La flor de nochebuena y la navidad
La Flor de Nochebuena, es originaria
de Taxco, Guerrero donde existió un lugar llamado Cuelaxochitlán. Esta planta
que florece de noviembre a enero, crece en zonas de clima templado y cálido. Su
nombre original es
Cuatlaxochitl (en náhuatl “la flor de cuero” o la
“flor que se marchita”) y en la época prehispánica era cultivada por los
aztecas en los jardines de Nezahualcoyotl y Moctezuma, con fines religiosos,
medicinales e industriales.
Esta flor era utilizada por los
sacerdotes antes de iniciar alguna ceremonia, toda vez que ésta, significaba la
pureza de la sangre sacrificada al astro rey para renovar su fuerza creadora,
que haría que el universo entero siguiera su marcha. De igual manera, era el
símbolo de la nueva vida, alcanzada por los guerreros muertos en la batalla, de
quienes decían, regresaban a la tierra a libar la miel de esta flor.
El jugo lechoso de la Cuetlaxóchitl,
para elaborar una medicina contra la fiebre, así como el extracto de sus
brácteas, mezclado con oxtle o resina de pino, para teñir de rojo escarlata
artículos de cuero, telas y cosméticos.
La inclusión de esta flor en la
celebración navideña ocurrió durante el siglo XVII, cuando un grupo de monjes
Franciscanos que había llegado al lugar las recolectó en los campos cercanos,
en donde crecían de forma silvestre, para enmarcar una procesión
conmemorativa de la Natividad, llamada Fiesta del Santo Pesebre, iniciando así
una tradición en la localidad. Fue así como se le da el sincretismo religioso,
que para la gente de esos lugares la Flor era símbolo de pureza. De igual
forma, la planta era utilizada para aumentar la leche de las nodrizas.
Esta flor también es conocida como
flor de fuego, flor de Santa Catarina, flor de Pascua, flor de Catalina y flor
de bandera. En algunos países también se le conoce como: “Poinsettia” en
memoria de Joel Robert Poinsett, embajador de Estados Unidos en México quien en
1823 durante su visita a la iglesia de Santa Prisca en Taxco, quedó maravillado
con las Cuatlaxochitls que adornaban un nacimiento puesto por los franciscanos.
Poinsett envió algunas semillas a
Charlentonvilee, Carolina del Sur para que adornasen su casa en Navidad. Al
concluir su misión diplomática y regresar a su país le sorprendió que muchas
familias adornaban sus casas con la Poinsettia o “ChistmasFlower”, a partir de
entonces, esta flor mexicana se ha difundido en todo el mundo y es uno de los
símbolos de la universales de la Navidad.
La planta que la produce es un arbusto
que segrega un jugo lechoso de la familia de las euroforbiaceas que alcanza
hasta seis metros de altura, sin embargo, lejos de lo que muchos pudieran
creer, las hojas rojas no son la flor de la Nochebuena; las flores son las
pequeñas bolitas amarillas que están al centro de la planta, por lo que cuando
se adquiera, se debe poner especial atención en este detalle. Que traiga las
flores, y no solamente hojas, ya que de esta forma durarán más tiempo vivas.
En algunos países de Centroamérica es
conocida como Hoja Encendida. En Chile y Perú es nombrada Corona de los Andes y
simplemente como Flor de Navidad en Venezuela. En tanto, en Argentina es
conocida con el nombre de Estrella Federal, por haber sido el símbolo que
utilizaron las fuerzas federalistas en el siglo diecinueve durante la batalla
contra quienes pugnaban por la implantación del centralismo en ese país, además
de que es la flor nacional de aquel país.
La Flor de Nochebuena, también es
motivo de inspiración para la creación de grandes historias, ejemplo de ello es
el libro de Joanne Oppenheim titulado La primera flor de Nochebuena. Un
cuento mexicano sobre la Navidad, donde el autor retrata el
ambiente festivo de la Navidad en un pueblecito mexicano. Este libro, fue
inspirado a partir de los recuerdos del autor quien durante un tiempo vivió en
Cuernavaca, concentrando la historia en labios de la madre de Juanita.
La pequeña Juanita vive en un
pueblecito de las montañas de México, es la víspera de Nochebuena y está triste
porque no tiene qué obsequiar a su familia ni al niño Jesús. En medio de sus
carencias, pues su padre no tiene trabajo, sus generosos deseos serán
recompensados con un milagro que compartirá desde esa noche con todo su pueblo
y el mundo entero: la flor de Nochebuena.
Es así como a lo largo de todo el
mundo, la flor de Nochebuena es pieza clave durante las fiestas decembrinas, ya
que por su colorido, da un toque de vida y esperanza a los hogares y templos,
conjuntando la tradición prehispánica con la celebración cristiana más
importante, al ser acogida en todos los hogares como símbolo del renacimiento
del amor y la esperanza en este planeta y en todo el universo.
Para leer
Cuento de navidad, Charles Dickens
Quince cuentos de navidad, Severino Salazar
La navidad en las montañas, Ignacio
Manuel Altamirano