La Construcción de la Nueva Universidad Pública Mexicana
CD José
Antonio Robledo y Meza
Colegio
de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras
Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla
Participar en el próximo proceso de elección de la rectoría de la BUAP es el propósito de la presentación de la propuesta denominada “La Construcción de la Nueva Universidad Pública Mexicana” conjunta experiencia y argumentos. Se formularán proposiciones argumentadas que permitan destacar las condiciones existentes en los subsistemas académico –docencia, investigación y extensión-, político, económico, burocrático… de la actual BUAP. Importante será redefinir las relaciones de la institución con otros sistemas: la cultura, la política, la economía, la naturaleza, el Universo. La reflexión parte de un cambio de perspectiva y actitud. En lo más cercano la universidad debe hacer frente a la responsabilidad de hacer tangible el derecho a la educación superior y cumplir con la obligación de transformar la sociedad. Lo expuesto es el resultado de mi formación y experiencia como académico durante 50 años. Experiencia que abarca la enseñanza frente a niños y la docencia en el nivel medio superior, licenciatura y posgrado; en la investigación desde mi estancia en la Preparatoria Popular Emiliano Zapata y continuada hasta ahora; la pantomima y la radio –durante más de 10 años- han sido mis principales instrumentos en el campo de la extensión.
La exposición se irá desarrollando por partes, en tantas en cuanto sea necesario para que puedan analizarse, discutirse y criticarse por los interesados, esto es, por los ciudadanos todos. En esta entrega se presentarán solo las ideas generales que orientarán las exposiciones lógicamente consecuentes.
El cambio de visión y actitud.
Superar la visión construida por las últimas administraciones de que la universidad es asunto e interés solo de los universitarios, debe abandonarse. La Universidad, como su nombre lo indica, es asunto universal y su condición de pública obliga a la BUAP a comprometerse con los valores que permitan construir una sociedad cada vez más democrática, justa, libre y amorosa. La BUAP, en su condición de institución pública, debe rendir cuentas a la sociedad representada por las autoridades legal y legítimamente constituidas y que están definidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Nuevas circunstancias históricas exigen cambios de actitud de manera que la política universitaria esté orientada a cambiar tres tipos de comportamientos: hacia los demás, a la vida, y la naturaleza. Es importante discutir sobre cada uno de estos comportamientos y hacerlo en la perspectiva definida por dos ideas-fuerza: la Soberanía del Pueblo y la construcción de una Nueva República. El camino hacia la Nueva República exige la construcción de una Nueva Universidad. Esta intencionalidad de valor universal define la perspectiva; esta perspectiva exige un cambio en las actitudes, tanto individuales como colectivas, de los universitarios. La Nueva Universidad mexicana debe constituirse en un agente de promoción de lo establecido en la vigente Constitución.
La pérdida de autoridad de la BUAP es un hecho del cual debemos partir para mostrar el talante crítico y creativo de la comunidad para coadyuvar en la construcción de las nuevas instituciones que reclama la Nueva República. La sanción moral para quienes operaron la pérdida de la autoridad aludida debe ser el impedir que continúen administrando a la institución.
Tanto en el año 2018 como en el 2021 el pueblo de México definió a las autoridades que deben coordinar las acciones colectivas hacia la construcción de una Nueva Sociedad. Las autoridades electas democráticamente han realizado los cambios constitucionales que orientan los primeros pasos hacia la construcción de la Nueva República. Este caminar se ha iniciado promoviendo el respeto a los derechos humanos como elemento ineludible en la construcción de la nueva ciudadanía, combatiendo legalmente la corrupción, terminando con los abusos del fuero político a través de la revocación de mandato, la consulta popular, y tomando medidas para reducir el gasto suntuario de las burocracias en instituciones públicas.
La Constitución junto con el concepto de educación deben ser las plataformas para construir los conceptos de persona y sociedad democrática que requiere la Nueva República. Cambiar el paradigma basada en criterios numéricos en otro que responda a los valores para construir la ciudadanía que México y el mundo requiere.
El cambio de perspectiva académico.
Como el Universo, todos los mundos se expanden permanentemente. Se expande el mundo del existir: lenguaje, conceptos, saberes, conocimiento y tecnología; se expande el mundo del ser: las experiencias, los perceptos, el conocimiento y la tecnología. La expansión de los mundos del existir y del ser modifica permanentemente los perceptos y conceptos que aplicamos para modificar, sin parar, los mundos del ser y el existir a través de la tecnología.
La provisionalidad de conocimientos y saberes nos han permitido arribar a la racionalidad-crítica como criterio para avanzar contando con el apoyo de las mejores experiencias y los mejores argumentos construidos por los humanes a través de la historia. La conciencia de nuestras limitaciones, de los errores cometidos, de nuestra infinita ignorancia nos han hecho adoptar el método de la discusión y el principio de la racionalidad-crítica en todos los campos del saber y conocer.
Los mexicanos al igual que todos los humanes continuamos construyendo respuestas a las preguntas relativas al pasado (¿de dónde vengo?), del presente (¿quién soy?, ¿dónde estoy?) y del futuro (¿dónde voy?). Las respuestas a estas preguntas fundamentales nos obligan a responder a la pregunta de método: ¿cómo caminar del presente al futuro?, ¿cómo concretar paso a paso el camino hacia lo intencionalmente definido? La pregunta del método nos conduce directamente a la definición de políticas públicas orientadas por criterios éticos. ¿Cómo sabemos que nuestras respuestas son las mejores? Solo podemos apelar y aplicar el método de la discusión y el criterio de la racionalidad-crítica para provisionalmente aceptar las respuestas que requerimos para actuar.
Todo lo dicho tiene íntima relación con las funciones de la Nueva Escuela Mexicana, incluyendo a la Nueva Universidad Mexicana: docencia-investigación-extensión. Más adelante abundaré al respecto.
La Soberanía del Pueblo está expresada en la Constitución Política y por lo tanto, toda propuesta deberá estar enmarcada en el contexto constitucional. El artículo 1° Constitucional establece las categorías básicas de personas y seres humanos. En este sentido debe admitirse que los mexicanos como personas y seres humanos tenemos el derecho de tener y realizar pensamientos (pensar), sentimientos (sentir) y acciones (actuar); y armonizar pensamientos, sentimientos y acciones para formar significados de experiencia y crear nuevos conocimientos, sentimientos y conductas.
Con esto último debe comprometerse la Nueva Universidad Mexicana: la libertad para pensar (laicismo), para sentir (amar) y caminar hacia una sociedad (república) más justa aplicando permanentemente los criterios que hagan posible una convivencia democrática.
Paseo de
las Fuentes, Puebla, Pue. 16 de junio de 2021.
José
Antonio Robledo y Meza
celular:
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