jueves, 17 de agosto de 2023

Foro 16 Educación para la Trasformación

Foro 16 Educación para la Trasformación

Sábado 19 de agosto

Consulta Nacional para la elaboración del Proyecto de Nación 2024-2030

 

Criterios para la formulación de una propuesta de educación para la trasformación

José Antonio Robledo y Meza

Profesor Investigador del Colegio de Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y representante de los proyectos “México el árbol de lo mil frutos” y “Temiki Radio”.

Permítanme iniciar mi reflexión sobre el título de este foro “Educación para la trasformación”.

La política como la educación son conceptos que refieren procesos donde la intencionalidad humana es fundamental para su entendimiento. Tanto la política como la educación son acciones humanas que consideran dos dimensiones; por un lado, la intención, por el otro, actividades realizadas para concretar la intención. El término “Trasformación” significa específicamente, una toma del poder sin violencia y apoyada por el pueblo, para llevar a cabo una reestructuración básica de la comunidad política. Esta es una definición estrictamente política del acto de trasformación y-de-sus-secuelas, de la trasformación como proceso continuado y casi interminable. La “Cuarta Trasformación” es el nombre del proyecto político vigente en México.

Dicho lo anterior resaltaré los aspectos que se contraponen en la presente Cuarta Trasformación. Por un lado, están los hechos y la realidad (diagnóstico>) y, por el otro, los ideales y las ideas (programa político).

Los ideales se expresan mediante ideas y ambos están en nuestra cabeza y coinciden plenamente con sus representaciones mentales. Los hechos y la realidad se encuentran fuera. Los hechos son la experiencia y la evidencia en torno a hechos. Muy poca de esta experiencia y evidencia se basa en conocimientos personales; en su mayor parte consiste en información sobre la experiencia y la evidencia. Aun así, ideas y hechos, ideales y realidad poseen –por encima y más allá de sus diferencias intrínsecas- un elemento crucial en común: ambos reciben su significado, se configuran, comunican y se fijan mediante palabras, y además mediante las mismas palabras. La palabra “trasformación” la usamos independientemente de si nos referimos al ideal o a la realidad. De igual modo, “pueblo”, “soberanía” “igualdad”, “democracia”, “libertad”, “justicia” y “amor”, etc., son términos idénticos (palabras) para los ideales y para los hechos. Si se admite que los hechos son, en verdad, información sobre hechos, y que se conjuntan armónicamente con ideales, entonces y teniendo lo anterior como premisa es razonable inferir que un proyecto de educación para la trasformación debe considerarse como un proceso que considera iniciar desde un presente a trasformar, como efecto de los hechos pasados (historia) y una proyección de sus ideales hacia el futuro.

La constitución como instrumento de la trasformación.

De acuerdo al artículo 39 constitucional “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo” y el artículo 40 establece que “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal…”

Si el Gobierno es la autoridad que dirige, controla y administra sus instituciones, la cual consiste en la conducción política general o ejercicio del poder ejecutivo del Estado, entonces el gobierno -el conjunto de funcionarios- debe sujetarse a lo mandatado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. ¿Cuáles son los objetivos nacionales permanentes que el pueblo ha definido como intereses vitales de la república? ¿Cuáles son los elementos ideológicos y filosóficos de un gobierno de la Cuarta Trasformación? ¿Qué establece la vigente constitución en materia educativa?

De acuerdo al artículo 3 “Toda persona tiene derecho a la educación” y esta será universal, inclusiva, pública, gratuita y laica. La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva. Tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje. El Estado priorizará el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el acceso, permanencia y participación en los servicios educativos y establece que las maestras y los maestros son agentes fundamentales del proceso educativo. Los planteles educativos constituyen un espacio fundamental para el proceso de enseñanza aprendizaje. El Estado garantizará que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno, sean idóneos y contribuyan a los fines de la educación. El Ejecutivo Federal determinará los principios rectores y objetivos de la educación inicial, así como los planes y programas de estudio de la educación básica y normal en toda la República. Los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género y una orientación integral, por lo que se incluirá el conocimiento de las ciencias y humanidades: la enseñanza de las matemáticas, la lecto-escritura, la literacidad, la historia, la geografía, el civismo, la filosofía, la tecnología, la innovación, las lenguas indígenas de nuestro país, las lenguas extranjeras, la educación física, el deporte, las artes, en especial la música, la promoción de estilos de vida saludables, la educación sexual y reproductiva y el cuidado al medio ambiente, entre otras.

I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica.

II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico,

a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo; b) Será nacional (…); c) Contribuirá a la mejor convivencia humana, a fin de fortalecer el aprecio y respeto por la naturaleza, la diversidad cultural, la dignidad de la persona, la integridad de las familias, la convicción del interés general de la sociedad, los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos; e) Será equitativo(…) f) Será inclusivo g) Será intercultural h) Será integral, i) Será de excelencia, entendida como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos, para el desarrollo de su pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad;

V. Toda persona tiene derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica.

VII. Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio.

Fundamentos filosóficos de la Cuarta Trasformación.

Presentaré, en primer lugar, lo que considero son los fundamentos filosóficos sobre los que tiene que apoyarse una propuesta educativa para la trasformación que tiene la intención explícita de trasformar a México para construir una Nueva República, para después formular propuestas puntuales. Iré directamente al tema.

El Movimiento de Regeneración Nacional descansa en una triada: un principio filosófico, una intención ética y una propuesta política, y esa misma triada debe fundar la propuesta educativa coherente con el Movimiento de Renovación Nacional.

Pueblo Soberano es el principio filosófico, Nueva República es la propuesta ética y Cuarta Trasformación es la propuesta política. Esta triada da cuenta de lo que llamamos Humanismo Mexicano. Así pues, el Humanismo Mexicano es la guía del Movimiento de Regeneración Nacional porque se fundamenta en el principio del Pueblo Soberano, tiene la intención de construir una Nueva República y porque su propuesta política llamada Cuarta Trasformación da cuenta de la evolución histórica del pueblo mexicano que es representativo de la evolución de la humanidad plena.

La Soberanía Popular (SP) es un principio filosófico que nace junto a la forma republicana de gobierno y con unos derechos y garantías constitucionales. La soberanía nacional reside en el pueblo, del que emanan los poderes del Estado. Estos derechos y garantías no niegan ningún otro derecho. Todos estos elementos están expresados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

El concepto de Pueblo Soberano encierra una visión histórica nombrada como Cuarta Trasformación que alude tanto al pasado como al presente y al futuro. Un pasado que considera en alta estima las culturas de los pueblos precuauhtémicos así como tres de las trasformaciones antecedentes a la presente Cuarta Trasformación. La primera trasformación que enarboló la bandera de la libertad, la segunda trasformación que luchó por el principio laico y la tercera trasformación que fue guiada por el principio de la justicia social. Así pues, la cuarta trasformación es la expresión de estas conquistas y que no es otra cosa que la conjunción de tres valores: libertad, laicismo y justicia social y a esto llamamos Humanismo mexicano.

El humanismo mexicano puede verse como una demokratología, esto es, como un sistema que descansa en el postulado de Pueblo Soberano, en el objetivo de una Nueva República y el camino de la Cuarta Trasformación.

El humanismo mexicano es así una demokratología sistemática porque formula una visión histórica coherente, ordenada y racional que da cuenta de una visión del Universo, del hombre y de la sociedad. Esta demokratología toma en cuenta un principio filosófico, una intencionalidad ética, los resultados de la investigación científica, la historia y formulaciones constitucionales.

Esta demokratrología puede dividirse en, al menos, las siguientes doctrinas: Pueblo Soberano,  Pueblo Histórico y Héroes, Autoridad Epistemológica, Mexicano Universal (hombre), Nueva República (Sociedad y Futuro).

La Autoridad del Pueblo Soberano está dividida en tres poderes: ejecutiva, legislativa y judicial. La Autoridad del Pueblo Soberano emana de la historia del pueblo, es una autoridad histórica que tiene presente la heroicidad del pueblo mexicano y su intención de construir una cultura universal.

La victoria de la 4T sobre el neoliberalismo atrajo la mirada de todo el mundo porque apareció como una alternativa que puede y debe evitar que la humanidad se trasformara en un único colosal y global proletariado lumpen. Ahora bien, surgen las siguientes preguntas: ¿Cómo restructurar el sistema social?, ¿en qué van a ocuparse los millones de personas en el futuro inmediato? ¿No estarán, desamparados, expuestos al océano del tiempo libre? ¿Qué tenemos que hacer? ¿En qué hemos de ocuparnos nosotros y nuestros semejantes?

Como puede verse la pregunta ya no es solamente cómo se reparten justamente los frutos del trabajo, sino cómo hacen soportable las consecuencias del no trabajo.

 

El derecho a la educación de los mexicanos

¿Cómo entender el derecho de los mexicanos a la educación? ¿Cómo se relaciona este derecho con la democracia y con la excelencia intelectual? ¿Cómo proporcionar a los mexicanos oportunidades para que cada uno de ellos de lo mejor de sí, para que logre algo que valga la pena y para que se sienta orgulloso de ese logro? Responder estas preguntas, entre otras, nos ayuda a definir el sentido de “derecho a la educación”.

Debe partirse de que los objetivos de la educación pública deben ser iguales para todos y básicamente son tres: el desarrollo y el perfeccionamiento personal, mental, moral e intelectual (todos deben aspirar a sacar el máximo provecho de sus capacidades, han de poder aprovechar las oportunidades de desarrollo personal que brinda la sociedad), una preparación adecuada para asumir los deberes y responsabilidades de la ciudadanía y proporcionar las habilidades lingüísticas básicas comunes -que incluye la habilidad para estudiar- a todo trabajo (no labor) en el seno de una sociedad en permanente cambio.

Los mexicanos están llamados a vivir y ganarse los satisfactores de sus necesidades de una manera inteligente, responsable y a disfrutar en la mayor medida posible de toda la felicidad que puede hacer plena una existencia humana.

Así pues, la educación pública debe constituirse en instrumento para orientar a los mexicanos para las tres exigencias comunes a todos los ciudadanos: prepararlos para ganarse la vida, permitirles entender las exigencias y modos de actuar en una sociedad tecnológicamente desarrollada y familiarizarlos con el trabajo intelectual. Para ello la igualdad y la excelencia en educación deben formar parte de la intencionalidad del sistema educativo mexicano. 

La igualdad en la educación es predicada bajo la creencia de que en una democracia todos los ciudadanos tienen derecho a los instrumentos necesarios para una activa y bien reflexionada ciudadanía. La excelencia en la educación viene de un compromiso con el aprendizaje, que va de la adquisición de las capacidades básicas de leer, escribir, solucionar problemas, pensar creativa y críticamente.

La igualdad no significa que todos los mexicanos aprendan las mismas cosas de la misma manera, aunque si requiere mínimos márgenes comunes de comprensión. Requiere que las diferencias de capacidad para aprender, de intereses y de propósitos no sean utilizadas para disminuir las oportunidades de aprender o de tener acceso al conocimiento.

Exagerar la desigualdad y desatender la excelencia sirven para minar uno de los más importantes propósitos de la educación de los mexicanos para una ciudadanía inteligente y activa basada en habilidades y conocimientos compartidos. La excelencia de solo algunos no debe obtenerse a expensas de otros. Aceptar la desigualdad corrompe el compromiso con el aprendizaje.

Buscar la igualdad es alentar que los estudiantes exploten todas sus capacidades de aprendizaje y buscar la excelencia. Al buscar la excelencia se le da contenido a la igualdad ya que hacemos un compromiso con la calidad.

Buscar la igualdad y la excelencia implica proporcionar oportunidades para que cada mexicanos de lo mejor de sí, para que logre algo que valga la pena y para que se sienta orgulloso de ese logro. Esto es lo que define el sentido de “derecho a la educación”.

Estos elementos deben ser considerados en los tres niveles del sistema escolar mexicano donde se realizan las funciones académicas de la docencia, la investigación y la extensión. Estos aspectos son muy importantes pero su viabilidad depende de su administración y es aquí donde faltan estudios y propuestas que permitan una discusión y reformas a las estructuras administrativas burocráticas del sistema escolar y las instituciones que están afectadas por la corrupción.

 

robledomeza@yahoo.com.mx

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