jueves, 30 de marzo de 2023

Convertir a las universidades públicas en un bien público

Convertir a las universidades públicas en un bien público

José Antonio Robledo y Meza

 

Es una clara demanda popular realizar cambios en todas las instituciones mexicanas. Sobre todo, en las instituciones de Educación Superior (IES). El pueblo demanda se lleven a cabo trasformaciones donde no se permita el influyentismo, la corrupción, el racismo, el clasismo, los contratos a grupos con intereses creados y eliminar los innecesarios contratos de publicidad.

¿Es posible pensar en la vigencia de la Universidad Pública bajo el marco coyunturalmente adverso que hoy existe?

Si la respuesta es NO. Vayámonos a casa que estamos perdiendo el tiempo.

Si la respuesta es SI. Tenemos que partir de aceptar al menos cuatro cosas: cambio en la organización de los saberes y conocimientos, la apertura de la universidad a la sociedad e incrementar el pluralismo y la libertad, construir un ambiente cada vez más democrático que obliga a realizar cambios en su estructura de gobierno.

Concepción de la vida como un proceso de solución de problemas. Concepción de una universidad propensa a la solución de problemas.

Problemas inmediatos:

1) Construir un sistema universitario propenso a la solución de problemas.

2) Reorganización del sistema en su estructura académica teniendo como horizonte la interdisciplinariedad.

3) Reconstrucción del subsistema político-administrativo de las Instituciones de Educación Superior.

La solución de problemas requiere de propuestas audaces; de soluciones provisionales, seguidas por la crítica y la auténtica posibilidad de cambio a la luz de las críticas. Se requiere incrementar el racionalismo-crítico.

¿Es posible construir un mejor sistema universitario?

La respuesta es SI lo cual requiere ajustarse a dos principios básicos (en un ambiente de convivencia democrático) que son los principios generales de la política pública:

1) Reducir al mínimo el sufrimiento evitable; minimizar las desventajas; localización y solución de males sociales específicos por los que están sufriendo determinados seres humanos.

2) Aumentar al máximo la libertad de los individuos para vivir como quieran; subvención y promoción masiva de la educación, las artes, la vivienda, la sanidad y todos los aspectos de la vida social, pero siempre con el efecto de extender el margen de elección y, por tanto, de libertad al alcance de los individuos.

La racionalidad, la lógica y el enfoque científico ha derivado, en términos generales, en la construcción de dos tipos de instituciones:

1) instituciones centralizadas, planificadas y ordenadas rígidamente Y

2) a) instituciones “abiertas” y pluralistas, en las que se expresan puntos de vista incompatibles y se persiguen fines conflictivos;

b) instituciones en la que todo mundo puede investigar situaciones problemáticas y proponer soluciones;

c) instituciones en la que todo mundo es libre de criticar las soluciones propuestas por otros, especialmente las del gobierno, tanto en proyecto como en plena aplicación; y, ante todo,

d) instituciones en la que la política cambia a la luz de las críticas.

e) Es requisito fundamental que los que se hallan en el poder puedan ser relevados de sus cargos a intervalos razonables y sin violencia, y remplazados por otros con diferentes programas.

f) Hay que considerar a la democracia en términos de la preservación de cierto tipo de institución, concretamente la que permite a los gobernados criticar a sus gobernantes y sustituirlos sin violencia.

g) En instituciones abiertas existen los principios de revocabilidad y relevo.

Es necesaria, por lo tanto, una tecnología política (o administrativa), una tecnología que incorpore una actitud permanente de crítica respecto a los medios de organización disponibles, a la luz de los cambios de objetivos. Mayor democracia para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es definir políticas de gobierno racionales y críticas.

Debe considerarse la concepción de una universidad propensa a la solución de problemas.

1) Construir un sistema universitario propenso a la solución de problemas sociales.

2) Reorganización del sistema en su estructura académica teniendo como horizonte la interdisciplinariedad.

3) Reorganización del subsistema político de las IES.

La solución de problemas requiere de propuestas audaces; de soluciones provisionales, seguidas por la crítica y la auténtica posibilidad de cambio a la luz de las críticas. Se requiere incrementar las actividades críticas.

No se trata de trabajar por la Universidad, sino a pedir a los universitarios que trabajen por el pueblo. El pueblo cumple sosteniendo a la Universidad y ahora es menester que ella corresponda.

Estos fenómenos se presentan debido a la composición del subsistema político-burocrático que se ha sostenido por años al interior de las IES constituyéndose en uno de los obstáculos para hacer efectivo el Derecho a la Educación en la coyuntura actual.

Es en las IES que deberá convertirse a la educación pública media y superior en un bien público de acceso universal gratuito. Las tareas a realizar son enormes. Exige aprovechar e incrementar las capacidades de las IES en materia de infraestructura, personal académico, en materia de innovación tecnológica y de gestión; por otro lado, significa desarrollar procesos de descentralización, diversificación y especialización regional de las IES. ¿En este contexto cuáles son las políticas y programas para reforzar a las instituciones públicas educativas existentes? ¿Cuál debe ser el rol de las IES en relación con el sistema universitario “Benito Juárez” y las escuelas normales y la Universidad Pedagógica? ¿Cuáles deben ser los mecanismos de coordinación y cooperación entre IES públicas emanadas en momentos y procesos diversos dando origen a las actuales problemáticas de atomización, heterogeneidad y ausencia de acciones de acompañamiento y complementariedad de las políticas públicas en materia de educación superior?

La experiencia pasada del confinamiento escolar ¿cómo debe aprovecharse? ¿Cómo revertir el desprestigio de las autoridades escolares?

Todo pasa por adoptar una visión amplia -en tiempo y espacio- del sistema escolar.

Se trata de convencer a la sociedad de que conviene proteger la excelencia intelectual que es el principal patrimonio de la BUAP; impulsar los cambios en su estructura administrativa derivados de la nueva reorganización del conocimiento y saberes.

Se trata de defender los derechos fundamentales de la Universidad: autonomía asociada a la libertad de cátedra e investigación lo que obliga a las administraciones universitarias a cumplir con la austeridad republicana y combatir la corrupción.

Concluyo señalando al menos cuatro características de una universidad pública: conservar una tradición de valores (crítica, democracia, divergencia de opiniones, fines e intereses) y de libertad; promover el mejor y más elevado trabajo intelectual; proteger el disenso; educar a los jóvenes al margen del racismo, del clasismo y la corrupción.

 

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domingo, 26 de marzo de 2023

La necesaria reforma del poder judicial. La lógica de la justicia a partir de sus fundamentos

La necesaria reforma del poder judicial. La lógica de la justicia a partir de sus fundamentos

José Antonio Robledo y Meza

 

La justicia nació de la necesidad de mantener la armonía entre las relaciones de personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de estos. Los romanos distinguían entre el ámbito jurídico -ius- y el moral -fas-. Distinguir estos ámbitos no significa que estén disociados, sino que plantea el reto de armonizarlos sabiamente.

La justicia está fundamentada en un conjunto de criterios o reglas. Dos son los fundamentos de la justicia: el  cultural (democracia) y el formal (las leyes), que intervienen dentro del mismo concepto.

El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo y otros aspectos prácticos de cómo deben organizarse las relaciones entre personas. En toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo justo y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción. En esta dimensión es necesario responder las siguientes preguntas: ¿qué es justicia? ¿Qué demanda de los individuos y sociedades? ¿Cuál es la distribución apropiada de riqueza y recursos en la sociedad?: ¿igualdad, meritocracia, de acuerdo al estatus, o alguna otra posibilidad?

John Rawls afirma que “La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, así como la verdad es a los sistemas del pensamiento”. Al ser la primera virtud la justicia puede ser pensada como distinta y más fundamental que la ley, la benevolencia, la caridad, la misericordia, la generosidad o la compasión.

El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones. El código subordinante de todos los demás códigos es la Constitución en ella radica la soberanía y, por lo tanto, es causa y efecto del fundamento cultural.

Básicamente hay una doble especie de justicia: la conmutativa o reguladora y la distributiva. La primera consiste en el mutuo dar y recibir. Ejemplo: la compraventa, la intercomunicación, la conmutación. La segunda -la distributiva- consiste en la distribución por la cual el que manda o administra da a cada uno según su dignidad, así como la organización de la familia o de cualquier multitud.

Si se acepta junto con Rawls que “La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales” y que aún cuando sean diferentes los códigos jurídicos y las conductas asociadas a ellos, entonces surge la necesidad de hablar de las virtudes morales.

Hay dos tipos de virtudes morales: las que tienen su punto de referencia en las pasiones (apetito de algo o afición vehemente a ello): la templanza (moderación) asociada a la concupiscencia (ambición), la fortaleza asociada al temor y la audacia, la mansedumbre asociada a la ira. Todas estas, virtudes y pasiones están en la parte sensitiva.

Por otro lado, están las virtudes que tienen su punto de referencia en las operaciones como la justicia, en el dar y recibir. Esta virtud está en la voluntad. Las perfecciones presentes en el dar y recibir, están definidas por el Pueblo Soberano proporcionalmente. Y la voz del Pueblo Soberano se encuentra registrada en la Constitución.

Los jueces deben actuar moralmente no solo justificando su conducta con el fundamento formal sino armonizarlo con el fundamento cultural. Y esto puede hacerse considerando lo establecido por el artículo 1 Constitucional -derechos humanos- y el fin o intencionalidad de la Constitución, que no es otra cosa que mejorar a la sociedad y a las personas. Todo (personas y Constitución) está subordinado a la máxima soberanía que es el Pueblo Soberano que mandata la supremacía de la justicia. A cada uno se le debe dar lo que es suyo. En este sentido, la justicia -contradictoria a la corrupción imperante- promovida por la 4T mira por el propio decoro de la máxima soberanía, pues se da (justicia) lo que a mismo se debe (derechos humanos).

La verdad constitucional está en el intelecto, la justicia está en la voluntad. Y se exige que los jueces y abogados en general, armonicen los criterios o reglas de los fundamentos formal y cultural de la justicia.

Lo que las cosas son o no son depende que la palabra sea verdadera o falsa. En el campo de la justicia es necesario armonizar de tal manera que reglas y medidas se adecuen al intelecto y a la voluntad.

El juez hace un buen trabajo cuando es fiel a los principios del derecho, la relación entre obra justa y ley.

Así, pues, la justicia impartida por los representantes del Pueblo Soberano, constituye el orden en las cosas adecuado a su sabiduría, que es su ley, y que es llamada correctamente verdad de la justicia.

La justicia, en cuanto ley reguladora (Constitución), está en la razón o intelecto; en cuanto mandato, por el que se regulan las obras según la ley, está en la voluntad.

La verdad es una determinada virtud por la que alguien, con palabras y hechos, se manifiesta tal cual es. Y consiste en la conformidad entre signo y significado; pero no en la conformidad entre efecto y causa y regla, correspondiente, como se dijo, a la verdad de la justicia.

Hay dos tipos de leyes (verdades):

1) la que tiene como causa las cosas, esto es, cuando las cosas son la regla y medida del intelecto, entonces el intelecto se debe adecuar a las cosas; lo que las cosas son o no son depende que nuestra palabra sea verdadera o falsa (verificación o verdad empírica).

2) la que tiene como causa al intelecto, esto es, el intelecto es la regla y medida de las cosas y, entonces la verdad consiste en que las cosas (obras de los jueces) se adecuen al intelecto.  Un juez hace un buen trabajo cuando es fiel a los principios del arte de ser juez. La relación entre obra justa y ley. Cuando la obra de un juez no es idéntica a la ley entonces se habla de corrupción. Un juez se corrompe cuando aplica la ley de manera desigual, cuando perjudica a los pobres por el solo hecho de no poder comprar su inocencia, cuando provoca frustración, violencia, conflictos sociales, cuando se comporta privilegiando el racismo y el clasismo.

Son expresiones de la corrupción de un juez cuando apoya la práctica del soborno de los poderes transnacionales (Odebrech, Iberdrola, Repsol, OHL y BBVA), a los opulentos por el solo hecho de serlo, a la frivolidad como formas de vida de las élites, cuando apoya al modelo neoliberal que socializa pérdidas, privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recursos naturales y de los bienes del pueblo y la nación. Son corruptos los tribunales que castigan a quienes no tienen con qué comprar su inocencia y protegen a potentados y a grandes corporaciones empresariales que roban al erario o no pagan impuestos, apoyan la impunidad de quienes solapan y esconden fondos ilícitos en paraísos fiscales, apoyan la usura que practican accionistas y administradores de los llamados fondos buitres.

De lo anterior podemos derivar una verdad general: si la corrupción es el principal obstáculo para el ejercicio del derecho a una vida libre de temores y miserias, entonces la corrupción de los jueces es causa de la corrupción en la política, la moral, la economía, de los sistemas legal, fiscal y financiero. Son los jueces corruptos quienes alteran el orden de las cosas adecuadas, al intelecto de justicia que es su ley; si esto es así entonces las palabras de los jueces son falsas y decimos que son portadoras de la injusticia.

Hoy en México, el Estado mexicano, ha despertado de su letargo, ha salido de la rutina neoliberal, del formalismo. El Estado mexicano se está reformando, ha denunciado y está combatiendo la corrupción, lucha contra la desigualdad, combate el malestar social con más decisión, profundidad, con más protagonismo y con más liderazgo. El Estado mexicano está aplicando la fórmula de desterrar la corrupción y destinar al bienestar del pueblo todo el dinero liberado, con el criterio de que “por el bien de todos, primero los pobres”.

Hoy día el poder judicial está asociado, por sus prácticas, al mal de la corrupción y es necesario que se reforme. Y esto puede hacerse de dos maneras, desde él mismo o desde la autoridad de los otros dos poderes, el legislativo y el ejecutivo. Y se agota el tiempo para la reforma surgida desde su interior.

Es momento de armonizar el fundamento formal y cultural de la justicia. Es momento de armonizar la justicia con la democracia.

 

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jueves, 23 de marzo de 2023

La locura de la justicia.

La locura de la justicia.

José Antonio Robledo y Meza

 

“Adiós abogado sin título”,

“Adiós título sin abogado”.

 

¿Qué clase de locura es aspirar a la justicia?

La justicia es una locura -algunos le llaman “utopía”- que recorre las páginas de la magna obra de Cervantes. Para responder a la pregunta formulada acudiremos a las opiniones, consejos, comentarios y sentencias de sus personajes. ¿Cuál es el concepto de justicia que Don Quijote tiene?

La Nueva República propuesta por la 4T, es un ejemplo de un mundo posible; será como lo dice Don Quijote en su discurso sobre las armas y las letras: “No hablo ahora de las letras divinas (que tienen por blanco llevar y encaminar las almas al cielo, que a un fin tan sin fin como este ningún otro se le puede igualar), hablo de las letras humanas, cuyo fin y paradero es entender y hacer que las buenas leyes se guarden, quiero decir, poner en su punto la justicia distributiva y dar a cada uno lo que es suyo (I, 37).

Al igual que Don Quijote los hacedores de historia tienen por misión eliminar los "abusivos" privilegios existentes. En donde Cervantes muestra su postura con respecto a la justicia, es en el memorable capítulo XLII de su segunda parte donde se plasman una serie de valores universales, piedras angulares de la Justicia, tales como: “imparcialidad, libertad, independencia para juzgar y equidad”.

Hoy día, algunos reprocharán a Cervantes no tener estudios académicos de derecho; otros le recriminarán el tener antecedentes penales ya que fue huésped de una de las cárceles de su tiempo. “Algo” debió haber aprendido de derecho puesto que su abuelo Juan de Cervantes - nacido en Córdoba en 1470- fue jurista. Sea como fuere, Cervantes, vía el caballero andante es un ejemplo de humanista ilustrado, y de tener un ferviente deseo de construir un mundo mejor… ¡una quijotada!

Veamos parte de esta locura a través de algunos consejos que el heroico caballero da a su escudero Sancho cuando es nombrado gobernador de la Ínsula Barataria.

“Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico.”

“Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre.”

“Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

“Si acaso doblas la vara de la justicia, no sea con el peso del soborno, sino con el de la misericordia (…) y en todo cuanto esté de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios son todos iguales, más resplandece y campea a nuestro modo de ver el de la misericordia que el de la justicia”.

“Cuando te sucediese juzgar algún pleito de algún enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso.”

“Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones”.

“Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.”

Estos consejos son acerca de cómo debería Sancho conducirse a la hora de juzgar, de practicar una justicia que se precie por su equidad. Una justicia garante de los derechos fundamentales de los ciudadanos no solo en su formulación, sino también en su aplicación.

Los consejos del Quijote a Sancho resultaban una verdadera locura, pero pasados los años gozan, junto a la libertad y a la igualdad, de la consideración de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que en su Artículo 1o. señala:

“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.

A pesar de todo, la justicia avanzó, avanza y avanzará, ¡¡¡Una Quijotada!!!

 

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domingo, 19 de marzo de 2023

La oposición a Juárez durante la República Restaurada

La oposición a Juárez durante la República Restaurada

José Antonio Robledo y Meza

 

La primera presidencia de la República Restaurada fue ejercida por Benito Juárez (1867-1872) y fue consecuencia de la derrota del Segundo Imperio. La restauración republicana en México comenzó el 15 de julio de 1867, cuando Benito Juárez regresó a la Ciudad de México luego de su victoria contra el Segundo Imperio.

Entre 1865 y 1867, se registraron varios sucesos en el ámbito internacional que influyeron en la caída del segundo imperio. En Europa, las tensiones entre varios países estaban a punto de detonar enfrentamientos bélicos en los que estaría involucrada la Francia de Napoleón III. Este hecho provocó que el gobierno francés retirara el apoyo a Maximiliano de Habsburgo.

Juárez desde la presidencia de inmediato convocó a elecciones, en las que resultó triunfador, y su siguiente período presidencial estuvo orientado a reparar la economía, impulsar la educación, fomentar la seguridad pública, terminar con las gavillas de ladrones y caciques que asolaban al país. Al presentarse el período electoral de 1871, los candidatos fueron Juárez, Lerdo y Díaz. Luego de las elecciones, Juárez se reeligió y Díaz proclamó el Plan de la Noria con el que desconocía a Juárez. Una nueva revolución sacudió al país, pero en julio de 1872 Juárez murió y la revuelta, prácticamente derrotada, se acogió al indulto del nuevo presidente Sebastián Lerdo de Tejada.

Roto el conservadurismo, las riquezas de la Iglesia confiscadas, destruido la fuerza del “Partido Conservador”, desacreditada la monarquía -ligada a la intervención extranjera-, la República Restaurada puede caracterizarse por la lucha por el poder entre liberales.

La alianza liberal después de expulsar a los franceses era mucho más amplia y heterogénea que la triunfante en la Guerra de los Tres años que acabó en 1860. El apoyo a Juárez en 1867 era muy amplio. Sin embargo, en agosto antiguos defensores estaban descontentos para que Juárez continuara en la presidencia. Algunos lo consideraban demasiado intransigente para trabajar en la tarea de reconciliación y reconstrucción, otros pensaban que nueve años en la presidencia, aunque sólo cuatro de ellos como presidente electo constitucionalmente, eran más que suficientes, otros afirmaban tener temor, por las tendencias centralistas de su gobierno, finalmente, otros veían en él tendencias dictatoriales. En su conjunto, fueron causa de que la alianza republicana se escindiera.

Integrado a lo anterior otro factor de la escisión republicana fue la reorganización militar. El 27 de julio Juárez reorganizó el ejército; el destino de quienes habían aceptado empleos en el imperio. Por breve tiempo el gobierno adoptó una política de persecución, que según la ley del 16 de agosto de 1863 comprendía la confiscación de las haciendas de todo aquel que hubiera servido al imperio. Se enjuició y fusiló a algunos, se condenó a cárcel a otros, se desterró a doce destacados partidarios del imperio y a un número mayor se les puso en libertad bajo palabra con vigilancia oficial. Al poco tiempo una orden presidencial conmutó las confiscaciones, sustituyéndolas por un sistema de multas. Algunos liberales exigían el pleno cumplimiento de la ley, otros condenaban las persecuciones por inconstitucionales e instaban a que se expidiera una ley de amnistía.

El gobierno trató de seguir un rumbo intermedio: la Convocatoria para elegir al presidente, magistrados de la Suprema Corte y diputados al IV Congreso, del 14 de agosto 1867. La convocatoria, decretada por Sebastián Lerdo de Tejada, traía anexa una disposición para que, en el momento de escoger el colegio electoral, los votantes manifestaran su aprobación o su inconformidad con una propuesta que autorizaría al Congreso a discutir e implantar cinco reformas a la Constitución sin necesidad de actuar conforme al proceso constitucional de reformas. Estas reformas eran 1) la creación del senado para diluir el poder legislativo, 2) dar al presidente el derecho de veto sobre proyectos de ley, 3) autorizar a los ministros a contestar en comunicaciones escritas las averiguaciones del Congreso, 4) limitar el poder de la Comisión Permanente para convocar sesiones especiales del pleno del Congreso, 5) permitir al Congreso fijar la línea de sucesión a la presidencia más allá del presidente de la Suprema Corte.

Varios se opusieron a las reformas, otros negaron la urgencia y los méritos de las mismas, otros más atacaron la rehabilitación de los imperialistas y del clero que la convocatoria propugnaba en sus artículos 22-26, otros contra la iniciativa presidencial de reforma constitucional mediante el plebiscito sin hacer caso de la ratificación por las legislaturas de los estados.

La oposición a Juárez se alentó desde la prensa. Manuel María de Zamacona dirigió la lucha desde su periódico El Globo (19.08.1867), en el cual calificaba al procedimiento de ataque a la Constitución y recomendaba boicotear el plebiscito; Pantaleón Tovar desde El Siglo XIX se opuso a la forma de presentar las propuestas. El 20 de agosto de 1867 apareció en diez periódicos de la capital una protesta contra la convocatoria firmada por El Boletín Republicano, La Conciencia Pública, El Constitucional, El Defensor del Pueblo, El Diablo Amarillo, El Globo, El Monitor Republicano, La Orquesta, El Siglo XIX, y La Sombra.

La primera protesta colectiva de esos mismos periódicos fue contra el artículo 4 de la ley del 14 de agosto de 1867 sobre la libertad de prensa. Muchos de los firmantes se opusieron después a la elección de Juárez y algunos se volvieron porfiristas. José Díaz Covarrubias, director del Diario Oficial, hizo eco de las protestas. El Correo de México, de Ignacio M. Altamirano, publicó durante seis semanas editoriales hostiles a la convocatoria y que venían de todos los rumbos del país.

Las actitudes de la prensa de la capital durante el verano y el otoño de 1867 muestran cómo se disolvió la coalición de la época de guerra. La Orquesta se puso en oposición al gabinete a fines de julio. El Globo, en la segunda semana de agosto empieza a apremiar para que se actuara con mayor rapidez sobre la convocatoria y se regresara al gobierno constitucional. Sus primeros ataques frontales se dirigieron a las reformas y al plebiscito contenido en la convocatoria. A mediados de septiembre se volvió acérrimo enemigo del gobierno e impulsó la candidatura de Porfirio Díaz. El Correo de México, en septiembre imprimía argumentos en contra de la reelección de Juárez. El 1 de octubre de 1867 incluyó un extenso artículo, original de José María Mata, que citaba la convocatoria como razón para que el “Partido Demócrata Constitucional” retirara su respaldo electoral a Juárez y apoyara a Díaz.

El tema de la convocatoria fue el factor más destacado para la creación de la oposición porfirista, del partido antijuarista que se llamó según el caso “Partido Constitucionalista” o “Partido Progresista”.

Los opositores a Juárez eran en su mayoría abogados y periodistas.

 

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viernes, 17 de marzo de 2023

Batallón de San Patricio

Batallón de San Patricio

José Antonio Robledo y Meza

 

El Batallón de San Patricio es conmemorado en dos diferentes días en México: el 17 de marzo, día de San Patricio y el 12 de septiembre, el aniversario de las primeras ejecuciones. Hay un monumento dedicado a ellos en la Plaza frente al convento de San Diego Churubusco. De igual forma se les recuerda en varias escuelas, templos y monumentos.

El Batallón de San Patricio era una unidad militar compuesta de varios cientos de inmigrantes europeos que lucharon en el Ejército Mexicano contra la invasión de los Estados Unidos en la llamada Intervención estadounidense en México, de 1846 a 1848. Los efectivos del Batallón de San Patricio eran desertores del Ejército de los Estados Unidos, formado principalmente por inmigrantes de origen irlandés y alemán, además de una minoría de canadienses, ingleses, escoceses, polacos, franceses, italianos y algunos extranjeros residentes en México, la gran mayoría católicos. Tomaron el nombre del Santo Patrono de Irlanda.

Una historia popular, base de la película de 1999 Héroes sin Patria (One Man's Hero), en la que Tom Berenger interpreta al comandante de la brigada John O'Reilly, relata que el núcleo de la unidad se formó como consecuencia de los severos castigos impuestos a soldados católicos (especialmente irlandeses) debido a la desconfianza que los mandos militares tenían en contra de ellos, ya que, por motivos religiosos, los consideraban más cercanos a Roma que a Washington, y por lo tanto, más afines a la causa de los mexicanos que compartían la misma religión. Es sabido que el ejército de México reclutaba activamente estadounidenses católicos y ofrecía importantes concesiones de tierras a quienes se pasaran al ejército de México.

Aunque en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos algunos soldados cambiaron de bando, nunca en la historia del ejército de los Estados Unidos se había formado una unidad de desertores en el ejército enemigo.

Su bandera estaba formada con un fondo verde, y de un lado un arpa dorada y las palabras Erin Go Bragh (Irlanda Por Siempre), y por el otro una imagen de San Patricio, el santo patrono de Irlanda, y las palabras 'San Patricio'. Otra versión habla de varias banderas, con los símbolos dorados de arpas, San Patricio y tréboles.

Los miembros del Batallón de San Patricio capturados por el ejército estadounidense sufrieron muy duras represalias: habían sido responsables de algunos de los más duros combates que causaron más bajas a los estadounidenses a quienes se enfrentaron. Los que formaban parte del ejército estadounidense antes de la declaración de guerra oficial, el capitán Rilley entre ellos, fueron azotados y marcados con hierro candente en la cara, con la letra "D" de desertores, y sentenciados a trabajos forzados y no les daban de comer. Los que entraron en el ejército mexicano tras la declaración de guerra, fueron ahorcados en masa como traidores, viendo de frente el sitio de la Batalla de Chapultepec el 13 de septiembre de 1847. Por orden del General Winfield Scott, fueron ejecutados precisamente en el momento en que la bandera de Estados Unidos reemplazaba a la de México en lo alto de la ciudad. Cuando la bandera alcanzó lo más alto de la asta, se abrió la trampa del cadalso.

Los restos del batallón fueron comisionados para sofocar algunos levantamientos aislados después de firmada la paz con los EE. UU.

Los que sobrevivieron a la guerra, desaparecieron de la historia. Unos pocos pudieron reclamar las tierras prometidas por el gobierno mexicano. John Riley murió a finales de agosto de 1850 y fue enterrado en Veracruz el 31 de agosto de ese año, con el nombre de Juan Reley, el mismo con el que se hallaba inscrito en los archivos del Ejército Mexicano. Ese mismo año el Ejército Mexicano tomó la decisión de disolver el Batallón.

En la sala principal de la Cámara de Diputados de México, el nombre del Batallón de San Patricio está inscrito con letras de oro al lado de muchos otros héroes mexicanos.

Te recomiendo ver la película Héroes sin Patria (One Man's Hero),


 

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viernes, 10 de marzo de 2023

Restaurar la vida democrática, resignificando los conceptos de “autonomía” y “máxima autoridad” en la BUAP

Restaurar la vida democrática, resignificando los conceptos de “autonomía” y “máxima autoridad” en la BUAP

José Antonio Robledo y Meza

 

“Que en lo sucesivo una plena libertad de conciencia, una absoluta libertad de exposición y de discusión, dando espacio a todas las ideas y campo a todas las inspiraciones, deje esparcir la luz por todas partes y haga innecesaria e imposible toda conmoción que no sea puramente espiritual, toda revolución que no sea meramente intelectual.” Gabino Barreda, Oración Cívica, pronunciada en Guanajuato, el 16 de septiembre de 1867

 

En el año 2021 el orden jurídico en la BUAP fue alterado por quienes componían su máxima autoridad. El orden establecido por la Ley de la BUAP para elegir a quienes componen el Consejo Universitario fue alterado por un grupo de consejeros (los directores de las unidades académicas) junto con el rector en turno, que juntos representan el 60% de los votos. ¿Por qué se implementó tan irregular proceso? Intentemos encontrar una explicación racional para el suceso.

Nos negamos a aceptar categóricamente la posibilidad de que tal proceso sea aleatorio o inexplicable. Es necesario formular una respuesta racionalmente discutible. ¿Qué acontecimientos pasados nos permiten inferir una cierta probabilidad de que se produjera un acontecimiento futuro? No basta con decir “esto ya ocurrió y vayámonos a casa”, necesitamos conocer por qué las cosas ocurren. Es necesario encontrar una explicación porque no es razonable aceptar que no es necesaria ninguna explicación.

Abordemos este proceso anómalo como si fuéramos observadores externos y que estamos sorprendidos de que, por ejemplo, un abogado como el anterior gobernador haya aceptado tal anomalía. Razonemos hacia atrás para poder entender lo que pasó y a quién benefició. Partamos del presente, la aceptación de un resultado irregular (el efecto del proceso) y busquemos la causa. Se trata de que por medio de conjeturas encontrar la causa más lógica y verosímil entre las muchas posibles. Usemos, pues, la lógica de la conjetura para proporcionar una hipótesis razonable de lo que podría ser el caso.

La anomalía: el rector en turno se encarga de alterar el orden establecido por la ley (él asume la responsabilidad y sus consecuencias) y se desarrolla un proceso ilegal cuyo resultado es aceptado por el gobernador. De antemano, tanto el rector como el gobernador habían insinuado su preferencia por una persona. Con la apariencia de estar enfrentados tanto el rector -representante de una estructura de personas que se han apoderado del Consejo Universitario como de puestos administrativos que se enrocan-, como el gobernador actuaron en complicidad para obtener el resultado conocido: Quien resultara electa fuera la persona que a ambos conviniera. Beneficios, la impunidad para uno, una rectora subordinada para el otro, y una estructura burocrática beneficiaria de buena parte del presupuesto institucional y, sobre todo, de la posibilidad de controlar a la comunidad por medio de la violencia.

Todo lo anterior, ocurrió en un ambiente de “defensa-agravio” de la autonomía universitaria que sirvió, junto con la presencia de la pandemia, como cortina de humo para constituir un consejo universitario a modo de las posturas antidemocráticas presentes en la BUAP.

El comportamiento antidemocrático de varios de los actores involucrados -el rector saliente, 43 directivos y 86 profesores que emitieron y avalaron la ilegal convocatoria a nombre de 105,722 universitarios arrojó la pérdida de la autoridad del actual Consejo Universitario. Este resultado permite, con todo derecho, a reconsiderar los conceptos de “autonomía universitaria” y de “máxima autoridad” como atributos de la BUAP y del Consejo Universitario respectivamente.

Restaurar la vida democrática, resignificando los conceptos de “autonomía” y “máxima autoridad” en la BUAP, es la tarea a realizar por la comunidad universitaria a pesar de la resistencia que pueda ofrecer el actual grupo que dice tener su representatividad.

 

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jueves, 9 de marzo de 2023

1772 el año de la disputa por la soberanía en Puebla. Las monjas contra el obispo.

1772 el año de la disputa por la soberanía en Puebla. Las monjas contra el obispo.

La verdadera historia de las monjas apasionadas de Puebla.

José Antonio Robledo y Meza

 

Allá en la Puebla, señores, ni sopla ni silba el viento,

que teme el muy desgraciado que lo metan a un convento.

 

“Las monjas apasionadas de la ciudad de Puebla de los Ángeles constituyen uno de los capítulos más sorprendentes de la historia de México y, también, uno de los más desconocidos. Todo un mundo de ambigüedades, noticias confusas, informaciones contradictorias y misterios apenas revelados sobre el gesto de unas monjas que se amotinaron contra la Iglesia y el Estado, que dejaron de confesarse y de comulgar, que cerraron sus puertas a la ley para terminar siendo asaltadas con la misma saña y brutalidad que se hubiera empleado para invadir un castillo enemigo.

“La primera noticia del motín de las monjas poblanas me llegó a través de un profesor que investigaba en el Vaticano la relación Papa-Rey-Iglesia en el México del siglo XVIII (…) Lo primero que me sorprendió, en la larga lista de sorpresas que me esperaba, fue la violencia súbita en la que desembocaron las diferentes actitudes formales que habían venido adoptando las dos partes en conflicto. Durante meses los puntos de vista de las monjas poblanas chocaron contra la posición de un obispo, recién llegado de España, que manejaba conceptos y exhibía actitudes totalmente vencidas en el mundo mexicano.

“Las conversaciones habían sido aparentemente diplomáticas pero detrás de cada posición, de cada afirmación, se parapetaban dos bloques de ideas que estaban negándose ferozmente. Resulta curioso que hayan sido monjas poblanas las primeras en exhibir una actitud de total independencia frente a la corte española representada no solamente por el gobernador, sino por el virrey y también por el obispo, otra autoridad emanada del reino. Los aires de libertad, aún larvados y oprimidos, van dejándose advertir en los gestos más insignificantes de las monjas de Puebla.

“Parecía como que estas mujeres, separadas de sus familias, dedicadas aparentemente a rezar y contemplar el paso del tiempo, hubieran descubierto, de pronto, que su negativa ante las órdenes del obispo castellano implicaba mucho más que un gesto de desobediencia. Hay razones para suponer, observando el comportamiento de la autoridad poblana, que estaban ensayando un verdadero gesto de independencia.

“Y esto, que algunas de las monjas intuyeron en su momento, debió ser advertido y sopesado por las autoridades que, de pronto, apoyaron al obispo en una decisión que no hubiera tenido por qué ser tan salvaje si detrás de la misma no se hubieran acumulado todas estas sospechas. Lo que parecía un duelo de memoriales y reglamentos se convirtió, en un momento dado, en algo tan profundo que fue necesario usar la fuerza, la violencia más enconada, por parte de los represores.

“La beligerancia de las monjas dividió, a su vez, a toda la ciudad y polarizó las opiniones de familia y grupos. El hecho fue tan revelador que las autoridades poblanas se apresuraron a ocultar los acontecimientos tras toda una política de olvidos organizados. Puebla lavaba la ropa sucia en casa y cerraba la puerta a los ojos de los curiosos; fingía que nada había pasado y tachaba toda referencia de lo acaecido (…) “No hay páginas de historias, pero hay miles de diminutas anécdotas que han de ser descubiertas, capturadas y relacionadas entre sí.

“El rumor habla de envenenamientos, de conventos endemoniados, de mujeres guerreras, de obispos expulsados del país, de pasillos oscuros por los que los mensajeros traen y llevan misivas.

El rumor forma su propia historia ante los ojos de los advertidos y se muestra a quienes saben leer entre líneas. Se filtran los rumores en los memoriales y en los cuidados textos históricos y denuncian las cosas que querían ser ocultadas.

“Si el historiador ha de ser también detective, en este caso tiene que huir de las pistas falsas que se cruzan y forman toda una tela de araña maliciosamente dispuesta. “Que las monjas apasionadas significaron mucho más de lo que cabe suponer leyendo los textos de la época, resulta hoy muy claro para el observador atento. Ellas fueron las primeras en señalar, con su actitud, el hecho de que España y México eran dos países distintos para los cuales convenían dos formas distintas de gobierno.

“Al sublevarse contra una disposición que parece poco importante, las monjas estaban, en esencia, negando el derecho de Madrid de ordenar unas vidas cuyos secretos y principales motivaciones no comprendía ni podía comprender. Las monjas de Puebla insistían en señalar que los valores del catolicismo español y las fórmulas morales de los castellanos no eran equivalentes a los conceptos mexicanos y que lo que allí podía parecer santo aquí no lo era.”

La historia completa la puedes leer en la novela de Paco Ignacio Taibo I. Fuga hierro y fuego. Si la quieres leer puedes solicitarla a:

 

robledomeza@yahoo.com.mx

WA: 2223703233

 

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