EL INGENIOSO HIDALGO DON
QVIXOTE DE LA MANCHA
numeralia
Numeralia de EL INGENIOSO HIDALGO
DON QVIXOTE DE LA MANCHA
Segunda parte
José Antonio
Robledo y Meza
Colegio de
Filosofía, FFyL-BUAP
wa:
2223703233
Para todos los
comprometidos en avanzar sobre la ruta de la 4T.
La palabra Quijote aparece 2,174 veces (0.57% frecuencia) y la palabra Sancho 2,147
(0.56% frecuencia); el nombre de Dulcinea aparece 282 veces (0.07% frecuencia),
el nombre de Rocinante aparece 206 veces (0.05% frecuencia) y el asno que monta
Sancho, nombrado por su color, Rucio aparece 119 veces (0.03% frecuencia). A
diferencia la palabra Xenofonte solo aparece una sola vez.
La escena
en la que el Ingenioso Hidalgo se hace con el dorado yelmo es tan divertida
como discreta e instructiva. El portador de éste no es un caballero sobre un
caballo rucio rodado, sino un barbero que cabalga a lomos de un asno pardo.
Notemos el disimulo de Cervantes cuando relaciona el yelmo dorado con el asno.
Algunos alquimistas lo harían con otro lenguaje: ¿no ha escondido Natura
fantásticamente el oro ya que el hombre buscándolo afuera, no se da cuenta de
que se parece a aquel que, buscando su burro, estaba montado en él?[1].
Lo que se
dice a continuación sigue los que Juli Peradejordi ha escrito en “Dichos y
refranes de Don Quijote y Sancho”.
Cervantes
escribe en el Quijote II (cap. 35): «el asno cargado de oro, sube
ligero por la montaña».
Para los
antiguos egipcios, el asno pardo era uno de los símbolos de Tifón, el más
estúpido de los animales domésticos, cuyo nombre egipcio era Seth,
palabra que significa «fuerza opresora y constriñente»[2].
El asno que ha de ser montado corresponde también a lo que los cabalistas
llamaban «la mala inclinación». Dos refranes populares se refieren a ello: «el
asno y la mala mujer, a palos se han de vencer» y «un asno y un diablo, pareja
entrambos». A propósito del asno, Plutarco escribió: pero Manetón afirma que es
al mismo tiempo Tifón a quien se llama Bebón. Esta palabra adquiere el sentido
de obstáculo, impedimento, como si se quisiera decir que el poder de Tifón se
opone al curso natural de las cosas y al empuje que las impulsa hacia donde
deben tender[3].
Tanto
Plutarco como el Libro de los Muertos explican que Horus, hijo de
Osiris, no aniquiló por completo a Tifón, sino que le privó de su fuerza y de
su actividad. Por eso se dice que la estatua de Horus que hay en Coptos lleva
en una de sus manos el miembro viril de Tifón[4].
Cervantes,
mediante un logradísimo símil, nos explica lo mismo cuando compara este barbero
a Castor, el cual viéndose acosado de los cazadores se azara y corta con los
dientes aquello por lo que él, por instinto natural sabe que es perseguido.
La
expresión «corta con los dientes» delata una relación entre la boca, órgano de
la palabra y aquello que Tifón simboliza, así como un conocimiento evidente del
rito de la circuncisión practicada por los judíos. Esta consta de tres
operaciones y, en la tercera, la boca juega un papel muy importante. Hoy en
día, los israelitas aceptan que ésta sea sustituida por un pequeño aparato mecánico,
aunque éste, como escribe Dominique Aubier, no puede reemplazar a la boca en el
complejo de un símbolo sagrado que se refiere a la Alianza. La boca representa
demasiado bien la función esencial del hablar cuando hay que poner de nuevo en
acción al Verbo que decide el Absoluto[5].
El color
pardo del asno evoca al de pelo de Esaú[6].
Al hablarnos Cervantes de un barbero nos da a entender la idea de cortar la
barba. Esaú se diferenciaba de Jacob, su hermano gemelo, porque era muy peludo,
mientras que el que sería sucesor de Isaac no lo era en absoluto. El Castor y
el verbo castorar, del que verosímilmente deriva castrar, parecen referirse a
lo mismo, y la historia de Esaú que troca sus derechos de primogenitura por un
plato de lentejas puede relacionarse con la del asno de Sileno, en la que Esaú
correspondería al asno, que, portador del brebaje de eterna juventud lo cambió
por unos tragos de agua.
El Diccionario
de la Lengua Española recoge más de 80.000 términos que forman parte del léxico
de nuestro idioma. Si se suprimen los arcaísmos, localismos o coloquialismos no
compartidos por España y América y se mantienen sólo las acepciones que tienen
un uso verificado en el español actual, aún persisten más de 54.000 vocablos.
Todos ellos forman parte de lo que se denomina vocabulario, es decir, el
conjunto de términos lexicales que se emplean para comunicarse en una lengua.
Al finalizar
el primer año de vida, el vocabulario de un niño se limita apenas a una o dos
decenas de palabras, a los dos años puede superar las 300 y en torno a los tres
años puede haber adquirido cerca de 1.000 términos. A partir de entonces,
comienza una larga carrera hasta alcanzar una correcta fluidez verbal que le
permita desenvolverse en diferentes ámbitos y que servirá de base para avanzar
en todas las áreas cognitivas que forman parte del currículum académico.
Sancho
Panza abrazando al rucio en el capítulo 53 de la segunda parte de la novela
La canción del
barbero
Man of La Mancha
(1972) - I, Don Quixote
The Impossible
Dream-Man of La Mancha
El hombre de la
mancha subtitulado canción 2
NATI MISTRAL en
SUEÑO IMPOSIBLE
Aquí puedes
leer la primera parte de la Numeralia de EL INGENIOSO HIDALGO DON QVIXOTE DE LA
MANCHA
https://mexicoelarboldelosmilfrutos.blogspot.com/2020/06/el-ingenioso-hidalgo-don-qvixote-de-la.html
[1] Citado en Cuatro Tratados de Alquimia, Ed.
Visión libros, Barcelona, 1979, p. 13.
[2] De Iside et Osiride, Ed. Glosa, Barcelona,
1978, p. 49.
[3] Ibídem.
[4] 5 De Iside et Osiride, op. cit., p. 55.
[5] Dominique Aubier, La réponse à Hitler ou la
mission juive, Ed. Le Qorban, Cabecico del aire - Carboneras, Almería, «La
circoncision», p. 236.
[6] Ver al respecto Génesis XXV, 25.
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