La existencia del Pueblo Soberano y sus efectos en la política.
José Antonio Robledo y Meza
Los hombres aprenden uno del otro. Ningún hombre puede darle a otro su capacidad de pensar. Sin embargo, esa capacidad es nuestro único medio de sobrevivir. Ayn Rand
Varias son las preguntas que pueden formularse en torno a la relación entre el Pueblo Soberano y los ciudadanos que gobiernan y son gobernados bajo su Soberanía. ¿Qué podemos saber sobre el Pueblo Soberano? ¿Qué deberíamos hacer como subordinados de su Soberanía? ¿Qué puedo esperar bajo su Soberanía? ¿Cómo lo sabemos? Estas preguntas están relacionadas con las siguientes: ¿qué es una persona?, ¿qué tiene que hacer?, ¿qué sentido tiene la vida? Buscar respuestas es fundamental para la supervivencia humana. Es fundamental responder: ¿por qué vivimos? ¿Por qué hay un mundo? ¿Por qué estamos aquí?
Construir algunas respuestas tomando como fuente la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es el objetivo de esta reflexión.
¿Por qué el Pueblo Soberano es el principio de Autoridad y del cual emanan todos los poderes?
En el artículo 39 contenido en el Título Segundo, Capítulo I -De la Soberanía Nacional y de la Forma de Gobierno se establece que “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”
El artículo 40 establece que la Constitución es la Ley Fundamental: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, (…) unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.”
En el artículo 41 se define que la Constitución es la voz del Pueblo Soberano: “El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal”.
El artículo 133 reitera que la Constitución es la Ley Suprema: “Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión.”
De esta manera, y por lo dicho anteriormente, las relaciones políticas parten de una definición-axioma: Pueblo Soberano es la Persona fuente de toda Autoridad y Poder. Este es el principio incuestionable fundador de la República mexicana. Por afinidad el concepto de persona se aplica a quienes se denomina Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial. De esta manera la Autoridad Soberana le corresponde al Pueblo quién delega Poder al Presidente, a diputados, senadores y jueces. El Pueblo, como Autoridad Soberana, manifiesta su voluntad en la Constitución. La Constitución es la subordinante de todas las relaciones políticas que establezcan las personas en tiempo y espacio distintos.
En el contexto del Derecho la persona definida como Pueblo Soberano es una entidad colectiva abstracta-conceptual fuente y titular de todos los derechos. En el Pueblo Soberano se da el pensar argumentativo y la experiencia que lo verifica; el concepto de Pueblo Soberano es la base de la Unidad Nacional y Cosmopolita y es por ello que el Pueblo Soberano no se compromete con ninguna emoción o pasión particular.
El Pueblo Soberano siempre inspira la consecución de fines racionales y consecuentes con los resultados de la investigación científica. Estos fines están definidos por la ética laica y, por lo tanto, no está subordinada a posturas religiosas, ideológicas, místicas o irracionales. La ética laica hunde sus raíces en el Pueblo Soberano a título de fundamento, ya que todo cuanto es, es en el Pueblo Soberano; y nada puede ser ni concebirse al margen de Él. Y si uno de los atributos del Pueblo Soberano es el pensamiento racional crítico, de eso se sigue que todo es inteligible y obedece a las leyes racionales de la sociedad.
Finalmente, la política es la puesta en marcha histórica de la voluntad del Pueblo Soberano. La política es la interpretación histórica de la voluntad del Pueblo Soberano y como interpretación es corregible a la luz de la racionalidad crítica. En este contexto la política recibe en México el nombre de Cuarta Trasformación.
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