domingo, 26 de febrero de 2023

Cabeza y corazón, la disputa por la soberanía.

Cabeza y corazón, la disputa por la soberanía.

José Antonio Robledo y Meza

Esta reflexión se centrará en el siglo XVII con el fin de describir la manera en que se elaboraron las representaciones del corazón sobre las cuales se construyó una devoción nueva para el mundo católico, se conoció científicamente el funcionamiento del corazón y, con ello, una perspectiva que iba más allá del mundo monárquico. El inicio de la separación entre la religión y la ciencia empezó, en el siglo XVII, con la representación del corazón. El corazón como símbolo ha variado a lo largo de la historia, pero fue en el siglo XVII que empezaron a convivir los discursos religiosos y científicos. Los discursos fueron construidos desde distintas perspectivas y su multiplicidad coexisten hasta ahora a principios del siglo XXI.

Discursos y prácticas construidos a partir del corazón de Cristo diferentes a los existentes desde los primeros siglos cristianos. Un mismo signo -el corazón- pero símbolos diferentes. En este mismo siglo XVII, en el campo de los conocimientos científicos se llevan a cabo avances que tienen que ver con la anatomía del corazón y cambian conceptos sobre su funcionamiento. La comprensión del corazón mejoró considerablemente a partir de la observación científica, cada vez más puntual, de hechos fisiológicos relativos al cuerpo, como parte del conocimiento alcanzado mediante nuevos métodos de la ciencia, cambios concebidos como una revolución científica. Estos cambios en la situación del conocimiento del corazón, que se dan en la línea cronológica en que aparece la devoción, nos llevan a preguntarnos por las formas y posibilidades de comunicación y de contacto entre esos ámbitos -política-religión-ciencia-, que a partir de entonces se fueron distinguiendo lenta y gradualmente. Los signos de esta distinción anuncian el principio de la modernidad.

La referencia religiosa dejó de ser integradora -el medio de unión en la sociedad- por, entre otras cosas, la aprobación la presencia de una pluralidad religiosa, como efecto de la reforma luterana (1519), del Acta de Supremacía (1534) que declaraba al Rey Enrique VIII como máximo jerarca de la Iglesia inglesa y hacer oficial la separación con Roma, la aparición de Leviatán, o La materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil (Hobbes, 1651) y la práctica de la lectura bíblica individual, que hizo avanzar la ley política para instaurar un nuevo orden. La separación paulatina entre la religión y la ciencia dio como resultado cambios en los códigos de inteligibilidad. Sin embargo, estas concepciones diferentes del corazón siguieron coexistiendo y relacionándose a lo largo de siglos, pero básicamente pueden distinguirse con claridad dos representaciones del corazón: la científica y la política-religiosa. Las representaciones fueron interdependientes y, en alguna medida, siguen siéndolo hasta ahora porque comparten algunas ideas derivadas de antiguas tradiciones.

La representación política-religiosa del corazón de Cristo ha estado ligado al simbolismo del amor y los afectos. Al mismo tiempo la representación científica ha proporcionado algunos de los elementos que han servido para construir el símbolo en su relación con el amor. Una consecuencia hasta ahora no suficientemente comprendida es la relación del corazón con la política, con el principio de autoridad teológico y el surgimiento del principio secular de autoridad, esto es, el desplazamiento de las monarquías por repúblicas hasta llegar a la Cuarta Trasformación.

La monarquía y el corazón

“El corazón de los animales es la base de la vida, el principio de todo, el sol de su microcosmos y la fuente de la cual depende todo su crecimiento y emanan toda su fuerza y todo su poder. El Rey, de modo análogo, es base de su reino, sol de su microcosmos y corazón de su república, del cual emana todo poder y proviene toda gracia.” (William Harvey, Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus, 1628). La aplicación hecha por Harvey de la metáfora del corazón a la figura del rey no era algo nuevo para el mundo político de su época. La imagen del soberano que usó avalaba su creencia en que el corazón era el órgano primordial del cuerpo.

La utilización de las metáforas corporales en el terreno político fue legada por la antigüedad grecorromana al cristianismo medieval; éste construyó un sistema de metáforas corporales basado fundamentalmente en la pareja cabeza/corazón. Para explicar el uso de estas metáforas políticas relacionadas con el cuerpo humano es necesario referirnos al desarrollo del concepto de “cuerpo místico”, en su origen religioso. En la cultura occidental el concebir a la Iglesia católica como corpus mysticum cuya cabeza es Cristo, tiene un principio en las ideas expresadas por san Pablo al respecto, pero se definió en el siglo XII y quedó oficialmente declarado en la bula Unam Sanctam (1302) que obligaba a creer en una santa Iglesia Católica, Apostólica, sin la cual no habría salvación posible. Así, el término “cuerpo místico” evolucionó para dejar de designar al sacramento de la Eucaristía y aplicarse a la institución eclesiástica y a la iglesia militante, con lo cual el antiguo concepto litúrgico se transformó en una noción político-jurídica. Al considerar a la Iglesia como un cuerpo, Cristo, que es la cabeza, será representado por el pontífice romano en la función de dirigir a todos los miembros. Se hablará igualmente de los dos cuerpos del Señor, cuerpos natural y místico, personal y corporativo, individual y colectivo, idea que en el terreno político se convertirá en “los dos cuerpos del Rey” desarrollada especialmente por los juristas ingleses.

La imagen de la Iglesia y la sociedad cristiana que forman un cuerpo de carácter espiritual fue tornada por los juristas y trasladada a la esfera estatal. Los teóricos; del estado secular se apropiaron de conceptos de los derechos romano, canónico y de la teología, en su intención de dotar a las instituciones estatales de una aureola religiosa y para ello explotaron la riqueza de los conceptos eclesiásticos. Así, en el siglo XIII se generalizó la noción de cuerpo político y el término “cuerpo místico” se hizo aplicable a cualquier organismo moral y político; a mediados del siglo Vicente de Beauvais en su Speculum Majus hablaba del “cuerpo místico de la república”. A mediados del siglo XIV se cita a Séneca, señalando a la república como el cuerpo del príncipe y, por lo tanto, a éste como la cabeza del reino. John Fortescue en De laudibus legum Angliæ (In Commendation of the Laws of England, 1616), se refirió al cuerpo místico del reino y señaló que dicho cuerpo no podía existir sin su real cabeza.

Una cuestión es entender en qué momento y cómo se da el paso en esta utilización metafórica, para centrar la atención en el corazón y dejar el lugar de la cabeza para representar otras funciones. En el escrito Rex pacificus (1302), es un ejemplo interesante del uso de las metáforas corporales, que surgieron para apoyar al rey en medio de un conflicto entre el monarca de Francia Felipe IV y el papa Bonifacio VIII. En dicho tratado, la cabeza y el corazón son los órganos principales del hombre, microcosmos de la sociedad; el papa es la cabeza y quien da la verdadera doctrina en representación de Cristo: “El príncipe es el corazón desde donde emanan las venas que distribuyen la sangre. Del mismo rey proceden las ordenanzas, las leyes y las costumbres legítimas que transportan la sustancia nutricia, es decir, la justicia a todas las partes del organismo social. El hecho de que la sangre sea el elemento vital por excelencia, el más importante de todo el cuerpo humano, determina que las venas sean más preciosas que los nervios, así como que el corazón predomine sobre la cabeza. El rey es, pues, superior al papa”. Lo anterior resulta importante ya que el corazón se convierte en el centro metafórico del cuerpo político, lo cual se explica en un momento en que las circunstancias políticas requerían una definición. Esta centralidad es una expresión de la evolución del estado monárquico. Otro ejemplo es el tratado Cirugía (1312) obra de Henri de Mandeville, cirujano del mismo rey francés, que atribuye al corazón una importancia primordial y que apoyaba la concepción política de la centralidad real.

El caso de Harvey es muy posterior a los ejemplos citados antes, pero vuelve al mismo simbolismo. En uno de los párrafos en que Harvey explica en qué consiste el movimiento de la sangre, señala que las diversas partes del cuerpo son “alimentadas, acariciadas y revitalizadas por la sangre más caliente” y cómo la sangre se enfría al contacto con los miembros, por lo cual se requiere “que vuelva a su soberano el corazón, como a su fuente o a la morada más íntima del cuerpo, para recobrar su estado de excelencia y perfección”. Así, la utilización del concepto de soberano aparece expresamente.

 

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jueves, 23 de febrero de 2023

La renovación orgánica e institucional de los partidos existentes. Propuesta de Felipe Calderón.

La renovación orgánica e institucional de los partidos existentes. Propuesta de Felipe Calderón.

José Antonio Robledo Meza

 

El expresidente Felipe Calderón publica el domingo 19 de febrero de 2023, dos días antes de haber calificado a Genaro García Luna como culpable el documento que lleva por título “Reconstruir la oposición para salvar a México”. El documento fue publicado por el diario Reforma.

El pasado 20 de febrero de 2023 publiqué en este mismo espacio mi reflexión “Felipe Calderón se integra a la 4T” https://www.angulo7.com.mx/2023/02/20/felipe-calderon-se-integra-a-la-4t/ donde nos ocupamos del segundo punto del documento “El estado de la Oposición”. Hoy abordaremos la cuarta parte denominada “La renovación orgánica e institucional de los partidos existentes”.

En el segundo punto Calderón termina señalando “lo que quiero destacar es el enorme costo que tiene para México el dejar que instituciones clave como los partidos sufran esta anemia crónica de liderazgos y cuadros que den voz a lo mejor de nuestra sociedad. El resultado hoy es una Oposición política donde sus dirigentes sólo se representan a sí mismos, no a la ciudadanía y, por ello, no le significan algo atractivo. Las encuestas de intención de voto por partido así lo confirman.”

En la anterior reflexión mencionamos que para comprender lo que dice Calderón usáramos el siguiente método: desatender al emisor del mensaje, sus características personales, su biografía y el contexto que le rodea, específicamente el juicio a Genaro García Luna y atender solamente el mensaje, este si en el contexto de las campañas para elegir candidato a la presidencia de la república en el 2024. Vamos a considerar a Calderón el mejor mensajero posible. Hoy agregaría que para avanzar en esta comprensión es necesario aplicar dos principios filosóficos: el de acomodación racional y el de humanidad. Por el primero se trata de interpretar acciones irracionales de tal forma que tengan un sentido, con la intención de establecer un punto de acuerdo con los “otros”, aquellos que tienen puntos de vista distintos, estas creencias se deben asumir como correctas. La virtud de este principio es no condenar al que tiene puntos de vista diferentes al propio y aceptarlos como supuestos interpretativos. Se puede resumir de la siguiente manera: comprendemos al máximo las palabras y pensamientos de otros cuando interpretamos en una forma que optimice el acuerdo.

El principio de humanidad señala que es mejor atribuir a las creencias una falsedad explicable, que puede ser corregida, que una verdad misteriosa. Porque si se tomará sólo el principio de acomodación racional, no se podría aceptar que una creencia está equivocada.

Calderón al partir de considerar que "política" y "ciudadanía" son sinónimos, señala que “El problema es el divorcio entre política y ciudadanía. Entre ciudadanos y políticos. Si logramos hacer que política y ciudadanía sean categorías equivalentes de vida pública, si logramos que los ciudadanos sean los nuevos políticos, estaremos en una ruta de solución para México. (…) Los partidos opositores necesitan con urgencia nutrirse de ciudadanía. Sin ella no tiene representación ni legitimidad. Pero tampoco tienen fuerza, presencia social, implantación territorial, "músculo".

Después de aceptar que los partidos existentes son indeseables pero son los que puede participar legalmente en las elecciones propone “un acuerdo, en el cual los partidos, idealmente todos, pero necesariamente los más posibles en la Oposición (PAN, PRI, PRD y MC), puedan comprometerse a renovar integralmente su militancia” siempre y cuando cumplan  con las siguientes cinco condiciones: 1) “Cada partido presentaría a la ciudadanía una síntesis de su propio ideario”, 2) “Los partidos convocarían a los ciudadanos a una afiliación abierta y simultánea”, 3) Esta afiliación simultánea sería organizada y supervisada por el Instituto Nacional Electoral”, 4) “El INE deberá (…) evitar el cáncer que ha carcomido a los partidos: la monopolización de los padrones de la militancia por parte de grupos de poder interno, y finalmente, 5) no a los acarreos, no a la gente transportada masivamente, no a la afiliación corporativa por parte de sindicatos, gobiernos y grupos de presión.

El objetivo de la trasformación de los partidos políticos es que éstos “se integren por ciudadanos de carne y hueso. (…) Que los ciudadanos se conviertan en políticos y que los políticos sean realmente ciudadanos. Esa es la clave para la salvación de México. (…) Se debe dar una renovación integral de la vida pública, "desde los cimientos hasta la cúpula".

Y Calderón se pregunta “¿Aceptarían las dirigencias actuales este plan? Y Calderón acepta “que es difícil renunciar de modo altruista a los mecanismos de control de recursos y designación de candidaturas y puestos partidistas que tienen.”

Y Calderón enlista tres razones para que su propuesta sea aceptada: “aunque sea utópico, la primera a esgrimir es la ética: porque es lo correcto, porque contribuye al Bien Común, porque es un cambio que puede generar bienes posibles ante un mal avasallador. La segunda razón es estrictamente pragmática: su propia supervivencia política. Los actuales dirigentes tienen que darse cuenta de que sus opciones son dos. Una, seguir perdiendo elecciones y dirigir un partido cada vez más chico, con cada vez menos recursos (…) O dos, recorrer el "camino de Damasco"… y abrirse a un proceso institucional orgánico de renovación (…) la tercera razón es de reconocimiento histórico. Si los militantes y dirigentes actuales toman la vía de la renovación ciudadana podrán marcar época, verdaderamente hacer historia y reivindicarse plenamente ante propios y extraños.”

Como puede apreciarse lo que Calderón propone es la construcción de un partido político opositor reconocido oficialmente y que pueda competir siguiendo el camino de la Cuarta Trasformación. Si bien la propuesta es para aplicarse de manera inmediata con vista a las elecciones del 2024 para postular una sola candidatura a la Presidencia de la República y una sola fórmula por cada Distrito y Senaduría, parece inviable que pueda llevarse a cabo no solo por el corto tiempo que hay sino sobre todo después de conocerse la calificación de culpable de Genaro García Luna y de lo que seguirá siendo revelado en los días que corren.

El proyecto propuesto por Calderón es valioso porque lo que implica, contar con un partido con liderazgos legítimos, un proyecto unificador del nuevo conservadurismo mexicano y un partido con una estructura democrática, no clasista, no racista, no corrupta. De lograrlo, algún día, la oposición hará historia en el camino de la Cuarta Trasformación y será un partido bienvenido por todos.

 

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martes, 21 de febrero de 2023

Signos y símbolos del 24 de febrero día de la bandera en México.

Signos y símbolos del 24 de febrero día de la bandera en México.

José Antonio Robledo y Meza

El diseño de la bandera mexicana actual tiene sus antecedentes el 2 de noviembre de 1821 esta fue confeccionada en Iguala, Guerrero, por el sastre don Magdaleno Ocampo y sé llamó Bandera de las Tres Garantías que conserva sus tres colores originales. y desde entonces ha sufrido algunos cambios: en un inicio las franjas de color estaban inclinadas de arriba hacia abajo y posteriormente se ajustaría a las características del escudo nacional.

La celebración del 24 de febrero tiene que ver con la proclamación del plan de independencia, por lo tanto, se puede decir que este día se representa la independencia y liberación del territorio mexicano de las invasiones extranjeras.

Es así que se declara el Día de la Bandera Mexicana y se celebra cada 24 de febrero. Esta festividad fue oficialmente reconocida en 1940, por el decreto del Presidente Lázaro Cárdenas del Río. Es así que se declara el Día de la Bandera Mexicana y se celebra cada 24 de febrero. Esta festividad fue oficialmente reconocida en 1940, por el decreto del Presidente Lázaro Cárdenas del Río. 

El escudo nacional tiene su origen en el jeroglífico de la fundación de la gran Tenochitlán. Estas compuesto por tres elementos: el águila, el nopal y la roca. El águila representa la fuerza cósmica del sol. El nopal el paisaje del Valle del Anáhuac. La serpiente las potencialidades de la tierra. Con algunas variantes, el águila sobre el nopal fue utilizada durante mucho tiempo. A fines del siglo XVIII se le agregaron ramas de encino y laurel. Fue hasta 1824 cuando se le conformó con todos sus elementos.

La bandera mexicana, como símbolo nacional, data de la Independencia, aunque varias naciones del México antiguo usaban estandartes. Los de los ejércitos aztecas, tlaxcaltecas y tepanecas tenían símbolos del estado o de los jefes militares. El antiguo estandarte azteca se ha comparado con el signum de los romanos y parece haber sido muy vistoso por sus adornos de oro y de plumas policromas. El emblema nacional azteca en la época de Moctezuma Xocoyotzin era un águila con un tigre entre las garras, bordada en un manto de plumas. El abanderado llevaba el palo del estandarte fuertemente atado a la espalda (Clavijero).

Cortés según consta en el Códice Florentino, tuvo como estandarte principal, a juzgar por el testimonio de Boturini, el que llevaba "pintada una hermosísima efigie de María Santísima, coronada de oro y rodeada de doce estrellas, también de oro, que tiene las manos juntas, con que ruega a su hijo proteja y esfuerce a los españoles a subyugar al imperio idolátrico a la fe católica".

Al iniciarse la guerra de Independencia, Hidalgo, tomó de la sacristía del santuario de Totonilco un lienzo con la Virgen de Guadalupe, lo fijó en una asta con dos travesaños y los convirtió en bandera del ejército insurgente. Los españoles, por su parte, enarbolaron la efigie de la Virgen de los Remedios.

Morelos ideó una bandera con cuadretes azul pálido en el borde y en el centro un águila posada en un nopal sobre un puente de tres arcos y las letras V.V. M., que se interpretaban como “Viva la Virgen María”. Usó asimismo otra que lleva en el centro un águila abierta de alas, coronada y parada sobre un nopal que brota de un puente de tres arcos, rodeada de la leyenda OCULIS ET UNGUIBUS AEQUE VICTRIX (Vencedora con ojos y uñas).

La enseña del Ejército Trigarante, adoptada al firmarse el Plan de Iguala fue ideada por Agustín de Iturbide, la bandera simbolizó el Plan de Iguala, firmada por él y otros jefes en esa villa el 24 de febrero de 1821, era tricolor, con franjas diagonales de color rojo, verde y blanco; una estrella de cada franja (blanca, roja y verde, respectivamente); y en la central, una corona imperial dorada, con el fondo encarnado y orlada con las palabras RELIGIÓN INDEPENDENCIA UNIÓN. Por eso se llamó de Las Tres Garantías: el blanco, la religión; el verde, la independencia; y el rojo, la unión. A falta de un ordenamiento preciso se originaron discrepancias en la disposición de los colores.

En el Museo Nacional de Historia se conserva la bandera que perteneció al Regimiento de Línea Provincial de Puebla que tiene los mismos colores, aunque en sentido inverso. Consumada la Independencia nacional, la Junta Provisional Gubernativa, por decreto de 2 de noviembre de 1821, ordenó que se confeccionara verde, blanco y rojo, y un águila en el centro, posado sobre un nopal y con la cabeza coronada.

El 14 de abril de 1823, por ley del Congreso Constituyente, se adoptó oficialmente una bandera tricolor; verde, blanco y rojo en sentido vertical, con el águila sin la corona y orlada con los símbolos republicanos de las ramas de encino y laurel. A partir de entonces la posición del águila ha venido cambiando: de frente, de perfil y de tres cuartos. Durante la Guerra de Tres Años (1858-1860) se la representó con la cabeza a la izquierda, por los liberales, o a la derecha, por los conservadores; y sin corona o con ella, según la usaran las tropas republicanas o imperiales durante la Intervención Francesa. Se le agregan las ramas de encina y laurel; símbolo de la república.

El 10 de abril de 1865 Maximiliano ordenó usar una bandera con el águila de frente, bajo la corona del Imperio. Al triunfo de la República continuaron usándose varias versiones del águila republicana. Por esa causa, el 30 de diciembre de 1880 el presidente Porfirio Díaz dispuso que se representara de frente, abierta de alas majestuosa, muy al gusto francés de la época. Venustiano Carranza, a su vez, encargado del Poder Ejecutivo, deseoso de restaurar las formas utilizada en los monolitos y códices indígenas nahuas, expidió el decreto de 20 de septiembre de 1916, por el cual se representó el águila de perfil izquierdo, parada sobre un nopal que brota de una peña rodeada de agua y orlada, en la parte de abajo, por ramas de encina y laurel. Esta posición ha sido respetada, con algunas modificaciones, por los decretos de los presidentes Abelardo L. Rodríguez y Gustavo Díaz Ordaz, tanto para la bandera cuanto para los sellos oficiales y las monedas. Los presidentes Porfirio Díaz, Madero y Venustiano Carranza tuvieron sus propias banderas.

Bandera Actual

Corresponde a la Secretaría de Gobernación vigilar el cumplimiento de esta disposición. El uso del escudo y la bandera nacionales, así como la ejecución del himno por las fuerzas armadas del país, se rigen por la leyes, reglamentos y disposiciones respectivas.

Siendo la bandera nacional el símbolo del Estado mexicano, hay otras disposiciones generales que se relacionan con ella. Se enarbola en edificios públicos en ocasiones solemnes, pero también en todo tiempo (solamente de día) en las oficinas de población, aduanas, capitanías de puerto y aeropuertos internacionales; en los barcos mexicanos en alta mar y en la popa éstos cuando estén en puerto. Es obligatorio para todos los planteles educativos, oficiales o particulares, poseer una bandera nacional con objeto de utilizarla en los actos cívicos; en las escuelas primarias y secundarias se le rinden honores cuando menos una vez por semana. Todas las naves aéreas deben portar la bandera nacional y usarla conforme a las leyes y reglamentos aplicables. Está prohibido el uso de los colores y símbolos nacionales en marcas de fábrica o para otros fines particulares, y constituye delito hacer uso impropio de la bandera. No debe colocarse ninguna por encima de ella; y si va acompañada de otras, debe ir al centro. Su colocación a toda asta es señal de festividad; y a media asta, de luto.

 

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lunes, 20 de febrero de 2023

Felipe Calderón se integra a la 4T.

Felipe Calderón se integra a la 4T.

José Antonio Robledo Meza

 

En las siguientes líneas vamos a comentar brevemente algunas reflexiones que hace el expresidente Felipe Calderón en el documento publicado por el diario Reforma el día domingo 19 de febrero de 2023 y que lleva por título “Reconstruir la oposición para salvar a México”.

Después de un preámbulo al documento le siguen cinco partes: 1) El Sustento del Poderoso, 2) El estado de la Oposición, 3) Participación ciudadana, organizada, activa, permanente, 4) La renovación orgánica e institucional de los partidos existentes, 5) A manera de conclusión.

El documento de 60 párrafos y 3962 palabras destaca por el diagnóstico que hace de los partidos de oposición y específicamente del Partido Acción Nacional (PAN).

De este diagnóstico nos ocuparemos del segundo punto para abordar, en otra ocasión, los otros aspectos.

Para comprender lo que dice Calderón usaremos el siguiente método: desatender al emisor del mensaje, sus características personales, su biografía y el contexto que le rodea, específicamente el juicio a García Luna y atender solamente el mensaje, este si en el contexto de las campañas para elegir candidato a la presidencia de la república en el 2024. Vamos a considerar a Calderón el mejor mensajero posible.

Al abordar “El estado de la Oposición” Calderón se pregunta “¿Es posible detener a López Obrador? ¿Hay alguna posibilidad de derrotar su enorme maquinaria clientelar y en zonas críticas criminales?” Él mismo responde “Si no hay cambios en la manera de actuar de la Oposición, imposible. El único cambio viable está en tener una participación ciudadana activa, ordenada, organizada, permanente.” Calderón dice bien, contra la 4T -su proyecto, su liderazgo- solo algo parecido a la 4T.

¿Cuál es el obstáculo para lograr este cambio? Calderón responde: “para lograrlo tenemos un gran obstáculo: los partidos políticos opositores no son canales eficaces para una numerosa y ordenada participación ciudadana.” Y abunda “El caso que mejor conozco es, desde luego, el del partido al que pertenecí: Acción Nacional. Desde hace años, una camarilla fue quedándose con el partido y, para garantizar sus cotos de poder, les cerró la puerta a los ciudadanos.” Y Calderón rememora “La antigua política de selección y reclutamiento de nuevos militantes y candidatos -que buscaba atraer a "los mejores y más brillantes" en los ámbitos profesional, empresarial e intelectual- dio paso a una política de exclusión y cerrazón.”

Evoca: “En el pasado, el PAN destacaba por la calidad humana moral, profesional e intelectual de su militancia y dirigencia (…) Hoy ocurre todo lo contrario. Hay un empequeñecimiento progresivo y constante del PAN (…) Algo similar ocurre (pueden variar las causas y el grado) en otros partidos. Los partidos opositores, y con muy honrosas excepciones (dixit AMLO), no están suficientemente provistos de cuadros con fuerza intelectual, respetabilidad profesional, conocimiento de la realidad del País, cultura general, ética y liderazgo.

Termina señalando “lo que quiero destacar es el enorme costo que tiene para México el dejar que instituciones clave como los partidos sufran esta anemia crónica de liderazgos y cuadros que den voz a lo mejor de nuestra sociedad. El resultado hoy es una Oposición política donde sus dirigentes sólo se representan a sí mismos, no a la ciudadanía y, por ello, no le significan algo atractivo. Las encuestas de intención de voto por partido así lo confirman.”

Resumiendo lo que dice Calderón es que la derrota de la “oposición” en el 2023 (gubernaturas en los estados de Coahuila y Estado de México) y en el 2024 (elección presidencial, elecciones para gobernadores, presidentes municipales y representantes legislativos) es un hecho ya que no podrán, en tan corto tiempo, construir a su favor “una participación ciudadana activa, ordenada, organizada, permanente.” Los partidos de oposición ¿serán los “canales eficaces para una numerosa y ordenada participación ciudadana.”? ¿Podrá construirse una alternativa -una Oposición- política donde sus dirigentes no sólo se representan a sí mismos, sino a la ciudadanía? ¿Podrá proveerse de cuadros con fuerza intelectual, respetabilidad profesional, conocimiento de la realidad del País, cultura general, ética y liderazgo?

En el caso del PAN, éste dejará de ser, en el corto tiempo, “una camarilla” y podrá reclutar bajo el criterio de la discriminación y el clasismo "los mejores y más brillantes" ciudadanos en los ámbitos profesional, empresarial e intelectual.

La historia de México y la política de la 4T le abrió los ojos a Felipe Calderón y sin decirlo explícitamente, intenta integrarse a los nuevos tiempos. Integrarse a la 4 T como oposición con autoridad moral. Nunca es demasiado tarde pero difícil y largo será el camino, mucho más allá del 2024.

 

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domingo, 12 de febrero de 2023

El amor en el prólogo de El Quijote. Indicios y símbolos.

El amor en el prólogo de El Quijote. Indicios y símbolos.

José Antonio Robledo y Meza.

Para todos los amantes del mundo.

 

“Desocupado lector sin juramento podrás creer que quisiera que este libro como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y el más discreto que pudiera imaginarse”. Palabras iniciales del prólogo de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

 

 

Como el mismo Cervantes confiesa, le costó mucho trabajo componer El Quijote, pero allí donde halló más dificultad fue en la redacción del prólogo. De aquí derivamos que la importancia y la precisión de un prólogo requiera un extremo cuidado.

Cervantes nos deja en las líneas de su prólogo una serie de indicios y símbolos que sirven para interpretar el conjunto de la obra. Se citarán solo algunos con el deseo de provocar la curiosidad suficiente que lleve a formular preguntas qué haga pensar y que cada lector sea quien se forme una idea de su importancia en el imaginario colectivo que hizo, por ejemplo, a Bernal Díaz del Castillo escribir su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España 27 años después de publicada la primera parte del Quijote.

Cuando Cervantes escribe: “sin juramento me podrás creer”, alude a la costumbre hebrea: jurar cumpliendo el mandamiento bíblico de no jurar en vano (Deuteronomio V, 11). Este detalle, unido a otros, parece indicarnos que, así como Díaz del Castillo lo leyó, debemos leer El Quijote con ojos hebreos, o sea con los ojos de la cábala. Para ésta, las raíces de las palabras tienen una gran importancia; por esta razón intentemos penetrar en el sentido etimológico de la palabra “prólogo”.

Cualquier persona aficionada a la lectura y escritura sabe que un proemio, un prefacio o un prólogo es un conjunto de palabras que preceden al texto de un libro, presentando generalmente al autor y a la obra; sin embargo, esto no ocurre con El Quijote, lo cual nos delata que su prólogo no es ordinario.

La palabra prólogo procede del griego, y podemos descomponerla en dos términos: pro, adverbio que significa ‘adelante’, ‘antes’, pero que también podría ser una preposición de genitivo cuyo significado es ‘en defensa de’ y logos, ‘palabra’, ‘verbo’. El prólogo es lo que “antecede a la palabra” y, en este caso, a la palabra simbolizada por todo el texto conocido como El Quijote. Se trata de algo que está “en defensa de la palabra”. Simbólicamente, la función del prólogo es servir de “puerta”, de entrada, al texto que seguirá. A través de él, o sea a través de la comprensión del prólogo, penetramos al interior del libro. Así pues, el estudio atento y pormenorizado (observando, no solo viendo o mirando) de un prólogo nos abre la puerta de la comprensión de una obra.

En hebreo, idioma que Cervantes conocía y utilizaba, puerta se nombra deleth, palabra que se escribe con daleth, la cuarta letra del alfabeto, que corresponde a nuestra D, y al número cuatro, y como sabemos, cuatro son los elementos de una verdadera triada. De aquí que comprender una triada es abrir la puerta a otra dimensión.

La primera parte de El Quijote (1605) se editó como si fuera todo el libro, pero su éxito obligó a Cervantes a escribir y a publicar años más tarde una segunda parte (1632). Es curioso observar que la edición de 1605 tenía cuatro partes (Primera parte, cap. De I al VIII; Segunda parte, cap. De IX al XIV; Tercera parte, cap. De I al XLIX; Cuarta parte, cap. De L al LII), y que la primera letra del prólogo era una D mayúscula: “Desocupado lector sin juramento podrás creer que quisiera que este libro como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y el más discreto que pudiera imaginarse”. Cervantes se dirige al lector “desocupado”. ¿Quién es un lector desocupado? La respuesta nos la da Perogrullo: aquel que no está ocupado. En su sencillez casi chusca, este término es muy significativo. No es el «lector ocupado por las vanidades del mundo” (Eclesiastés I, 3 y sig.) ni “aquél que es soñador de una vida irreal” (Ibid. V, 2). No se trata del lector corriente que, sumido en su sueño, es incapaz de considerar el sentido profundo -simbólico-- de las palabras.

El verbo ‘ocupar’ se dice en hebreo tapas, y de él procede el término tepes, ‘traba’, ‘impedimento’. ¿Cuál es este impedimento, esta traba de los que ha de carecer el lector de El Quijote? Según la cábala sería un obstáculo que niega el logos al hombre. Visto desde otro punto de vista, sería aquello que imposibilita la alianza entre los hombres. Este obstáculo es una “callosidad del corazón”. Se han hecho extraños a la vida amorosa, a causa del dogmatismo que les habita, a causa de la callosidad de su corazón. Al hablar de los “habitados”, se refiere a los ocupados por el dogmatismo que se han hecho “extraños” a la vida amorosa. El término que utiliza para designar esta “callosidad” es porosis, que significa, ‘endurecimiento’, ‘callosidad’. Fonéticamente, porosis nos recuerda a poroso, término que podemos asociar a Toboso. Según el diccionario el término “poroso” se aplica a algo ‘formado por piedra toba’ o sea, una ‘caliza muy porosa y ligera’. Trabas, impedimentos, callosidades del corazón, Toboso ¿a dónde nos conduce todo esto?

La circuncisión es un rito, un símbolo. La circuncisión auténtica no es la de la carne, sino la del corazón (Romanos II, 28-29). El término “prepucio del corazón” es usado en la cábala. Por otra parte, cuando en la segunda parte de El Quijote (cap. XXXII) la duquesa le pide al Quijote que le describa a Dulcinea, suspirando, don Quijote le dice: “Si yo pudiera sacar mi corazón, y ponerle ante los ojos de vuestra grandeza aquí sobre esta mesa y en un plato, quitara el trabajo a mi lengua de decir lo que apenas se puede pensar...” Todo parece referirse a lo mismo, todo en El Quijote parece girar en torno al misterio del corazón. La búsqueda de Dulcinea, el descenso a la cueva de Montesinos y tantos otros episodios tratan de ese misterio.

El corazón con sus callosidades es aquel que está habitado u ocupado por la pedantería; es un corazón seco y estéril, pues está separado del agua de la vida y es incapaz de producir nada. En cierto modo, no está cultivado, no es virtuoso. El corazón desocupado, aquel de “Desocupado lector”, es aquel que, purificado de la ampulosidad, liberado de la traba o del prepucio, es como el recipiente del agua de la vida. Uno es como una lengua retenida que no puede hablar, cuya palabra está trabada, y el otro como la lengua capaz de pronunciar la palabra, pues le ha sido quitada la traba. Así, cuando Cervantes se dirige al lector entendido que está desocupado habla para el iniciado por el amor en la lectura de símbolos.

Finalmente, la Mancha de dónde don Quijote, representa la sequedad y pobreza del corazón, la falta de amor en las relaciones humanas.

 

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jueves, 9 de febrero de 2023

Evolución del liberalismo mexicano. Del liberalismo moderado al liberalismo democrático.

Evolución del liberalismo mexicano. Del liberalismo moderado al liberalismo democrático.

José Antonio Robledo y Meza

 

La escuela política desarrollada por los liberales moderados durante más de cuatro décadas (1812-1857) y la integración de los positivistas en la definición de un Estado nacional republicano fueron los antecedentes inmediatos más importantes en la definición del llamado liberalismo conservador.

El liberalismo moderado tiene como antecedentes las reformas borbónicas, la invasión napoleónica a la península ibérica; la formulación jurídica en la Constitución de Cádiz (1812) es la expresión de esta versión liberal que intenta reformar “desde arriba” la sociedad tradicional; en esta constitución se usa el término “liberal”. Las logias masónicas compuestas por liberales criollos y por el clero progresista e independentista impulsaron el liberalismo moderado. El objetivo era la reforma de la sociedad “desde arriba” la cual fue obstaculizada por el alto clero, el ejército y las comunidades indígenas.

El liberalismo radical influenciado por la soberanía popular propuesta por Rousseau tuvo una actividad notable entre 1857 y 1859; las leyes de reforma son expresiones de posturas anticlericales y democráticas. A partir de 1859, como reacción al liberalismo radical, surge el liberalismo conservador que es la doctrina que marca el desarrollo del régimen mexicano hasta 2018, año en el que surge oficialmente la Cuarta Trasformación (4T).

En la transformación del liberalismo moderado al liberalismo conservador y en oposición al liberalismo radical -puro o metafísico- se construyó el concepto de “política científica”. La presencia del positivismo hizo posible el cambio intelectual que tuvo lugar en la vida política mexicana después de la Reforma. Para comprender la política mexicana después de 1867 es necesario empezar por la pugna entre el liberalismo y conservadurismo y desenredar la relación entre liberalismo y política científica en un medio permeado de positivismo y esto nos lleva a establecer la relación entre la tradición liberal conservadora, el positivismo y el surgimiento del liberalismo conservador.

El liberalismo en México de 1867 a 1910 con la definición del concepto de política científica el liberalismo moderado se fue trasformando en liberalismo conservador. La escuela política desarrollada por los liberales moderados durante más de cuatro décadas y la integración de los positivistas en la definición de un Estado nacional republicano fueron los antecedentes inmediatos más importantes en la definición del llamado liberalismo conservador. Y en este proceso fue importante la presencia de la política científica, la doctrina presentada por una autodesignada “nueva generación” de intelectuales-periodistas en el periódico La Libertad, entre 1878 y 1880, periódico subsidiado por el nacido gobierno de Porfirio Díaz. El grupo lo dirigían Justo Sierra (1848-1912), Telésforo García (1844-1918) y Francisco G. Cosmes (1850-1907).

La política científica fue forjando cada vez más el fundamento intelectual de las ideas que guiaron el curso de acción política durante el régimen autoritario de Díaz, y, sin embargo, siempre mantuvo una relación esencialmente tensa con éste. En este contexto Cosmes hace un llamado a la “tiranía honrada”.

El liberalismo conservador

El liberalismo conservador es una ideología que combina posiciones liberales y conservadoras en asuntos sociales, económicos o éticos. El liberalismo conservador es una variante más moderada del liberalismo clásico. En el México contemporáneo se refiere a partidos de amplio espectro que engloban tanto la centroderecha política del liberalismo (PRI) como a la derecha conservadora y tradicionalista (PAN) o la combinación de valores y políticas liberales con posturas conservadoras (PRD). Defiende el fuerte individualismo, el mercado libre y destacan la importancia de la moral basada en la religión. Propugnan por un Estado mínimo, bajos impuestos, regulaciones escasas y que el Estado solo intervenga para asegurar los negocios al sector privado.

Los liberales conservadores creen en el libre Mercado y las políticas económicas laissez faire combinadas con los valores conservadores tradicionales, como la creencia de que la desigualdad social es inevitable, rechazando el concepto de justicia social, la importancia de la religión como una institución portadora de ideologías, no solo religiosas (tal y como defiende el neoconservadurismo), sino de conservación del orden social y el valor de la moral tradicional.

El programa liberal-conservador incluye como ingrediente principal a la conciliación. La causa que provocó la coalición entre el PRI-PAN-PRD la encontramos en la incapacidad del PRI de comprender su nueva situación. Esta incapacidad se muestra reiteradamente en su programa de destrucción para aniquilar al programa de la 4T enarbolado por el nuevo partido (MORENA) que es un programa de construcción de una nueva realidad.

La coalición PRI-PAN-PRD es el resultado de las constantes divisiones internas iniciadas en el seno del PRI con el surgimiento de la “Corriente Democrática” en 1987 con la llamada "Marcha de las 100 horas" que inició en la ciudad de México y terminó siendo nacional.

Mientras el liberalismo conservador se degradaba -el PRI obtuvo 9,289,853 votos en 2018- y el conservadurismo crecía -el PAN obtuvo 12,610,120 votos-, emergía el liberalismo democrático como Movimiento de Regeneración Nacional obtuvo 30,113,483 votos y que es representado por el actual ejecutivo federal, el programa político conocido como Cuarta Trasformación, e institucionalmente por el Partido MORENA.

De manera abreviada el programa de la Cuarta Trasformación tiene como triada el principio de la Soberanía del Pueblo, como fin la construcción de una Nueva República y como instrumento político el Humanismo mexicano.

 

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sábado, 4 de febrero de 2023

Influencias históricas en la Constitución de México. Del liberalismo moderado (las reformas borbónicas, siglo XVIII), al inicio del liberalismo democrático (2012).

Influencias históricas en la Constitución de México. Del liberalismo moderado (las reformas borbónicas, siglo XVIII), al inicio del liberalismo democrático (2012).

José Antonio Robledo y Meza

 

La cultura jurídica en México marcha a la par de la evolución del liberalismo. Tiene entre otros antecedentes los llamados liberalismo moderado (las reformas borbónicas, la constitución de Cádiz), liberalismo radical (la triple influencia de la Constitución estadunidense (1787), la Constitución francesa (1791), y las Leyes de Reforma de 1859) y el liberalismo conservador que surge de la conjunción entre liberales y el clero (1867).

1) De las reformas borbónicas a la Constitución de Cádiz.

El proceso que va de las reformas borbónicas a la Constitución de Cádiz define, por su ritmo, al liberalismo moderado. En él participan las logias masónicas compuestas por liberales criollos y el clero progresista independentista. Su problema fundamental era la conciliación entre el catolicismo y la modernidad. Su objetivo era reformar desde arriba a la sociedad tradicional. Su proyecto era ambiguo y los principales obstáculos a las reformas fueron el peso corporativo de la Iglesia católica, el ejército y las comunidades indígenas. Bajo su manto surgió el tema de la tolerancia religiosa debido a una doble necesidad: atraer inmigrantes extranjeros y la necesaria libertad de comercio. Su ciclo se cierra en el Constituyente de 1857.

2) El segundo momento lo constituye la aparición del liberalismo radical bajo la triple influencia de la Constitución estadunidense, la Constitución francesa, y las Leyes de Reforma de 1859. Se caracterizó por ser anticlerical y democrático. Buscaba una sociedad secularizada (cementerios y del registro civil), prohibitiva de las manifestaciones externas del culto y más igualitaria. El modelo era claro, sin ambigüedad: implantar los grandes principios liberales:

a) en la economía la descorporitivización;

b) en la política el sufragio universal; y

c) en la religión la separación Iglesia-Estado y la libertad de culto.

Este liberalismo radical reacciona ante la actitud antiliberal de la Iglesia católica y al sostén activo que ella prestó a las tentativas conservadoras de retomar el poder, lo que abrió las posibilidades a nuevas asociaciones modernas que ampliaron el frente liberal conformado casi exclusivamente por las logias masónicas. Era un liberalismo ultraminoritario, sin embargo, se amplió entre el artesanado, la clase obrera en formación y el sector naciente de los servicios ligados al auge económico dependiente. Las diferencias de organización entre las distintas sociedades de ideas reflejaban luchas dentro del mismo liberalismo. La oposición al positivismo lo refleja.

El triunfo liberal de 1867 permitió reiniciar con mayor vigor la tentativa de cisma católico con la creación de un comité de laicos, entre los cuales se encontraba José María Iglesias. Ningún obispo se unió al cisma, que por lo tanto no tuvo legitimidad católica; sólo algunos clérigos se adhirieron y el gobierno les ofreció algunas parroquias de la ciudad de México. Surgieron unas 50 sociedades religiosas reformistas con mucha autonomía las unas con las otras las que surgieron entre obreros textiles -fábrica La Hormiga de Tizapán-, o entre jornaleros e indígenas de comunidades en conflicto con las haciendas vecinas como en el distrito de Chalco, Estado de México, y Tizayuca Hidalgo. Los dirigentes de estas sociedades religiosas reformistas eran en su mayoría exoficiales del ejército juarista. Así Juan Amador, en Villa de Cos, Zacatecas, escribano de Hacienda, publicó desde 1856 varios libelos violentamente anticatólicos; fundó en 1886 una sociedad católica evangélica en su pueblo, y también, en 1887 erigió un templo que tenía nexos con asociaciones similares en algunas poblaciones vecinas. En julio de 1872, existían en toda la República unas 60 congregaciones reformistas sin organización propia ni proyecto específico, fuera del mero anticatolicismo ligado a luchas políticas locales. Juárez apoyaba tibiamente el cisma y adoptaba más bien una posición moderada, en relación a la Iglesia católica. Lerdo radicalizó la posición liberal en materia religiosa y favoreció la difusión del protestantismo entre septiembre de 1872 y principios de 1874, entre las que estaban sociedades misioneras metodistas, presbiterianas y congregacionalistas, todas ellas estadunidenses. Para 1876, había 129 congregaciones. 

3) De la conjunción entre liberales y clero surge el liberalismo conservador. Éste se caracteriza por neocorporativista y oligárquico. Bajo la influencia del positivismo, el liberalismo se tornó autoritario y antidemocrático y en franca conciliación con la Iglesia católica (1876-1911). Las sociedades de ideas se dividieron; las masónicas se reagruparon en la Gran Dieta de Estados Unidos Mexicanos (1890) controladas por Díaz y las disidentes pugnaron por el derrocamiento de Díaz. La práctica de la democracia se postergaba en nombre del desarrollo económico, la paz social y el enriquecimiento de las oligarquías. Se reconquista a la sociedad civil mediante un catolicismo de movimiento, que estuvo a la ofensiva desde el pontificado de León XIII (1878-1903) y, en particular, después de la encíclica Rerum Novarum (1891). Posteriormente vendría el movimiento encabezado por el Ateneo de la Juventud, la llamada Revolución mexicana, la promulgación de la Constitución de 1917, la aparición del Partido Nacional Revolucionario (PNR) fundado el 4 de marzo de 1929, reconstituido como Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938 y refundado en 1938 como Partido Revolucionario Institucional en 1946.

4) El 20 de noviembre de 2012 el Movimiento de Regeneración Nacional se constituye como asociación civil marcando con ello el inicio del liberalismo democrático del cual nos ocuparemos más adelante.

 

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jueves, 2 de febrero de 2023

El concepto de persona en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

El concepto de persona en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

José Antonio Robledo y Meza

 

El término persona proviene del latín persōna, y éste del etrusco phersu (‘máscara del actor’, ‘personaje’), el cual procede del griego prósôpon. El concepto de persona es un concepto principalmente filosófico-jurídico, que expresa la singularidad de cada individuo de la especie humana, en contraposición al concepto filosófico de «naturaleza humana» que expresa lo supuestamente común que hay en ellos.

Aunque el concepto más común de «persona» es el de «ser dotado de razón, consciente de sí mismo y poseedor de una identidad propia», su significado puede tratarse desde diferentes perspectivas: filosófica, sociológica, fisiológico, psicológico y jurídico. La discusión filosófica-jurídica actual incluye a las personas no humanas y a los animales como personas de las cuales nos ocuparemos más adelante. Por el momento nos detendremos en la perspectiva jurídica.

La persona como objeto en el derecho

Son personas aquellos individuos a quienes la ley les otorga la capacidad de obtener derechos subjetivos y ser sujetos de obligaciones jurídicas. Una definición clara y precisa para el concepto de persona es que son todos los sujetos del derecho como los individuos capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones.

Las ciencias jurídicas realizan la siguiente clasificación para comprender mejor el concepto de persona. Personas naturales, son todos los individuos de la especie humana capaces de adquirir derechos y obligaciones. Personas jurídicas o morales, son aquellas instituciones, asociaciones o empresas capaces para ser titulares de derechos y que no son un individuo de la especie humana sino una entidad colectiva. A su vez se dividen en personas jurídicas de Derecho Público y de Derecho Privado. En ética y en derecho no solo existen personas de la especie humana, existen también personas no humanas. Y aquí se abre la posibilidad –ética y jurídica- para que los robots puedan ser considerados como “personas”. De este último tema nos ocuparemos en otra reflexión.

En México el concepto de persona es el primer concepto filosófico que aparece en la Constitución Política, en su artículo 1° del Título Primero, Capítulo I “De los Derechos Humanos y sus Garantías”, establece categóricamente lo siguiente: “En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece (…) Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

La Constitución establece que -en materia de los derechos humanos- en todo tiempo, se dará a las personas la protección más amplia y todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

El artículo 4º constitucional establece que “La mujer y el hombre son iguales ante la ley. Ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda persona tiene derecho 1) a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos; 2) a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad; 3) a la protección de la salud; 4) a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar; 5) al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible; 6) a disfrutar de vivienda digna y decorosa; 7) a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a su nacimiento; 8) derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos culturales; 9) a la cultura física y a la práctica del deporte; 10) a la movilidad en condiciones de seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, sostenibilidad, calidad, inclusión e igualdad.

En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez. Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.

El Estado garantizará la entrega de un apoyo económico a las personas que tengan discapacidad permanente en los términos que fije la Ley. Para recibir esta prestación tendrán prioridad las y los menores de dieciocho años, las y los indígenas y las y los afromexicanos hasta la edad de sesenta y cuatro años y las personas que se encuentren en condición de pobreza. Las personas mayores de sesenta y ocho años tienen derecho a recibir por parte del Estado una pensión en los términos que fije la Ley. En el caso de las y los indígenas y las y los afromexicanos esta prestación se otorgará a partir de los sesenta y cinco años de edad. El Estado establecerá un sistema de becas para las y los estudiantes de todos los niveles escolares del sistema de educación pública, con prioridad a las y los pertenecientes a las familias que se encuentren en condición de pobreza, para garantizar con equidad el derecho a la educación.

Las Personas Trans y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

En México “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”

El término trans es un término paraguas, un término global o denominación general, esto es, es una palabra que designa a un conjunto o agrupación de conceptos relacionados. Los términos globales se conocen técnicamente como hiperónimos. Persona trans es una persona que se identifica con un sexo diferente o que expresa su identidad sexual de manera diferente al sexo que le asignaron al nacer. El término trans ampara múltiples formas de expresión de identidad sexual o subcategorías como transexuales, transgénero, travestis, variantes sexuales, u otras identidades de quienes definen su sexo como «otro» o describen su identidad en sus propias palabras. «Mujer trans» es un usado para referirse a las personas que, a pesar de haber sido asignadas a un género masculino, se identifican como mujeres o sitúan su identidad dentro de lo femenino. Este término cobija tanto a las personas transexuales, como a transgénero.

Los términos «mujeres transexual» y «transexual femenino» se usaron a veces para referirse indistintamente tanto a las mujeres transexuales, como a las mujeres transgénero, pero jurídicamente se considera que no deben usarse de esta forma ya que no son términos intercambiables y cada uno tiene sus particularidades propias. Las mujeres transgénero pueden identificarse como heterosexuales, bisexuales, homosexuales, pansexuales, asexuales, o ninguno de los anteriores.

En México las mujeres transgénero son personas y como tales con plenos derechos humanos.

 

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Las mujeres y las luchas por sus derechos

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