El amor y el vivir bien.
José Antonio Robledo y Meza
Definiré de inmediato el criterio que orientará mis reflexiones: la vida buena está inspirada por el amor y guiada por el conocimiento. Tanto el amor como el conocimiento pueden expandirse indefinidamente; por lo tanto, por buena que sea una vida, se puede imaginar una vida mejor. Este criterio está expresado de otra manera en el lema “Pensar Bien, para Vivir Mejor” que es el lema de una institución hoy manchada por la usurpación. Ni el conocimiento sin amor, ni el amor sin conocimiento, pueden producir una buena vida.
En la Edad Media, cuando había peste en algún país, los santos aconsejaban a la población que se reuniese en los templos y rezase a Dios pidiendo que los librase de la peste; el resultado era que la infección se extendía con extraordinaria rapidez entre las masas de los suplicantes. Este es un ejemplo de amor sin conocimiento. Las últimas guerras son ejemplos de conocimiento sin amor. En cada caso, el resultado fue el mismo: la miseria y la muerte en gran escala.
Aunque el amor y el conocimiento son necesarios, el amor es más importante, ya que impulsará a los inteligentes a buscar el conocimiento –mediante el estudio y la investigación-, con el fin de beneficiar a los que aman. Como el amor es extensible indefinidamente su límite es el amor al universo. El fin último es el amor y el conocimiento universal. Pero si la gente no es inteligente, porque no estudia e investiga, se contentará con creer lo que le han dicho y dicen, y estos decires hacen mucho daño a pesar de la benevolencia más genuina. Diría el Dante que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
En el mundo de los valores se pueden asociar conceptos como amor, conocimiento o saber –no ético sino científico e histórico-, deleite, benevolencia, bienestar, simpatía, amor sexual, crueldad, frialdad, discriminación, admiración, cariño, soledad, comprensión, felicidad, intención –fines, objetivos, metas-, deseos, premio, castigo, ética, moral, educación, guerra, paz, nobleza, y muchas más. El ordenar jerárquicamente los anteriores conceptos nos permitirá establecer un criterio y derivar en que consiste el vivir bien.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles, y pueden ser tanto placenteras como dolorosas. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es un ingrediente del vivir bien. No es fútil que el amor sea uno de los temas más frecuentes en artes como el cine, la literatura o la música.
Para leer:
Dante Alighieri, La divina comedia.
Para escuchar
Nat King Cole, El amor es algo maravilloso
Café Tacvba, Una Mañana
WA: 2223703233
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