Filosofar acompañado de la
pintura y de la música
El éxtasis de Santa
Cecilia
José Antonio Robledo y Meza
Curso-taller “De la ignorancia al filosofar” para
los docentes de las preparatorias de la BUAP
Dirección General de
Educación Media Superior BUAP
Rafael, éxtasis de Santa
Cecilia, oleo, templo de San Giovanni in Monte de Bolonia, 1514
La pintura representa a Santa Cecilia, la patrona de los músicos y de la música sacra, escuchando a un coro de ángeles en compañía de San Pablo, San Juan Evangelista, San Agustín y María Magdalena. Realizada por encargo de una iglesia en Bolonia y ahora cuelga en la Pinacoteca Nacional, o Galería Nacional de Pintura.
Resultados de la observación.
1) Se pueden distinguir tres secciones
horizontales: superior, medio e inferior. Podemos distinguir que la sección
inferior ocupa por sí sola aproximadamente las cuatro quintas partes de la
altura total de la obra.
La parte superior y la inferior están separadas mediante una voluta de nubes.
En la parte superior un coro de
ángeles parece estudiar la partitura abierta frente a ellos; tan solo un ángel
(el segundo comenzando por la izquierda) muestra la boca claramente
entreabierta; las de los demás parecen cerradas o apenas entreabiertas. Estos
ángeles se distribuyen en dos grupos alineados; el ángel situado más a la
izquierda dentro del grupo derecho señala algo en la partitura de su vecino.
Los personajes
Santa Cecilia situada en el centro y rodeada de cuatro santos: san Pablo, san Juan Evangelista, san Agustín y santa María Magdalena.
Santa Cecilia mira hacia
arriba, sobrecogida por algo que ve o escucha. San Juan y san Agustín, en
segundo plano, parecen mirarse el uno al otro; en primer plano, san Pablo
dirige la vista al suelo y santa María Magdalena, hermosa y serena, mira hacia
el espectador.
Los cuatro santos están
descalzos mientras unas sandalias cubren los pies de santa Cecilia.
San Pablo y san
Juan Evangelista, representantes del amor divino, y san
Agustín y santa María Magdalena, pecadores arrepentidos.
Santa Cecilia sostiene un
pequeño órgano.
Santa Cecilia aparece rodeada
de ángeles músicos y de instrumentos musicales. Los instrumentos diseminados a
sus pies están rotos, y las únicas criaturas que parecen hacer música son los
ángeles, no los hombres.
En la parte inferior del cuadro advertimos una tercera sección que permite, ver, en continuidad con la parte central, el suelo sobre el que se apoyan los santos. Esta superficie está llena de instrumentos musicales tirados en desorden. Este desorden contrasta con el orden que reina en las secciones primera y segunda.
Examinemos con mayor detalle
los instrumentos representados.
Hay doce en la parte inferior del cuadro (además del órgano que sostiene santa Cecilia, perteneciente a la sección central). Seis de ellos se incluyen en la familia de las «percusiones», otros cinco son de viento y hay una viola de gamba. De izquierda a derecha se advierte un triángulo (de grandes dimensiones), un instrumento difícil de identificar que podría ser una flauta grande, una especie de tamboril sin membrana con pequeños címbalos semejantes a los de una pandereta, una pequeña flauta dulce y una viola de gamba con su arco; un examen atento revela una cuerda de viola, rota, que serpentea de modo sinuoso sobre el instrumento (detalle verdaderamente difícil de percibir en cualquier reproducción); detrás de la viola vemos dos pequeños timbales (¿o panderetas?), junto a la viola, una tercera flauta, y, cerca del pie derecho de María Magdalena, dos instrumentos de viento difíciles de identificar (flageolets o, más bien, instrumentos de la familia de las chirimías); a la derecha del cuadro, un tamboril bastante similar a la pandereta, aunque dotado de membrana y provisto de dos hileras de pequeñas sonajas; por último, un par de címbalos.
En primer plano, delante de la viola, una misteriosa pieza de
madera, el único resto de un gran instrumento o de otro objeto irreconocible.
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