jueves, 25 de enero de 2024

La lógica de la justicia

La lógica de la justicia

José Antonio Robledo y Meza

Para Raúl Manzano Jiménez

 

¿Qué tipo de objeto es la justicia? ¿Qué queremos comunicar cuando hablamos de justicia? ¿A qué nos referimos -relación con el mundo objetivo- cuando hablamos de justicia?

En primera instancia debe aceptarse que la justicia no es un objeto material como, por ejemplo, el teclado, la manzana y la taza de café que tengo frente a mí en estos momentos. Tampoco es una sensación como el dolor, el placer o pensamientos que a veces tenemos.

Si la justicia no es un objeto material ni una sensación, entonces ¿qué es? La justicia es un objeto intelectual y producto humano que tiene como fuente el pensar y la información cultural. Es un concepto abstracto, que se atribuye a cierto tipo de relaciones humanas.

Como concepto abstracto la justicia es un objeto autónomo construido filosóficamente como fundamento, axioma de toda sociedad, de todo Estado. Es un concepto que no se apoya en otro concepto. La justicia es un concepto fuente de toda obligación moral. La justicia no es sujeto; es un objeto construido por un sujeto colectivo -los filósofos-  desde Platón hasta Nozick y Rawls, por ejemplo.

Filosóficamente el término “justicia” tiene dos significados principales. Uno se refiere al orden de las relaciones humanas, la justicia como conformidad de la conducta a una norma. Es el orden social organizado jurídicamente.

El otro significado se refiere a la conducta de quienes se ajustan a ese orden; es el orden moral de una sociedad expresado en la conducta cotidiana de sus ciudadanos. De esta manera, la justicia se expresa en un conjunto de pautas, criterios y reglas que establecen un marco jurídico entre las relaciones de personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas entre ellas. Este marco jurídico debe fundamentarse de dos maneras: cultural y formalmente. Entendiendo por cultura al amplio consenso en los individuos de una sociedad sobre lo bueno, lo malo y otros aspectos prácticos de como deben organizarse las relaciones entre personas. En el plano formal es el codificado en varias disposiciones escritas (Constitución, leyes y reglamentos) aplicadas por jueces y personas. Personas en situación de desigualdad que tratan de ser imparciales.

La justicia es un concepto necesario en sociedades donde el conflicto entre los miembros e instituciones de la sociedad son inevitables.

Un espacio especial requiere la reflexión en torno a la justicia distributiva, esto es, a lo justo o correcto respecto a la asignación de bienes en una sociedad. Esta reflexión ha avanzado a partir de los siguientes principios:

1) Principio de realidad: solo el individuo que piensa o siente es real, pero no son reales los colectivos imaginados. Solo las personas reales (individuos) son los lícitos depositarios de derechos reales.

2) Principio de no agresión, esto es, las relaciones sociales deben ser voluntarias.

De estos principios se han derivado dos teorías de justicia distributiva: natural, por un lado y la impuesta desde una autoridad abstracta, por otro.

En conclusión, la justicia es un ideal que nace de la necesidad de resolver conflictos, mantener la armonía entre los integrantes de una sociedad y forma parte de la racionalidad crítica tanto de creencias como de conductas, tanto de personas como de instituciones. La justicia es una virtud principal ya que sobre ella giran la vida moral.

 

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lunes, 22 de enero de 2024

El largo camino hacia una sociedad justa.

El largo camino hacia una sociedad justa.

José Antonio Robledo y Meza

 

Para Carlos Meza Viveros

 

Durante más de 24 siglos se ha reflexionado en torno a la justicia. A partir de la República escrita por Platón (c427-c347), pasando por Aristóteles (364-322), Kant (1724-1804), Jeremías Bentham (1748-1832) y Hans Kelsen (1881-1943). Durante miles de años los filósofos se han planteado preguntas como las siguientes: ¿qué es la justicia?, ¿qué es la injusticia? Y en torno a estas cuestiones han aparecido interrogantes como ¿qué es la felicidad?, ¿qué es lo bueno?, ¿qué es lo malo?, ¿qué es la verdad?, ¿qué es la libertad?, ¿qué es una virtud?, ¿qué es un vicio?, ¿qué es la democracia?, ¿qué es la compasión?, ¿cuál es el orden justo?, ¿cuándo es justo un orden social determinado?, ¿cuál es la pena justa, la de muerte o la de prisión?, ¿qué intereses ostentan el valor de la justicia y cuál es la jerarquía de los valores?, ¿qué es preferible, un sistema económico libre o una economía planificada?, ¿qué puede considerar cada cual como «suyo» realmente?, ¿cuáles son las diferencias que deben tenerse en cuenta y cuáles no en el concepto de igualdad?, ¿cuáles son las capacidades de cada uno, para qué tipo de trabajo es apto y qué quantum de trabajo puede pretenderse que realice de acuerdo a sus capacidades naturales?, ¿cuáles son las necesidades que pueden ser satisfechas?, ¿cómo deben conducirse ciudadanos y jueces?, ¿cuáles son las normas que podemos o debemos desear sean obligatorias para todos?, ¿cuál es la moral de cada filosofía asociada a la justicia?, ¿puede permanecer tolerante la democracia cuando tiene que defenderse de ataques antidemocráticos?

Las respuestas han sido varias para cada una de estas preguntas. Y la discusión continuará sin que parezca, haya a la mano, una respuesta consensada para la pregunta ¿qué es la justicia? Sin embargo esto no justifica que los esfuerzos continúen en la construcción de un orden cada vez más justo que beneficie a cada vez más ciudadanos.

En torno a estas preguntas se han formulado también distintos principios entre los que destacan los de responsabilidad colectiva y de responsabilidad individual; de represalia y bien por bien, mal por mal; de igualdad y de igualdad ante la ley; de juridicidad o legalidad; de amor y de tolerancia; de "a cada cual lo suyo" y de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades; principio democrático y principio comunista de justicia, y el principio de causalidad.

Hoy día esta discusión compleja -en cuestiones y principios. es necesario tenerla presente cuando existe la necesidad de reformar el poder judicial en el sistema político mexicano.

Es importante reconocer que cualesquiera que sea el resultado de la discusión en torno al poder judicial, el sistema político mexicano mutará en otro porque exigirá cambios en las interacciones existentes entre los partidos políticos, entre estos y los otros poderes -ejecutivo y legislativo-, entre todo lo anteriormente mencionado y las organizaciones como escuelas, universidades, iglesias, etc. Todo ello exigirá el cambio de creencias, comportamientos, actitudes, ideales y valores de los ciudadanos. Todo ello implica pensar en un nuevo orden social y por ende no solo en reformar la Constitución Política sino sustitución de la vigente Constitución por una nueva.

La construcción de una Nueva República fundada en el principio de Soberanía del Pueblo es un objetivo deseado por la mayoría de los mexicanos. Una Nueva República orientada a satisfacer las necesidades de toda la población.

El itinerario de la Cuarta Trasformación para concretar la Nueva República es de largo alcance, es estratégico y por lo cual exige un permanente aprendizaje dónde los errores cometidos sean corregidos por todos los involucrados. Largo será el camino, pero debemos celebrar que el pueblo ya ha comenzado a construirlo.

En la actual coyuntura, con la reforma al poder judicial se impulsará la idea fuerza de que los nuevos legisladores, con su ejemplo, con su autoridad moral, logren en forma más efectiva que los ciudadanos, en libertad y sin coacción, se conduzcan virtuosamente.

 

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jueves, 18 de enero de 2024

Expectativas y amenazas en torno al Plan C

Expectativas y amenazas en torno al Plan C

José Antonio Robledo y Meza

 

El Plan C un objetivo planteado por Morena y sus aliados se verá afectado por factores nacionales e internacionales entre estos últimos destaca en que en los USA también habrá un proceso electoral para elegir presidente.

Por primera vez en la historia del país, habrá elecciones en los 32 estados, se elegirán cerca de 20 mil 375 cargos tanto federales como locales, se estima que habrá alrededor de 3.5 millones de nuevos votantes y se renovará por completo el Congreso de la Unión.

Pasado el tiempo, hoy 9 de enero de 2024 son cuatro actores colectivos los que harán presencia el 2 de junio. Uno que llamaremos obradoristas, otro antiobradoristas, Movimiento Ciudadano y un cuarto llamado abstencionistas. El primero está representado por el partido Morena y sus aliados que es una coalición-movimiento, que bajo el principio de “primero los pobres” ha permitido la irrupción en la política, no solo en las elecciones, de los ciudadanos anteriormente excluidos. A estos les ha dado una identidad: el obradorismo. El obradorismo ha abierto la participación de millones de mexicanos en forma de demandas y esperanzas, esto último, define la política de abajo hacia arriba.

Estos mexicanos se mueven en torno a ideas básicas -como acabar con la corrupción, convertir lo público en una virtud, y devolverle a la política su carácter moral-todo ello acompañado de las ideas complejas como el de soberanía popular y nueva república. El camino que se ha propuesto se le ha denominado “Segundo piso de la Cuarta Trasformación”.

El día 9 de mayo de 2023 AMLO dijo en su conferencia matutina lo siguiente: “Actualmente quienes están por la transformación del país tienen mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, pero no tienen mayoría calificada, porque la mayoría calificada implica no 50% más uno, sino dos terceras partes de los votos y la Constitución solo se reforma cuando se tiene esa mayoría calificada. De 500 diputados, 300 son de mayoría y 200 plurinominales. Para poder reformar la Constitución se necesitan 334, hay que ir por los 334 en la próxima elección para poder llevar a cabo reformas constitucionales, ése es el Plan C”.

El 12 de enero de 2024 AMLO anunció que “En esta ocasión no voy a asistir el 5 de febrero a Querétaro el día de la Constitución porque vamos a conmemorar ese día, aquí en el recinto en donde se aprobó la Constitución de 1857, y voy a presentar ese día todas las iniciativas de reformas a la Constitución, es un el paquete de iniciativas que tiene que ver con el bienestar, que tiene que ver con salarios, con pensiones, con la reforma al Poder Judicial, la reforma electoral, la democracia todo el día 5 de febrero”.

El presidente ha anunciado que, al menos son 10 las reformas constitucionales, que presentará el 5 de febrero. Entre las iniciativas que anunció para la parte final de su gobierno se incluirá la propuesta para que el crecimiento del salario mínimo sea mayor al de la inflación, otra más para modificar el sistema de pensiones con lo que los jubilados puedan percibir su último sueldo de su vida laboral. También -afirmó- incluirá las propuestas para reformar al Poder Judicial, adherir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y, además, para que los ministros sean electos mediante el voto ciudadano.

¿La coalición “Juntos hacemos historia” logrará la mayoría calificada? Esta pregunta ha provocado reacciones distintas según sea el enfoque. Para los que forman la coalición “Juntos hacemos historia” es una posibilidad a la mano; para la coalición “Fuerza y Corazón por México” es una real amenaza que intentarán no se concrete. Para Movimiento Ciudadano cabe la esperanza de convertirse en el fiel de la balanza en el caso de que la coalición “Juntos hacemos historia” no alcance la mayoría calificada.

Pintar escenarios sobre los resultados de las elecciones en México que se celebrarán el 2 de junio del 2024 implica reconocer que se tiene información imperfecta o desconocida. No sabemos que puede ocurrir en los próximos 4 meses, y 13 días (136 días) que son los que van del 18 de febrero al 2 de junio de 2024. Si bien el resultado de las elecciones es incierto podemos especular, aplicando la lógica sobre la información disponible -sobre todo encuestas- y esbozar posibles escenarios. ¿Cuántas sorpresas nos deparan estos 136 días? En psicología cognitiva, la incertidumbre puede ser real, o simplemente una cuestión de percepción, como expectativas, amenazas, etc. Los posibles resultados tienen significados e interpretaciones poco claros.

Todo parece indicar que la incertidumbre, sobre la posibilidad de que la coalición triunfante lo sea con una diferencia en votos lo suficientemente holgada para hacer posible el llamado Plan C es cada vez más una real posibilidad. Las propuestas de reformas constitucionales que presentará el Presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero serán determinantes para que Morena y sus aliados puedan obtener el 67% de las curules y escaños en juego.

Los resultados del 2 de junio de 2024 y la posibilidad de que el Plan C pueda implementarse radica en la respuesta a la siguiente pregunta: ¿los ciudadanos por quién votarán más, o por los aliados de Morena o por los aliados del PAN?

 

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sábado, 6 de enero de 2024

El futuro de los partidos políticos en México

El futuro de los partidos políticos en México

José Antonio Robledo y Meza

 

Cuando se plantea la pregunta “¿por qué ocurren los sucesos en la política mexicana de una manera y no de otra manera?”, se busca una respuesta que indique cuál será el sentido de los sucesos. Por ejemplo, si la alianza de tres partidos políticos con distintas historias, principios, intenciones y sin predominio de uno de ellos en cuanto a autoridad política se refiere, se anticipa que finalmente predominará que la alianza operará en contra de cada uno de los partidos.

¿Hacia dónde se orientará la energía perdida? Hay solo dos posibilidades:

a) Se oriente hacia uno de los partidos que, distintos a los tres aliados, existan.

b) Se oriente hacia la no participación en las elecciones.

Si se orienta hacia uno de los partidos existentes, el partido beneficiado será el que ofrezca más posibilidades de desarrollo y éste sería el partido en el poder.

Los que opten por la no participación estarán beneficiando también a los partidos participantes y especialmente al partido en el poder.

La energía política perdida en la alianza perdedora no la pierde el sistema solo la distribuirá aleatoriamente en el sistema político y esta distribución tenderá a reorganizarse hacia una condición más probable que, también, favorece al partido con más poder. Pero esta reorganización del sistema universo provocará, en el interior del partido beneficiado, un aumento de disensos y de cómo se disuelvan estos disensos en un nuevo consenso, definirán el perfil futuro de los partidos beneficiados y del sistema de partidos.

Este nuevo consenso hará muy improbable la irreversibilidad del sistema político original, de manera tal que, algunos de los partidos de la alianza perdedora estén jugando quizá su última carta para sobrevivir.

Los resultados de las elecciones del 2024 anunciarán el rumbo que tomará la trasformación de la sociedad mexicana en sus tres subsistemas básicos: el económico, el político y el cultural.

 

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martes, 2 de enero de 2024

La dialéctica entre la vulgaridad y la discriminación

La dialéctica entre la vulgaridad y la discriminación

José Antonio Robledo y Meza

 

Para mi amigo Juvenal Cruz Vega

 

Hace algunas semanas mi alumna Dulce Karen Capulín Arellano me dio la oportunidad de conocer su protocolo de tesis nombrado, hasta ahora, “Análisis de las expresiones performáticas empleadas en algunas marchas feministas del 8 de marzo de los años 2020 y 2021 en México, como medio para la manifestación del discurso político-estético.” Dialogando con ella me vinieron a la mente algunas lecturas realizadas como, por ejemplo, las pinturas de Jacques-Louis David, “La muerte de Marat,” (1793), y de Eugene Delacroix La Libertad guiando al pueblo”, (1830), los murales de Diego Rivera, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” (1947), y de David Alfaro Siqueiros “Del porfirismo a la Revolución (1957-1966) y sobre todo del cine y la música popular mexicana que me han alimentado desde siempre. A todo lo anterior integré en mi estructura cognitiva las lecturas de los libros de Arthur Danto “La-transfiguración-del-lugar-común” (2002), Arthur Danto. “Que es el arte” (2013) y Ted-Gioia “Canciones de amor. La historia jamás contada” (2015).

 

De todo ello, y mucho más, me surgieron las preguntas siguientes: ¿Cómo es qué las “culturas vulgares” se trasforman en “alta cultura”? ¿En qué se distinguen las “culturas vulgares” de las “altas culturas”? ¿Qué procesos se desarrollan para que las “culturas vulgares” se trasformaran en “alta cultura”?

 

Hoy dedicaré mi reflexión a mostrar el triunfo que las lenguas vulgares llamadas “lenguas romances” sobre el latín clasista. Son, a principios del siglo XXI, 38 lenguas romances las existentes: nueve lenguas iberorromances, seis lenguas galorromances, dos lenguas retorromances, tres lenguas occitanorromances, cinco lenguas galoitalianas, cinco lenguas italorromances, cuatro lenguas balcorrumanas, y dos lenguas romances insulares. Al inicio del siglo XXI, alrededor de 920 millones de personas en el mundo son quienes hablan las lenguas romances-, principalmente en América, África y Europa. Entre las lenguas romances más habladas actualmente están el español, el portugués, el francés, el italiano, el rumano y el catalán. Se reconocen también dos lenguas romances extintas: la dálmata y mozárabes.

 

Períodos en la historia de la lengua latina (2,500 años)

Durante aproximadamente 2,500 años (de 800 ane a 1,720 dne) el latín dominó, en buena parte del mundo. Se pueden distinguir siete periodos de esta lengua latina: latín arcaico, latín clásico, latín posclásico, latín tardío, latín vulgar o medieval, latín renacentista y el latín científico.

 



Durante el periodo del latín arcaico (Prisca Latinitas; siglo VIII ane-siglo II ane) destacaron autores como Apio, Claudio el Ciego, Livio Andrónico, Nevio, Ennio, Plauto, Terencio. El latín clásico (aproximadamente en los siglos siglo I ane. y siglo I dne) en una época de profunda crisis económica, política y cultural, la élite cultural crea, a partir de las variedades del latín vulgar, un latín estándar (para la administración y escuelas) y un latín literario. Es la Edad de Oro de las letras latinas, cuyos autores más destacados son Cicerón, Julio César, Tito Livio, Virgilio, Horacio, Séneca, Catulo, Ovidio. En el periodo del latín posclásico, la lengua hablada se va alejando progresivamente de la lengua estándar, que la escuela trata de conservar, y de la lengua literaria. Esta distancia creciente hará que de las diversas maneras de hablar latín nacieran las lenguas románicas. Y la lengua escrita se transforma en el latín escolástico o curial.

 

Durante la etapa del latín tardío, los Padres de la Iglesia empiezan a abandonar el latín vulgar de los primeros cristianos. A este período pertenecen Tertuliano, Jerónimo de Estridón (San Jerónimo) y San Agustín. Durante el periodo del latín vulgar o medieval (latín inconditus, cotidianus, usualis, vulgaris, plebeius, prolectarius y rusticus) el latín como se conocía ya no es hablado; por ende, el latín literario se refugia en la Iglesia, en la Corte y en la escuela, y se convierte en el vehículo de comunicación universal de los intelectuales medievales. Mientras esto último se producía, el latín vulgar continuaba su evolución a ritmo acelerado y, con esto, posibilitando la aparición de las lenguas romances.

 

El latín renacentista. La mirada de los humanistas se vuelve hacia la Antigüedad clásica, y el uso del latín cobra nueva fuerza. Petrarca, Erasmo de Róterdam, Luis Vives, Antonio de Nebrija y muchos otros escriben sus obras en latín, además de en su propia lengua Finalmente el latín científico donde la lengua latina sobrevive en escritores científicos hasta entrado el siglo XIX. Descartes, Newton, Spinoza, Leibniz, Kant y Gauss escribieron sus obras en latín.

 

Del latín vulgar a las lenguas romances

El latín vulgar también llamado latín popular, se aplica al idioma románico hablado por las masas con todas sus idiosincrasias dialécticas e individuales, no necesariamente uniforme. Era también denominado latín inconditus, cotidianus, usualis, vulgaris, plebeius, prolectarius y rusticus. Este latín «popular» se diferenciaba notablemente del elegante latín escrito empleado por escribientes, autores y eruditos literarios. El latín vulgar eventualmente evolucionó en las lenguas romances.

 

La diversidad que siguió con la caída del Imperio Romano fue favorable al crecimiento de los dialectos e idiomas especiales que derivaron del latín. A pesar de que latín vulgar era un lenguaje hablado, puede ser reconstituido hasta cierto punto a través de tratados de los Grammaticus romanos, la Biblia latina, manuscritos latinos primitivos, inscripciones, colecciones de leyes bárbaras, algunos textos literarios e históricos entre los siglos IV y VIII, así como los decretos de la dinastía merovingia y el imperio carolingio. Después de un proceso evolutivo que ocurrió en el lapso de tres siglos, el latín vulgar adquirió características individuales de acuerdo a las diferentes regiones del mundo románico en donde era hablado, y el inicio del «romance» ocurrió en el siglo VIII. Las lenguas romances derivaron del latín vulgar que era hablado en los territorios del antiguo Imperio Romano, pero que se diferenciaba notablemente del latín literario.

 

El término «romance» deriva de la expresión romanice del latín posclásico, que a su vez derivó de la palabra latina romanus. Estas lenguas se denominan «romances» porque derivan del latín vulgar hablado en los territorios del sur de Europa que una vez formaron parte del Imperio Romano. Eran dialectos vulgos y coloquiales hablados por soldados, colonos y comerciantes romanos que se esparcieron por toda Europa; en contraste con las formas clásicas del latín que eran habladas por las clases altas que tenían la particularidad de ser también lenguas escritas. Mientras que el latín vulgar divergió progresivamente en las lenguas romances, el latín clásico cayó en desuso y aunque hoy en día todavía se estudia, es considerada una lengua muerta.

 

Celebremos en este inicio del año 2024 el triunfo de las lenguas romances, que evolucionaron del latín vulgar y que nos muestra una etapa de la conquista de la democracia contra el clasismo y la discriminación.

 

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