sábado, 26 de junio de 2021

La Universidad en la Sociedad

La Universidad en la Sociedad.

La conjunción
“de la universidad a la sociedad” y “de la sociedad a la universidad”.


José Antonio Robledo y Meza


De lo que se trata es de conjuntar dos conceptos (universidad y sociedad) que se intersectan con un tercer concepto: aprender. La sociedad nos permite adquirir saberes populares, espontáneos, “vivos”; la universidad saberes académicos, hipercodificados. Ambos saberes dan unidad cultural que muchos llaman “identidad”. Dicha unidad cultural se produce también en contacto con distintas producciones culturales: música, cine, radio, televisión, arquitectura, literatura, prensa, tebeos, etc.


Aceptar esta realidad y abandonar dos prejuicios. En primer lugar, tanto en la sociedad como en la universidad hay espacios para ruindades, intrigas, dominaciones mafiosas, peligros, etc. En segundo lugar, tanto en un ámbito como en el otro se puede hacer circular el más alto nivel del saber cultural. Hacerlo es transformar la tarea “de la universidad a la sociedad-de la sociedad a la universidad” en la realidad “la universidad en la sociedad”. Impulsar acciones hacia el objetivo “la universidad en la sociedad” permite socializar lo que implica “Pensar Bien, para Vivir Mejor” y construir una sociedad republicana, democrática, liberal, laica y justa.


De lo que se trata es de discutir cómo es posible transformar lo que parece una disyunción excluyente (o universidad o sociedad, pero no ambas) en una conjunción (universidad y sociedad). Debemos aceptar que en la “realidad” ambos referentes existen y que están integrados en un contexto mediato e inmediato que sesgan su sentido de un determinado modo.


Se trata de producir (crear) un nuevo significado a las frases “de la universidad a la sociedad” y “de la sociedad a la universidad” y convertirlas en “la Universidad en la Sociedad”. Se trata de comenzar la discusión a partir de reconocer el falaz uso contradictorio de los términos “universidad” y “sociedad” y de ahí crear un nuevo significado.


Se trata es de rechazar terminantemente toda pretensión de detentar el conocimiento o la verdad y de establecer la actitud de producir permanentemente experiencias colectivas, mediante la discusión y el valor de aprender de nuestros errores. El nuevo significado de la relación entre Universidad y Sociedad debe surgir de la propia discusión.


Puebla, Pue. Paseo de las Fuentes

24 de junio de 2021

CD. José Antonio Robledo y Meza

Colegio de Filosofía, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

robledomeza@yahoo.com.mx

cel. 2223703233


miércoles, 23 de junio de 2021

Pensar Bien, para Vivir Mejor

 

Pensar Bien, para Vivir Mejor

Modo de significación y una forma no limitada en tiempo y espacio.

José Antonio Robledo y Meza

“Pensar Bien, para Vivir Mejor” es, como lema, un modo de significación y una forma no limitada en tiempo y espacio.

Ejemplos de otros lemas asociados a universidades están “Por mi raza hablará el espíritu” (UNAM), “La verdad nos hará libres” (UIA), "La técnica al servicio de la patria" (IPN), "In Calli Ixcahuicopa" (Casa abierta al tiempo) (UAM), "Vince in Bono Malum" (Vence al Mal con el Bien) (U. Anáhuac), "Espíritu emprendedor con sentido humano" (ITESM), "Piensa y trabaja" (UdG), "Por un México más libre, más justo y más próspero" (ITAM), "Lux et Veritas" (Luz y verdad) (U, de Yale), "Veritas" (Verdad) (U de Harvard), "Alere Flammam Veritatis" (Alentando la llama de la verdad) (UANL), "Indivisa Manent" (Lo que está unido permanece) (U. La Salle), "Sapientiae Dilectione Augebitur Nos" (El amor a la sabiduría nos engrandecerá) (UDLA), "In Christi lumine pro mundi vita" (A la luz de Cristo para la vida del mundo) (Pontificia U Católica de Chile), "Libertas Perfundet Omnia Luce" (La libertad lo llena todo de luz) (U de Barcelona), "Libertas Perfundet Omnia Luce" (La libertad ilumina todas las cosas) (U Complutense de Madrid), "Mens et manus" (mente y manos) (MIT), "Die Luft der Freiheit weht" (Sopla el Viento de la Libertad) (U Stanford), "Fiat Lux" (Hágase la luz) (U de California en Berkeley), "Artes, Scientia, Veritas" (Artes, Conocimiento, Verdad) (U de Michigan), "In lumine tuo videbimus lumen" (En tu luz veremos la luz) (U de Columbia), "Ubi spiritus, libertas" (Donde está el espíritu, hay libertad) (U Panamericana).

Características del lema:

El lema toma como objeto dos cuestiones: conceptos y acciones.

1) Conceptos o nociones abstractas. En nuestro caso son cuatro: “pensar”, “bien”, “vivir” y “mejor”

2) Proyecto de acción a realizar: “el pensar”, “el pensar bien”, “el vivir” y “el vivir mejor”.

Responder culturalmente a las necesidades de un grupo es lo que articulan los conceptos y acciones del lema. De esta manera, el lema explica coherentemente con imágenes, descripciones, explicaciones y argumentaciones los proyectos de acción representados por los conceptos. En otras palabras, el lema “Pensar Bien, para Vivir Mejor” es un sistema de representaciones que constituyen un sistema de comunicación, un mensaje. El lema no se refiere a una idea sino a un modo de significación y de una forma no limitada históricamente.

El lema “Pensar Bien, para Vivir Mejor” es un recurso político y, por lo tanto, más que la expresión de un acto del intelecto, analítico y abstracto, es la expresión de un acto de la voluntad, fundado sobre la adquisición intuitiva -inmediata, global y no analítica- de una verdad vinculada a las más fuertes tendencias de la institución, particularmente idónea para sostener la acción política colectiva.

Por medio del lema se trata de suministrar a los miembros de la institución un tipo de conocimiento político inmediatamente verdadero, que explicite de manera directa su conciencia de grupo -es decir la autoconciencia- sin la necesidad de pasar el filtro de formas intelectualizadas, siempre manipulantes y manipuladas.

La comunicación atrapada por el lema es constituye una organización de imágenes capaces de evocar instintivamente todos los sentimientos que corresponden a las distintas manifestaciones que dan cuenta de la institución.

En resumen, los elementos que están contenidos en nuestro lema “Pensar Bien, para Vivir Mejor” y que deben desencadenar un determinado tipo de culto son:

La universidad

Los muertos, la sangre de los muertos que continúa corriendo en las venas de los vivos

La cultura

Las costumbres

Las instituciones (escuelas, facultades, institutos) que ellas transmiten: una herencia biológica e intelectual que sola da dimensión, equilibrio y sentido a la vida.

De esta manera el lema de la BUAP alude a dos cuestiones:

Un hipotético y venerado “principio de los tiempos”, que apunta hacia una verdadera realidad que es matriz y fundamento del tiempo presente: el tiempo originario dominado por el pensar racional y crítico.

Un hipotético y definido intencionalmente porvenir, el futuro a alcanzar; vivir mejor.

En sentido amplio significa lo que guarda la verdadera sustancia de la vida de la institución: el pensar racional y crítico para vivir mejor.

Metafísicamente hablando el lema acrisola una triple concepción de la realidad: una realidad “social”, una realidad “psicológica” y una realidad “intelectual”. Incita a construir y a vivir en esa compleja realidad.

Mediante la repetición del lema el grupo recuerda y se obliga a recrear la realidad aludida por él mismo. El contenido del lema constituye una parte importante de la vida mental del grupo que lo asume como propio y por lo mismo es una realidad con un cariz cultural “pensar bien” para influir y construir una sociedad republicana, democrática, justa, libre, para “vivir mejor”.

De esta manera al interpretar el lema debemos hacerlo buscando su significado en las características de su contexto cultural, contexto que tiene muchas dimensiones.

El lema de la BUAP da cuenta del estilo o perspectiva –considerada como el conjunto de los conceptos y valores ínsitos en la cosmovisión de una cultura dada en una época histórica concreta-. El lema contiene la serie de conocimientos aceptados como básicos por los miembros del grupo de lo adopta y que consideran útiles de aplicar a lo largo de su vida. El lema es una explicación a los problemas críticos que encuentran los seres humanos; en él están contenidas las respuestas a esos problemas y preocupaciones importantes como son el propósito de la vida, las contingencias que lo obstaculizan, etc. Su función es explicar la realidad, así como dar pautas para la organización de los grupos sociales que la adoptan y sobre la dirección que deben tomar.

Un modo de significación del lema la puedes encontrar en:

La razón amenazada, Adolfo Sánchez Vázquez

https://mexicoelarboldelosmilfrutos.blogspot.com/2021/06/la-razon-amenazada.html

https://elsudamericano.wordpress.com/2016/06/16/la-razon-amenazada-adolfo-sanchez-vazquez/

https://es.scribd.com/document/153941365/Adolfo-Sanchez-Vazquez-La-razon-amenazada

También varios de mis alumnos han formulado su propia significación las que daré a conocer más adelante.

Puebla, Pue. Paseo de las Fuentes, 23 de junio de 2021

robledomeza@yahoo.com.mx

cel. 2223703233

 

La razón amenazada

 

La razón amenazada

Adolfo Sánchez Vázquez

Al recibir el grado de doctor Honoris Causa el 22 de junio 1984.

La vida de una universidad tiene que ser, sustancialmente, ejercicio del pensamiento; pero de un pensamiento que no se conciba a sí mismo con un fin en sí, sino como pensamiento para la comunidad en sus diversos niveles (estatal, nacional y universal). En este sentido, cabe decir que la Universidad Autónoma de Puebla, en todos estos años difíciles, ha permanecido fiel, contra viento y marea, a su lema: “Pensar bien para vivir mejor”.

Al otorgar los doctorados de este género, el Consejo Universitario toma en cuenta la trayectoria académica y política de los universitarios. Pues bien, en mi caso, independientemente de la valoración de mi actividad docente orado escrita que, obviamente no me toca a mi considerar, lo que sí puedo afirmar es que siempre he tratado de encauzarla dentro de las mismas coordenadas -pensamiento y vida- en que se desenvuelve la Universidad Autónoma de Puebla.

Por todo esto, acepto este Doctorado como un reconocimiento y estímulo a todos los universitarios que ejercitan su pensamiento, movidos por el noble fin al que sirve la Universidad Autónoma de Puebla.

Al agradecer su distinción al Consejo Universitario, lo hago también a los profesores de la Escuela de Filosofía y Letras, que la ha promovido. Existiendo asimismo mi agradecimiento a todos los que con su presencia aquí la avalan y, de modo especial, a la maestra Silvia Durán, por sus generosas palabras acerca de mi actividad docente y mi obra escrita.

No quisiera que mi intervención se redujera a estas expresiones sinceras de gratitud, y, abusando un poco de vuestra paciencia, agregaré algunas reflexiones sobre este pensar que puede y debe servir a la vida y que no es otro que el pensar racional. Con este motivo, me referiré a la función que la filosofía debe cumplir hoy en la tarea de reivindicar, rescatar o enriquecer la esfera de la razón.

Se trata de una necesidad no sólo teórica sino práctica, porque la razón está siendo asediada cada vez más y porque esta impugnación de la razón no puede dejar de afectar a nuestras vidas tanto en el plano del pensar como en el plano del comportamiento práctico. La razón no tiene hoy peor enemigo que el reiterado empeño en introducir la irracional tanto en las relaciones de los hombres con la naturaleza que puede llevar a un desastre ecológico, como en las relaciones entre los hombres que puede llevar a un holocausto nuclear.

Este irracionalismo se da en los más diversos niveles. Hay ciertamente un irracionalismo que no es nuevo: el de las prácticas supersticiosas que se asumen espontáneamente. Pero hay, sobre todo, creencias y comportamiento ya no tan espontáneos, difundidos en amplia escala por los medios masivos de comunicación que distribuyen irracionalmente, en el destino de las personas, los beneficios y maleficios. Si a esto se agrega la orientación, cada vez mayor, hacia la búsqueda de los “paraísos artificiales”, hemos de reconocer que el irracionalismo no sólo espontáneo, sino provocado, socialmente gana una faja cada vez más ancha de la vida cotidiana.

Pero no se trata sólo de esto, con ser grave. Asistimos también a toda una conducta irracional de clases, instituciones o Estados. Basta señalar cómo el dominio del hombre sobre la naturaleza en el que se cifraba, como ciencia y técnica, el poder de la razón, se ha vuelto irracional al minar las bases naturales de la misma existencia de los hombres. Y señalemos, asimismo, cómo los inmensos recursos a que recurre una desenfrenada política agresiva, militarista, y que podrían aliviar considerablemente la miseria y el hambre que se extienden por el planeta, no sólo no se dedican a esto, sino que ponen en peligro la propia supervivencia de la humanidad.

Irracionalismo práctico y teórico

Pero junto a este irracionalismo: ideológico o práctico, espontáneo o inducido, individual o estatal, hay un irracionalismo teórico que pretende sustraer el pensamiento, la realidad y el comportamiento humano a la razón. Y este irracionalismo es el que pretenden afirmar ciertas filosofías, ya sea por conducto de ciertos filósofos mayores como Heidegger o de otros menores como Cioran y los “nuevos filósofos” franceses. Este irracionalismo discurre por dos vertientes, sin que sean las únicas:

1) La negación del pensar racional y de su fruto más logrado, pero no exclusivo: la ciencia.

2) (Consecuencia de la anterior), la negación de la posibilidad de fundar y organizar racionalmente, en el futuro, las relaciones entre los hombres.

Si la primera nos arroja en brazos del oscurantismo, la segunda priva de sentido a todo intento -lucha o esfuerzo- por construir un mundo sin explotación ni dominación. Justamente por lo que significa este devastador ataque a la razón, se comprende una tarea fundamental de la filosofía: la de hacerle frente. Tarea, por supuesto, nada nueva, que ha conocido históricamente altas y bajas hasta llegar a esta situación de hoy, en que pensar y actuar racionalmente se ha vuelto una necesidad vital.

Filosofía y razón no siempre se han mantenido a la misma distancia y cuando se han acercado no siempre se ha tratado de la misma filosofía y de la misma razón. La filosofía nace justamente en la Grecia antigua, frente al mito, al dar a la razón una dimensión universal: rige al mundo (cosmos) y al hombre. Y al liberar las relaciones entre los hombres del imperio de lo natural, se trata -por primera vez de constituir una comunidad humana o polis que como el mundo sea racional.

En la Edad Media, la razón pierde esa posición señera y, subordinada a la fe, sirve a principios, dogmas o valores que no toca a ella establecer. Es en la Edad Moderna cuando la razón se afirma de nuevo:

1) En la relación del hombre con la naturaleza, en la cual se constituye la ciencia moderna.

2) En la política como relación de los hombres entre sí; justamente en nombre de la razón se destruyen poderes e instituciones.

Una clase social que domina ya económicamente -la burguesía- se sirve de ella para emanciparse políticamente. La razón es así revolucionaria y emancipatoria. Si la Revolución Burguesa de Francia decapita -en nombre de la Razón- a un rey, la razón pura kantiana decapita a este rey de reyes que es dios. No es casual que los revolucionarios franceses levanten en las calles un altar a la Diosa Razón. La razón a su vez -como ciencia aplicada en la técnica- permite un inmenso desarrollo de las fuerzas productivas. De este modo, se conjugan su poder espiritual, político y material.

La razón gobierna el mundo -dice Hegel-, pues es lo universal a lo que se sacrifica lo particular, lo contingente y lo individual. Y aunque para Hegel esta razón es histórica, porque es en la historia donde se realiza, todo en ella se halla sujeto a esa razón universal y se encamina hacia los fines de ella.

Contra este racionalismo universal, objetivo que ahoga al hombre concreto y a la historia real, se alzan dos posiciones filosóficas cuyas prolongaciones llegan hasta nuestros días: una, la que tiende a rescatar al individuo disuelto en este movimiento de la razón universal. Es la tendencia que va de Kierkeggard a Sartre y, en el plano político-social, del liberalismo burgués al anarquismo. Pretende haber rescatado al individuo concreto del universal abstracto hegeliano, pero se trata de un intento fallido, porque ese individuo, separado de su fundamento y naturaleza social, se vuelve también una abstracción.

Otra posición es la que tiende a dar a la razón un contenido histórico, concreto y práctico. Es la posición que asumen Marx y Engels frente a la razón universal que teorizan Hegel y Kant y que, como demuestran la experiencia histórica de la Revolución Francesa resulta ser una razón histórica, de clase, burguesa. Este contenido histórico concreto explica que la misma razón que funciona como razón revolucionaria, liberadora en el siglo XVIII se transforme después, encarnada en la ciencia y la técnica, como logos de la dominación.

“Pueblos sin historia”

Pero no basta reconocer el carácter histórico de la razón si se entiende -como lo entiende Hegel- teleológicamente, es decir, como una razón que se identifica con un fin que se realiza necesaria e inevitablemente; realización que llevan a cabo los pueblos de occidente y de la que quedan excluidos los que Hegel llama “pueblos sin historia”.

El racionalismo marxista es incompatible con este racionalismo teológico, universal y abstracto que, en definitiva, esconde y justifica, tras el reino de la razón, el reino de la burguesía y del Estado burgués. Pero Marx, y sobre todo cierto marxismo, no siempre se ha deslindado de este racionalismo universal del que se alimentan el eurocentrismo que deja a los pueblos no occidentales fuera de la historia.

Sin embargo, en la obra de Marx se encuentran otros elementos que contrarresten semejante interpretación. Son aquellos en los que se enfrenta a toda teleología o marcha inevitable hacia un fin de la historia; de ahí su dilema: socialismo o barbarie; de ahí sus puntualizaciones sobre el significado de El Capital para el capitalismo occidental; de ahí, igualmente, su precisión de que, dadas ciertas condiciones, pueda transitarse a una sociedad superior sin pasar inevitablemente por el capitalismo y de ahí finalmente, su oposición a que se interprete su teoría de la historia como una concepción filosófica-universal que sería meta-histórica.

Tal es el alcance de la razón histórica para Marx y de la razón en la historia.

Ahora bien, en nuestros días, al enfrentarse con el problema de la naturaleza y función de la razón, hay que tomar en cuenta una serie de hechos que explican tanto el auge de cierto irracionalismo como la absolutización de un modo de pensar racional -el de la razón positiva, científica- que llevan a cabo todas las variantes del positivismo. Entre estos hechos hay que contar los siguientes.

1) El desarrollo impetuoso, pero deformado de las fuerzas productivas (contra la naturaleza y contra el hombre mismo);

2) El desplazamiento del antagonismo social fundamental (burguesía-proletariado) según el marxismo clásico) al de imperialismo- Tercer Mundo;

3) La irrupción en el escenario histórico de los “pueblos sin historia”, según Hegel, irrupción de la que son claro testimonio las revoluciones mexicanas, rusa, china, vietnamita, cubana y nicaragüense.

4) La transformación de la ciencia en una fuerza productiva directa -como había previsto Marx-, pero a la vez con un potencial destructivo, que no pudo sospechar.

5) Enorme progreso tecnológico, desde el punto de vista de su racionalidad instrumental, de su eficacia, pero a su vez tanto más irracional desde un punto de vista humano cuanto más racional o eficaz -desde el punto de vista instrumental- es su capacidad de destrucción e incluso de exterminio de la especie humana.

De lo racional a lo irracional

A esta conjunción de lo racional y lo irracional en la realidad misma responden en el plano teórico y, particularmente en la filosofía:

En primer lugar, la absolutización de la razón positiva o científica arrojando al capo de lo irracional todo lo que escapa a ella (ideología, moral, política, etc.) Es la posición de los neopositivismos de toda laya.

En segundo lugar, la que reduce la función racial de la filosofía a los problemas del lenguaje (ya sea el de la ciencia o el lenguaje ordinario), sustrayendo a ella toda reflexión sobre la naturaleza del hombre, de la sociedad o de la historia. Es la posición de los diversos tipos de filosofía analítica, y:

En tercer lugar, la que, partiendo de los aspectos irracionales con que se presenta la realidad social en una época en que la razón misma -con su desarrollo- se ha vuelto irracional al plano de lo absoluto. Ya sea porque se descubra una perversidad intrínseca en la razón, o porque se considere que el pensamiento sobre el hombre, la sociedad y la historia escapa de ella, este irracionalismo descalifica todo intento de transformación social y, reduce por ello, el socialismo a una nueva utopía.

Frente a este irracionalismo que ciega los ojos y ata las manos, hay que reivindicar un racionalismo nuevo que hunda sus raíces en Marx. Se trata de un racionalismo liberado de toda teleología (no hay un fin al que se encamine inexorablemente la historia; ésta será en definitiva lo que hagan los hombres). Un racionalismo, por tanto, liberado de todo progresismo (como movimiento inevitable de lo inferior a lo superior) pero también de todo pesimismo (no está escrito todavía el fin -en su doble sentido de la historia).

Si la amenaza de un holocausto nuclear basta para echar por tierra todo progresismo, los logros alcanzados hasta hoy -en todos los campos- por la humanidad, refutan la idea de un regreso o degradación inevitables.

Finalmente, se trata de un racionalismo concreto, histórico, vinculado a la práctica, a la acción de los hombres, de los que dependerán, en definitiva -de su conciencia, organización y acción- que el proceso histórico progrese, se degrade o detenga.

Un racionalismo de este género, que es el que hoy tiene que reivindicar la filosofía ha de unir lo que ciertas filosofías han desatado en estos últimos tiempos:

a) La unidad de los objetivos, fines o aspiraciones a transformar la realidad con el conocimiento de esa realidad. Dicho en otros términos: la unidad de ciencia e ideología. Sin la ideología que mueve a transformar, la ciencia será estéril; sin la ciencia la aspiración a transformar el mundo será utópica, impotente. Lo cual quiere decir, a su vez, que la ciencia no agotara el campo de los racional; hay un mundo de valores, de aspiraciones o de fines que no son irracionales en cuanto que para realizarse tienen que fundarse racionalmente.

b) La unidad de medios y fines. La pretensión de que los medios -la ciencia y la técnica- por su desarrollo autónomo sin relación con fines o como fines en sí, explican la perversidad de la ciencia y la técnica en nuestros días, ocultan la realidad de que son ciertos fines -mantener las relaciones de explotación y dominación- los que explican el uso actual y negativo de estos medios: -la ciencia y la técnica-.

c) La unidad de hecho y valor que Max Weber trató de separar en la ciencia, incluyendo las ciencias sociales. Tal separación se ha revelado imposible y sólo sirve -en la época en que la ciencia despliega un potencial negativo- para tratar de justificar la irresponsabilidad moral, política y social del científico.

Tal es la razón que hoy, por una necesidad, no sólo teórica, filosófica, sino práctica vital, toca defender y reivindicar a la filosofía: una razón en suma que permita una relación natural -y, por tanto, humana- con la naturaleza y una relación más justa -más humana, pues entre los hombres. No otra cosa quiere decir, en definitiva, el lema de esta Universidad: “Pensar bien para vivir mejor”.

miércoles, 16 de junio de 2021

La Construcción de la Nueva Universidad Pública Mexicana

La Construcción de la Nueva Universidad Pública Mexicana

CD José Antonio Robledo y Meza

Colegio de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

 

Participar en el próximo proceso de elección de la rectoría de la BUAP es el propósito de la presentación de la propuesta denominada “La Construcción de la Nueva Universidad Pública Mexicana” conjunta experiencia y argumentos. Se formularán proposiciones argumentadas que permitan destacar las condiciones existentes en los subsistemas académico –docencia, investigación y extensión-, político, económico, burocrático… de la actual BUAP. Importante será redefinir las relaciones de la institución con otros sistemas: la cultura, la política, la economía, la naturaleza, el Universo. La reflexión parte de un cambio de perspectiva y actitud. En lo más cercano la universidad debe hacer frente a la responsabilidad de hacer tangible el derecho a la educación superior y cumplir con la obligación de transformar la sociedad. Lo expuesto es el resultado de mi formación y experiencia como académico durante 50 años. Experiencia que abarca la enseñanza frente a niños y la docencia en el nivel medio superior, licenciatura y posgrado; en la investigación desde mi estancia en la Preparatoria Popular Emiliano Zapata y continuada hasta ahora; la pantomima y la radio –durante más de 10 años- han sido mis principales instrumentos en el campo de la extensión.

La exposición se irá desarrollando por partes, en tantas en cuanto sea necesario para que puedan analizarse, discutirse y criticarse por los interesados, esto es, por los ciudadanos todos. En esta entrega se presentarán solo las ideas generales que orientarán las exposiciones lógicamente consecuentes.

El cambio de visión y actitud.

Superar la visión construida por las últimas administraciones de que la universidad es asunto e interés solo de los universitarios, debe abandonarse. La Universidad, como su nombre lo indica, es asunto universal y su condición de pública obliga a la BUAP a comprometerse con los valores que permitan construir una sociedad cada vez más democrática, justa, libre y amorosa. La BUAP, en su condición de institución pública, debe rendir cuentas a la sociedad representada por las autoridades legal y legítimamente constituidas y que están definidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Nuevas circunstancias históricas exigen cambios de actitud de manera que la política universitaria esté orientada a cambiar tres tipos de comportamientos: hacia los demás, a la vida, y la naturaleza. Es importante discutir sobre cada uno de estos comportamientos y hacerlo en la perspectiva definida por dos ideas-fuerza: la Soberanía del Pueblo y la construcción de una Nueva República. El camino hacia la Nueva República exige la construcción de una Nueva Universidad. Esta intencionalidad de valor universal define la perspectiva; esta perspectiva exige un cambio en las actitudes, tanto individuales como colectivas, de los universitarios. La Nueva Universidad mexicana debe constituirse en un agente de promoción de lo establecido en la vigente Constitución.

La pérdida de autoridad de la BUAP es un hecho del cual debemos partir para mostrar el talante crítico y creativo de la comunidad para coadyuvar en la construcción de las nuevas instituciones que reclama la Nueva República. La sanción moral para quienes operaron la pérdida de la autoridad aludida debe ser el impedir que continúen administrando a la institución.

Tanto en el año 2018 como en el 2021 el pueblo de México definió a las autoridades que deben coordinar las acciones colectivas hacia la construcción de una Nueva Sociedad. Las autoridades electas democráticamente han realizado los cambios constitucionales que orientan los primeros pasos hacia la construcción de la Nueva República. Este caminar se ha iniciado promoviendo el respeto a los derechos humanos como elemento ineludible en la construcción de la nueva ciudadanía, combatiendo legalmente la corrupción, terminando con los abusos del fuero político a través de la revocación de mandato, la consulta popular, y tomando medidas para reducir el gasto suntuario de las burocracias en instituciones públicas.

La Constitución junto con el concepto de educación deben ser las plataformas para construir los conceptos de persona y sociedad democrática que requiere la Nueva República. Cambiar el paradigma basada en criterios numéricos en otro que responda a los valores para construir la ciudadanía que México y el mundo requiere.

El cambio de perspectiva académico.

Como el Universo, todos los mundos se expanden permanentemente. Se expande el mundo del existir: lenguaje, conceptos, saberes, conocimiento y tecnología; se expande el mundo del ser: las experiencias, los perceptos, el conocimiento y la tecnología. La expansión de los mundos del existir y del ser modifica permanentemente los perceptos y conceptos que aplicamos para modificar, sin parar, los mundos del ser y el existir a través de la tecnología.

La provisionalidad de conocimientos y saberes nos han permitido arribar a la racionalidad-crítica como criterio para avanzar contando con el apoyo de las mejores experiencias y los mejores argumentos construidos por los humanes a través de la historia. La conciencia de nuestras limitaciones, de los errores cometidos, de nuestra infinita ignorancia nos han hecho adoptar el método de la discusión y el principio de la racionalidad-crítica en todos los campos del saber y conocer.

Los mexicanos al igual que todos los humanes continuamos construyendo respuestas a las preguntas relativas al pasado (¿de dónde vengo?), del presente (¿quién soy?, ¿dónde estoy?) y del futuro (¿dónde voy?). Las respuestas a estas preguntas fundamentales nos obligan a responder a la pregunta de método: ¿cómo caminar del presente al futuro?, ¿cómo concretar paso a paso el camino hacia lo intencionalmente definido? La pregunta del método nos conduce directamente a la definición de políticas públicas orientadas por criterios éticos. ¿Cómo sabemos que nuestras respuestas son las mejores? Solo podemos apelar y aplicar el método de la discusión y el criterio de la racionalidad-crítica para provisionalmente aceptar las respuestas que requerimos para actuar.

Todo lo dicho tiene íntima relación con las funciones de la Nueva Escuela Mexicana, incluyendo a la Nueva Universidad Mexicana: docencia-investigación-extensión. Más adelante abundaré al respecto.

La Soberanía del Pueblo está expresada en la Constitución Política y por lo tanto, toda propuesta deberá estar enmarcada en el contexto constitucional. El artículo 1° Constitucional establece las categorías básicas de personas y seres humanos. En este sentido debe admitirse que los mexicanos como personas y seres humanos tenemos el derecho de tener y realizar pensamientos (pensar), sentimientos (sentir) y acciones (actuar); y armonizar pensamientos, sentimientos y acciones para formar significados de experiencia y crear nuevos conocimientos, sentimientos y conductas.

Con esto último debe comprometerse la Nueva Universidad Mexicana: la libertad para pensar (laicismo), para sentir (amar) y caminar hacia una sociedad (república) más justa aplicando permanentemente los criterios que hagan posible una convivencia democrática.

Paseo de las Fuentes, Puebla, Pue. 16 de junio de 2021.

José Antonio Robledo y Meza

robledomeza@yahoo.com.mx

celular: 2223703233

 

lunes, 14 de junio de 2021

Preguntas y comentarios y en torno al texto “La peligrosa romantización de la pobreza” de Jorge Zepeda Patterson.

 Preguntas y comentarios y en torno al texto 
“La peligrosa romantización de la pobreza” de Jorge Zepeda Patterson.


José Antonio Robledo y Meza

robledomeza@yahoo.com.mx

cel. 2223703233

¿Por qué el título? 

Don Jorge es claro, desde el primer párrafo, del por qué el título: por “priorizar a tal punto la lucha contra la pobreza que optó por dejar de lado otras reivindicaciones progresistas”. Esta aseveración la reitera en el párrafo tercero al mismo tiempo que acepta la existencia de “mayorías empobrecidas”. En el párrafo quinto manifiesta: “Pero más me preocupa” (… las) “expresiones que mistifican la pobreza, como si solo en ese estado se es sabio y justo. Hay un atisbo peligrosamente milenarista, anti intelectual y rural.” En el séptimo párrafo don Jorge sentencia “El amor a los pobres no debería confundirse con el amor a la pobreza, no si es que queremos salir de ella.” La justificación del título lo reitera en el octavo párrafo al que denomina “nota” explicitando que es su interpretación de los últimos párrafos de “la transcripción de la Mañanera de este viernes” (11 de junio de 2021).


¿Por qué “absurdo, da”?


1) Son tres los párrafos en que don Jorge usa del término “absurdo, da”:

a) En el segundo párrafo encontramos la siguiente afirmación “la oposición no podrá constituirse en una verdadera alternativa al obradorismo mientras siga creyendo que solo le basta “desenmascarar” a AMLO y mostrar a los sectores populares los desaciertos de su Gobierno o la inconsistencia de sus ideas. Lo cual es absurdo”. Aquí se refiere al absurdo de la oposición a AMLO de constituirse en una verdadera alternativa si solo se concentra en señalar “los desaciertos de su gobierno o en la inconsistencia de sus ideas.”

b) En el tercer párrafo don Jorge puntualiza: “Podría explicarse que las políticas públicas de la 4T se concentren en la más urgente de las necesidades, pero el abandono presupuestal sistemático de todas las demás y luego la confrontación explícita por parte del Presidente, provocaron una ruptura absurda en esa alianza implícita.” Aquí se refiere a la ruptura “entre los sectores medios de la capital y el movimiento político que hoy encabeza López Obrador. La causa del rompimiento, señala don Jorge, “es el abandono presupuestal sistemático” (las negritas son de jarm) de las “agendas de justicia social con las del movimiento feminista y diversidad sexual, temas de medio ambiente, acceso y difusión de la cultura, activismo por los derechos humanos y un largo etcétera.” Aquí se refiere al absurdo del abandono presupuestal a los impulsores de las agendas progresistas.


c) En el sexto párrafo don Jorge, en referencia a las palabras citadas por AMLO (“es en la ciudad donde la gente se convierte en fácil presa de la propaganda y que los que tienen licenciatura e incluso doctorados, seguramente lectores de Reforma, suelen tener “actitudes aspiracionistas, triunfar a toda costa, salir adelante, muy egoísta”) sentencia: “Quisiera pensar que son palabras improvisadas llevadas por la molestia y la irritación y no un manifiesto de su visión del mundo. Tomadas literalmente afirmarían no solo que los sectores medios fueron engañados, sino que hay algo intrínsecamente deshonesto en pertenecer a la clase media, en tener títulos universitarios o en poseer aspiraciones para mejorar la situación propia y de la familia.” (…) “Cuesta trabajo creer que el Presidente quisiera justo lo contrario, que los que tienen un poco más dejen de tenerlo para así convertirse en mejores personas. Y sin embargo, eso es lo que se deriva de sus extrañas explicaciones. Ojalá que se trate de un planteamiento desafortunado, en el intento de justificar un fenómeno, el sufragio adverso de los sectores progresistas que antes votaban a su favor; algo que debería llevar a la reflexión y a la autocrítica, y no a esta absurda defensa.” Aquí lo absurdo se aplica a la defensa de la pobreza más que en los pobres. De aquí el título del artículo.


Mi punto de vista es que el abandono presupuestal a las agendas progresistas no es un absurdo y que este abandono presupuestal sea una defensa romántica de la pobreza. Por el contrario, el apoyo presupuestal asignados a los grupos que dicen defender agendas progresistas se orienten a apoyar a personas con necesidades reales y concretas que son las referencias de las agendas progresistas. Esta decisión contó con mi voto.


En conclusión, no comparto ni el título ni su significado.


domingo, 6 de junio de 2021

Manifiesto por la república, la democracia y las libertades. Análisis descriptivo.

 

Manifiesto por la república, la democracia y las libertades.
Análisis descriptivo.

 

José Antonio Robledo y Meza

 

El “Manifiesto por la república, la democracia y las libertades” fue firmado por un grupo conformado por más de 400 personas entre los que se encuentran politólogos, antropólogos, empresarios, sociólogos, juristas, historiadores y periodistas. En esta declaración pública se llama a los ciudadanos a que en las elecciones del 6 de junio de 2021 “voten en sentido estratégico y cierren filas con quien tenga mayor probabilidad de vencer a Morena y a sus partidos aliados”. Este es un objetivo coyuntural que es solo una pista de propósitos a más largo plazo.

El documento de 697 palabras están distribuidas en 6 párrafos: el primer párrafo:  90 palabras; el segundo párrafo:  141 palabras; el tercer párrafo:  82 palabras; el cuarto párrafo:  115 palabras; el quinto párrafo:  68 palabras y el sexto párrafo:  192 palabras. El título: 9 palabras

Este análisis tiene como propósito exponer los aspectos más relevantes contenidos en el manifiesto.

Resalta. En primer lugar, la intención de insertarse en el proceso electoral a corto plazo y, en el mediano y largo plazo, en el proceso denominado como “Cuarta Transformación”, a través del método democrático de la discusión. Más que ruptura se pretende una refundación de la 4T a través de denuncias y afirmaciones como veremos a continuación.

A lo largo del documento, comenzando por su título, definen su compromiso con los siguientes principios: el republicanismo, la democracia, la libertad y el federalismo. Es evidente su compromiso con el principio del Pueblo Soberano y con la intención de construir una Nueva República. Esto se comprueba con las siguientes intenciones declaradas “construir una sociedad inclusiva basada en derechos, más justa y dinámica”, “colocar al ciudadano en el centro de la acción política”, aprovechar las aportaciones de la sociedad civil “para mejorar políticas públicas, basarlas en evidencia y combatir malas prácticas” y “respetar el pluralismo como vía para transformar a México.” La intención a corto plazo es “vencer en las urnas a la coalición oficialista de Morena y sus partidos satélites para rectificar el rumbo”. Asimismo. declaran su compromiso para construir una alternativa viable y atractiva para detener el deterioro político, económico e institucional del país, impulsar la imparcialidad del servicio público, reivindicar la importancia de los organismos autónomos para empoderar a la ciudadanía.

Los problemas que resaltan para atender de inmediato son: la pobreza, la violencia criminal; la falta de medicamentos; la falta de certeza jurídica para los inversionistas y el desaprovechamiento de las ventajas comparativas por la vecindad con Estados Unidos, así como el acuerdo comercial que tenemos con ellos; el abandono del uso de los combustibles fósiles.

Con las premisas anteriores manifiestan su oposición a la siguiente realidad política: autoritarismo, abuso del poder, demagogia, capricho, centralismo, presidencia autocrática, arbitrio de una sola voluntad, el deterioro político, económico e institucional del país; retroceso populista y autoritario, el triple desprecio a la lucha de las mujeres por sus derechos, a la calidad educativa y a la ciencia y la investigación; el uso del gobierno de recursos e instituciones del Estado para favorecer al partido del gobierno y la violación del Presidente a la Constitución usando los programas sociales y la vacunación se en su estrategia electoral interviniendo en las campañas, difundiendo propaganda; rechazan el uso del escarnio y persecución de opositores. Hacen énfasis de su repudio a los “abusos, corrupción y frivolidad de la indeseable situación previa a la presente administración”.

Por lo anteriormente expuesto, está claro que la intención “profunda” de quienes redactaron este documento es constituirse en una alternativa en el proceso de la 4T al margen de los partidos que hoy forman la coalición PRI-PAN-PRD.

En una próxima entrega profundizaremos en la exposición de los principios declarados y las intenciones poselectorales de quienes redactaron el “Manifiesto por la república, la democracia y las libertades”.

Puebla, Pue. Arboledas de Guadalupe, 6 de junio de 2021

 

 

viernes, 4 de junio de 2021

Aprendizaje significativo producto de las elecciones mexicanas del 6 de junio de 2021

Aprendizaje significativo producto de las elecciones mexicanas del 6 de junio de 2021.

José Antonio Robledo y Meza

Caracterizo al proceso electoral, que concluirá el próximo domingo 6 de junio, como pasional. Fue un proceso donde se pidió elegir el matiz de la obediencia a partir del postulado de la Soberanía del Pueblo. No importando la orientación de voto, la Soberanía Popular marcó el rumbo.

El proceso tuvo, entre sus virtudes, modificar, al menos, tres elementos del contexto tradicional de la definición del voto: 1) el horizonte emotivo-conceptual; 2) los parámetro valorativos; 3) y la orientación cognitiva.

Si el resultado del proceso se definirá por los impulsos, deseos y estados de ánimo de los votantes, esto obligará a corregir los planteamientos éticos como estrategia para resolver sobre las alternativas de políticas públicas.

Las pasiones mostraron su importancia al grado de que es imposible ignorarlas en la acción de gobernar. Un gobierno eficaz deberá forjar sus decisiones considerando, no totalmente el aspecto pasional del electorado, pero tampoco ignorándolo. La razón y teoría deben estar acompañadas por las pasiones humanas, porque las campañas -sui generis de este 2021- lograron nuevamente “calentar” el ambiente, restringiendo la apatía y la pasividad.

El proceso enseñó que la razón debe acercarse a las pasiones, lo que significa considerar lo que el proceso generó: el contacto directo de los unos con los otros. Los autoconsiderados élite abrieron el diálogo republicano en su “Manifiesto por la república, la democracia y las libertades” proclamando su sentido de pertenencia a la naciente comunidad construida, en sus primeros pasos, por la llamada 4T.

Todos los que participan en el proceso manifestaron dos pasiones: 1) la necesidad de ser guiados (dependencia) y 2) el anhelo de permanecer libres (autodominio). Este oxímoron ayudará a superar la parálisis de la voluntad, la tibieza emotiva, la apatía y la renuncia a producir ideas autónomas.

Cualesquiera que sean los resultados de las votaciones en México, los ciudadanos del mundo habremos aprendido significativamente.

Puebla, Pue. Paseo de las Fuentes, 4 de junio de 2021

 

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