lunes, 28 de abril de 2025

Trump y el miedo al futuro

Trump y el miedo al futuro

José Antonio Robledo y Meza

 

Hablar del futuro es implicar a la ética. Si entendemos que en este campo filosófico se discute sobre mundos posibles, entonces entre los problemas que más nos ocupan se cuentan, sin duda, los relacionados con el futuro.

Los futuros pueden ser narrados como utópicos o distópicos y estas narraciones articuladas a la vida cotidiana son las que más impresionan a la opinión pública. Dicho lo anterior ¿cómo explicar el discurso de Donald Trump? ¿Qué pretende? ¿Con qué medios? ¿De qué premisas parte?

El discurso de Donal Trump acompañado de amenazas tiene como objetivo provocar temor y miedo. Al mismo tiempo, y como contraste, hay otros discursos, por ejemplo, el de Claudia Sheinbaum, que invitan a mejorar la convivencia hacia el futuro. Mientras Sheinbaum alienta a construir un mejor futuro, Trump intenta, con sus amenazas, a adoptar una actitud que desahucia a la humanidad. Ante estas posturas parece que lo importante es determinar los grandes horizontes entre cuyos límites se formarán nuestros juicios y a partir de ellos discernir los porqués de las valoraciones prácticas en conflicto.

El problema de la esperanza o el desahucio de la humanidad es uno de los problemas que involucra el futuro del hombre, en este inicio del siglo XXI. Trump intenta evocar imágenes apocalípticas que, en el pasado, por ejemplo, hacia finales del primer milenio, hicieron temblar a las multitudes. Aunque lo dicho por Trump no sea verdad tiene un fuerte impacto social porque el miedo al futuro existe.

Las amenazas trumpianas intentan acompañar a las amenazas ecológicas que juntas empiezan a sustituir a las fantasías del pasado, y su carácter científico las hace todavía más espantosas. Lo que intenta Trump es construir un nuevo apocalipsis

En los apocalipsis el tema predominante es, por lo general, la fuga del presente para refugiarse en un futuro que, tras haber desbaratado las estructuras actuales del mundo, instaure con y por la fuerza un orden de valores definitivo, conforme a las esperanzas y deseos de quien construye el mito. Tras el mito apocalíptico se hallan grupos humanos oprimidos por graves sufrimientos religiosos, sociales y políticos, los cuales, al no ver salida alguna en la acción inmediata, se proyectan en la espera de un tiempo en el que alguna fuerza sobrenatural se abata sobre la tierra para derrotar a todos sus enemigos. En este sentido, puede observarse que en todo apocalipsis hay una gran carga utópica y una gran reserva de esperanza, pero al mismo tiempo, una desolada resignación respecto al presente.

Frente a este discurso apocalíptico está la propuesta laica de la construcción humana de un diferente futuro; futuro resultado de la acción colectiva de humanos sin más. Expresiones de esta visión laica están las propuestas de “Juntos hagamos historia” y “Juntos sigamos haciendo historia”. La visión laica de la historia no admite un fin de los tiempos. Por lo tanto, no hay ni habrá potencia divina o satánica que pueda oponerse a la esperanza de los hombres.

En la visión laica la historia no es más que un camino construido por objetivos humanos y nada trascendente a ellos. Los objetivos son inmanentes a la historia misma. De esta manera la racionalidad de la historia está marcada por las acciones de los humanos. Esta racionalidad es inmanente a la historia y es resultado de cálculos y esperanzas. Estos cálculos y esperanzas deben definir las discusiones éticas del cambiante presente humano que da lugar a un caminar histórico donde cada mínimo progreso en este entendimiento sobre las grandes cosas sencillas significará un paso adelante para compartir las razones de la esperanza también.

La reflexión sobre la historia humana implica dos cosas: reconocer los errores del pasado y prestar interés por el futuro. Tal reflexión nos obliga a descartar el éxito del discurso trumpiano basado en el temor y el miedo a un distópico futuro. Racionalmente la humanidad desde siempre se ha propuesto objetivos que con su acción ha corregido permanentemente. La experiencia nos demuestra cómo hacer las cosas cada vez mejor. Todavía nos queda mucho por hacer juntos.

 

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martes, 22 de abril de 2025

El papa Francisco y las mujeres

El papa Francisco y las mujeres

José Antonio Robledo y Meza

 

“Un mundo en el que las mujeres son marginadas es un mundo estéril”. Papa Francisco

 

Francisco de nombre secular Jorge Mario Bergoglio (1936-2025), fue el 266 papa de la Iglesia católica. Como tal, fue el jefe de Estado y el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano. Tras la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, fue elegido el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación efectuada durante el segundo día de cónclave. ¿Cuál fue el lugar de la mujer en el pensamiento de Francisco?

Con algunas excepciones hasta finales del siglo XIX, a la mujer no se le permitía acceder a estudios superiores. El resultado es que la filosofía y la teología habían sido cultivadas por hombres. Estamos seguros de que, en un futuro muy próximo, la filosofía y la teología serán pensada también en femenino. Mientras tanto, la realidad es que la inmensa mayoría de los filósofos y teólogos, han sido hombres. Pues bien, a pesar de esto, el papa Francisco a diferencia del resto de los hombres del Vaticano pensó y actuó de manera distinta con respecto a las mujeres.

Desde el inicio de su pontificado en 2013, el papa Francisco insistió en la necesidad de darle mayor protagonismo a las mujeres tanto en la Iglesia como en la sociedad. Aunque su postura se mantuvo dentro de los límites de la doctrina católica tradicional, hizo importantes gestos y reformas. Impulsó una transformación paulatina pero significativa en la mirada que la Iglesia tiene sobre las mujeres. Si bien aún persisten tensiones y demandas no resueltas —como el acceso al sacerdocio o una mayor equidad de género en las estructuras eclesiásticas—, su liderazgo, su estilo cercano, su crítica al clericalismo y su apertura al diálogo con el mundo contemporáneo marcó un antes y un después en la forma en que se dialoga sobre el rol femenino en el corazón del catolicismo.

Francisco denunció con fuerza la violencia machista y la desigualdad estructural que afecta a millones de mujeres en el mundo. “Herir a una mujer es ultrajar a Dios”, dijo en una de sus homilías aludiendo a la dignidad femenina. En varias ocasiones condenó el femicidio, el abuso doméstico y la discriminación laboral que enfrentan muchas mujeres por razones de maternidad. En el plano social, el pontífice pidió que se reconozca el valor del trabajo femenino en todos los ámbitos, no solo en el hogar. “El mundo necesita que las mujeres estén presentes en todos los espacios donde se toman decisiones”, dijo en distintos foros, destacando la capacidad de las mujeres para generar comunidad, cuidado y paz.

Su gesto más audaz fue el ascenso de las mujeres a posiciones de poder dentro de la Iglesia, de nombrar a mujeres en cargos de responsabilidad dentro del Vaticano, un terreno históricamente reservado a los hombres. Figuras como Nathalie Becquart —primera mujer con derecho a voto en el Sínodo de los Obispos—, Raffaella Petrini —secretaria general del Estado Vaticano— y Francesca Di Giovanni —diplomática en la Secretaría de Estado—, marcaron un hito en la historia eclesial.

Con el nombramiento de Raffaella Petrini en febrero de 2025, una religiosa franciscana, al puesto de vicaria general del Gobernatorato del Vaticano, Francisco desmanteló una concepción profundamente arraigada en la estructura de poder de la Iglesia. La religiosa, hasta entonces desconocida para muchos, asumió un cargo de responsabilidad que ha sido ocupado históricamente por hombres. Petrini se convirtió en la primera mujer en alcanzar esa posición clave, un paso poderoso en un escenario tradicionalmente dominado por varones. Con Petrini se entreabrió una puerta que parecía estar herméticamente cerrada.

En 2021, Francisco modificó el derecho canónico para permitir que las mujeres puedan desempeñar formalmente los ministerios laicales de lectorado y acolitado. Aunque en la práctica ya lo hacían en muchas comunidades, esta modificación otorgó un respaldo legal y simbólico a su rol litúrgico. También creó comisiones para estudiar el diaconado femenino, una función con raíces históricas en la Iglesia primitiva, aunque hasta ahora sin una decisión definitiva. Sin embargo, estos nombramientos no implican una transformación real del poder clerical, que sigue reservado exclusivamente a los varones. Las mujeres continúan excluidas del sacerdocio y, por tanto, de los verdaderos espacios de toma de decisiones doctrinales. En cuanto al liderazgo, Francisco defendió que las mujeres no solo deben ser escuchadas, sino también tener voz en las decisiones importantes de la Iglesia. “Una Iglesia sin mujeres no se puede entender”, repitió en múltiples ocasiones. 

Así, la Iglesia del siglo XXI sigue enfrentando una contradicción profunda: hablar de igualdad en un sistema que sigue siendo excluyente. Su sucesión abre interrogantes profundos sobre el rumbo de esta visión y el papel de la mujer dependerá, en gran medida, del perfil del próximo papa. La puerta hacia el cambio está entreabierta, pero tras la muerte de Francisco pesa la incertidumbre sobre si esa puerta seguirá abriéndose hacia una nueva era, o si, por el contrario, alguien decidirá cerrarla de golpe.

 

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martes, 15 de abril de 2025

La importancia de la “traición de Judas”

La importancia de la “traición de Judas”

José Antonio Robledo y Meza

 

Para el año 2025 el calendario señala la fecha del 18 de abril para el día llamado viernes santo y el 20 de abril para el domingo de resurrección. La llamada semana santa inició el domingo 13 (domingo de ramos) y terminará el 20 de abril (domingo de resurrección). Originalmente la redención del hombre y la resurrección de Cristo son los eventos centrales de la semana santa y del cristianismo en general.

La semana santa como parte de la tradición occidental está estrechamente vinculada con el filósofo Agustín de Tagaste (354-430) quién introduce la idea del progreso y de la historicidad del hombre. Las dos efemérides - la redención del hombre y la resurrección de Cristo- hicieron posible la concepción del tiempo lineal y la adopción de un marco cronológico único para todos los acontecimientos, como lo es el calendario vigente.

Para Agustín de Tagaste la redención del hombre y la resurrección de Cristo son la razón de tres aspectos del manejo del tiempo: 1) la idea de la unidad de la historia universal, 2) la periodicidad de la historia desde el principio hasta el fin de los tiempos, y 3) la concepción de la marcha progresiva del género humano elevándose por “edades” sucesivas de la ignorancia a la verdad, del tiempo a la eternidad (el no tiempo).

La celebración de la semana santa se debe a la adopción del calendario gregoriano. Este es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo y es así denominado por su promotor el papa Gregorio XIII (1502-1585). El vigente calendario sustituyó en 1582 al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a.C. El papa promulgó el uso del calendario actual por medio de la bula Inter Gravissimas.

En nuestra civilización occidental hemos conocido sólo dos eras auténticas: la era “ab urbe cóndita” (que se inicia con la fundación de Roma en el año 753 a.n.e.), y la era “ab incarnatione Dómini” (desde la Encarnación del Señor), que propuso en el año 527 el monje Dionisio el Exiguo, y que en el año 607 asumió como propia el papa Bonifacio IV. Esta fecha se fijó en el 25 de marzo (fiesta de la Anunciación y por tanto de la Encarnación) del año 753 ab urbe cóndita; luego se desplazó hacia el 25 de diciembre (nacimiento de Cristo) y el 1 de enero (principio del año). Está clara la incongruencia de celebrar en días distintos el nacimiento de Cristo y el principio del año, cuando se pretende que la cuenta de los años empieza en este acontecimiento.

Dos preguntas en torno a la semana santa.

Si reflexionamos en torno a las efemérides relevantes del cristianismo -la redención del hombre y la resurrección de Cristo- no podemos evitar plantearnos dos cuestiones: ¿cuál es el valor de la “traición de Judas”?, y ¿cuál es la relación de la “traición de Judas” con la redención?

Hablemos de ellas a continuación. La "traición de Judas" se refiere a la acción de Judas Iscariote, uno de los doce discípulos de Jesús, de entregar a Jesús a las autoridades judías a cambio de treinta piezas de plata. La traición de Judas es un episodio crucial en la historia del cristianismo, ya que condujo a la detención, juicio y crucifixión de Jesús. Según la tradición cristiana, la muerte de Jesús en la cruz fue un acto de redención, ya que se cree que su sacrificio expió los pecados de la humanidad y abrió el camino a la salvación y la vida eterna. Si esto es así, entonces la llamada “traición de Judas” fue necesaria para que se cumplieran las profecías bíblicas que anunciaban la muerte de Jesús. En ese sentido, se puede entonces decir que la “traición de Judas” fue una acción necesaria del plan divino para redimir a la humanidad. Por lo tanto, la “traición de Judas” fue un paso de primera importancia en el proceso de la redención de la humanidad. Sin la acción de Judas ¿hubiera habido redención?

 

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domingo, 6 de abril de 2025

Diagnóstico a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Una aproximación después del paro estudiantil 2025

Diagnóstico a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Una aproximación después del paro estudiantil 2025

 

El día 31 de marzo tras una serie de acuerdos alcanzados y la entrega del pliego petitorio general a las autoridades universitarias se dio por terminado el paro estudiantil iniciado el 25 de febrero de 2025 en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Terminado este movimiento es momento de iniciar un proceso de investigación que nos permita comprender el ¿por qué? de esta acción estudiantil. Es momento de construir un diagnóstico. Comencemos apuntando que el presente diagnóstico alude al análisis que hemos realizado para determinar la situación y las tendencias en la BUAP. Para realizar esta aproximación de diagnóstico nos hemos apoyado en cinco documentos:

1) Plan México

2) Alternativa de Nación 2018 -2024.

3) Pliego Petitorio General de la Comunidad Universitaria BUAP.

4) Pliego Petitorio General Preparatorias BUAP

5) Pliego Petitorio del Colegio de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras BUAP

Los pliegos petitorios hicieron que la BUAP se trasformara en una caja traslúcida en donde por principio, todo puede examinarse, ensayarse y discutirse científicamente. No puede dejarse mencionar que elaborar un diagnóstico es difícil por ser un problema “inverso”; se trata de remontar de síntomas a mecanismos, de efectos a causas, de productos a insumos, del presente al pasado, de conclusión a premisas; son problemas con soluciones múltiples o ninguna. A la dificultad intrínseca del problema se agregan, por supuesto, las trampas del razonamiento espontáneo. La más común de ellas es el anclaje” o fijación en las primeras impresiones, los primeros datos y las primeras conjeturas.

Del Plan México destacamos las siguientes dos metas: a) La formación de 150 mil profesionistas y técnicos al año que requiere que las instituciones educativas se coordinen con el Gobierno y el sector privado para alinear la oferta académica con las necesidades de la industria y b) disminuir la pobreza y la desigualdad que requiere de la colaboración de la BUAP para elaborar una estrategia integral que combine educación, empleo, inversión y seguridad. La BUAP está obligada a participar en la construcción de una visión para el México del mañana. El Plan México es un compromiso con el desarrollo sostenible y la justicia social. Los retos son significativos y las oportunidades son enormes. Con metas claras, un enfoque en la colaboración y una visión a largo plazo, la BUAP tiene el potencial de consolidarse y coadyuvar a mejorar las condiciones de vida de millones de ciudadanos. En este respecto la BUAP no tiene propuestas todavía.

De la Alternativa de Nación 2024 -2030. Destaco los siguientes enunciados:

a) Continuar con el rescate del país, iniciado por la Cuarta Trasformación en el sexenio 2018-2024, de su decadencia actual y continuar con la construcción de una nación mejor, el objetivo de la reconstrucción nacional.

b) Continuar revirtiendo la decadencia nacional en materias como infraestructura, educación, salud, agricultura y medio ambiente.

c) El estancamiento, el deterioro, la desigualdad y la corrupción no son los únicos destinos posibles de México.

d) La facultad de cambiar nuestra circunstancia nacional, estatal y municipal siempre ha estado en nuestras manos.

e) Consolidación de la legalidad y lucha contra la corrupción, combate a la pobreza, recuperación de la paz, viabilidad financiera, equidad de género y desarrollo sostenible.

f) La corrupción no deriva de la falta de leyes ni de su ineficiencia, sino de la ausencia de voluntad para cumplirlas o bien de su utilización discrecional, facciosa, arbitraria y corrupta.

g) La corrupción no es, como se ha dicho, un asunto cultural ante el cual debamos resignarnos ni una forma de ser de los mexicanos en general, sino una desviación de los gobernantes que puede y debe ser erradicada. Para ello resulta fundamental respetar la ley.

h) Se debe presentar una nueva visión de universidad y de país, a través de proyectos y propuestas en materia económica, política, social y educativa que tengan por objeto generar políticas públicas que permitan al país romper la inercia de la desigualdad social y económica. 

i) Una regeneración ética que redunde en beneficio de todos.

Las demandas de los “Pliegos Petitorios” son claros indicios de que la BUAP está muy lejos de las propuestas contenidas en Alternativa de Nación 2024 -2030. 

Sobre los pliegos petitorios de los estudiantes ya los abordamos en “¿Qué es lo que los estudiantes quieren?” (https://www.angulo7.com.mx/2025/columnistas/mexico-el-arbol-de-los-mil-frutos/que-es-lo-que-los-estudiantes-quieren/612238/). Ahí señalamos que a partir de estos documentos elaborado por los estudiantes se puede inferir el mal funcionamiento de la BUAP. Al percibir los estudiantes que la institución no se comporta como un sistema racional es por lo que formulan sus demandas. Una demanda es central: la realización de un Congreso General donde se discuta una nueva Ley Orgánica que sea expresión de un nuevo diseño institucional donde las metas estén definidas en función de las necesidades tanto universitarias como sociales tal y como están expuestas, por ejemplo, en el Plan México y la Alternativa de Nación 2018 -2024.

En el Congreso General se deberá configurar el Proyecto de Nueva Universidad (Universidad Crítica, Democrática, Humanista y Popular), donde se manifieste la voluntad de gobernar con rectitud, desterrar la corrupción, abolir la impunidad, actuar con austeridad y destinar lo que se ahorre para financiar el desarrollo de la BUAP.

El Proyecto de Nueva Universidad deberá presentarse a la comunidad universitaria y a la sociedad para discutirlo y generar los programas, proyectos y propuestas que cumplan los mandatos y restricciones demandados para cada uno: 1) legalidad y lucha contra la corrupción, 2) viabilidad financiera, 3) equidad de género y 4) desarrollo sostenible.

La BUAP como universidad pública está obligada a participar en la construcción de un México, justo, democrático, soberano, pacífico y trasparente-y para ello deberá crear a propósito un imaginario colectivo universitario y social y que quede expresado en el Proyecto de Nueva Universidad que deberá fundamentarse, como ya lo dijimos, en la triada filosófica: a) el principio de la Soberanía del Pueblo, b) el fin ético de la construcción de una Nueva Universidad para una Nueva República y, c) como vía a transitar el camino propuesto por las políticas públicas de la Cuarta Trasformación.

Básicamente el Proyecto de Nueva Universidad tendrá que incluir como objetivo la reconstrucción institucional, deteniendo la decadencia institucional. El estancamiento, el deterioro, la desigualdad y la corrupción no debe ser el destino de la BUAP. El movimiento estudiantil es una clara manifestación de que en el futuro quieren vivir en un México más justo, más democrático, soberano, pacífico y transparente.

Por lo dicho, algunos problemas están a la vista: corrupción, impunidad, ausencia de diálogos, violaciones reiteradas a las leyes y a los derechos humanos… Eso se puede observar, al leer los “Pliegos Petitorios” pero ¿cuál es la dolencia profunda? Encontrarla requiere estudios e investigaciones profesionales que, afortunadamente, tienen posibilidad de realizarse en la BUAP con la activa participación de su comunidad.

 

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jueves, 3 de abril de 2025

La Inteligencia Artificial en la ficción moderna y realidad contemporánea

La Inteligencia Artificial en la ficción moderna y realidad contemporánea

José Antonio Robledo y Meza

 

Para el siglo XIX, las ideas sobre hombres artificiales y máquinas pensantes se desarrollaron en la ficción, como en “Frankenstein” de Mary Shelley o la obra de teatro ficción “R.U.R.” (Rossum's Universal Robots) del checo Karel Čapek, o en la especulación de Samuel Butler “Darwin entre las máquinas”, o en narraciones como el “Jugador de ajedrez de Maelzel” de Edgar Allan Poe o, finalmente, en casos del mundo real. A partir de entonces, la Inteligencia Artificial (IA) se convirtió en un tema común de la ciencia ficción hasta el presente.

El campo de la investigación de la IA se fundó en un taller celebrado en el campus del Dartmouth College, en Estados Unidos, durante el verano de 1956.Aquellos que asistieron se convertirían en los líderes de la investigación en IA durante décadas. Muchos de ellos predijeron que una máquina tan inteligente como un ser humano existiría en no más de una generación, y recibieron millones de dólares para hacer realidad esta visión. Al final, resultó evidente que los investigadores habían subestimado la dificultad del proyecto.

En 1974, en respuesta a las críticas de James Lighthill y a la presión constante del Congreso de Estados Unidos, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña dejaron de financiar investigaciones sobre inteligencia artificial. Siete años más tarde, una iniciativa visionaria del gobierno japonés inspiró a los gobiernos y a la industria a proporcionar a la IA miles de millones de dólares, pero a finales de la década de 1980 los inversores se desilusionaron y volvieron a retirar la financiación. Los años difíciles que siguieron se conocerían más tarde como el “invierno de la IA”. La IA fue criticada en la prensa y evitada por la industria hasta mediados de la década de 2000, pero la investigación y la financiación continuaron creciendo bajo otros nombres.

En los años 1990 y principios de 2000, el aprendizaje automático se aplicó a muchos problemas en la academia y la industria. El éxito se debió a la disponibilidad de hardware informático potente, la recopilación de conjuntos de datos inmensos y la aplicación de sólidos métodos matemáticos. En 2012, el aprendizaje profundo demostró ser una tecnología revolucionaria, eclipsando todos los demás métodos. La arquitectura del transformador debutó en 2017 y se utilizó para producir aplicaciones de IA generativa. La inversión en IA se disparó en la década de 2020.

La IA y el razonamiento formal

La IA se basa en la suposición de que el proceso del pensamiento humano puede ser mecanizado. El estudio del razonamiento mecánico o “formal” tiene una larga historia. Los filósofos chinos, indios y griegos desarrollaron todos métodos estructurados de deducción formal para el primer milenio antes de nuestra era. Sus ideas fueron desarrolladas a lo largo de los siglos por filósofos como Aristóteles (384-322 ane) quien dio un análisis formal del silogismo, Euclides (325-265 ane) cuyos elementos fueron un modelo de razonamiento formal), al-Juarismi (780-850) quien desarrolló el álgebra y dio su nombre a la palabra “algoritmo” y filósofos escolásticos como Duns Scoto (1266-1308) y Guillermo de Ockham (1287-1347).

El filósofo Ramon Llull (1232-1315) desarrolló varias máquinas lógicas dedicadas a la producción de conocimiento por medios lógicos; Llull describió sus máquinas como entidades mecánicas que podían combinar verdades básicas e innegables mediante operaciones lógicas simples, producidas por la máquina mediante significados mecánicos, de tal manera que produjeran todo el conocimiento posible. La obra de Llull tuvo una gran influencia en Gottfried Leibniz (1646-1716), quien reformuló sus ideas y quien especuló que la razón humana podría reducirse a un cálculo mecánico.

En el siglo XVII, Leibniz, Thomas Hobbes (1588-1679) y René Descartes (1596-1650) exploraron la posibilidad de que todo pensamiento racional pudiera volverse tan sistemático como el álgebra o la geometría. Hobbes escribió en Leviatán: “Porque la razón... no es más que calcular, es decir, sumar y restar”. Leibniz imaginó un lenguaje universal del razonamiento, la characteristica universalis, que reduciría la argumentación a cálculo, de modo que «no habría más necesidad de disputa entre dos filósofos que entre dos contables. Porque bastaría tomar sus lápices en la mano, bajar a sus pizarras y decirse el uno al otro (con amigos como testigos, si quisieran): Vamos a calcular”. Estos filósofos habían comenzado a articular la hipótesis del sistema de símbolos físicos que se convertiría en la fe rectora de la investigación de la IA. 

Micromundos

A finales de los años 60 del siglo XX, Marvin Minsky y Seymour Papert, del Laboratorio de IA del Massachusetts Institute of Technology (MIT), propusieron que la investigación en IA debería centrarse en situaciones artificialmente simples conocidas como micromundos. Señalaron que en ciencias exitosas como la física, los principios básicos a menudo se entendían mejor utilizando modelos simplificados como planos sin fricción o cuerpos perfectamente rígidos. Gran parte de la investigación se centró en un “mundo de bloques”, que consiste en bloques de colores de diversas formas y tamaños dispuestos sobre una superficie plana.

Este paradigma condujo a un trabajo innovador en visión por computadora por parte de Gerald Sussman, Adolfo Guzmán, David Waltz (quien inventó la “propagación de restricciones”) y, especialmente, Patrick Winston. Al mismo tiempo, Minsky y Papert construyeron un brazo robótico que podía apilar bloques, dando vida al mundo de los bloques. El programa SHRDLU de Terry Winograd podía comunicarse en oraciones comunes en inglés sobre el micromundo, planificar operaciones y ejecutarlas.

El mundo estaba familiarizándose con el aprendizaje automático que se aplicaría a muchos problemas en la academia y la industria. El éxito se debió a la disponibilidad de hardware informático potente, la recopilación de conjuntos de datos inmensos y la aplicación de sólidos métodos matemáticos.  Eso ocurrió en los años 1990 y principios de 2000.

 

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Destruir construyendo

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