La autonomía universitaria
a debate
Tercera parte
José Antonio
Robledo y Meza
Colegio de
Filosofía, FFyL-BUAP
wa:
2223703233
Para
definir AUTORIDAD debe uno preguntarse a qué género o categoría de objeto
pertenece. Solo hay tres categorías, la de las cosas,
que incluye seres de carácter autónomo, que no se poya en otro concepto
(nombres propios, conceptos primitivos, básicos, fundamentales o nociones
primitivas no definidos en un contexto determinado). La categoría de las propiedades, que se refiere a las cualidades de
alguien (la altura de una montaña, la inteligencia de alguien), y la categoría
de las relaciones, que no son nombres absolutos
sino relativos.
La
Constitución en México define la autoridad de una universidad pública y una
jerarquía entre autoridades en el sistema educativo mexicano.
Una
autoridad escolar se relaciona con su comunidad por algunos atributos que le
son reconocidos: saber, presencia, carisma, etc.
Así pues,
el concepto de autoridad señala tres términos: un
agente (el subordinante), un receptor (los
subordinados) y un ámbito. El ámbito o campo de una universidad está
constituido por todas las actividades reales o conjunto de órdenes que regulan
estas actividades reales, por ejemplo, la docencia, la investigación, la
difusión de la cultura, el saber, y los códigos que regulan las prácticas
mencionadas. Esos códigos están explicitados en el caso de la BUAP en su Ley
que no debe contradecir lo expresado en la Constitución. Su autonomía está
vinculada al cumplimiento de esas normas tanto en las relaciones al interior de
la institución como en las relaciones hacia el exterior, sobre todo hacia las
otras autoridades del sistema educativo. La autoridad en una universidad es básicamente
epistemológica, aunque lo más consensual ha sido tener la presencia de autoridades
deontológicas en el sentido de autoritarismo.
Con
respecto a la autonomía universitaria cuatro tesis se puede sostener al
respecto: diferencia, independencia, autosuficiencia y causa primera. Veamos
una a una.
1) La
universidad es diferente a cualquier otra institución autónoma. Su relación con
la enseñanza-aprendizaje entre adultos, su relación con los sistemas
conceptuales (teorías científicas, especulaciones filosóficas, metafilosofía…),
su relación con la investigación en
torno a problemas originales y su relación con la difusión de la cultura, la
hacen única. Estas funciones determinan sus propias normas.
2) La
universidad es independiente, es decir que sigue leyes propias, instaurándose
literalmente como ley de sí misma; en este sentido cuenta con la libertad ética
de autoobligarse a sus propias normas.
3) La universidad
es autosuficiente para definirse, autárquica en el sentido de que se basta a sí
misma para describirse, explicarse y comprenderse;
4) La
universidad es una causa primera, una causa generadora no sólo de sí misma sino
también de todo el resto del sistema escolar, dada su supremacía.
La segunda
y tercera tesis suelen ir juntas, aunque en rigor el concepto de autonomía debe
distinguirse del de autarquía.
La última
tesis desborda el ámbito del concepto de autonomía; pero hay que mencionarla
porque constituye una posible implicación del mismo.
La tesis
capital, la que más importa clarificar, es la primera.
Afirmar
que la universidad es diferente equivale a poner una condición necesaria, no
todavía una condición suficiente (de la autonomía). A pesar de ello, toda la
continuidad del discurso queda estrechamente condicionada por este punto de
partida.
¿Diferente
de qué? ¿De qué modo? ¿Hasta qué punto?
¿Existe
una teoría sobre la universidad? Es necesario hacerlo y quienes deben hacerlo
son los propios universitarios. La teoría sobre la universidad no se debe
limitar a señalar la diferencia entre la universidad, la política y la moral; es
necesario partir de una vigorosa afirmación de su autonomía:
la universidad debe tener sus leyes, leyes que el universitario "debe"
aplicar y respetar. La teoría universitaria debe constituirse no con la
deducción sino con lo que llamó Pierce la abducción. Observando el “mundo real”
y explicarse con lo que ocurre en el mundo de la economía, política y cultura.
Su identidad es el cambio permanente como cambian las ciencias que explican los
fenómenos económicos, políticos y culturales y contando con un instrumento como
la Internet. La teoría de la universidad no debe construirse solo con valores
sino, con los resultados de la investigación científica y con la forma de
hacerlo: el método científico. La teoría debe construirse a dos voces; una la
ciencia y otra la filosofía.
La
autonomía de la universidad con respecto al
Estado (política) presupone otras diferencias: las diferencias con respecto a
las esferas económica y cultural.
La
autonomía universitaria va unida a la democratización de la política y
encuentra en esta referencia tanto su fuerza como su límite. Su fuerza porque
la verticalidad democrática se caracteriza por un desenvolvimiento ascendente,
de tal modo que el sistema de democracia política universitaria resulta de los
sistemas que típicamente reflejan y reciben las demandas que salen de abajo
(académicos y estudiantes). Su límite, porque este hilo explicativo se rompe en
el caso de los sistemas de naturaleza dictatorial, a los que se llama
"extractivos" precisamente porque se caracterizan por una
verticalidad descendente, por el predominio de órdenes que descienden. Esto
último es inadmisible por la naturaleza crítica racional de la comunidad.
En
estos momentos puede apreciarse que la polémica sobre la identidad y también
sobre la autonomía de la universidad no puede ser
más abierta. Un hecho es indudable: la ubicuidad y por lo tanto la difusión de
la universidad en el mundo con temporáneo.
Este
hecho puede ser interpretado de distintas maneras. Puede respaldar la tesis que
reduce la universidad a otra cosa, subordinándola de distintas maneras al
sistema social y a las fuerzas económicas o políticas; es la tesis de la
heteronomía, pero también, en su forma extrema, de la negación de la
universidad. O bien puede valorar la tesis opuesta, la que observa que el mundo
jamás ha estado tan "politizado" como hoy.
En
medio de estas dos tesis opuestas, se sitúan las incertidumbres de identificabilidad,
la dificultad de ubicar la universidad. A esta dificultad se puede vincular una
tercera tesis; la que ve en la dilución, y por lo tanto en la pérdida de fuerza
de la universidad, un eclipse de la universidad (pero no su heteronomía).
Tres
tesis, tenemos entonces:
1)
heteronomía, o abiertamente extinción;
2)
autonomía, predominio o, más
categóricamente triunfo;
3)
dilución, pérdida de fuerza, y en este sentido eclipse.
Estas
tres tesis aluden de diferente manera a la ubicuidad de la universidad, y
reflejan una distinta colocación de la universidad, y por lo tanto un modo diverso
de percibirla, identificarla y definirla.
No
se peca de descuido, entonces, cuando se vincula a la universidad, no tanto con
la "cientificidad intrínseca" de la disciplinas sino con la "autonomía"
del universitario, es decir con su separación de todos los modos de conocer la universidad
que primero fueron abarcados y filtrados por la lente especulativa, ética, jurídica,
sociológica, y otras más. Son varias las separaciones, como se ve; pero la
decisiva fue la separación de la filosofía. De hecho, ésta hizo posible el
surgimiento de una universidad en el sentido lato de la expresión. Todos los
saberes y conocimientos son importantes pero ninguno para subordinar la empresa
colectiva del sistema.
Finalmente,
podríamos definir a la universidad en lo que tiene de irreductible, como el
modo autónomo (ni filosófico ni científico de manera separada) de
"ver" la universidad en su propia autonomía. Pero
en cuanto mira hacia el futuro, la universidad parece destinada a ser reabsorbida
por alguno de los otros subsistemas (político o económico). En la medida en que
la universidad se consolide, deberá desarrollar una teoría endógena, fruto de
la reflexión que la comunidad realiza sobre sí misma.
(Continuará…)
Puedes leer
la Primera parte de “La autonomía universitaria a debate” aquí
La segunda
parte de “La autonomía universitaria a debate” aquí
No hay comentarios.:
Publicar un comentario