martes, 4 de agosto de 2020

Fundamentos filosóficos de la IV Transformación

Fundamentos filosóficos de la IV Transformación
Segunda parte
José Antonio Robledo y Meza
Colegio de Filosofía, FFyL-BUAP
wa: 2223703233

Nuestro presente republicano procede de la muerte de la monarquía despótica, tiene el propósito cotidiano de conservar y definir la nacionalidad que nos pertenece constitucionalmente:

Artículo 39.- La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Artículo 40.- Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.

El proceso se inició de 1808 a 1812 (Hidalgo-Constitución de Cadiz); se trató de eliminar el despotismo conservando a la monarquía. El intento puede verse en al Acta de Independencia del Imperio Mexicano (1821).

Fotografía del Documento Original del Acta de Independencia del Imperio Mexicano, 
Documento Fundacional de la Nueva Nación Mexicana.

Desde ese momento surgen dos tendencias, dos utopías basadas en el optimismo:

a) la tendencia republicana y
b) la tendencia monárquica.

El marco común de ambas tendencias era el programa de la Ilustración. 

“La Ilustración significa el abandono del hombre de una infancia mental de la que él mismo es culpable. Infancia es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puericia es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude «¡Atrévete a pensar!» He aquí la divisa de la Ilustración.” Immanuel Kant (1724-1804), ¿Qué es la Ilustración?

La tendencia republicana desconfiaba del tirano. El optimismo ilustrado se le sueña por la vertiente de un utopismo democrático liberal, alimentado por una fe romántica, en un determinismo progresista: terminó en la desconfianza en el hombre.

La tendencia monárquica era constitucionalista. El optimismo ilustrado se le sueña por la vía de una utopía personalista, alimentado por la fe tradicional de la visión católica, el elemento religioso tradicional, que es recelo en la flaqueza humana: acabó por confiar en ella.

Las dos tendencias se complementaron.

Sólo hubo dos manifestaciones que quisieron llegar a la pureza en la acción y en la doctrina:

a) La dictadura de Santa Anna en la tendencia monárquica y
b) La Constitución del 1857 en la tendencia republicana.

Las dos utopías “nos pertenecen en el pasado entrañable y su diálogo es el proceso forjador del ser nacional... de tanto odiarse se contagiaron mutuamente para alcanzar una síntesis de sus virtudes y de sus defectos y cuya corrección y pulimento no se ha terminado aún. Ese contagio ocurrió en el campo liberal cuando el providencialismo va a convertirse en presidencialismo; es el momento de Ayutla y en ello estiba su sentido histórico más profundo.” (Edmundo O’Gorman, Plan de Ayutla)



Así, el hombre-Dios providencialmente previsto y que pudo ser Comonfort, resultó Porfirio Díaz y, a la larga, el ciudadano presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Los conservadores se equivocaron buscando al emperador en Austria cuando en Oaxaca estaba Juárez. 

La amalgama de hombre providencial dentro del sistema tiene su punto de arranque en Ayutla. Por ello su centenario es digno de celebración, porque fue algo que se hizo posible no contra la historia sino con la historia.

El periodo de 1814-1854 marca la primera etapa de la historia del republicanismo mexicano que incluye los siguientes seis ensayos: 

1) monarquía con príncipe (Iturbide), 
2) la república federal, 
3) la república central (1836, monarquía sin príncipe encarnada por el Supremo poder conservador), 
4) promonarquía con príncipe extranjero, sin intervención (las declaraciones de Gutiérrez Estrada), 
5) el retorno federalista, una renovación doctrinal, más que una restauración precaria (las tesis de Alamán y la nueva ofensiva de los monarquistas es vista como la conciencia de la necesidad del apoyo extranjero, que a los conservadores les implica el dilema entre barbarie y civilización), 
6) la dictadura conservadora (monarquía de príncipe mexicano con intervención no armada). 

Para los liberales todo ello representa un dilema: reformar o transigir y llegar a una solución: transformar la sociedad mexicana.

La solución conservadora también se radicaliza: monarquía con príncipe extranjero e intervención armada.

El fondo de la dialéctica es el enfrentamiento entre sistema y persona.


Fundamentos filosóficos de la IV Transformación. Primera parte:

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