Las piñatas
Dale, dale, dale,
no pierdas el tino,
mide la distancia,
que hay en el camino.
La piñata tiene caca…,tiene caca…,tiene
caca…,cacahuates de a montón.
De oriente a México
El complemento indispensable en las
posadas son las piñatas que tiene un origen bastante incierto, aunque llegaron
a México por medio de los colonizadores españoles y éstos, a su vez, las
conocieron por los italianos.
Por algunas informaciones se atribuye
a Marco Polo haber llevado las piñatas a Italia en el siglo XII después de que
las conoció en oriente.
Los chinos confeccionaban una figura
de vaca, de buey o de búfalo cubierta con papeles de colores a la que le
colgaban instrumentos agrícolas. Dicha figura servía para realizar una
ceremonia al inicio de la primavera, que coincide con el año nuevo chino, los
colores de la figura representaban las condiciones en que se desarrollaría el
año, en relación con la agricultura.
El buey o la vaca estaban rellenos de
semillas de cinco clases que se derramaban cuando los mandarines las golpeaban
con varas de diferentes colores.
Después de haberla vaciado, se quemaba
el papel y era el momento en el que la gente trataba de obtener un poco de esas
cenizas ya que eran consideradas de buena suerte para todo el año.
Al pasar esta costumbre a Europa tuvo
otra aplicación, ya que con otras creencias religiosas se le adoptó para la
Cuaresma; al primer domingo se le llamaba Domingo de Piñata. Esta era una olla
de barro con papeles de colores que estaba llena de dulces, y para romperla, se
vendaban los ojos.
Cuando llegó a América, y considerando
su ambiente festivo, se le usó para atraer a la gente a las ceremonias
religiosas. Posteriormente el pueblo se apropió de ella para las celebraciones
populares y fue así como se ha conservado entre nosotros.
Puede aventurarse, sin embargo, que
las piñatas en nuestro país son producto del sincretismo cultural. Si las
teorías sobre su origen son diferentes, no lo son menos acerca de su
simbolismo. Las piñatas fueron utilizadas por los evangelizadores para
mostrarles lo que era la tentación (el cántaro adornado bellamente por fuera y
con fruta y dulces por dentro); la fuerza de voluntad (el palo) el penitente
para obtener las alegrías de la piñata sin caer en el pecado se le vendaban los
ojos, se le giraba en treinta y tres vueltas en recuerdo de los treinta y tres
años que vivió Cristo, y entonces se le dejaba romper el cántaro y obtener los
regalos los cuales no llegaban sin sacrificio.
Entre todas las interpretaciones que
se han formulado la más común es la de que representa la lucha que sostiene el
hombre valiéndose de la fe, simbolizada por el palo para destruir el maleficio
de la pasiones, que originalmente tiene siete picos que representan los siete
pecados capitales de la religión cristiana.
Las formas clásicas de las piñatas han
sido estrellas, animales, frutas y flores, pero también se han representado
personajes de la época como sátira política.
Con el empleo de la piñata durante
todo el año para cumpleaños y fiestas populares han proliferado figuras de
historietas, películas y programas de televisión. También a cambiado la
elaboración, pues tradicionalmente se utiliza una olla de barro a la que se le
pegan los elementos decorativos ya que actualmente sólo se usa cartón y papel.
Es usual que una piñata se llene con
frutas de la temporada decembrina: cacahuates, jícamas, naranjas, limas,
tejocotes, cañas, y en ocasiones se le agreguen dulces. También existe otro
tipo de piñatas, a las que se les llama "de trampa" rellenas con harina,
confeti o "agua florida".
Existen pueblos de alfareros que se
dedican a hacer "ollas piñateras", como ellos las llaman, estas ollas
llegan a los mercados a donde la gente puede adquirirlas. Posteriormente les
aplican engrudo con el que pegan el papel periódico que servirá de base para
darle la forma que se desea, usando papeles de colores más apropiados.
Cuando se va a romper la piñata, ésta
se cuelga con un lazo sostenido desde sus dos extremos por personas que la
mueven tratando de que no la rompan pronto. Por su parte, quienes intentan
romperla, deben tener cubiertos los ojos, y les darán vueltas hasta hacerles
perder la noción del espacio de manera que no sea fácil romperla.
Con la desaparición de los
villancicos, se perdió una parte importante de esta celebración. Sin embargo,
los cantos de piñatas y los que destinan a la colación, a los invitados y
anfitriones, entre otros, dan la oportunidad para que se elaboren nuevos
versos, que se enriquecen constantemente en cada región. Algunos perduran, pero
otros, por sus mismas características locales, tienden a desaparecer. Para la
piñata los más conocidos son:
Esta piñata
es de muchas mañas,
sólo contiene,
naranjas y cañas.
Ándale niño,
no te dilates,
con la canasta
de los cacahuates.
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