José Antonio
Robledo y Meza
Colegio de
Filosofía, FFyL-BUAP
WA: 2223703233
El diputado Mario Delgado marcó la importancia del
esclarecimiento de conceptos para generar confianza entre los representantes de
la CNTE y los diputados de las comisiones encargadas de la Reforma Educativa.
Explícitamente se refirió a la existencia de tres palabras “malditas” que
generan mucha confusión: “certificación, evaluación y escalafón”. La confusión
conceptual impide -según el diputado Mario Delgado- aprobar una reforma “histórica,
porque estamos de acuerdo todos los partidos políticos”. Esclarecer los
conceptos ayuda a la comunicación y a los acuerdos porque, dice Mario Delgado,
genera confianza al entender todos lo mismo.
Siendo importante el esclarecimiento de los
tres conceptos mencionados voy a dedicar este espacio a dos conceptos que se
confunden el uno con el otro y que tienen que ver con las actividades
cotidianas de los mexicanos -por supuesto con l@s maestr@s- y con la calidad de
sus vidas. Es necesario tomar conciencia de que el objetivo de una vida con
calidad humana está relacionada con el trabajo y no con la labor.
Transformar la vida laborante en una vida de
trabajo debe ser uno de los objetivos básicos de la Reforma Educativa por
venir. La reforma al 3° constitucional tiene que convertirse en el detonador para
que todos los maestros se conviertan en trabajadores.
Para comenzar
diremos que trabajo y labor no son sinónimos. Si bien tienen algunas
similitudes sus diferencias son significativas. Para esclarecer los conceptos de “trabajo” y
“labor” partamos de un ejemplo. Juan labora cuando se dedica a pintar aros en
una fábrica porque con ello obtiene un salario. Es una actividad rutinaria que
no le provoca ningún placer y si, por el contrario, malestar que espera llegue
a su fin para irse a descansar. Le disgusta la idea de regresar al otro día. No
sabe para qué pinta tantos aros. Pinta por dinero. Ese es su objetivo.
Diego trabaja
pintando murales, disfruta pintándolos. Los murales son obras suyas y pintarlos
es la finalidad de las actividades que realiza. Todas sus energías están
orientadas a realizar bellos murales y ama hacerlos porque sabe que procura
experiencias gratas a quien los contempla. Su propósito es la excelencia. Diego
siente placer haciendo murales, es feliz haciendo todo lo que significa hacer
murales…
Veamos a partir
de este ejemplo cuáles son las similitudes y las diferencias entre lo que hace
Juan –laborar- y lo que hace Diego –trabajar-.
Similitudes.
Tanto el trabajo
como la labor consumen el tiempo y las energías de las personas que los
realizan; hacer lo uno o lo otro tiende a excluir otros quehaceres humanos;
precisan determinada disciplina o autodirección.
El trabajo y la
labor se orientan a la reproducción, no necesariamente de un artículo de
consumo o una posesión negociable.
El trabajo y la
labor, al estar dirigidos hacia un propósito determinado, pueden hacerse más o
menos rápidamente, o con mayor o menor competencia, o con mayor o menor empeño,
etc.
Estas son las
similitudes entre el trabajo y la labor. Veamos ahora las diferencias.
Diferencias.
El trabajo tiene
las siguientes características:
1) El trabajo es
acción no enajenada. Su objetivo es realizar lo que se tiene que hacer por el
valón intrínseco de las actividades, hacerlo de la mejor manera posible.
2) Los productos del
trabajo son obras. La obra es la finalidad del trabajo de quien trabaja.
3) Para trabajar
bien, el trabajador necesita amar o valorar aquello en lo que trabaja.
4) La excelencia
de una obra se distingue tajantemente de su bondad instrumental y en particular
de su propensión a procurar satisfacción a los consumidores, ya que esta
satisfacción no es medida de la excelencia del resultado.
5) El trabajo no
tiene que proporcionar placeres, es un placer; el placer consiste en hacer el
trabajo de la mejor manera posible; no en alguna consecuencia, ni estado mental
producido por el trabajo.
6) La felicidad que
produce el trabajo consiste en realizar actividades: no la constituyen placeres
producidos por las actividades.
7) El trabajo no
está relacionado contingentemente con su producto. La descripción del proceso y
la descripción del producto son parte de un mismo esquema conceptual; la
calidad del trabajo y la excelencia de su producto se juzgan juntas.
8) El trabajo
tiene un objeto con el que el trabajador esté de acuerdo y un propósito con el cual
puede identificarse.
9) En el trabajo
tiene que haber un empeño en que se produzca una obra de alguna clase, sujeta a
normas de excelencia para esa clase de obra, y tal, que el trabajador desee
producir esa clase de obra conforme a una descripción tal, que esas normas de
excelencia sean las propias del caso y las cuales acepte él, en todas
circunstancias.
10) El que
trabaja siente amor por su obra, y tendrá una razón para proceder en ésta y no
en otra manera, en términos de las cualidades y excelencias hacia las que
apunta en el producto acabado.
A diferencia del
trabajo la labor tiene las siguientes características:
1) Tiende a la
alienación o enajenación.
2) Es rudo empeño
y esfuerzos penosos.
3) Algunas
labores producen placeres. El placer de laborar (en caso de que exista) es
siempre extrínseco a la labor, por ejemplo, ganar dinero.
4) La labor está
relacionado contingentemente con su producto; el proceso de producción y el
producto son conceptualmente distintos. Muchos de quienes laboran en un proceso
ni siquiera saben para qué producto sirve su labor.
5) No tiene un
objeto con el que el laborante esté necesariamente de acuerdo y un propósito
con el cual pueda identificarse.
6) La frustración
(cuando no es diluida por la publicidad moderna) del laborar se origina, tanto
de la falta de normas de excelencia
a que pueda aspirar el laborante, como de la falta de un objetivo verdadero en
el laborar.
Dicho lo anterior, es necesario tomar
conciencia de que el objetivo de una vida con excelencia humana está
relacionada con el trabajo. Transformemos una vida laborante en una vida de
trabajo y hagamos lo consecuente para que todos nos convirtamos en
trabajadores. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como
portavoz del Pueblo Soberano debe hablar a favor de un México de trabajadores
no de laborantes. Esta condición de un México de trabajadores debe impulsarse a
lo largo de la Cuarta Transformación.
Todos los mexicanos deben constituirse en trabajadores
y dejar de verse como simplemente laborantes.
Puebla, Pue. Arboledas de Guadalupe, 3 de
abril de 2019
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