Fundamentos filosóficos de la IV
Transformación
Primera
parte
José
Antonio Robledo y Meza
Colegio
de Filosofía, FFyL-BUAP
wa:
2223703233
Los actuales
problemas de nuestra cultura surgen de su incompleta racionalidad, de la
aplicación de grandes dosis de racionalidad en unos campos simultaneada con la
casi total ausencia de racionalidad en otros donde la simulación (hipocresía),
corrupción e impunidad prevalecen. Estos males sólo son curables ampliando el
ámbito de la racionalidad.
Frente a los
problemas coyunturales del covid-19 y la crisis económica la 4T debe producir
una nueva cultura que simplifique y facilite la vida, proporcionando pautas y
moldes de acción, producto de pertinentes discusiones, cuyos resultados nos
preparen para ser usados en próximos acuerdos y se manifiesten en las
elecciones por venir para elegir a las próximas autoridades.
Si lo anterior es
importante en la presente coyuntura, también lo es pensar en lo que está más
allá de ella. Así pues, hablaremos del
fundamento (lat. fundamentum) de la 4T, esto es, del
principio y cimiento sobre el
que se apoya la 4T; de la razón principal o motivo con que se
pretende afianzar y asegurar la 4T; de la raíz, principio y
origen en que la 4T tiene su mayor fuerza.
La pregunta sobre lo fundamental de la 4T es
preguntarse por lo que
sirve de fundamento o es lo principal en la 4T. Su raíz y fundamento teórico es
la Soberanía del Pueblo. El Pueblo Soberano es el axioma principal sobre el que
descansa la 4T y el devenir de la primera a la 4T es su apoyo histórico; la 4T
es el camino a construir hacia la intencionalidad colectiva denominada Nueva
República que incluye la discusión ética de un mundo posible. La 4T es la
dimensión política de la visión del mundo propuesta con el nombre de Nuevo
Proyecto de Nación. Todos estos aspectos guiados por el criterio de la
Racionalidad Crítica hacen posible la revisión permanente de las tres
dimensiones fundamentales de la 4T: teoría, historia y metodología. En este
sentido es de importancia capital la presencia racional de los opositores a la
4T.
La 4T incluye como concepción del mundo la
formación de ciudadanos por medio de procesos educativos tanto formales como
informales.
Pero ¿qué es la 4T? Hay que concebirla como un
procedimiento (camino) que, a
partir de la soberanía del pueblo, se sigue para conseguir algo, una forma ordenada
y sistemática de proceder (caminar) para llegar a un resultado o fin
determinado. La 4T es un proyecto de praxis política del pueblo mexicano que se
asume soberano y define como intención el construir una Nueva República. La
forma ordenada de caminar por la senda de la 4T está definida en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La
4T es un proceso de acción colectiva porque los mexicanos comparten
en sus planes de vida un fin que ninguno de ellos puede realizar por separado. Si se comportan racionalmente, pueden
unirse en un pacto cooperativo -la Constitución- para, entre todos, conseguir
el fin perseguido: la Nueva República El pacto cooperativo exige ciertas
concesiones y obligaciones mutuas que han de ser asumidas por los agentes como
fines propios.
Para que los
mexicanos compartan una intención y lleven a cabo una acción colectiva es
necesario que cada uno de ellos haga una acción individual en la creencia de que,
si cada uno de ellos hace su correspondiente acción individual, se conseguirá realizar
la intención común de construir una Nueva República. En la acción colectiva no
basta con la intención común, es necesaria la acción individual guiada por la
intención común.
De esta manera, la
4T se revela como un tipo de acción o praxis mediada, convencional y compuesta.
Más adelante desarrollaremos esta idea.
La 4T es una
construcción artística porque todos los involucrados deben vivirla
premeditadamente: algunos creando propuestas, otros ejecutándolas.
La 4T requiere la
construcción de un medio de bienestar, esto es, el conjunto de condiciones
objetivas -intereses- que determinan la supervivencia, la salud, el despliegue
de las capacidades y actividades características de los interesados en llevarla
a cabo. Los intereses característicos
son: supervivencia, salud, libertad, dinero, seguridad, tranquilidad, compañía,
información, posibilidad de los placeres de la conversación, del sexo, del
contacto con el arte y la naturaleza, ausencia de dolor, de miedo, de ansiedad,
de depresión, etc.
El bienestar es
más universal y objetivo que el placer; es una situación en la que se dan una
compleja serie de condiciones objetivas físicas y sociales; es un estado de
larga duración y es el tema y el fin central de toda política racional.
La 4T debe tener
a su favor la cultura del pueblo mexicano que permita a los mexicanos a comportarse
de manera racional; es aquí donde se revela la importancia de la construcción
de nuevas pautas culturales por medio de los procesos educativos. En este
sentido, la cultura mexicana ha empezado a mostrarse al mundo como un conjunto
de pautas de conducta, de instituciones, de ideas, etc.
En resumen, los
mexicanos hemos decidido, a través de la 4T, mostrar nuestra racionalidad
político-cultural explicitando nuestros fines e intereses comunes y cuestionando
y discutiendo las pautas culturales relativas a él, sopesando su eficacia,
modificándolas o sustituyéndolas por otras nuevas diseñadas ad hoc,
según su respectivo rendimiento y con vistas a la maximización de la consecución
de nuestros fines y de la satisfacción de nuestros intereses. La 4T es la
racionalidad-crítica en marcha.
La evaluación de
lo hecho hasta ahora será objeto del próximo proceso electoral en 2021.
(Continuará)
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