El humor en la política
José Antonio Robledo y
Meza
Propongo observemos la presencia del humor en el desempeño de “las candidatos” presidenciales en este 2024 (NB: he utilizado la frase “las candidatos” como propuesta incluyente). De acuerdo a sus raíces etimológicas humor o humorismo (del latín: humor, -ōris) es el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas.
Para la observación propongo a los lectores el criterio de las oposiciones binarias para encontrar indicios y descubrir los ejes temáticos implícitos de “las candidatos”. Propongo partir de cuatro de las oposiciones o contrastes binarias más utilizadas en el terreno del humor. Estas cuatro oposiciones son las siguientes: solemnidad versus relajo, hipocresía versus sarcasmo festivo, ignorancia versus ironía, sentido literal versus sentido figurado.
Cuando vemos a “las candidatos” presidenciales preguntémonos de cómo utilizan el humor o la ironía. Para responder la pregunta debemos encontrar en sus presentaciones públicas y escritos pistas de sus ejes temáticos (ideológicos y/o emotivos). A veces las propuestas son explícitas, otras son implícitas (o «sub-textuales»).
El actor político lúdico como constructor de emociones e ideas es también un actor político satírico (crítico de las fallas humanas). Toca al ciudadano interpretar, poner a trabajar su propio repertorio dentro de un horizonte de expectativas irónicas, dentro de un campo semántico de la humorología.
Advierto a los lectores que deben estar preparados para enfrentar dos formas de anti-humor-lúdico:
“1) el humor fallido de quienes pretenden ser lo que no son (ell@s no saben que los demás están enterados de sus pretensiones fallidas).”
“2) Y la franca aversión contra el humor. Es la seriedad, más la solemnidad, igual al aburrimiento. Las estrategias son infinitas y parten directamente del lenguaje del poder. Esta aversión es en realidad un juego que se convirtió en ritual solemne. La paradoja es que quien mantiene una actitud de aversión al humor es un asiduo practicante del humor involuntario (contra sí mismo), y un reproductor (y víctima) del lenguaje del poder que incluye: dogmatismo, autoritarismo, oficialidad, pomposidad, prohibición, inmutabilidad, solemnidad y censura.”
Algunas estrategias del usuario del humor lúdico van desde la celebración de la vida (carpe diem, entretenimiento, diversión, alegría, gozo, éxtasis, satisfacción, catarsis cómica, sensación de libertad, de igualdad, aceptación, paciencia, tolerancia, simpatía y/o empatía) hasta el lado opuesto: la manipulación del humor para provocar en el ciudadano odio, rechazo, actos de intolerancia de sacrificio ritual: hay que burlarse del otro para corregirlo o destruirlo o enviarlo al exilio social.
El actor humorista mantiene, en este caso, “un sentimiento de superioridad (triunfo, poder, perfección) contra el «otro», al que se le pone en un lugar de inferioridad (derrota, impotencia, culpabilidad y o deshumanización) y lo hace objeto de escarnio o ridiculización sarcástica. Su intención es proyectar los errores y los vicios sociales en un personaje para hacernos pensar o sentir rechazo hacia él. Busca la aprobación colectiva al acto del sacrificio ritual o linchamiento moral (destrucción de la fama o el prestigio) de la víctima. Si el sarcástico logra «contaminar» a otros con la necesidad del sacrificio ritual: la «recompensa» será la purificación (emocional) de los victimarios. (Ideas de S. Freud que plantea la tesis de que el acto del sacrificio del chivo expiatorio o víctima ritual, es un proceso de desplazamiento o transferencia inconsciente que el sacrificador hace contra el sacrificado, responsabilizando a este último por lo malo que ha ocurrido en la comunidad, el sacrificio «depura» al victimario o al menos así lo siente éste.)”.
Los usuarios del humor
lúdico pueden ser tradicionalistas o rebeldes. Unos eligen la trasgresión, las
rupturas, las perspectivas relativistas, desmitificantes, desvalorizantes de la
historia oficial. Su meta es desenmascarar errores, vicios y crímenes del
Poder. La vida es vista como un gran teatro del mundo o una tragedia cómica de
la que hay que ser auto conscientes o vivir en el error del humor involuntario.
En el caso de los rebeldes se mofan de la retórica de políticos, figuras de la
industria del entretenimiento y otros demagogos de la corrupción mexicana.
Así pues, a divertirse
también en esta campaña 2024.
Esta colaboración se redactó
con el apoyo del libro de José
Manuel García-García, El libro de los sarcasmos (Estudio del humor Lúdico en 64 escritores mexicanos), 2011, Proyecto
Guardamemorias.
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