Del Big Bang
a la visión cultural de la 4T. Proyecto de difusión de las humanidades.
José Antonio
Robledo y Meza
La cultura y educación en la divisa “El Pueblo Soberano como base,
una Nueva República como fin y la Cuarta Transformación como medio”.
El Universo tiene una historia que va del Big Bang a la computadora, a la Inteligencia y Conciencia Artificiales, a la imitación de la vida, a la civilización cosmopolita, a la visión cultural del universo. Esta historia puede construirse gracias al proceso de continuidad y evolución de la mente.
En esta historia hay tres momentos notables: la aparición de la vida, la aparición de la vida mental y la aparición de la evolución por el amor creador.
Los científicos han estimado que el Universo tiene más de 14.000 millones de años, cifra que zahiere nuestros tres millones de años como especie inteligente.
Husmeemos en los tres últimos segundos finales del Universo.
11:59:58 p.m.: civilización maya; dinastía sung china; imperio bizantino; invasión mongol; las cruzadas…
A las 11:59:59 p.m., último segundo del primer año cosmológico: renacimiento en Europa; viajes de descubrimiento desde Europa y China (dinastía Ming); surgimiento del método experimental de la ciencia.
¡Ahora mismo!: el primer instante del primer día del segundo año cosmológico: extendido desarrollo de la ciencia y tecnología; surgimiento de una cultura global; adquisición de los medios de autodestrucción humana; primeros pasos en la exploración planetaria en naves espaciales, la búsqueda de la inteligencia extraterrestre y primeros artefactos producto de los proyectos de Inteligencia y Conciencia Artificiales.
En la actualidad el malestar cultural revela un síntoma: el amor por los demás y por lo que se hace es una práctica cada vez menos aceptada. Eso es un indicio del fracaso de los promotores de las humanidades. No es un buen augurio para la cultura que el amor por los demás y por lo que se hace empiece a parecer inaceptable y hasta ridículo. Cuando se produce únicamente lo que tiene mercado o patrocinio, hace falta un milagro para que la cultura no termine siendo conformista.
En México ha llegado la oportunidad de que esto, nuevamente, no sea así. En México, a principios del siglo XX, aparecieron diferentes representaciones o modelaciones de la realidad: mitos, religiones, poesía, pinturas, música, artes plásticas, ciencias… todo lo anterior es cultura y con todo ello México comenzó a existir. Con estas representaciones la mente del mexicano adquirió la capacidad para controlar las condiciones de su existencia. En esas representaciones hay un valor de supervivencia; con ellas los mexicanos nos hemos apropiado del orden de la existencia y llevarlo a servir propósitos humanos con la compañía de la computadora como instrumento para estudiar la realidad y con ello la posibilidad de simularla así como a la mente misma.
Y puede verse en lo que los jóvenes intentan de que, nuevamente, el sostén último de las obras objetivamente valiosas está en el trabajo personal: en creer en lo que se cree, a pesar de las opiniones de los otros, a pesar de las consecuencias deprimentes que eso tiene en la práctica. Hasta ahora el financiamiento de lo más valioso que en cultura se produce tiene su origen en el trabajo personal. Puede seguir el apoyo de la familia, de los mecenas, del mercado y del Estado. Lo importante es tener la conciencia de que toda vida puede ser creadora de muchas maneras, y lo mejor sería que, sobre la marcha, aprendamos a convertir nuestra opresión en libertad, nuestra vida cotidiana en alegría.
De acuerdo con la UNESCO la cultura puede considerarse como el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. En tanto por arte se entiende la generación de elementos estéticos en las expresiones del quehacer humano.
A partir de nuestra experiencia de más de 30 años promoviendo relaciones culturales diversas podemos decir que impulsar una política pública cultural sería fomentar e impulsar la cultura en cualquier localidad, rural o urbana, con actividades que difícilmente pueden ofrecerse en esa zona por su lejanía con la capital del estado o por las condiciones precarias de existencia.
Al brindar actividades diferentes a las acostumbradas en una comunidad, se pretende enriquecer el proceso de aprendizaje ampliando el espectro de conocimientos tanto de niños como de jóvenes y adultos. A la vez se busca fomentar valores de solidaridad, respeto, inclusión e identidad, de forma que los aprendizajes adquiridos se puedan aplicar en la cotidianidad, mejorando la calidad de vida de los habitantes. Con lo anterior se crearía un punto de partida para que las personas, todos los ciudadanos, tomen ejemplo y emprendan iniciativas para mejorar la situación de sus familias y comunidades, al tiempo de aportar herramientas a los ciudadanos para que estos tomen conciencia de sí mismos y del papel que juegan dentro de la sociedad, adaptando el lenguaje a cada grupo de edad y al entorno cultural; esto para que la transmisión del mensaje sea efectiva y la creatividad artística refleje la pluralidad cultural del estado y del país.
La política cultural no debe ser una mera reproducción del enfoque de los grupos dominantes que asumen la perspectiva de los centros de poder; es, por el contrario, generar la perspectiva que fomente y apoye las ideas de un pueblo, con un enfoque multi-inter-transdiciplinario que rompa con la parcialización y la híper especialización del conocimiento y de la especialización de la cultura. Que impulse y fortalezca las acciones que permitan a las comunidades desarrollar sus propias capacidades de gestión y desarrollo a partir de incorporar los elementos que ellas decidan o elijan para su autogestión.
Asumir e impulsar como estrategia eje de las políticas públicas la masificación de la cultura y la democratización del saber pasa por reflexionar y debatir también en torno a la institucionalidad cultural requerida –la Secretaría de Cultura-, la manera descentralizada o concentrada de coordinar e implantar las acciones Se requiere formular una agenda de trabajo para profundizar el debate sobre la vida cultural y su proyección social.
De manera sintética las actividades que pudieran impulsarse son:
- Temporadas
de conciertos de música (cámara, sabatinos y dominicales), de presentación de
rondallas y estudiantinas denominados “Roberto Reyes Garrido”; encuentros
Corales.
- Temporadas
de danza, teatro (festival internacional “Héctor Azar”) y exposiciones de artes
plásticas.
-
Presentación de discos y libros.
- Concursos
de canto, oratoria y/o declamación.
-
Exposiciones artísticas, recitales y demostraciones.
- Encuentros
escolares y universitarios culturales denominados “Encuentros Gabino Barreda
Flores”.
- Olimpiadas culturales
y paseos culturales.
-
Conferencias, mesas redondas, coloquios y foros con temáticas diversas,
orientadas a abordar problemas culturales y artísticos de actualidad.
- Multiplicar
y fortalecer ejercicios de cine-club, con ciclos dedicados a fomentar la
cultura cinematográfica, a ver al cine como instrumento didáctico y como
expresión de la realidad social.
- Impulsar talleres artísticos, clínicas, cursos y seminarios sobre temas diversos.
Nuestra propuesta consiste en construir redes ciudadanas en y para la cultura, entendiendo que las redes se constituyen en espacios de debate, de aprendizaje y de concertación. Se pretende, como estrategia, crear redes de Promoción Cultural para proyectar al conjunto social los productos de la investigación científica, la creación artística y del quehacer cultural. Es por su cultura que México ganó presencia y avanza en el contexto global; el criticismo y la creatividad han sido su sello. Es por ello en la gran importancia que tiene la reforma educativa. La educación del mexicano en la Cuarta Transformación es premisa para la consolidación de la Soberanía Popular y la construcción de una Nueva República.
El Pueblo
Soberano como base, una Nueva República como fin y la Cuarta Transformación
como medio.
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