho las actuales líneas de fractura políticas. En lugar de aliarnos con la mercantilización en contra de la protección social, podríamos alinear las fuerzas de la igualdad con las de una protección social transformada en la batalla fundamental para afirmar el control democrático sobre unos procesos de mercantilización destructivos.

Termino esta entrega con las preguntas que se formula Nancy Fraser en su libro Fortunas-del-feminismo del capitalismo-gestionado-por-el-estado-a-la-crisis-neoliberal: “Las feministas nos encontramos hoy, en otras palabras, en una disyuntiva. Debemos decidir qué interpretación de igualdad seguir. ¿Tomaremos la senda de la menor resistencia y adoptaremos interpretaciones liberales, meritocráticas, centradas en la elección y el mercado? ¿O seguiremos la senda más ardua y adoptaremos la interpretación democrática radical, que entiende la igualdad como plena paridad de participación en la vida social?”  Estas preguntas deben ser tomadas en cuenta quienes quieran continuar reflexionando en torno a las posturas debatidas alrededor de la condición humana en la historia.

 

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Destruir construyendo

Destruir construyendo José Antonio Robledo y Meza La sociedad mexicana, mediante la llamada Cuarta Trasformación y a principios del ...