domingo, 6 de abril de 2025

Diagnóstico a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Una aproximación después del paro estudiantil 2025

Diagnóstico a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Una aproximación después del paro estudiantil 2025

 

El día 31 de marzo tras una serie de acuerdos alcanzados y la entrega del pliego petitorio general a las autoridades universitarias se dio por terminado el paro estudiantil iniciado el 25 de febrero de 2025 en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Terminado este movimiento es momento de iniciar un proceso de investigación que nos permita comprender el ¿por qué? de esta acción estudiantil. Es momento de construir un diagnóstico. Comencemos apuntando que el presente diagnóstico alude al análisis que hemos realizado para determinar la situación y las tendencias en la BUAP. Para realizar esta aproximación de diagnóstico nos hemos apoyado en cinco documentos:

1) Plan México

2) Alternativa de Nación 2018 -2024.

3) Pliego Petitorio General de la Comunidad Universitaria BUAP.

4) Pliego Petitorio General Preparatorias BUAP

5) Pliego Petitorio del Colegio de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras BUAP

Los pliegos petitorios hicieron que la BUAP se trasformara en una caja traslúcida en donde por principio, todo puede examinarse, ensayarse y discutirse científicamente. No puede dejarse mencionar que elaborar un diagnóstico es difícil por ser un problema “inverso”; se trata de remontar de síntomas a mecanismos, de efectos a causas, de productos a insumos, del presente al pasado, de conclusión a premisas; son problemas con soluciones múltiples o ninguna. A la dificultad intrínseca del problema se agregan, por supuesto, las trampas del razonamiento espontáneo. La más común de ellas es el anclaje” o fijación en las primeras impresiones, los primeros datos y las primeras conjeturas.

Del Plan México destacamos las siguientes dos metas: a) La formación de 150 mil profesionistas y técnicos al año que requiere que las instituciones educativas se coordinen con el Gobierno y el sector privado para alinear la oferta académica con las necesidades de la industria y b) disminuir la pobreza y la desigualdad que requiere de la colaboración de la BUAP para elaborar una estrategia integral que combine educación, empleo, inversión y seguridad. La BUAP está obligada a participar en la construcción de una visión para el México del mañana. El Plan México es un compromiso con el desarrollo sostenible y la justicia social. Los retos son significativos y las oportunidades son enormes. Con metas claras, un enfoque en la colaboración y una visión a largo plazo, la BUAP tiene el potencial de consolidarse y coadyuvar a mejorar las condiciones de vida de millones de ciudadanos. En este respecto la BUAP no tiene propuestas todavía.

De la Alternativa de Nación 2024 -2030. Destaco los siguientes enunciados:

a) Continuar con el rescate del país, iniciado por la Cuarta Trasformación en el sexenio 2018-2024, de su decadencia actual y continuar con la construcción de una nación mejor, el objetivo de la reconstrucción nacional.

b) Continuar revirtiendo la decadencia nacional en materias como infraestructura, educación, salud, agricultura y medio ambiente.

c) El estancamiento, el deterioro, la desigualdad y la corrupción no son los únicos destinos posibles de México.

d) La facultad de cambiar nuestra circunstancia nacional, estatal y municipal siempre ha estado en nuestras manos.

e) Consolidación de la legalidad y lucha contra la corrupción, combate a la pobreza, recuperación de la paz, viabilidad financiera, equidad de género y desarrollo sostenible.

f) La corrupción no deriva de la falta de leyes ni de su ineficiencia, sino de la ausencia de voluntad para cumplirlas o bien de su utilización discrecional, facciosa, arbitraria y corrupta.

g) La corrupción no es, como se ha dicho, un asunto cultural ante el cual debamos resignarnos ni una forma de ser de los mexicanos en general, sino una desviación de los gobernantes que puede y debe ser erradicada. Para ello resulta fundamental respetar la ley.

h) Se debe presentar una nueva visión de universidad y de país, a través de proyectos y propuestas en materia económica, política, social y educativa que tengan por objeto generar políticas públicas que permitan al país romper la inercia de la desigualdad social y económica. 

i) Una regeneración ética que redunde en beneficio de todos.

Las demandas de los “Pliegos Petitorios” son claros indicios de que la BUAP está muy lejos de las propuestas contenidas en Alternativa de Nación 2024 -2030. 

Sobre los pliegos petitorios de los estudiantes ya los abordamos en “¿Qué es lo que los estudiantes quieren?” (https://www.angulo7.com.mx/2025/columnistas/mexico-el-arbol-de-los-mil-frutos/que-es-lo-que-los-estudiantes-quieren/612238/). Ahí señalamos que a partir de estos documentos elaborado por los estudiantes se puede inferir el mal funcionamiento de la BUAP. Al percibir los estudiantes que la institución no se comporta como un sistema racional es por lo que formulan sus demandas. Una demanda es central: la realización de un Congreso General donde se discuta una nueva Ley Orgánica que sea expresión de un nuevo diseño institucional donde las metas estén definidas en función de las necesidades tanto universitarias como sociales tal y como están expuestas, por ejemplo, en el Plan México y la Alternativa de Nación 2018 -2024.

En el Congreso General se deberá configurar el Proyecto de Nueva Universidad (Universidad Crítica, Democrática, Humanista y Popular), donde se manifieste la voluntad de gobernar con rectitud, desterrar la corrupción, abolir la impunidad, actuar con austeridad y destinar lo que se ahorre para financiar el desarrollo de la BUAP.

El Proyecto de Nueva Universidad deberá presentarse a la comunidad universitaria y a la sociedad para discutirlo y generar los programas, proyectos y propuestas que cumplan los mandatos y restricciones demandados para cada uno: 1) legalidad y lucha contra la corrupción, 2) viabilidad financiera, 3) equidad de género y 4) desarrollo sostenible.

La BUAP como universidad pública está obligada a participar en la construcción de un México, justo, democrático, soberano, pacífico y trasparente-y para ello deberá crear a propósito un imaginario colectivo universitario y social y que quede expresado en el Proyecto de Nueva Universidad que deberá fundamentarse, como ya lo dijimos, en la triada filosófica: a) el principio de la Soberanía del Pueblo, b) el fin ético de la construcción de una Nueva Universidad para una Nueva República y, c) como vía a transitar el camino propuesto por las políticas públicas de la Cuarta Trasformación.

Básicamente el Proyecto de Nueva Universidad tendrá que incluir como objetivo la reconstrucción institucional, deteniendo la decadencia institucional. El estancamiento, el deterioro, la desigualdad y la corrupción no debe ser el destino de la BUAP. El movimiento estudiantil es una clara manifestación de que en el futuro quieren vivir en un México más justo, más democrático, soberano, pacífico y transparente.

Por lo dicho, algunos problemas están a la vista: corrupción, impunidad, ausencia de diálogos, violaciones reiteradas a las leyes y a los derechos humanos… Eso se puede observar, al leer los “Pliegos Petitorios” pero ¿cuál es la dolencia profunda? Encontrarla requiere estudios e investigaciones profesionales que, afortunadamente, tienen posibilidad de realizarse en la BUAP con la activa participación de su comunidad.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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jueves, 3 de abril de 2025

La Inteligencia Artificial en la ficción moderna y realidad contemporánea

La Inteligencia Artificial en la ficción moderna y realidad contemporánea

José Antonio Robledo y Meza

 

Para el siglo XIX, las ideas sobre hombres artificiales y máquinas pensantes se desarrollaron en la ficción, como en “Frankenstein” de Mary Shelley o la obra de teatro ficción “R.U.R.” (Rossum's Universal Robots) del checo Karel Čapek, o en la especulación de Samuel Butler “Darwin entre las máquinas”, o en narraciones como el “Jugador de ajedrez de Maelzel” de Edgar Allan Poe o, finalmente, en casos del mundo real. A partir de entonces, la Inteligencia Artificial (IA) se convirtió en un tema común de la ciencia ficción hasta el presente.

El campo de la investigación de la IA se fundó en un taller celebrado en el campus del Dartmouth College, en Estados Unidos, durante el verano de 1956.Aquellos que asistieron se convertirían en los líderes de la investigación en IA durante décadas. Muchos de ellos predijeron que una máquina tan inteligente como un ser humano existiría en no más de una generación, y recibieron millones de dólares para hacer realidad esta visión. Al final, resultó evidente que los investigadores habían subestimado la dificultad del proyecto.

En 1974, en respuesta a las críticas de James Lighthill y a la presión constante del Congreso de Estados Unidos, los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña dejaron de financiar investigaciones sobre inteligencia artificial. Siete años más tarde, una iniciativa visionaria del gobierno japonés inspiró a los gobiernos y a la industria a proporcionar a la IA miles de millones de dólares, pero a finales de la década de 1980 los inversores se desilusionaron y volvieron a retirar la financiación. Los años difíciles que siguieron se conocerían más tarde como el “invierno de la IA”. La IA fue criticada en la prensa y evitada por la industria hasta mediados de la década de 2000, pero la investigación y la financiación continuaron creciendo bajo otros nombres.

En los años 1990 y principios de 2000, el aprendizaje automático se aplicó a muchos problemas en la academia y la industria. El éxito se debió a la disponibilidad de hardware informático potente, la recopilación de conjuntos de datos inmensos y la aplicación de sólidos métodos matemáticos. En 2012, el aprendizaje profundo demostró ser una tecnología revolucionaria, eclipsando todos los demás métodos. La arquitectura del transformador debutó en 2017 y se utilizó para producir aplicaciones de IA generativa. La inversión en IA se disparó en la década de 2020.

La IA y el razonamiento formal

La IA se basa en la suposición de que el proceso del pensamiento humano puede ser mecanizado. El estudio del razonamiento mecánico o “formal” tiene una larga historia. Los filósofos chinos, indios y griegos desarrollaron todos métodos estructurados de deducción formal para el primer milenio antes de nuestra era. Sus ideas fueron desarrolladas a lo largo de los siglos por filósofos como Aristóteles (384-322 ane) quien dio un análisis formal del silogismo, Euclides (325-265 ane) cuyos elementos fueron un modelo de razonamiento formal), al-Juarismi (780-850) quien desarrolló el álgebra y dio su nombre a la palabra “algoritmo” y filósofos escolásticos como Duns Scoto (1266-1308) y Guillermo de Ockham (1287-1347).

El filósofo Ramon Llull (1232-1315) desarrolló varias máquinas lógicas dedicadas a la producción de conocimiento por medios lógicos; Llull describió sus máquinas como entidades mecánicas que podían combinar verdades básicas e innegables mediante operaciones lógicas simples, producidas por la máquina mediante significados mecánicos, de tal manera que produjeran todo el conocimiento posible. La obra de Llull tuvo una gran influencia en Gottfried Leibniz (1646-1716), quien reformuló sus ideas y quien especuló que la razón humana podría reducirse a un cálculo mecánico.

En el siglo XVII, Leibniz, Thomas Hobbes (1588-1679) y René Descartes (1596-1650) exploraron la posibilidad de que todo pensamiento racional pudiera volverse tan sistemático como el álgebra o la geometría. Hobbes escribió en Leviatán: “Porque la razón... no es más que calcular, es decir, sumar y restar”. Leibniz imaginó un lenguaje universal del razonamiento, la characteristica universalis, que reduciría la argumentación a cálculo, de modo que «no habría más necesidad de disputa entre dos filósofos que entre dos contables. Porque bastaría tomar sus lápices en la mano, bajar a sus pizarras y decirse el uno al otro (con amigos como testigos, si quisieran): Vamos a calcular”. Estos filósofos habían comenzado a articular la hipótesis del sistema de símbolos físicos que se convertiría en la fe rectora de la investigación de la IA. 

Micromundos

A finales de los años 60 del siglo XX, Marvin Minsky y Seymour Papert, del Laboratorio de IA del Massachusetts Institute of Technology (MIT), propusieron que la investigación en IA debería centrarse en situaciones artificialmente simples conocidas como micromundos. Señalaron que en ciencias exitosas como la física, los principios básicos a menudo se entendían mejor utilizando modelos simplificados como planos sin fricción o cuerpos perfectamente rígidos. Gran parte de la investigación se centró en un “mundo de bloques”, que consiste en bloques de colores de diversas formas y tamaños dispuestos sobre una superficie plana.

Este paradigma condujo a un trabajo innovador en visión por computadora por parte de Gerald Sussman, Adolfo Guzmán, David Waltz (quien inventó la “propagación de restricciones”) y, especialmente, Patrick Winston. Al mismo tiempo, Minsky y Papert construyeron un brazo robótico que podía apilar bloques, dando vida al mundo de los bloques. El programa SHRDLU de Terry Winograd podía comunicarse en oraciones comunes en inglés sobre el micromundo, planificar operaciones y ejecutarlas.

El mundo estaba familiarizándose con el aprendizaje automático que se aplicaría a muchos problemas en la academia y la industria. El éxito se debió a la disponibilidad de hardware informático potente, la recopilación de conjuntos de datos inmensos y la aplicación de sólidos métodos matemáticos.  Eso ocurrió en los años 1990 y principios de 2000.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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